Himmler

Himmler


Cartas 1939-1945

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Acabamos de hablar, pero quiero incluir en el sobre un par de líneas para ti. ¡Espero que te gusten los melocotones! Debes mirar la nueva revista Westland y consérvala. La publicamos nosotros. Creo que es buena. También te envío dos actas, una sobre mi entrevista con Mussert, que es terriblemente pequeña (puedes quedártela), la otra, la de los bogomilos, la necesito de vuelta. Además, incluyo el libro Helden unter dem Sonnenbanner y para ti sellos con la cabeza de nuestro buen Heydrich. Le he enviado unos cuantos también a Muñequita.

Te doy las gracias por tu cartita del 10 de julio, por supuesto que tienes que escribirme cosas así; pero de verdad que no lo había olvidado.

Muchos abrazos y besos,

Tu papi

La revista Wesland la editaba el comisario del Reich para los territorios neerlandeses ocupados, Arthur Seyss-Inquart. El libro Helden unter dem Sonnenbanner - von Hawai bis Singapur (Héroes bajo la bandera del sol, desde Hawái a Singapur), de Hans Steen, un «informe de hechos recopilados de relatos de soldados japoneses», se publicó en 1943 en colaboración con la oficina militar de la embajada imperial japonesa en Berlín.

Anton Mussert (1894-1946), líder del Movimiento Nacionalsocialista en los Países Bajos (NSB), fundó en 1941 la Legión Neerlandesa de voluntarios de las SS. En 1942 se le nombró «Jefe del pueblo neerlandés». El 8 de julio de 1943 se celebró una reunión entre Himmler y Mussert en el puesto de mando, de la que Rudolf Brandt dejó constancia en acta. Le precedió una disputa por la influencia sobre el NSB: mientras que Hitler apoyaba a Mussert, Himmler se inclinaba por el radical Rost van Tonningen, pero hubo de renunciar a sus ambiciones. Durante el encuentro, Mussert insistió en una autonomía parcial de los Países Bajos y Flandes y apeló para ello a su historia de setecientos años. Por su parte, Himmler intentó ganarse a Mussert con la argumentación de que el reino alemán había perdido a los neerlandeses y que, por tanto, los Países Bajos debían ser parte del Reich. Aquel no reaccionó como esperaba y Brandt anotó que «no se había observado en la conversación un gran entendimiento del pensamiento germánico».

6 de agosto de 1943

¡Mi querida mami!

Te doy las gracias de corazón por el día en que hace 14 años, con tantos dolores y en peligro de muerte, me regalaste a nuestra dulce hijita. Te mando muchos besos.

Dale de mi parte un beso a nuestra pequeñaja[185].

Con amor,

Tu papi

17 de agosto de 1943

¡Mi querida mami!

Un rápido saludo con el paquete. Deja los libros en mi habitación, pero échales un vistazo antes. […] Un par de películas para tu aparatito. Las he pedido para ti.

Recupérate y no hagas mucho. Para ti y muñequita, muchos abrazos y besitos.

Vuestro papi

El 16 de agosto de 1943 Marga había escrito en su diario: «Berlín se mantiene en pie y la gente rumoreaba que el 15 de agosto sería arrasada. Estuve dos semanas en B. Las estaciones estaban impecablemente en orden. […] En cuanto Muñequita tenga que volver al colegio, regresaré. Me falta el trabajo».

28 de agosto de 1943

¡Mi querida mami!

Te envío los comentarios de prensa y una fotografía de mi discurso en el Ministerio del Interior.

Todo mi amor para ti y nuestra hijita.

Muchos abrazos y besos,

Vuestro papi

El 20 de agosto de 1943 Hitler nombró a Himmler ministro del Interior del Reich. El hasta entonces ministro Wilhelm Frick hubo de resignarse con el puesto de Protector del Reich de Bohemia y Moravia. El nombramiento del Reichsführer-SS demuestra el poder que pudo acumular durante los años de guerra. Ahora había de estructurar y dirigir la política de seguridad del Tercer Reich. No obstante, era notorio que no estaba interesado en una actividad ministerial. Acudió al Ministerio en contadas ocasiones, lo pilotaba desde su puesto de comandante de campaña, donde su secretario personal, Rudolf Brandt, mantenía el contacto, y dejó la dirección del Ministerio al que fuera durante años secretario de Estado y participante en la Conferencia de Wannsee, Wilhelm Stuckart.

El 26 de agosto de 1943 Gudrun escribió en el diario: «Papi es ministro del Interior del Reich, me alegro muchísimo». Y Marga el 3 de septiembre. «Cuántas cosas viviré en el muy próximo nuevo año. No me refiero a la guerra. Creo en el Führer y que nuestro pueblo no naufragará ni podrá naufragar. Incluso aunque las cosas estén mal en el país. H. ha sido nombrado ministro del Interior. Los alemanes creen que él los puede salvar. Que Dios lo quiera. Quiero ir a Berlín. Donde esté la población activa, ese es mi lugar. Estoy llena de intranquilidad por no estar en mi puesto». Y tres días más tarde: «Pronto tendré cincuenta años y he vivido tantas cosas malas. […] Por nada se puede alegrar uno. Por mi hija lo aguanto todo, y debo aguantarlo».

19 de septiembre de 1943

¡Mi querida mami!

No puedo permitir que las uvas, que ya no están tan bonitas, vayan sin una cartita.

