Mujeres Que Se Vienen A Chorros

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Mujeres Que Se Vienen A Chorros
Algunas preguntas (y respuestas) sobre la eyaculación femenina
La eyaculación a lo largo de la historia
¿Todas las mujeres tienen que eyacular?
Última actualización: 16 noviembre 2020
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No todas las mujeres son capaces de eyacular.
¿De dónde sale? ¿Es orina? ¿Puedo provocarlo? La eyaculación femenina es la expulsión de un líquido vaginal que les ocurre a algunas mujeres antes o durante el orgasmo. Pero el acto en sí está lleno de preguntas y mitos.
La primera vez que Gilly, de 41 años, tuvo una eyaculación con chorro, quedó fascinada.
"Me impresionó. Fue algo increíble, como una liberación . Hasta tomé una foto de la mancha húmeda que había dejado para asegurarme de que de verdad había experimentado eso".
A Tash, de 26 años, la experiencia la dejó un poco más preocupada.
"Estaba usando mi vibrador y sentada de espaldas a la puerta de mi habitación, en caso de que alguien quisiera entrar. De repente, salió un chorro y me asusté pensando que me había meado encima ".
La eyaculación hace sentir a algunas mujeres incómodas y con vergüenza.
"Fue una sensación muy extraña. Me asusté un poco y sentí vergüenza porque no entendía lo que acababa de pasar. Limpié la moqueta y después me fui directa a Google".
Sabemos desde hace tiempo que algunas mujeres pueden producir con sus genitales cantidades notables de líquido . En algunos casos, durante la excitación sexual y/o el orgasmo la expulsión se produce con tanta fuerza que pareciera un chorro de agua .
Ya el griego Hipócrates y el mismo Kamasutra hacían referencia en sus escrituras al "semen" femenino.
El médico griego pensaba que este líquido ayudaba a crear niños. El manual indio sobre sexualidad contenía una descripción detallada de cuándo debería esperarse y por qué.
Ya el libro indio sobre prácticas sexuales daba una descripción detallada del "semen femenino".
En el siglo XVII, el anatomista holandés Regnier de Graaf escribió un innovador tratado sobre los órganos reproductivos femeninos. En él hay una descripción del líquido y lo vincula a u na zona erógena dentro de la vagina que se parece mucho a la próstata masculina, explica el texto.
Pero todavía no está claro cuántas de nosotras somos realmente capaces de tener una eyaculación de este tipo. Con chorro incluido.
Estudios recientes estiman que entre un 10% y un 54% de mujeres la han experimentado.
Además, un estudio realizado en 2013 en el que participaron 320 personas demostró que la cantidad eyaculada puede variar de los 0,3 ml a más de 150 ml. Eso es desde unas pocas gotas a una taza entera.
Muchas mujeres que lo experimentan hablan de una sensación abrumadora y de liberación.
Este amplio espectro de resultados se debe en parte a las diferencias en la forma en la que se realizan los estudios y las definiciones; pero muchos especialistas ven la eyaculación femenina y el chorro propiamente dicho como dos cosas diferentes.
Es un tema muy controvertido que, a medida que se va conociendo más el cuerpo femenino, se van descubriendo más detalles.
Vamos con algunas preguntas (y sus respuestas).
Una de las preguntas más importantes que rodean a la eyaculación femenina es si el misterioso fluido producido es simplemente orina. Y lo cierto es que el resultado de algunos estudios, aunque pequeños, apuntan a que podría tratarse de simplemente eso: pis .
Durante una investigación realizada en 2014, se pidió a una muestra de mujeres que acudieran al baño antes de tener relaciones sexuales y después se hicieran una ecografía para demostrar que sus vejigas estaban vacías.
Hay un debate científico sobre si el líquido que se expulsa es orina o no. Sus componentes no son los mismos que el pis, al menos no en la misma proporción.
Una vez las mujeres habían experimentado una excitación sexual, un segundo ultrasonido mostró que sus vejigas se habían llenado de manera significativa.
Y finalmente, en una tercera exploración después de haber eyaculado se pudo ver que estaban nuevamente vacías, sugiriendo que el líquido que habían liberado provenía de esta fuente y que, al menos en buena parte, se trataba de orina.
"El líquido expulsado probablemente se origina en la vejiga , ya que no hay ninguna otra estructura dentro de esa área de la anatomía femenina que sea capaz de contener tanto líquido, o propulsarlo con tanta fuerza", afirma el farmacéutico Abbas Kanani.
"Durante el orgasmo, los músculos se relajan y dificultan la retención de orina, por lo que se libera a través de la uretra".
Los científicos que defienden que se trata de orina dicen que solo la vejiga tiene capacidad para crear tanto líquido en esa zona.
