Todo lo que debe saber sobre el Antiguo Egipto

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III. LAS PIRÁMIDES DEL ANTIGUO IMPERIO » La pirámide de Teti I

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LA PIRÁMIDE DE TETI I

Teti es el primer faraón de la VI Dinastía, y se hace construir su pirámide en Saqqara, muy cerca de la Pirámide Escalonada de Djeser. Su nombre antiguo era ‘Teti es el más duradero de los lugares’, y alcanzó una altura de 52,5 metros, siendo el lado de su base de 78,5 metros y el ángulo de sus lados de 53º E 7′ 48″. Al igual que sus homólogas de Saqqara, sirvió de cantera para los árabes, aunque si cabe con más saña, ya que no sólo la despojaron de su cubierta, sino que incluso desmantelaron gran parte de las losas de piedra caliza del interior del monumento.

Sarcófago de Teti I.

Como en casi todas las pirámides, para acceder a su interior hemos de situarnos en su cara norte. A nivel casi del suelo se abre un corredor, el cual tenía el sistema de rastrillos a muy pocos metros de la entrada, compuesto por tres bloques de piedra caliza. Una vez se sortea esta barrera, el corredor nos dirige hacia la antecámara. Una vez hemos traspasado esta primera estancia se abre un nuevo corredor que gira 90º y da paso a la cámara funeraria. Esta estancia fue construida en piedra caliza y está completamente decorada con los Textos de las Pirámides. Tanto el techo de la antecámara como el de la cámara funeraria están decorados con motivos astronómicos. Lamentablemente, gran parte de todas estas obras de arte, techumbres y paredes escritas están en muy mal estado de conservación, dada la falta de numerosos bloques.

En el muro oeste de esta cámara se halla un sarcófago de piedra con unas inscripciones jeroglíficas. Presenta el mismo problema que el sarcófago de Jufu, pues sus medidas (2,78 x 4,31 metros) son mayores que las de la puerta de entrada, así que la única explicación es que fue colocado allí antes de rodear el perímetro del habitáculo. En el suelo, fuera del sarcófago, aparecieron un brazo y un hombro momificados. Asimismo, se halló un trozo de estela de alabastro donde se habían grabado los nombres de los aceites sagrados con los que los embalsamadores ungieron el cuerpo del rey difunto.

A pocos metros estaba el santuario funerario del rey. Constaba básicamente de una entrada con un gran portón de madera de doble hoja. En parte de estas paredes se grabaron también escenas que nos narran la Heb-Sed de Teti, así como podemos ver al rey en compañía de varias divinidades. En otro de los registros vemos al monarca en una de sus campañas militares. Sostiene a unos enemigos por los cabellos al tiempo que se dispone a golpearlos con una maza ritual. La totalidad del complejo tenía trescientos metros de largo y en su gran mayoría fue descubierto por Cecil Firth y Jean Philippe Lauer en la segunda mitad de los años veinte.

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