En el sobre grande he metido para ti unas cuantas cartas que he recibido por mi nombramiento como ministro del Reich y que quiero mostrarte en Gmund. Cuando puedas tienes que devolvérmelas. El artículo del Baseler Zeitun y el folleto puedes quedártelos. Te envío también un libro, Spuk am Balkan[186], trata del rey Carol. Léelo y dame tu opinión. Mi felicitación por tu cumpleaños la incluyo en mi contestación. ¿No quieres responder tú misma a la carta de Fahrenkamp? Hablaremos sobre ello por teléfono.

Creo que Mussolini está muy enfermo, un león moribundo. Un trágico destino.

Yo estoy bien otra vez. He dormido once horas. Me gustaría que tú también pudieras.

Muchos abrazos y besos,

Tu papi

El 9 de julio de 1943 tropas estadounidenses y británicas, tras haber forzado a la capitulación al general Rommel y el Afrikakorps, desembarcaron en Sicilia, lo que condujo a la caída de Mussolini pocos días más tarde. El rey Víctor Manuel solicitó la detención del Duce el 25 de julio y nombró al mariscal Peitro Badoglio presidente del Gobierno. El 8 de septiembre Italia acordó con los aliados occidentales un armisticio. El lado alemán del Eje reaccionó con la ocupación de la parte central y superior de Italia, incluida Roma. El Ejército italiano fue desarmado y más de seiscientos mil soldados italianos, conducidos a Alemania como trabajadores forzosos. Tras la espectacular liberación de Mussolini gracias a un comando de las SS, en el norte de Italia se constituyó un Gobierno títere fascista. Con la enérgica ayuda de la milicia fascista, en Roma, ante los ojos del Vaticano, se deportaron a Auschwitz a los judíos italianos que hasta entonces se habían salvado.

La potencia ocupante alemana en Italia avanzó con enorme brutalidad contra el fortalecido movimiento de partisanos. Como revancha por los ataques a sus soldados, las unidades de la Wehrmacht y los comandos de las SS masacraron a civiles italianos. Mas el terror ejercido contra la población no pudo impedir la victoria de los aliados. En el transcurso del año 1944 Roma y Florencia quedaron liberadas, a finales de abril de 1945 se rindieron ante los aliados las unidades de la Wehrmacht estacionadas en Italia. Partisanos italianos habían apresado y ejecutado a Mussolini.

El 4 de octubre de 1943 Himmler pronunció su tristemente célebre discurso delante de los más selectos dirigentes de las SS en Poznan, en el que describió sin piedad la situación militar como desesperada, si bien al mismo tiempo apeló a la voluntad de lucha de las SS, ya que solo sus hombres serían capaces de cambiar el rumbo de la guerra gracias a sus virtudes. Entre tales virtudes se contaba una dureza implacable. «Qué pasa con los rusos, con los checos, me es completamente indiferente. La sangre de buena calidad, de la misma naturaleza que la nuestra, que los demás pueblos puedan ofrecernos la tomaremos y, si es necesario, cogeremos sus hijos y los educaremos entre nosotros. Si las otras razas viven confortablemente o se mueren de hambre solo me interesa en la medida en que podemos necesitarlos como esclavos de nuestra cultura; aparte de eso, me son indiferentes. Que diez mil mujeres rusas mueran de agotamiento cavando una fosa antitanque solo me interesa siempre y cuando la fosa quede terminada para Alemania. No debemos ser duros y despiadados si no es necesario, está claro. Nosotros los alemanes, que somos los únicos en el mundo que tenemos una actitud decente con los animales, debemos también adoptar una actitud decente con estos animales humanos, pero sería un crimen contra nuestra sangre preocuparse por ellos o darles un ideal». También se pronunció acerca del aniquilamiento de los judíos en esta alocución: «Es de las cosas que se anuncian fácilmente. “El pueblo judío será exterminado”, dice cada camarada del partido. Está claro, está en nuestro programa. Eliminación de los judíos, exterminio, y lo llevaremos a cabo. Y luego vienen ochenta millones de buenos alemanes y cada uno de ellos tiene un “judío decente”. Por supuesto, los demás son unos puercos, pero este es un judío de buena calidad. Ninguno de los que hablan así han visto los cadáveres, ninguno estaba presente. La mayoría de vosotros sabéis lo que significa cuando hay tendidos cien cadáveres, o quinientos, o mil. Haber pasado por eso y —salvo las excepciones producidas por la debilidad humana— haber seguido siendo decentes, es lo que nos ha endurecido. Esa es una página de gloria en nuestra historia que nunca se ha escrito y que nunca se escribirá».

En el avión h.[acia] Praga, 28 de octubre de 1943

¡Mi querida mami!

Estoy volando ahora mismo a Praga a la sepultura del pequeño Klaus[187].

Te agradezco de nuevo tu querida carta por mi cumpleaños y tu carta del 20 de octubre. Junto a mi carta de hoy incluyo un montón de cosas. Unas cariñosas líneas de Gulbranson[188] [sic], un cuadernito que editamos para luchar contra mosquitos y moscas, mi carta a Grawitz por lo de la señora Richter, mis instrucciones para protección aérea en Gmund. Unas bonitas fotografías de la casa de las SS en Sasbachwalden, donde estuvimos una vez juntos. Ahora está muy bonita y se ha reformado con mucho gusto. También una tarjeta de la oficina local del seguro de enfermedad. Una carta del Dr. Thönen en Suiza con fotos de su agradable familia (tú tienes la foto de la señora Thönen con traje regional).

Te agradezco de corazón el vaso, lo escogiste con mucho amor. Bebo de él todos los días y me alegro y te doy las gracias.

