•La Chupona Pecadora, Mi Favorita...
Contos-Escritor: Marcus L. Galindo.
-Categoría: Infidelidad.
-Tiempo Estimado de Lectura: {11min.}
Ya es viernes, falta un día para que sea el finde, ese finde tan deseado para verme con mi “amigota” que tantas alegrías me da con su boca, hemos estado charlando por whats y por llamada durante la semana, también hemos tomado algo en una terracita, pero sin hacer nada estos días.
He elegido la opción de ir más o menos con los huevos descargados para este sábado poder tener un rendimiento y aguante con Erika en la cama; la idea de ir una semana entera sin correrse y que ella me haga una mamada larga de horas “edging” y soltarle un buen chorro aguado al final la descarté esa opción, hoy en todo el día sólo me he hecho una bartola y pensando en una de las hermanas de Erika; la Jeide, la que me follo por el culo y llevo dos semanas sin verla, ella sabe que estoy bastante con su hermana Erika, Jeide no está celosa para nada, pero observa que me centro mucho en la Erika y que me desahogo con ella últimamente, que por cierto ahora estoy mandándome WhatsApp con esta mujer (la Jeide), hablando de Roma, pues ella me dice lo que me dijo años atrás sobre su hermana Erika; que ella es mi favorita.
-¡Clarooooo!, Erika es tu favorita, eh, a ella le das más que a mí.
-Jeide, no es así, corazón, escucha.
-¿Qué?
-Jeide, no me has dicho nada en estas semanas y he pensado que estarías ocupada con tema de trabajo, estudios y la iglesia, además de tu vida de casada, esperaba que me dijeses tú algo, yo soy soltero y libre y hago lo que quiero.
-Ya, ya, y luego me entero de que también te lías con mi otra hermana, la Lucía, vamos que habéis tenido sexo.
-Bueno, como con Erika, hicimos cosas, sexo oral, y solo una vez la recogí en la universidad y me la llevé a un piso que tengo en la otra ciudad.
-Que bien, ¿no?, como te cuidas tío, veo que la Erika te gusta más que yo y la Lucía es otro capricho más para gozar.
-Cielo, te prometo hacerte el amor y todo, pero no te enfades, te noto algo celosa y que yo sepa ambos, no tenemos nada serio, solo somos amantes y punto.
-Pues eso, amantes y punto, cuando a mí me apetezca ya te diré algo, tú ahora disfruta con mis otras hermanas, como yo no encontrarás otra mujer que te dé lo que tanto te gusta en el sexo.
(Y se acabó la conversación, Jeide dejó de escribir)
Me quedé con un poco de mal sabor de boca, no noté a la Jeide muy contenta en sus mensajes, creo que debe ser porque no la he atendido, pero es que ella tampoco me ha dicho nada, bueno, en fin, no me complico por esto.
Paso el día tranquilo en casa, de “rodríguez” como siempre (soy burgués) no necesito trabajar mi vida es de ocio y placeres, como dijo un líder de esa secta a la que pertenecí y pertenecen estas hermanas (la Mormona de la que soy miembro, pero retirado) este era un presidente (equivalente a obispo) y dijo así; que “el tiempo ocioso es oportunidad para el diablo”, lo que tú digas santurrón hipócrita yo me dejo llevar por los placeres de la vida y no me reprimo, tampoco me descontrolo, soy viciosete, pero no un disoluto, lo fui en el pasado, como dije en el relato anterior un adicto al sexo y masturbación, pero hoy reformado aunque en recaída pero con autocontrol.
Así que después de un viernes de reposo, tele y sofá, llega el sábado sabadete, pero no voy a dar a nadie “por el culete” pues no hay planes con Jeide sino con la que ella dice que es mi favorita, (la chupona) esa felatriz que a su manera sabe dar gusto a un pene.
