Todo lo que debe saber sobre el Antiguo Egipto

Todo lo que debe saber sobre el Antiguo Egipto


I. LOS ALBORES DE LA CIVILIZACIÓN » Sejenib / Seth-Peribsen

Página 19 de 95

SEJENIB / SETH-PERIBSEN

Para contar los pocos datos que tenemos de este rey, deberemos movernos sobre dos vertientes que nos ofrecen cada una un principio y final distinto. La primera línea de trabajo nos habla de una llegada normal de Sejenib al trono. Sin embargo, muy poco tiempo después de coronarse como rey realiza un movimiento que no se volvería a repetir en los dos mil años siguientes. El único caso similar sería el del rey Seti I de la XIX Dinastía, pero sin embargo ambos no son comparables, ya que Seti I en ningún momento renegó de su nombre de Horus. Sejenib cambia su nombre por el de Seth-Peribsen[18]. Egipto se había convertido ya en un gran estado, y llegó un momento en el que los reyes tuvieron más de un problema para administrarlo con eficacia y total autonomía.

Lo que sí parece estar bastante claro es que los hechos que rodean a esta dinastía se movieron en un mar de motivos teológicos, que años más tarde darán como fruto el declive y desaparición del Imperio Antiguo. No obstante, y sin adelantar acontecimientos, poco podemos decir de estos diecisiete años de reinado en los que Seth-Peribsen ciñó sobre su frente las dos coronas. Sabemos que construyó una mastaba en Abydos, pero ignoramos si hizo lo mismo en la necrópolis de Saqqara. Conocida como Mastaba P, fue antaño un hipogeo considerable, del cual hoy sólo sobreviven las ruinas.

La segunda línea de trabajo, y la más fiable, realmente comienza con la muerte de Ninetjer. Hay que decir que esta parece ser la hipótesis que más se acerca a la realidad. El caso es que tras el fallecimiento de Horus Ninetjer sube al trono de Egipto su hijo, llamado Jasejem. Algo ocurre en el área de Nubia que obliga al nuevo rey a partir con su ejército. Mientras el monarca estaba ausente, Sejenib aprovecha la ocasión y se autoproclama rey, formando una coalición con los nobles del Alto Egipto. Sejenib lleva su corte a la zona de Abydos, donde instaura su capital y olvida los nomos del Delta, los cuales viendo tal vez los tiempos que se avecinan, recobran su independencia. Una vez que Sejenib alza el estandarte de Seth, se hace llamar Seth-Peribsen y nuevamente se nos presenta la imagen que plasma la Paleta de Narmer, en la que el norte y el sur se ven enzarzados en combates. El rey, encolerizado y dispuesto a terminar con semejante abominación, regresa a Egipto una vez resueltos los problemas en Nubia, ya que de lo contrario podría incluso encontrarse en una seria tenaza militar, un fuego cruzado que bien pudiera llevarlo al desastre. Los restos arqueológicos nos presentan un panorama desolador. Ese será un año recordado como «El año de la lucha contra el enemigo del norte en la ciudad de Nejen», donde parece ser que comenzó la batalla. Jasejem sabe que es fundamental tomar esta ciudad, ya que sería un estratégico lugar para volver a unificar el país. El resultado es tremendo, con un gran número de egipcios muertos en combate. Finalmente, Jasejem derrota a Seth-Peribsen; desconocemos si este murió en la lucha o fue hecho prisionero. El hecho fundamental es que Jasejem ha retomado las riendas, y para evitar cualquier movimiento extraño, toma como esposa a una princesa del norte. Esta joven mujer, de nombre Hepenmaat y que conoceremos en el siguiente capítulo, será la madre de los dos primeros reyes de la III Dinastía.

Base de una estatua de Jasejemui donde se recoge «El año de la lucha contra el enemigo del norte en la ciudad de Nejen». Museo de El Cairo, Egipto.

Ir a la siguiente página

Report Page