Me alegro tanto de que vayas con nuestra querida hijita a Daxenberg, espero que os recuperéis[189]. (Incluyo el dinero), que lo paséis bien allí. El 8 y el 9 espero poder pasar dos o tres días con vosotras en Gmund[190]. Buen viaje y muchos abrazos y besos,

Tu papi

El 1 de noviembre el diario de Gudrun reza así: «Los padres han comprado un gran trozo de jardín más. Detrás del invernadero hasta el bosque y junto a la gran pradera. La cerca del jardín que había la han desmontado los presos. Cuando haya paz, seguro que recibimos una finca en el este. La finca nos daría más dinero, para poder reformar la casa de Gmund. Para que los pasillos tengan más claridad y ampliar las habitaciones. La casa Lindenfycht me pertenecerá a mí en el futuro. Cuando haya paz, nos mudaremos al Ministerio del Interior del Reich. Quizá hasta nos den una casa en Obersalzberg. Sí, cuando haya paz, pero para eso falta todavía, falta mucho (dos, tres años)».

29 de diciembre de 1943

¡Mi querida mami!

Una vez más antes de que se acabe el año, que tan difícil ha sido para nuestro pueblo y tan complicado para ti, querida, te escribo una carta y te doy las gracias de corazón por tu amor y tu grandeza.

Para el año 1944, que exigirá a nuestro pueblo y todos nosotros, y al fin y al cabo a mí también, cargas de valor, de creencia, de resistencia, de aguante y también de nervios, te deseo todo lo mejor. Que estés sana y salva, sobre todo en el horrible Berlín. Y para mí deseo poder viajar más y a tiempo a nuestro querido Gmund para recuperarme (y estar con nuestra hijita = pequeñaja).

Muchos abrazos y besos cariñosos,

De tu papi

Por teléfono ya te he comentado todo lo que incluyo. El ramo es para alegrarte la mañana de Año Nuevo.

El 15 de enero Marga observó en su diario: «Se acabaron las Navidades y Año Nuevo. H. estuvo ocho días antes de Navidad aquí y el 8 de enero. Muñequita ha disfrutado las Navidades y estaba muy contenta. Ha sido otra vez una fiesta bonita, tranquila. […] H. está sano. Y se lo ha pasado muy bien con su hija jugando al bridge. La señora Albers está aquí, como siempre agradable y cariñosa. Más a menudo vienen la señora Krenzlin y Edith B.[oden]».

El 15 de julio Gudrun recordó, al echar la vista atrás, el comienzo del año: «El 8 de enero fue el campeonato femenino de patinaje en Múnich, fantástico, papi también estuvo».

21 de enero de 1944

El paquete es un regalo navideño retrasado para ti y para Muñequita. Debería haceros mucha ilusión. La piel (abrigo) (abrigo es exagerado, parece un caftán) te dará calorcito, mi querida muchachita; las cartas de bridge son para tu cajita.

El artístico libro de fotografías de animales es para nuestra querida hijita.

Hoy no puedo escribir mucho ya que el correo sale pronto.

A Muñequita le escribiré pronto una carta extra. Adjunto unas cartas que me parecen interesantes para leer.

Para ti y Muñequita muchos abrazos y besos,

Vuestro papi

28 de enero de 1944

¡Mi querida mami!

Muchas gracias por tu querida carta. Las otras cartas, cuentas y documentos también los he recibido. Incluyo tres fotos grandes de un cuadro (de Hommel)[191], además de un bonito cuaderno sobre los guerreros de la época del Partenón.

Vuelo pasado mañana ya que mañana estoy con el Führer.

Muchos abrazos y besos,

Tu papi

¡No te enfades con las personas no importantes!

Marga anotó en su diario el 25 de marzo: «El 22 de enero fui a Berlín, hubo muchos ataques y poco que hacer. […] El 15 de febrero se quemó nuestra casa. Le van a poner el tejado»[192].

Los bombardeos sobre Berlín fueron más intensos que en ninguna otra ciudad alemana. Hasta la fecha la cifra de muertos solo se puede estimar: perdieron la vida en los ataques aéreos en torno a veinte mil personas; distritos enteros, sobre todo, Berlín-Mitte con el barrio gubernamental y las industrias, fueron los grandes objetivos. La verdadera ofensiva aérea en Berlín comenzó en el otoño de 1943 y se prolongó hasta la primavera de 1944, ahora con numerosos ataques durante el día. Unas diez mil personas perdieron la vida, una sexta parte de las viviendas quedaron destruidas. Como había pocos búnkeres que pudieran utilizarse, la población hubo de buscar refugio en los sótanos y en los túneles del metro. Pese a los denuedos del NSDAP de apoyar después de cada ataque a los damnificados con la ayuda de numerosos voluntarios, el abastecimiento diario se hizo cada vez más complicado. Ya en el verano de 1943 gran parte de los niños en edad escolar abandonó la ciudad. Más de dos millones de berlineses, entre ellos cientos de miles de niños, fueron evacuados a los alrededores. Atrás quedaron en su mayoría solo mujeres con niños pequeños y ancianos.

28 de marzo de 1944

¡Mi querida mami!

Hemos hablado por teléfono casi todos los días, pero hace mucho que no te escribo. En primer lugar muchas gracias por tu querida carta del 27 de marzo.

Te envío un par de fotografías de mi barraca en Prusia Oriental y una de nosotros dos en Múnich. Luego, la copia de una orden del Führer. Qué camino tan largo y penoso tenemos por delante, lleno de luchas y dificultades.

El mijo es para nosotros y el saquito es para Elfriede (que se lo había prometido).

En el paquete hay un álbum, que es muy bonito para contemplar (luego, por favor, en mi habitación), unos cuadernos, un bonito libro de decorados, dos libritos sobre arte popular de la Ahnenerbe, un bonito libro sobre Japón para nosotros. Unos libritos sobre correo militar para regalar, un libro interesante, Völker am Montblan. Muñequita también tiene que echarle un vistazo. En esta comarca estuvieron los Passaquais[193]. Además, una bonita moneda de Lübeck para nuestra colección, luego una bonita figura de porcelana «Götz von Berlichingen» para ti y un mechero para regalar.

