REFLEXIONES SOBRE IDENTIDADES TRANS
EHFECHICO O CHICA
"Ser niña o ser niño no radica en los genitales. Tampoco es ni una decisión ni una elección. Es algo que emana de dentro. Alguien es niña o niño porque sabe que lo es."
"Ser niño, ser niña, tiene que ver con la percepción que cada quien tiene de sí, con cómo se identifica."
Citamos a la asociación Naizen por su presencia en Euskal Herria pero son afirmaciones comunes a todas las asociaciones que divulgan su particular visión de la sexualidad humana.
Plantean que el sexo no tiene nada que ver con los órganos reproductores, ni con los cromosomas, ni con las hormonas ni con ninguna de las células que nos convierten en seres de uno u otro sexo.
El sexo biológico y los procesos fisiológicos se vuelven IRRELEVANTES. Nos dicen que lo que determina el sexo es cómo se identifique cada persona basándose en afirmaciones imprecisas como: "Alguien es porque sabe que lo es" o "Algo que emana de dentro"
A pesar de seguir usándolo, el término "transexualidad" carece de sentido. La asociación Chrysallis define "Transexual: Persona a la que le equivocaron la identidad sexual al nacer." A todos los efectos, si una niña cree que es un niño, entonces ES un niño. Es un niño con vulva. Cuando nació, alguien le "asignó" la categoría niña “pero se equivocó”. Hay quien piensa que esa afirmación se hace solo con una intención de inclusividad, que es solo una manera de hablar (las mujeres "trans" son mujeres). Pero no es así. Realmente hay que creer que el sexo biológico no es algo con lo que nacemos sino que es algo que nos “asignan” al nacer, como si fuera algo que se sortea o se hiciera al azar.
A la vez nos dicen que el sexo reside en el cerebro, a pesar de que está demostrado que no existen diferencias significativas entre el cerebro de un hombre y una mujer. El neurosexismo que hace años hablaba de mujeres de Venus y hombres de Marte ya no se sostiene en la actualidad gracias a los avances de la neurociencia.
No existen los cerebros rosas y azules. “Cómo la neurociencia destruyó el mito de que los hombres y las mujeres tienen cerebros distintos"
Por tanto, si los conocimientos universales sobre biología son irrelevantes, ¿Cómo podemos saber si ha nacido un niño o una niña? Responden: "solo podremos saberlo con certeza cuando, con la conquista del lenguaje, a partir de los 2 años, empiece a nombrarse, afirmando "soy un niño" "soy una niña""
Pero... ¿Cómo sabemos si nos sentimos/sabemos/somos chicos o chicas si ser chico o chica no es nada material, identificable y no tiene nada que ver con el cuerpo? ¿Qué es ser niño? ¿Cómo se "siente" ser niña? Además de tener un cuerpo masculino, ¿cómo se “siente” ser chico? ¿Qué es “eso” que “emana de dentro”?
Vamos a hacer un ejercicio de imaginación:
A y B tienen unas características que en el 99,8% de los casos son evidentes a primera vista.
En principio no hay nada más que los diferencie. Por tanto parece sencillo saber si somos A o B.
Pero vamos a imaginar por un momento que ser A o B implica, además, sentirse de una determinada manera.
Si somos A ¿cómo podemos saber qué se siente siendo B? Es materialmente imposible.
No somos ajenas a la realidad de algunas personas que desde pequeñas muestran una marcada incongruencia o rechazo hacia el sexo con el que nacieron y que esa incongruencia se mantiene a lo largo de su vida. A pesar de no existir datos oficiales, se habla de 1 de cada 10000. La ciencia no ha encontrado por el momento una respuesta concluyente. Son muchos los estudios al respecto y por ahora ninguno ha encontrado una base biológica para explicarlo. Eso no quiere decir que no exista esa realidad ni que haya que negarla. Solo quiere decir que hay que seguir investigando si se quiere ampliar el conocimiento.
En realidad estas ideas solo son la primera capa de lo que viene a continuación. Son la base que intenta diluir todo el conocimiento científico del ser humano para asentar unas creencias donde lo relevante pasa a ser el comportamiento. Una ideología que ha sustituido el sexo por el género.
SEXO NO ES GÉNERO
Nuestros gustos y comportamientos se moldean socialmente. Social y culturalmente se crean unas expectativas de cómo debemos ser y cómo debemos comportarnos en base a si hemos nacido como machos o hembras de la especie humana. Estamos hablando del género.
El género es un constructo social que hace referencia a los roles, conductas, actividades, atributos, comportamientos que la sociedad te ASIGNA según hayas nacido niño o niña y que difiere de una cultura a otra o de una época a otra.... es IMPOSIBLE que el género sea algo innato, que se forme espontáneamente en el cerebro o que emane de dentro. El género es algo ARTIFICIAL, CULTURAL, CONSTRUIDO.