Ya es sábado, son las once de la mañana, hoy no me la machaqué como de costumbre al levantarme temprano, ayer ya me desahogué no creo que sea precoz por esto, sino que estaré normal y con buena respuesta sexual, con ganas de que Erika lo goce al máximo, y a ver qué es lo que se tercia con ella, siempre suele darme el placer a mí chupándomela, estoy dispuesto a colaborar y que ella también disfrute, solo que hay un pequeño detalle que me inquieta; el de que ella quiere que vaya a su piso cuando yo tengo el mío propio y aquí no va a venir nadie, en el suyo su marido estará dos días fuera según ella me asegura y yo estoy con paranoia, este tipo de riesgos no me molan; no es lo mismo que hacer cosas con ella en algún matorral de algún parque o descampado, hablamos del maridito que es bien guapito (soy bisexual) je, je, je, pero las mujeres me tiran mucho más, joder un trío con ese chavalote que es jovencito y de buen ver de la edad de ella de unos 22-24 tacos aproximadamente y tiene buena percha (cuerpo ancho de gym) o eso me parece a mí al ver sus fotos en la red social con ella, bien pues de momento Erika no me dice nada, estoy esperando que me escriba y me diga cuando quedamos, pasan unas horas y me apetece comer ya son la una, como bien algo potente pal cuerpo; necesito combustible porque con Erika voy a quemarlo todo y si su marido apareciese pues también hay pasión para él, pero eso no va a pasar, prefiero no ser peliculero y creer que este hombre estará a 500 km durante esos dos días y no tiene por qué volver sin antes comunicárselo a su mujer.
Termino de comer y Erika me hace una llamada al móvil, me explica que su marido se fue hace dos horas y que esté tranquilo que este no vuelve sin antes llamarla, pero que si prefiero en mi piso que ella se viste y que se desplaza en su coche hasta mi casa, ella me cuenta que está en “picardías”, la leche con la “beatita” yo le pregunto si su marido sabe eso o esconde esa prenda para ocasiones fuera de su matrimonio y ella me dice que su mismo marido se lo regaló (cosas íntimas de matrimonio) al margen de si son religiosos solo es una prenda, yo le digo que no me dé detalles sobre ella ni color, que estoy tranquilo que cuando quiera voy a su piso me dé dirección, ya que nunca he estado allí y quiero que ella me reciba con esa picardía puesto y le añado que la quiero en plan “recién levanta” como despeinada adormilada sin maquillaje; al natural, ella me dice que de acuerdo así me recibirá y que está ansiosa porque esté allí con ella, ya puedo ir y me dice su dirección no tiene perdida está cerca de donde solemos citarnos, así pues salgo de casa, antes me echo un poco de mi perfume de caballero “patricks” (eso apesta como la “Brummel”, similar) soy así de carroza o rarito, a ver qué reacción tiene Erika, je, je, je, salgo para allí.
Llego y aparco a una calle de distancia mi “mercedakos” clásico allí está seguro es un buen barrio, en el portal abajo llamo a su timbre y ella me abre sin preguntar, subo en el ascensor; con el suspense en el cuerpo, al llegar está la puerta entornada empujo y paso ella está detrás, la casa está algo oscura de iluminación y huele raro que ya es raro para esta “pijita”, ella con su sonrisita picara de “pillina” (traviesa) como le digo yo, veo que sus ojos están más vivos que nunca muy abiertos, está algo despeinada, pero no mucho, con su pelo castaño suelto, la picardía ese que decía (de camisón) de color rojo ¡la madre que la parió! -Cómo me tientas Erika le digo yo, pienso al mirarle que más que un ángel es un diablillo perverso hasta me da un poco de miedo esa mirada, pero solo son tonterías mías, Erika y yo nos deseamos y ella me va a tratar muy bien como lo lleva haciendo, me dice que le gusta la colonia que llevo puesta, ¡toma ya! Y mira que el olor a “abuelete” que echa para atrás, bien pues mejor, si le gusta bien.
Continuará…