En cuanto a Muñequita, no debes preocuparte, yo creo que se debe al crecimiento. Pronto estaré con vosotras y hablaremos sobre eso.

¡Ya tengo ganas de nuestras Pascuas!

Muchos abrazos y besos,

Tu papi

Lydia Boden nos ofrece una idea de cómo se celebró la Pascua en casa de los Himmler: «El día de Pascua se tomó un típico desayuno alemán. En una cesta estaba el jamón de Pascua cocido, la tortilla de Pascua, otra para el pan horneado para la fiesta, un rábano, algo de sal y muchos huevos duros. Todo estaba decorado con flores primaverales. Se bebió vino tinto. Los niños también tomaron vino, pero con bastante agua. […] Hubo una gran sorpresa. Hacía buen tiempo y se escondió en el jardín. Una cosa grande, dijeron los adultos, y los niños buscaron cada vez más apasionados. Por fin, bajo las ramas de un abeto muy viejo, había un cochecito, la alegría de los niños es indescriptible. […] Si hubiera hecho mal tiempo, habríamos escondido los huevos de Pascua en el pabellón». Se han conservado fotos del cochecito; según los recuerdos de Gerhard, se trataba de un coche de fabricación especial, con motor incluso.

1 de mayo de 1944

¡Mi querida mami!

¡Muchas gracias por tu querida carta! Hoy hemos hablado largo rato por teléfono. Mami, te riges por tantos y buenos pensamientos que no te ocurrirá nada[194].

A Elfriede R. le he escrito hoy. El traslado no es posible, está prohibido. A Kalkreuth se lo he pedido mediante un telegrama.

Te envío (además del dinero) algunas fotos de mi viaje por Francia, entre ellas dos muy bonitas de Gmund con nuestra pequeñaja. Cuando las hayas visto, envía las fotos a Muñequita. En cuanto esté con vosotras en Gmund, os las aclaro y describo.

¡Espero que te guste el chocolate!

Muchos besos y abrazos,

Tu papi

¡Que te mejores, querida!

4 de mayo de 1944

¡Espero que te guste! Muchas gracias por tu carta y muchos abrazos y besos,

Tu papi

16 de mayo de 1944

¡Mi querida mami!

Te envío muchos pensamientos de bondad y agradecimiento por el Día de la Madre. ¡Dale a nuestra hijita, nuestra querida pequeñaja, un beso!

La carpeta con las bonitas fotografías, que enmarcaremos cuando haya paz, y un «nuevo» cervatillo te alegrarán.

¡Muchos abrazos y besos!

Con amor, tu papi

En esta época Hedwig Potthast se encontraba en avanzado estado de gestación de su segundo hijo. Con todo, Himmler no solo hacía planes con Marga para cuando hubiera paz; continuaba enviándole, además, «besos» y firmaba sus misivas «con amor».

24 de mayo de 1944

Un fuerte abrazo y un beso muy cariñoso,

Vuestro papi

La entrada del 25 de mayo de 1944 del diario de Marga reza: «Ayer planté en mi jardín las últimas plantas y arbustos para este año. […]». La de su hija del 15 de julio dice así: «A mamá le gusta mucho el jardín y lo trabaja y no le parece mal, yo creo que como mujer del ministro del Interior del Reich eso no se puede hacer».

31 de mayo de 1944

¡Mi querida mami!

Antes de nada, te doy las gracias por tus dos queridas cartas del 24 y del 27 de mayo. Estamos preocupados por el hombre de las SS moribundo. Le he enviado a Waldeck dos teletipos. La carta del SS-Ogruf. Pohl la incluyo también. Le he contestado que reduzca el trabajo y meto también la copia para ti.

Te envío uno de mis discursos más recientes; cuando estén escritos los otros discursos, te los enviaré también, porque en gran parte son diferentes. Meto también el boletín informativo del distrito de las SS de Main, que contiene un bonito artículo sobre las SS de la Baja Baviera y los primeros años, además de un cuento muy bonito «Ablösung»[195]. Muñequita debería leer las dos cosas.

A nuestra querida hijita le envío las gracias de la oficina central de las SS; nuestros dos nombres no están incluidos. Tenéis que ver las fotos, son de Bosnia; la próxima vez me las llevo.

La porcelana de Allach es apropiada para todo tipo de ocasión, para que siempre puedas comprar todas las piezas, salvo los regalos de los oficiales de las SS y los regalos de Estado, precisamente con el mismo descuento del 30 o 40 por ciento como yo.

Sigo ocupándome del asunto de Apfeldorf, aunque ya estaba tan liado que el gendarme, antes de que Friedl nos avisara, lo había transferido al juez, pero me he metido en medio.

Pon los libros en mi habitación.

En el sobre hay dinero, 950 marcos.

El Dr. Stumpfegger[196] entrega la carta. Espero de corazón que la fisioterapia os ayude.

Para ti, mi querida mami, y para nuestra querida hijita muchos abrazos y besos de corazón.