Que el género es impuesto, que no es innato, lo sabe la ciencia en todas sus disciplinas, lo sabe de sobra el feminismo y lo sabe también el transactivismo. El feminismo lleva años luchando por su abolición, por crear una sociedad donde el sexo con el que nazcas no determine tu vida. El transactivismo le ha dado una nueva dimensión y lo convierte en algo inevitable para definir nuestra identidad. Bajo un halo de apariencia científica, hablan incluso del género como "caracteres sexuados” y consideran estos caracteres lo verdaderamente relevante a la hora de determinar nuestro sexo.
Recordemos que nos decían que los genitales (caracteres sexuales primarios) no determinan nada. La biología es irrelevante. Y sin embargo ahora, al comportamiento (género) lo elevan a la categoría de caracteres sexuales.
"Otros caracteres sexuados tienen que ver con las maneras de expresarse, comportarse, vestirse, con los gustos... Por ejemplo, llevar faldas y la manera de llevarlas, llevar el pelo más corto o más largo y la manera de peinarse, llevar tacones, pintarse los labios, las formas de caminar, etc.>> (Naizen)
Primero nos dicen que el sexo “es algo que emana de dentro” pero luego nos describen unos comportamientos que NO SON INNATOS para definirlo.
Que tus gustos, tu comportamiento sean más afines a lo que se espera (culturalmente) del otro sexo NO SIGNIFICA nada en especial. No te convierte en alguien de otro sexo. Si a un niño le gusta pintarse las uñas e insiste en llevar siempre las uñas pintadas, en principio solo indica que es un niño al que le gusta pintarse las uñas.
Lo cuestionable es creer que pintarse las uñas es algo “de chicas” y en cambio, como si retrocediéramos años en el tiempo, a quien se cuestiona es al niño.
Como dice Kajsa Ekis Ekman en "Sobre la existencia del sexo"
“Si antes se quería quitar el vestido al niño con pene, ahora se quiere quitar el pene al niño con vestido. La consigna es la libertad, sí, pero la libertad de ser como los demás….. Oímos decir que el modelo binario se tiene que eliminar y al mismo tiempo se dice que el azul es para niños y el rosa para niñas. Los órganos sexuales no tienen nada que ver con el género de cada uno… pero aún así hay que reasignarlo para que pueda “concordar” con la identidad de género”
Ahora esos comportamientos, esos gustos (el género) los convierten en IDENTIDAD. Y a esa identidad en el sexo que somos. Ser niña es que te gusten las cosas consideradas típicas de niña. Ser niña es que te guste el rosa, llevar lazos, vestidos y jugar con muñecas.
A pesar de que también matizan esta idea, la realidad que transmiten es tan simple como sexista. Ejemplos:
- En el programa infantil “Aprendemos en Clan. El debate: La diversidad sexual”. escuchamos esta definición:
«cómo nos gusta llevar la ropa, el pelo, qué gestos hacemos… todo eso, todas esas cosas -quién soy, qué me gusta y cómo me expreso- son la sexualidad de cada persona, ¿no?, el sexo que somos.»
- "El médico se equivocó. Yo no soy un niño" (publicado en El Correo)
BILBAO. "Cuesta imaginar a una niña más femenina que N., más similar a la imagen idealizada de una princesita. Con su rubísima y larga melena sujeta por una gran lazada, su vestido de guipur blanco y rosa, sus facciones delicadas, sus gestos de coquetería, su bolso y sus inseparables muñecas… Lástima que el médico que la trajo al mundo, hace casi siete años, no supiese ver más allá de sus genitales y la etiquetase erróneamente como un varón. «Pero es que él no era mago para saber que yo era una niña», le justifica N., mientras acicala con un diminuto peine a una de las seis ‘monster high’ que la acompañan"
"Cuando el tutor o tutora de un grupo o cualquier miembro del equipo docente observe, en un alumno o una alumna de manera reiterada la presencia de conductas que pudieran indicar una identidad sexual no coincidente con el sexo que le asignaron al nacer en base a sus genitales, o bien comportamientos de género no coincidente con los que socialmente se espera en base a su sexo(...)
El género nos cala desde el día que nacemos. El género es algo que nos rodea, es casi imposible abstraerse. ¿Sería lógico pensar en la posibilidad de confundir psicológicamente los roles de género impuestos desde fuera con un sentimiento de género innato? ¿Sería lógico pensar en la posibilidad de malinterpretar ese sentimiento si no encajamos en los roles de género impuesto?
SIGUIENTE:
Disforia de género y enfoque afirmativo
Leyes y protocolos en Euskal Herria