Pero muchos otros investigadores piensan que es incorrecto descartar que la eyaculación femenina sea un proceso tan sencillo.
Un análisis científico de los fluidos liberados por las mujeres en otro estudio realizado por la sexóloga estadounidense Beverly Whipple a principios de los años 80 (y al que luego siguieron otros de más científicos) descubrió que la urea y la creatina (constituyentes químicos de la orina) aparecían, pero en niveles muy bajos.
También detectaron sustancias adicionales que normalmente no se espera estén en un el pis.
Uno de estos fue el antígeno prostático específico, o PSA, por sus siglas en inglés.
En los hombres, la próstata es la encargada de producir PSA.
El cuerpo de una mujer también contiene prostático en estructuras conocidas como glándulas de Skene o glándulas parauretrales , que se encuentran en la pared frontal de la vagina.
Algunos estudios muestran que el drenaje se produce a través de esos conductos hacia el extremo inferior de la uretra. Hay incluso especialistas que ahora creen que estas glándulas desempeñan un papel crucial para ayudar a crear el líquido que se libera durante la eyaculación.
Muchas mujeres temen que sus amantes crean que se han hecho pis encima.
"Los diferentes niveles de desarrollo y tamaño de estas glándulas entre distintas personas pueden explicar parcialmente por qué algunas mujeres experimentan eyaculaciones notables mientras que otras no", dice la educadora sexual Samantha Evans.
"Pero el miedo psicológico de mojarse uno mismo es lo que impide que muchas no experimenten estos chorros, más allá de tratarse de un obstáculo físico. El líquido que sale tiende a ser claro, no amarillo, y no tiene el mismo olor o sabor que el de la orina. Como exenfermera, he tratado muchas veces con orina y no creo que sean lo mismo".
Anecdóticamente, decenas de mujeres que eyaculan están de acuerdo.
"Ha habido veces en los que tenido una eyaculación y después sigo necesitando hacer pis", reflexiona Hazel, de 30 años.
"Mi líquido es incoloro, incluso si estoy bastante deshidratada, pero el de mi chica tiene un ligero tono anaranjado", agrega Rashmi, de 25 años.
A veces hay expectativas de que la eyaculación tenga que ser un chorro a presión, como si se tratara de una manguera.
Algunos científicos han llegado a sugerir que la eyaculación puede tener un propósito más allá del placer : hacer que las mujeres orinen sin dolor después del sexo.
Otros han planteado la hipótesis de que el líquido eyaculado podría tener como función expulsar bacterias dañinas de la uretra que hayan podido llegar allí durante el coito, ayudando a prevenir infecciones en el tracto urinario.
Pero, si el cuerpo expulsa un líquido, si tiene o no beneficios o si se trata el chorro en cuestión, ¿debería tener tanta importancia si es algo que hace que una mujer se sienta bien?
Muchas mujeres que eyaculan dicen que lo que les provoca el chorro es estimular el punto G : un área de unos 5 a 8 cm dentro de la vagina.
Está en la pared frontal (hacia el ombligo, no la espalda) y, a veces, se siente un poco más áspero o con una textura como de carne circundante.
En lugar de tener una forma anatómica discreta, el punto G es más bien un área en la que se pueden masajear las glándulas de Skene , junto con partes internas y ocultas del clítoris.
Muchas mujeres pueden lograr la eyaculación mediante la excitación sexual antes del orgasmo o durante y por ellas mismas, o con ayuda de la pareja.
El clítoris es, en efecto, como un iceberg: la capucha y la cabeza que se pueden ver en la parte externa del cuerpo son simplemente la punta de un órgano mucho más grande que se extiende hacia abajo y alrededor de la vagina.
"Hago que mi compañero frote mi punto G con los dedos, con un movimiento de "ven aquí " a la vez que le pido que presione de forma firme", dice Saffron, de 34 años.
"Los juguetes sexuales marcadamente angulares hacen que sea más fácil para mí lograr el mismo efecto cuando me masturbo".
"Si sigo usando mi vibrador después de haber alcanzado el clímax, eso puede hacerme expulsar líquido a chorros", revela Daphne, de 23 años.
Para disfrutar en la cama, y no sentirse presionada por estigmas es fundamental mantener una buena relación con tu pareja.
"Sin embargo, es una sensación intensa , casi diría abrumadora; ¡Siento como si me fuera a mear encima, pero después es tan primitivo y liberador!"
Pon una toalla abajo primero. Y, como todos estamos hechos de manera diferente, recuerda que no a todos les gusta este tipo de estimulación. De hecho, algunas consideramos que la búsqueda del punto G es incómoda, asegúrate de experimentar por tu placer propio, no porque sientas algún tipo de presión para eyacular.
Algunas mujeres sienten que deben responder a las expectativas de expulsar un chorro de líquido como si se tratara de las cataratas del Niágara .
