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III. LAS PIRÁMIDES DEL ANTIGUO IMPERIO » La pirámide de Userkaf
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LA PIRÁMIDE DE USERKAF
La elección de Shepseskaf, la de erigir su morada para la eternidad en Saqqara fue continuada por su hijo Userkaf[63]. Su aspecto original ha desaparecido, y el montón de escombros que hoy se puede ver es el fruto de los sistemáticos saqueos árabes durante la Edad Media. Su nombre antiguo fue ‘Userkaf es el más perfecto de los lugares’ y alcanzó una altura de cuarenta y nueve metros. El lado de la base era de 73,5 metros, con un ángulo de inclinación de 53º E 7′ 48″. Desde el año 1831, esta pirámide ha sido objeto de estudios. Hombres de renombre como Firth, Marucchi o Lauer intentaron rescatar del olvido la morada para la eternidad de este faraón.
Para levantarla, los canteros emplearon piedra caliza de una cantera cercana, sin pulir. No obstante, en su recubrimiento se optó por la caliza de la cantera de Tura, que se halla al otro lado del río, en lo que hoy comprende la aldea de Maadi Helwan. Para acceder al interior de esta pirámide es necesario dirigirse hacia su cara norte. Una vez se accede, se puede observar que la técnica de construcción es la misma que se dio durante toda la IV Dinastía: capas horizontales que van aumentando ligeramente con respecto de la precedente. Un corredor descendente nos lleva hacia el interior durante unos pocos metros, hasta que vuelve ponerse a nivel y desemboca en la serie de habitaciones que forman el corazón de la pirámide. La primera de estas estancias nos lleva a la antecámara, que fue situada justo en el eje perpendicular de la pirámide. Una vez dentro, hallamos otro corredor que gira en un ángulo de 90º y nos conduce hasta la cámara funeraria. Aquí, en una sala de corte idéntico a la anterior, se halló un sarcófago de basalto negro.
Apenas conocemos demasiado al respecto de lo que comprendería el recinto funerario exterior de este rey. Para poder llegar al santuario funerario era necesario cruzar una calzada que se prolongaba hacia la cara sur de la pirámide[64]. Una vez hemos accedido al interior de este complejo, que es el Santuario Funerario, nos hallamos primero con cinco habitáculos, una serie de anexos en donde se guardaban los objetos rituales del culto al rey difunto. Junto al último anexo, una escalera conducía a la terraza superior. Es curiosa la función de estas terrazas: durante las noches eran emplazamientos de observación del cielo. Los sacerdotes realizaban sus estudios estelares desde lo alto de las terrazas de los diferentes santuarios que gozaban de una determinada importancia. En su zona sur se levantaron unos pilares de granito rosa, en el que fueron inscritos en caracteres jeroglíficos los nombres y títulos reales de Userkaf. Cerca de esta fachada sur se levantó una gran efigie del rey, que medía casi cinco metros de altura. La parte más secreta del edificio, el sanctasanctórum, también está ubicada en el lado sur de este recinto. Básicamente se componía de una pequeña habitación con cuatro pilares de granito y una capilla con cinco nichos en los que, antiguamente, había otras tantas estatuas de Userkaf que los sacerdotes bañaban con aceites ricos, ungían con aguas perfumadas y ofrendaban con una gran variedad de alimentos. Como puede verse, las partes más importantes de este complejo fueron situadas en el eje sur, lo cual indica con absoluta seguridad que esto no es casualidad, sino que todo fue dispuesto según se había planeado. Si el motivo es por un hecho teológico o no, tan sólo podrá ser aclarado por los diversos especialistas que investigan este lugar.
El santuario solar que Userkaf construyó se halla en la región de Abú Gurob. Es el primer rey de esta dinastía que levanta este tipo de construcción, cuyo nombre antiguo era Nejen-Nejen-Re, que se traduce como ‘La fortaleza de Re’. Su constitución estaba básicamente inspirada en el santuario de Re erigido en la ciudad de Heliópolis. En el interior de este templo había una estatua de Userkaf con la corona roja sobre su cabeza. La estructura es muy similar a la de Niuserre.
Un detalle curioso llamó la atención de los arqueólogos que excavaron en este lugar: la avenida, que está dotada de tres carriles, está orientada hacia donde se situaba antaño la ciudad de Heliópolis. Este hecho se da también en las pirámides de Abusir y denota el grado de dependencia que estos reyes tenían de la teología solar. El complejo funerario fue levantado en varias fases. Coronando la construcción, se alzaba un gran obelisco de similares características a las edificaciones que se alzaron en Hieracómpolis, cuyo nombre antiguo, como hemos dicho, fue Nejen. Se estudia todavía la unión que pudo haber tenido Hieracómpolis con este santuario, cuyo nombre antiguo fue Nejen-Nejen-Re.