Con amor,

Vuestro papi

En estas semanas Himmler pronunció varios discursos ante generales de la Wehrmacht, en los que sin tapujos abordó el asesinato de judíos. Así, el 5 de mayo de 1944: «Se ha resuelto el problema judío en Alemania. Se resolvió de una forma inflexible de acuerdo con la lucha a vida o muerte de nuestra nación, en la que la existencia de nuestra sangre está en juego». O el 24 de mayo: «[El problema judío] fue resuelto de una forma inflexible, siguiendo órdenes y criterios racionales. Creo, caballeros, que me conocen suficientemente bien como para saber que no soy una persona sedienta de sangre. No soy un hombre que disfrute o se alegre cuando se ha de hacer algo duro. Sin embargo, por otro lado, tengo tal sangre fría y tal sentido del deber que podría decir de mí mismo que lo soy. Cuando reconozco que algo es necesario, puedo llevarlo a cabo sin dudar. No me he considerado con derecho, en especial con respecto a las mujeres y los niños, a permitir que los niños crezcan y sean los vengadores que asesinarán a nuestros padres y nietos. Esto habría sido cobardía. Por tanto, el problema se resolvió sin miramientos».

8 de junio de 1944

¡Mi querida mami!

La grasa de marmota y dos discursos míos no pueden salir sin un par de líneas mías rápidas (noche a la 1 h). Espero ir pronto a casa con vosotras. Para Muñequita el recorte del periódico. Ojalá que sea de ayuda la grasa.

¡Muchos abrazos y besos para ti y para Muñequita!

Vuestro papi

El 3 de junio de 1944 Nanette Dorothea, la segunda hija de Hedwig Potthast y Heinrich Himmler, nació en Hohenlychen. Desde el nacimiento de Helge, Potthast vivía en Brückenthin, una retirada casa forestal reformada por Himmler en las cercanías de Hohenlychen. Los únicos «vecinos» en dos kilómetros eran la familia de Oswald Pohl, con la que mantenía amistad. En el acta de nacimiento de sus hijos ilegítimos Himmler no aparece en un principio nombrado como padre; no fue hasta el 25 de junio de 1944 cuando reconoció su paternidad ante el juez de las SS y el 20 de julio se modificaron correspondientemente las actas en el registro civil de Lychen[197]. El padrino de la niña fue Sepp Dietrich, cuyos dos hijos menores eran asimismo ahijados de Himmler. Ursula Dietrich le deseó al «querido líder» «que la pequeña niña ilumine con luz y sol la vida de sus padres…». Oswald y Eleonore Pohl dieron la enhorabuena como «buenos vecinos» y prometieron acompañar «a los dos niños con los mejores deseos en un sólido futuro». Eleonore Pohl, madre a su vez de tres hijas, envió el día del nacimiento una postal a la «querida liebrecilla» en la que la consolaba: «La naturaleza sigue su propio camino y tal vez con las numerosas hijas prevé una época con menos dominio masculino».

Himmler no asistió al parto de su hija, puesto que ese mismo día actuó de testigo en la boda de Hermann Fegelein, SS-Gruppenführer (general de división), con Gretl Braun, hermana de Eva Braun, en Obersalzberg. Fegelein era oficial de enlace entre Himmler y Hitler. La señora Fegelein visitó a finales de 1944 a Potthast en su nuevo lugar de residencia, la casa Schneewinkllehen en Schönau bei Berchtesgaden, que Himmler había comprado en verano a Martin Bormann para su amante y que reformaron presos de Dachau.

Potthast, desde que renunció a su puesto, tenía solo contacto epistolar con sus antiguos amigos y colegas. Sí mantuvo una intensa correspondencia con distintas mujeres de los grandes nombres nazis, como Gerda Bormann, Lina Heydrich, Eleonore Pohl, entre otras. Lina Heydrich dijo de Potthast, después de la guerra: «Esta mujer no era ni pequeñoburguesa ni excéntrica, no era elegante para las SS, sino lista y marcada por una efusividad interior. Reinhard dijo una vez que junto a ella uno se podía calentar las manos y los pies».

También con Himmler el contacto era casi solo por carta y teléfono. Breves visitas a ella y los niños constituían la excepción. Solo hay constancia de una visita de Himmler en octubre de 1944 a la casa Schneewinkllehen en una carta de Martin Bormann a su mujer a comienzos de mes: «Heinrich me dijo ayer que había colgado cuadros y que había trabajado en la casa, que había jugado todo el día con los niños. No recibió ninguna llamada de teléfono, sino que se dedicó tranquilamente a su familia».

Potthast aceptó su papel como amante secreta al parecer sin protestas. En 1944, a final de año, escribió a Himmler: «¡Mi tesoro! […] Te deseo sobre todo la fuerza para la tarea que el Führer y la madre patria te confían. En comparación con eso todo es —somos— pequeños. Cuídate y no te olvides de tu H.». Potthast nunca firmaba con su nombre las cartas a Himmler, lo hacía con la runa hagalaz, que equivale a la H. El que la carta estuviera dirigida a Himmler se deduce de las que siguieron a comienzos de 1945, en las que este apuntó con su puño y letra la fecha de entrada.

En su única entrevista, que concedió al periodista Peter-Ferdinand Koch en los años ochenta, Potthast no solo reveló que Himmler le había manifestado sus dudas acerca de si aún se podía ganar la guerra, sino que afirmó que ella habría sido una fuerza motriz en las negociaciones secretas de Himmler con los aliados occidentales y en la liberación de los presos de los campos de concentración y que habría, a partir del otoño de 1944, comenzado a distanciar a Himmler del Führer, porque ella, por sus hijos, quería sobrevivir[198].

16 de junio de 1944

¡Mi querida mami!

Incluyo dos discursos míos; hazme el favor de echarles un vistazo.

Dos cartas muy honestas de viudas de las SS; por favor, ¡devuélvemelas!

Dos libros y chocolate para Lydia, un par de cuadernos y jabón para ti y un libro para la biblioteca también van.

