Todo lo que debe saber sobre el Antiguo Egipto
III. LAS PIRÁMIDES DEL ANTIGUO IMPERIO » La pirámide de Sahure
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LA PIRÁMIDE DE SAHURE
El sucesor de Userkaf, Sahure, construyó su pirámide en la planicie de Abusir. Su nombre egipcio era ‘El Ka de Sahure es resplandeciente’. Medía cuarenta y ocho metros de altura y los lados tenían 78,5 metros. Su ángulo era de 50º E 11′ 40″. El aspecto que presenta Abusir se aleja demasiado de la vecina necrópolis de Gizeh. No cabe duda de que sus antepasados debieron asombrarlo, pero la verdad es que la sola idea de igualar una construcción como la Gran Pirámide en aquel período faraónico era un mero sueño.
La pirámide de Sahure, al igual que todo el complejo funerario, se halla en un estado de ruina total. Sahure fue el primero en erigir su pirámide en este valle de Abusir, el cual guarda una increíble similitud con Gizeh[65].
Para poder acceder al interior de la pirámide es necesario situarse en la cara norte de la misma. La entrada está casi a nivel del suelo y a simple vista presenta un aspecto ruinoso. No obstante, si uno se fija en los detalles, es todavía posible ver la forma que tuvo de construirse. Una vez el viajero ha traspasado el dintel, deberá atravesar un pasillo descendente hasta caer en un pequeño habitáculo. Tras ese vestíbulo, un nuevo pasillo nos lleva a la antecámara. Es una lástima que tanto esta antecámara como la propia cámara funeraria estén en un estado deplorable, puesto que el trabajo de los arqueólogos es difícil, así como el intento de esbozar el diseño de un plano.
Sin embargo, del resto del complejo funerario sí han sobrevivido algunas zonas. El santuario del valle está orientado en un eje norte-sur, y antiguamente se veía flanqueado por ocho pilares de granito hacia su lado este. Los egiptólogos opinan que en el interior de este Santuario del Valle se llevaron a cabo estudios acerca de la posición de las estrellas. En el centro había una gran estancia, que daba paso a la calzada que comunicaba con el santuario funerario. De la calzada se han rescatado varios bloques. La techumbre de todo este primer templo y posiblemente también el de la calzada, estaba compuesta a base de bloques de piedra caliza con unas pequeñas aberturas que permitían la filtración de la luz solar, dando tan sólo una íntima iluminación que sería todo un espectáculo al contraste con los vivos colores de los jeroglíficos.
Maqueta del complejo funerario de Sahure en Abusir. Museo de El Cairo, Egipto.
Fotografía de Nacho Ares.
El santuario funerario se refiere, este se halla al este de la pirámide. Era un gran complejo, de eso no cabe duda, y que se dividía en dos secciones, una interior y otra exterior. El suelo de la calzada estaba formado por losas de basalto negro y las paredes contenían escenas que mostraban las diferentes hazañas ocurridas hasta ese momento en la vida del rey Sahure. Aquí se pueden ver las batallas navales, las campañas que el faraón llevó a cabo en los diferentes países asiáticos y otras escenas de la vida cotidiana. Junto a los nombres del rey se inscribieron también las nominaciones de las diosas Uadjet y Nejbet[66]. En este recinto se hallaron bloques de piedra que narraban las expediciones que Sahure tuvo que enviar contra los libios y los beduinos. Al noroeste se encontró un altar de alabastro con decoraciones. Los grabados constaban de uniones de flores de loto y tallos de papiro, que es el emblema del Sema-Tawi, la unión de las Dos Tierras. Cerca de este lugar se ubicaba un gran patio de piedra caliza, y en su interior se grabaron escenas del rey en las marismas y en los campos de caza. Todas las escenas del recinto de Sahure, todos estos momentos, casi a modo de fotografías instantáneas, nos dan un sinfín de información acerca de un complejo y difícil momento de la historia de Egipto, que sin duda vivió aspectos realmente grandiosos.