Es la imagen que puede haber dejado el porno en algunas personas.
"He conocido a chicos que piensan que las chicas pueden producir chorros a demanda por lo que han visto en las películas para adultos", dice Tash.
Muchas de las búsquedas que se hacen en internet sobre eyaculación femenina las hacen mujeres, según un portal especializado.
Una búsqueda de "squirt" (o eyaculación femenina) en uno de los sitios de pornografía más grandes de internet obtiene más de 110.000 resultados. Eso sí, la página informa que son las mujeres las que más buscan este tipo de contenido.
¿Se trata de investigación? ¿Curiosidad?
Las propias actrices porno aseguran que cada vez se ha vuelto eyacular en cámara se ha vuelto un requisito cada vez más frecuente.
Silvia Saige lleva trabajando en la industria pornográfica cuatro años y dice: "Cada vez se pide más, y la carrera de una mujer puede beneficiarse mucho económicamente si es capaz de producir chorros".
Muchas veces la idea que se tiene del sexo es formada por estereotipos pornográficos que no se corresponden con la realidad.
"No me contratan para trabajos específicamente sobre eyaculación porque no es algo que pueda garantizar que me vaya a suceder".
Otras actrices dicen lo mismo. No están seguras de lograrlo en el momento adecuado así que suelen beber mucho o usan duchas vaginales para llenarse de agua y después, mediante la contracción de los músculos vaginales, pueden simularlo.
Eso es lo que, muchas veces, ven los espectadores en la pantalla. Y si uno trata de que ocurra lo mismo en casa puede llevarse una desilusión.
Hay mujeres que también sienten que deben ser como unas mangueras de alta presión porque ellas o sus parejas creen erróneamente que el chorro es algo "superior" a otros orgasmos y la certeza de haber conseguido una especie de trofeo de índole sexual.
Muchos amantes ven conseguir que una mujer eyacule como un logro y, si no lo consiguen, se frustran.
"Algunas personas ven la eyaculación femenina como el Santo Grial del placer sexual ", dice Karen Gurney, psicóloga clínica.
"Esto refleja nuestra relación histórica con el sexo como sociedad: a menudo lo basamos en objetivos; algo que debemos conseguir o una habilidad a practicar en lugar de que sea algo con lo que experimentemos y disfrutemos".
Pero mientras algunas personas persiguen desesperadamente conseguir cascadas porque las han visto en películas XXX y creen que les hace ser mejores amantes, otras muchas mujeres se contienen o sienten cohibidas cuando les ocurre por una cuestión de estigma y miedo.
"He conocido a mujeres que se sienten profundamente avergonzadas porque les pase esto. Sienten que no es normal y tienen la sensación de que las parejas se sorprenderán o perderán la excitación", reflexiona Karen.
En la cama deberíamos pensar en disfrutar, no en lograr objetivos.
"Tienen miedo de que sus amantes piensen que se han meado y, lamentablemente, esto puede aumentar la angustia y la vergüenza que algunas mujeres ya sienten por su cuerpo y su sexualidad".
Entonces, ¿cuál es la lección? No hay nada de malo en la eyaculación femenina. Al igual que no hay nada malo en no experimentarla.
Una experiencia sexual más húmeda no es necesariamente mejor ni peor.
Es mejor acercarse a esta experiencia, como a otras, con una mente abierta, desde el punto objetivo de la diversión, libre de obligaciones o estigmas.
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Historia de la próstata femenina y su eyaculación En el siglo IV a.C., el médico griego Hipócrates describió una sustancia llamada el «semen femenino». En 1672, Regnier de Graaf propuso su existencia como el equivalente a una próstata femenina. Fue el ginecólogo escocés Alexander Skene quien describió por primera vez las glándulas en el siglo XIX.


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Miles de mujeres en todo el mundo han experimentado en su propio cuerpo la eyaculación, una reacción del organismo que ocurre durante la excitación sexual y puede ir acompañada de un orgasmo o no.
El desconocimiento y los prejuicios son sus grandes enemigos, pero aprender a estimular la zona donde se produce , en solitario o en pareja, puede resultar muy gratificante... tanto si finalmente consigues eyacular, como si no.
Tómatelo como un juego. Puede que nunca llegues a eyacular, pero no por ello tu vida sexual se va a empobrecer. Descubrir nuevas zonas y técnicas de placer siempre enriquece.
Muéstrale este artículo, informaos bien de cómo eyacula una mujer, sobre todo para que no se sorprenda y pueda tener alguna reacción desagradable. En consultas y talleres he encontrado a muchas mujeres cuya primera experiencia eyaculatoria fue involuntaria y la pareja reaccionó tan mal que no lo volvió a conseguir. Al intentarlo de nuevo, existía un bloqueo que no se lo permitía.