Muchos abrazos y besos para ti, mi querida mami, y para nuestra hija (gansito)

De vuestro papi

El 6 de junio de 1944 tropas estadounidenses desembarcaron en Normandía y abrieron el segundo frente, largamente esperado. En cuestión de unos pocos días los aliados pudieron consolidar su cabeza de puente y comenzar la liberación de Francia. En el este hacía tiempo que el Grupo de Ejércitos se había desmoronado y el avance del Ejército Rojo era imparable. El final de la guerra y la derrota de la Alemania nacionalsocialista se veían a la vuelta de esquina.

Acerca del desarrollo de la guerra, Gudrun escribió en su diario el 15 de julio de 1944: «algo está pasando, la invasión comenzó en la noche del 5 al 6 [de junio] en Normandía. Ya hemos perdido Cherbourg, […] Roma hace tiempo que se perdió y los rusos están casi en la frontera, sencillamente terrible, pero todos creen con tanto ahínco en la victoria (papi) que yo como hija de un hombre tan prestigioso y apreciado debo creerlo, así que lo hago. No me quiero ni imaginar si perdemos».

En esta situación militar sin salida, el grupo de resistencia en torno al coronel Claus Graf Schenk von Stauffenberg osó perpetrar el atentado. El 20 de julio de 1944, durante una reunión en la que se analizaba el rumbo de la guerra en el cuartel general del Führer, Von Stauffenberg colocó una bomba que debía matar a Hitler y marcar el comienzo del golpe de Estado largo tiempo planeado por los círculos conservadores y parte de los militares. Pero Hitler sobrevivió al ataque, con heridas leves, y en Berlín los conspiradores no lograron concentrar en ellos el poder. Las unidades fieles al líder apresaron a los opositores en Bendlerblock y ejecutaron a la mayoría de inmediato. Se detuvo a gran número de los participantes en la conspiración y en el Tribunal del Pueblo, Roland Freisler les condenó a muerte y ordenó arrestar a sus familias. Como consecuencia del atentado, se ejecutó a unas doscientas personas.

Dos días más tarde Gudrun escribió: «El 20 de julio de 1944 hubo un atentado contra el Führer perpetrado por oficiales alemanes, casi todos aristócratas. Al Führer no le pasado casi nada, pero su entorno ha resultado muy dañado. En cuanto lo he escuchado, ahora cuando regresábamos de bañarnos, casi me he echado a llorar, gracias a Dios, papi no estaba, pero en el fondo él tiene la última responsabilidad».

El 26 de julio, apenas una semana después de la intentona fallida, Himmler pronunció un discurso ante los oficiales de una división de soldados de infantería en el campo de entrenamiento en Bitsch, en el que habló de las virtudes del soldado: «Y ahora nos ha sucedido lo imposible e inconcebible, que un oficial alemán, un coronel alemán no solo haya quebrado su juramento, sino que haya levantado la mano contra su máximo superior rompiendo todas las costumbres de la tradición castrense alemana desde siglos y milenios […] Se trata del golpe más terrible que se podía causar al Ejército alemán y […] tendremos que esforzarnos en un fuego sagrado y cumpliendo con nuestro deber sagrado para borrar este hecho de la memoria del pueblo alemán y limpiar la mancha que ha aparecido en nuestro limpio escudo».

Marga anotó el 11 de agosto: «Vaya deshonra, oficiales alemanes querían asesinar al Führer. Un milagro que viva».

Aunque es cierto que Himmler entonces ya intuía algo de los planes del golpe de Estado y había efectuado al respecto algunas detenciones, su aparato policial no habría podido impedir el atentado puesto que el alcance del golpe sorprendió a la Gestapo. Su reputación, sin embargo, no se vio afectada, más bien pudo reforzar más aún su poder.

18 de agosto de 1944

¡Mi querida mami!

Espero que, si estás levantada y, como espero, te has quedado al menos un par de días más en Gmund, la cartita y el paquete te harán ilusión. El libro sobre Japón es muy interesante. Las otras cosas seguro que os vendrán muy bien.

Muchas gracias por tu cartita del 12 de agosto. He leído todo lo que incluías. […] La guerra, como se preveía, ha entrado en la fase más complicada, con la mayor fuerza y extraordinarios nervios. Pero estate tranquila, todo irá bien, trabajo más que nunca.

Mi querida mami, te deseo de corazón que te mejores. Para ti y nuestra «lista» hijita mucho amor, muchos abrazos y besos de vuestro papi

Desde julio de 1944 en el jardín de la casa Lindenfycht varios presos del anexo de Gmund, correspondiente al campo de concentración de Dachau, construían un búnker antiaéreo; Himmler temía un ataque deliberado de los aliados. Gudrun lo cuenta en su diario el 15 de julio de 1944: «Están construyendo en el parque de juegos un búnker, me parece terrible, el ruido es constante y hay muchos presos, no se puede uno acercar, papi tenía muchas ganas de tenerlo y mamá también».

El campo anexo de Gmund, con veinte presos, estacionados en Bad Tölz, existió desde mayo de 1944 a finales de abril del año siguiente. Marga supervisó las obras de construcción, y pronto se quejó ante la dirección del campo de Dachau sobre el rendimiento de los reclusos, insuficiente para su gusto. A partir de septiembre de 1944 otro grupo de presos se encargó de levantar un refugio aéreo entre Lindenfycht y la cercana villa del general Walter Warlimont. Pese al trabajo pesado que realizaban, solo recibían alimentos por las mañanas y por las noches en el campo de Tölz.

