•La Chupona Pecadora, Mi Favorita...

•La Chupona Pecadora, Mi Favorita...

Contos

-Escritor: Marcus L. Galindo.

-Categoría: Infidelidad.

-Tiempo Estimado de Lectura: {10min.}

Ella me agarra de la mano directamente, me quiere llevar al dormitorio ya, a saco, yo le pido un vaso de agua o que no vaya al grano porque estoy algo tenso; por el lugar y porque vine con las prisas aunque conduciendo, estoy algo angustiado, ella me da un beso tierno en la boca cosa que hasta ahora nunca había hecho, me da que pensar que nuestra relación de amantes o “follamigos” como se le pueda llamar a esto se está afianzando, vamos me está cogiendo cariño o quizá más confianza, ese gesto del beso me gusta también necesito cariño no soy de piedra, mejor con besos y caricias creo que si al sexo le falta eso no es lo mismo, para mí ahora ya no es tan fría esa relación morbosa que tengo con esta amiga de la iglesia.

Ella me trae una lata de naranjada y un vaso me pregunta si deseo algo más, le digo que no solo refrescar el gaznate, tomo un poco de aliento me relajo y nos dejamos llevar, sin más.

Bebo un poco, me relajo en el sofá de ese piso; ella está al lado mío, ese piso es sencillo de decoración, normalito, pero espacioso, lo tiene bonito, ella se me queda mirando con esa cara, tiene los ojos como dije vivos; como de diabla no sé cómo describirlos, es su mirada penetrante, entre la iluminación escasa por las cortinas echadas aunque entra aire fresco y no hace tanto calor.

Ella me dice:

-¿Queeeee?, estás cortado hoy.
-Me siento raro aquí.
-Tu tranquilo tío, he llamado a mi marido y que yo sepa no vendrá hasta el lunes.
-Ok.
-¿Sabes?, estuve hablando con la Jeide y está como algo molesta, sabe lo nuestro y que estuviste con la Lucía, je, je, je.
-Sí, con ella esta mañana tuve una conversación.
-A mí me da igual, tú disfruta con quien tú quieras tío.

Erika me pone la mano en el muslo y me lo acaricia, me mira con esa cara y su sonrisa, me dice que vayamos a su dormitorio, voy y una vez allí ella me dice que me desnude y me acomode, lo hago y a su vez ella se quita esas picardías rojo de camisón que es lo único que lleva puesto, Erika se despelota en un “plis-plás”, me dice que me recueste boca arriba y me relaje, son tensiones que me olvide de todo que ahora estoy con ella, ella me acaricia mi pecho con sus manos.

-Tío, estás muy acelerado. (Y añade) -Relájate, tío, oye, hoy quiero hacerte el amor mejor que me lo haría mi marido.

-¿Si?, que fatiga, pero bueno, lo que desees Erikita, sabes que te deseo.
-Ja, ja, ja, de verdad, ¿te da pereza?
-Era broma.
-Ah, vale, hoy dejémonos de mamadas, échame un buen “polvete” pero dulce, querías sexo aquel día en las cañas, ¿no?
-Sí.
-Hoy puedes hacérmelo, te la mamaré claro, me chuparás la vagina, lo que quieras, pero quiero una tarde y porque no una noche loca contigo.
-¿Como una noche loca?
-Pues que lo hagamos a cada rato y por la noche hasta dormir juntos, y amaneces juntos, ¿no te gusta la idea?
-No entra en mis planes, pero, te doy lo que quieras tía, no quiero dejar de estar contigo aunque sea una relación secreta, Erika tú eres mi favorita.
-Qué bien, me alegra.
-Oye una pregunta, ¿vas a quedar otra vez con la Lucia?
-Quizá, ella me tiene que decir, me ha invitado a verla a un concierto de fagot en el auditorio, puede ser que después halla asunto lo más seguro.
-Seguro que sí, es que eres atractivo, eh, a mí me encantas, me fascinas tío.
-¿Y la colonia que me puse te fascina? -huele a abuelete clásico de barbería.
-Je, je, je, bueno, la verdad huele a tío mayorcito, pero me gusta sí. -bueno, vamos a lo nuestro, ahora que te noto más relajado.