A nadie le va a pasar nada si sale algo de orina mezclada con el fluido eyaculado, a nadie. En la eyaculación masculina a veces también se arrastran restos de pipí y no pasa nada por ello.
Antes de empezar, coloca una sábana protectora en la cama o unas toallas. Los dildos o vibradores pueden servirte de ayuda, aunque yo recomiendo usar estos últimos apagados hasta que no lo tengas bien controlado.
Túmbate de espaldas, con las piernas abiertas y las rodillas dobladas hacia tu vientre. Pide a tu pareja que se ponga de rodillas a tu lado e introduzca el anular y el corazón. Que masajee suavemente al principio y, observando tus reacciones y escuchando tus indicaciones, vaya probando y cambiando de ritmo. La técnica concreta para hacer eyacular a una mujer consiste en mover los dedos de atrás a delante, como si quisiera decir “ven”.
Las mujeres tenemos próstata y su función es eyacular. Sí, eyacular. ¿Significa esto que las mujeres también eyaculamos? Lo que quiere decir es que nuestro cuerpo está capacitado para hacerlo.
Entonces, ¿todas las mujeres eyaculamos? La eyaculación femenina es un tema que sigue generando controversia incluso en la comunidad científica, que poco ha invertido en estudiar cómo eyacula una mujer, ya que no tiene, al menos aparentemente, una función determinante en la fertilidad femenina.
Y es que, si la sexualidad femenina es una gran desconocida, ya no digamos la eyaculación en la mujer. Lo que sí se sabe es que algunas mujeres –pocas en nuestra cultura, casi todas en otras– durante el clímax sexual eyaculan un líquido transparente y un poco blanquecino (del color de un vaso de agua con un chorrito de leche).
Algunas pueden llenar un vaso con el fluido eyaculado y otras vierten apenas unas gotas que se mezclan con el fluido lubricante.
El problema, la controversia y la gran duda que bloquea esta función, que puede ser muy placentera, es la pregunta de si es orina o no...
A día de hoy esta simple pregunta sobre la composición de la eyaculación femenina no ha sido respondida correctamente por la comunidad científica, que sigue divagando entre el sí, el no y el a veces.
En este fluido se puede encontrar también urea en mayor o menor cantidad. Y precisamente son las proporciones entre los componentes prostáticos (que se reconocen porque se producen también en la próstata masculina) y el componente principal de la orina lo que trae de cabeza a los laboratorios, que aún no han consensuado hasta qué cantidad de resto de orina hace que este fluido ya no se pueda considerar eyaculación.
Yo no entiendo de análisis de laboratorio, sinceramente, pero cuando una mujer (hombre o quien sea) orina, el olor es inconfundible, y el color, amarillento. Cuando una mujer eyacula, prácticamente no hay olor. A veces puede mezclarse con la orina por su localización anatómica y entonces huele un poco a acre úrico.
Conocer dónde está nuestra próstata quizá nos pueda aportar algo de luz... Distribuido por las paredes de la uretra se encuentra un conjunto de glándulas que se asemejan un poco a una esponja natural. Si metemos los dedos en la vagina y tocamos su pared anterior podemos apreciar una zona con rugosidades o crestas. Estamos tocando la próstata.
Esta zona de la pared vaginal es el llamado punto G ( de Grafenberg, su “descubridor”). Personalmente prefiero no usar este nombre porque entre Bartolino (el que le puso su nombre a las glándulas secretoras de fluido lubricante); Falopio (el que se adjudicó las trompas que comunican ovarios y útero) y Skene (que pretendía colonizar nuestra próstata) considero que hay demasiados hombres paseando sus nombres por nuestros genitales.
El punto G no es un punto, puesto que puede llegar a medir según la mujer hasta 5 cm de diámetro. Muy grande para llamarlo punto, ¿no?
No todas las mujeres lo tenemos del mismo tamaño ni en el mismo lugar exacto, pero está y ya ves que se localiza fácilmente. La próstata, al estimularla, se llena de líquido hasta que llega un punto, si la mujer consigue relajarse, en el que se expulsa tímidamente, a borbotones, salpicaduras o como el chorro de una fuente. Dependerá de la mujer, del momento, la estimulación o la pareja, en caso de que lo provoque otra persona.
Parece ser que el tramo final de la próstata discurre por dentro de la uretra , factor que podría explicar la presencia de orina en la composición del fluido eyaculado. También se baraja la posibilidad de que el fluido entre primero en la vejiga antes de ser eyaculado. Aún no hay acuerdo sobre este extremo.
De todas maneras, antes de poner cara de circunstancias, es útil recordar que el líquido eyaculado por los hombres comparte en el pene el mismo conducto que la orina, por lo que en la eyaculación masculina pueden haber también restos de orina...
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