Ya antes Himmler había tenido presos trabajando para él en la villa Dohnenstieg de Berlín y en la reforma del pabellón de caza de Valepp. En el invierno de 1944 se empleó de nuevo a presos en Valepp, y también en la reforma de la casa Schneewinkllehen en Berchtesgaden en la primavera y el verano de ese mismo año, adonde se trasladó ese verano Hedwig Potthast con sus hijos.

Justo después del atentado del 20 de julio, Hitler nombró a Himmler comandante del ejército de reemplazo, una posición militar clave para el reclutamiento de nuevos soldados. El «Decreto de formación del Volkssturm alemán» del 26 de septiembre sería la última convocatoria para reunir a los hombres de entre dieciséis y sesenta años aptos para el servicio militar. Mientras que la formación de la Volkssturm, la milicia nacional alemana, recayó sobre los Gauleiter, Himmler debía en su calidad de comandante del ejército de reemplazo asumir su organización, formación y equipamiento, además de coordinar las operaciones militares. En un discurso transmitido por radio anunció el 18 de octubre, que casualmente era el día de la batalla de Leipzig: «Nuestros enemigos han de comprender: cada kilómetro que quieran avanzar en nuestra tierra les costará ríos de sangre. Cada bloque de casas de una ciudad, cada pueblo, cada granja, cada bosque será defendido por hombres, muchachos y ancianos, y si ha de ser así, por mujeres y niñas». El llamamiento a filas de los nacidos en 1928, es decir, jóvenes de dieciséis años, lo justificó con las siguientes palabras: «Es mejor que muera una cosecha joven y que el pueblo sea salvado, que proteger al joven y que desaparezcan ochenta o noventa millones de personas». Como tanto la formación militar como el equipamiento de la milicia eran más bien escasos, se empleó a los jóvenes y hombres sobre todo para cavar trincheras y desalojar pueblos antes de la llegada del enemigo. El hecho de que en la milicia se captaran todos los aptos para el servicio militar y se les supeditara a la jurisdicción de las SS muestra cuánto temía la dirección nacionalsocialista una revuelta de una población cada vez más cansada de la guerra.

Himmler incluso llegó a ser comandante general de otros grupos de ejércitos; desde principios de diciembre de 1944 hasta mediados de enero de 1945, del Grupo de Ejércitos del Rin Superior, y desde finales de enero hasta marzo de 1945, del Vístula. Sus capacidades militares fueron, sin embargo, tan catastróficas que se le relevó en ambos casos.

22 de diciembre de 1944

¡Mi querida mami!

Por primera vez no hemos celebrado las Navidades juntos; he pensado tanto en ti y en Muñequita. ¿Encendisteis nuestro candelabro de Yule? Espero que os hayan gustado mis regalos; he tenido muy poco tiempo y oportunidad de buscar algo bonito. Quizá te gusten la bandeja de plata y la fuente y las sedas (negro, azul y blanco) y el bolso y algo de ropa y medias. Cinco kilos de primera calidad de [ilegible] salen al mismo tiempo.

Para nuestra querida hijita es el brazalete y la ropa deportiva. También va la piel de los gorales y cajas de compás y tela de algodón azul. He incluido para ella también un viejo libro sobre botánica.

Pasado mañana, el 24, estaré con los soldados de mi grupo de ejércitos. Hace veintisiete años entré con diecisiete años. Un pequeño cadete y hoy en el sexto año de guerra me han entregado la dirección en la peor situación. Pero son muchas cosas junto a las otras responsabilidades, y la responsabilidad presiona, cuando uno sabe que de aquello que yo ordeno depende la vida de tantos alemanes, cuyas mujeres y madres luego están de luto, y después de todo lo que ordeno o no ordeno con la vida de nuestros noventa millones de ciudadanos.

Ya son las 3 h. Te deseo, mi querida mami, todo el cariño para las Navidades y espero que te alegres un poco con los regalos.

Muchos abrazos y besos,

Tu papi

He metido las llaves.

Luego mando el abrigo de piel de Lydia.

No queda claro cómo y cuándo Himmler encargó los regalos, ya que entonces tenía poco tiempo y en 1944 estas cosas apenas se encontraban. Por razones obvias se cree que provenían de los bienes robados a los muertos, que la Oficina Central para la Economía y la Administración de las SS, bajo la dirección de Oswald Pohl, recogía en los campos de exterminio y con los que se enriquecían los miembros de las SS. Himmler daba gran valor a la «honradez» y la «decencia» en cuanto a los saqueos, de modo que es de suponer que compraba las cosas a la Oficina. Así lo indica un listado de regalos para el Estado Mayor personal en las Navidades de 1944, en el que se han apuntado los precios; el abrigo de piel para Lydia Boden de 1700 marcos constituye, de largo, el presente más caro. Acerca del origen de estos regalos solo se indica lo siguiente: «Cosas de Italia y Budapest».

Muchos de los obsequios y dulces que Himmler continuó enviando a su familia durante los años de la guerra solo podían ser hallados por parte de la población normal en el mercado negro. El estraperlo se castigaba drásticamente como un «delito de economía de guerra», pero floreció al tiempo que aumentaba el descontento entre los ciudadanos por el abastecimiento privilegiado de los «caciques del partido».

9 de enero de 1945

¡Mi querida mami!

Un correo sale ahora mismo en coche hacia Múnich y quiero que lleve algo mío para ti.

El paquete de café del Führer (junto a la carta), el pan de especias, los pasteles de Núremberg y el paté de foie-gras. […] De los libros tienes que ver con Muñequita el álbum de la División HJ y el libro Die Vollendeten[199]. Los comentarios de prensa puedes quedártelos. Los cupones de racionamiento que faltaban (de la otra vez) van también […]

Acabamos de hablar por teléfono. Cada vez más a menudo es imposible porque las líneas en Múnich están rotas.