Erika se pone encima de mí y me masajea el pecho un poco más, está táctil, no suele ser de caricias o mimos, pero hoy me está haciendo que se me comience a poner dura, ya se me levantó y ella lo ha notado, me dice que es esa cosa que se despertó y también me dice que se ha descuidado del tema de los preservativos y me pregunta si llevo encima.

-Buah, tía, pues no he pensado fíjate que descuido más tonto, y te dije que al salir de casa vine deprisa.
-Bueno, si eyaculas fuera, no sé, voy una farmacia a comprar, hay una cerca, vuelvo enseguida.
-Como quieras.
-Bueno, déjalo, lo hacemos tal cual y me avisas, métemela va que estoy ansiosa.
-Échame saliva para que entre mejor, escupe en ella cielo.
-Vale.

Erika escupe en mi polla dura y se la mete en su vagina, ella está encima de mí en la postura vaquera (cabalgando encima) y de frente a mí, nos miramos, nos vemos, no hacen falta espejos, la noto respirar hondo, está caliente, noto su vagina ardiendo, mi pubis húmedo como ella chorrea, está mojando bastante, tiene la piel sonrojada de su cara y todo, está colorada y acalorada. No puso el aire acondicionado, solo las ventanas abiertas con cortina echada y ya estamos comenzando a sudar un poco, un descuido suyo o quizá por no querer gastar luz, que sé yo.

-Erika, pon el aire un poco tía que me fatigo, sabes que para follar estoy hecho un “carcamal” a mi edad me cuesta estoy un poco falto de ejercicio.
-Ja, ja, ja, vale, perdona, se me olvidó, estamos comenzando a sudar.

Erika pone el aire y me dice de tomar un baño y continuar el polvo después de refrescarnos, le digo que por mi bien.

En la ducha, comienzo a darle besos por el cuello y a sobarle los pechos, ella me quiere enjabonar y luego quiere que la enjabone, lo hacemos, ahora su piel está deslizante y brilla, me encanta notar eso al tacto y verla así, ahora se me está poniendo bien tiesa de verdad en este plan, estamos en esa bañera de plato y mamparas suficientemente espaciosa para dos con estos preliminares de sobeteos y juegos.

Que chupi guay ¿eh? -dice Erika.
-Me encantas enjabonadita tía, tienes la piel suave como la de un delfín o una foca.
-Jajajajaja. -Tío, hoy me estoy calentando contigo muchísimo, de verdad.
-Dame tu lengua tía, quiero morreárte.

Erika me acepta ese tipo de besos, ella dice que está muy caliente y que “le va todo en ese momento”, los lamemos las bocas como perros dándose lengüetazos, ella me toca la zona púbica y me pajea lentamente, yo toco esas pompis que tiene bien formadita y dura, veo que sus pezones están durísimas además de riquísimas y comienzo a tocárselos con mis dedos y a pellizcarlos en plan suave, también a lamerlos y esto a ella comienza a ponerla más “burra” aún.

-Tío, si tócame los pezones, lámelos, joder, tu sí que sabes ponerme, eh.
-Cielo, no me pajees que estoy que peto, sóbame, quiero echarte un buen “casquete” en tu cama después de este baño.

Terminamos ese baño, hay ganas de ir a la cama, salimos más cachondos que antes de bañarnos, ya no acalorados, sino frescos, Erika quiere otra vez la misma postura “la vaquera” ella encima de mí siendo la que domina la situación, sin comenzar por la felación de siempre, hoy quiere que la penetre, cuando ella me dice que su marido la tiene satisfecha en eso, llevamos como 3 minutos follando así; Erika cabalga cada vez más rápido, le digo que reduzca ese ritmo porque no aguantaré ni un minuto más; estoy notando que el semen está en la punta, ella dice que cuando este casi le diga y ella se retira.

-Erika, que viene, sal, levanta tía.
-¿Ya, en serio?

Continuará…


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