Muchas, muchas gracias por tu queridas cartas del 21, 28 y 29 de diciembre. Te doy las gracias también por vuestra foto, luego, cuando tengas una nueva, en la que no estéis tan serias, me la envías y la pongo en un marco. Esta me ha hecho mucha ilusión, la miro a menudo. Tu libro Preußische Soldaten[200] lo leo con alegría, es maravilloso. Lo he forrado con el cubrelibros que me bordó Muñequita. En Nochebuena estuve en Metzeral bei Münster, en Alsacia, y en Gebweiler y pensé mucho en vosotras y en el belén de tu habitación.

[…] Con la Luftwaffe las cosas están muy mal. ¡Cuánto tiene que sufrir el pobre pueblo! ¡Nuestras bellas ciudades de Múnich y Núremberg! Y pese a todo creo que la guerra llegará a su fin este año con la victoria.

Te doy las gracias por tus buenos, buenos deseos. Te deseo, mi querida mami, de corazón todo lo mejor, ya lo sabes. ¡Que sigas guapa y sana!

Me alegro de que te trate la Dra. Richter.

Muchos abrazos y besos,

Tu papi

En enero de 1945 el Ejército Rojo había alcanzado la frontera del Reich alemán y con seis millones de soldados se dispuso a atacar; la Wehrmacht —con dos millones de soldados con escasa formación, equipamiento insuficiente y ningunas reservas— apenas pudo oponer resistencia. El 31 de enero las unidades bajo el mariscal Georgi Zhukov alcanzaron el Óder en Küstrin, al mismo tiempo que tropas soviéticas ocupaban la Alta Silesia. Pocos días antes, el 27 de enero, el Ejército Rojo liberó a los presos supervivientes en Auschwitz. El 25 de abril se cerró el anillo en torno a la capital berlinesa; el mismo día tropas soviéticas y estadounidenses se juntaron en Torgau, en el Elba.

Millones de personas huyeron de Prusia Oriental, Pomerania y Silesia ante la proximidad de los soviéticos. No solo la propaganda nacionalsocialista, que dibujaba un escenario de terror y crueldad del enemigo bolchevique, provocaba miedo entre la población civil, sino también la soldadesca desenfrenada, las ejecuciones, las violaciones masivas, los saqueos o las deportaciones a trabajos forzados Alemania pagaba ahora la brutalidad de su guerra de exterminio.

El avance del Ejército Rojo se tradujo asimismo en el desmantelamiento por parte de las SS de los campos de concentración en el este y el traslado de los reclusos a los campos occidentales a lo largo de terribles caminatas a pie. Cientos de miles de presos atravesaron la Alemania devastada. Estas «marchas de la muerte» se realizaron sobre hielo y nieve, sin comida suficiente, a menudo sin pausa y a la vista de la población alemana. Decenas de miles que no pudieron aguantar murieron bajo los disparos de los cuerpos de guardia de las SS o en el camino a causa del agotamiento.

La entrada en el diario de Marga del 16 de enero de 1945 reza así: «H. dirige ahora también un ejército en el oeste, además del resto del trabajo. Es demasiado. Pero está contento y de buen humor cuando llama». Y la del 2 de febrero: «Ahora H. está en el este. Si la cosa se pose seria, tiene que ayudar. Qué magnífico que esté destinado a hacer tareas tan grandes y que pueda hacerlas bien. Toda Alemania le contempla».

En el tren, 20 de enero de 1945

¡Mi querida mami!

¡Mi querida Muñequita!

Estoy ahora mismo de camino al este desde el oeste. Esta será probablemente la tarea más difícil que me han encomendado hasta ahora. Pero creo que lo lograré y pese a todo estoy convencido de nuestra victoria final.

Muchísimas gracias por tu querida carta del 16 de enero. Os mando un montón de libros, entre ellos dos viejos para ti y Muñequita y un calendario muy bonito. Incluyo también varias cartas otra vez que quizá te interesen.

He recibido la bonita carta de Muñequita desde Reichersbeuern del 7 de enero. ¡Muchas gracias, mi querida hijita!

¡Deséame lo mejor!

Muchos besitos y abrazos,

Vuestro papi

Hanns Johst te envía, junto a una agradable carta, una pequeña descripción de un viaje.

13 de febrero de 1945

En estos momentos de tanta dificultad que estamos atravesando y atravesaremos, muy rápido, para ti, mi querida mami, y para mi adorada hijita Muñequita, todo mi amor, muchos abrazos y besitos.

Vuestro papi.

A finales de 1944 Himmler decidió que Gerhard debía interrumpir sus estudios agrícolas y enrolarse en las SS. Con dieciséis años comenzó su formación como voluntario granadero en la división Panzer de las SS. El 21 de febrero de 1945 Marga escribe en su diario: «No se sabe si Gerhard vendrá antes de ir al frente. Es muy valiente y está muy a gusto en las SS en Brünn». Su última entrada data del mismo día: «La situación de la guerra no ha cambiado y es grave».

Gudrun escribió el 5 de marzo:

[…] En Europa ya no tenemos aliados, nos han dejado solos. Y tanta traición entre nosotros. Los oficiales se van sin más. Nadie quiere más guerra. Es un terror en el aire indescriptible, atacan a la población civil y al tren. Han atacado Dresde ya que está llena de refugiados del este. Admitimos que han muerto diez mil, terrible. Y aun así son tantos que podrían ir al campo de batalla y están sentados sin hacer nada y se zafan y por la otra parte hay tanto heroísmo. Incluso hay chicos de dieciséis años en el frente y las Juventudes Hitlerianas han hecho su papel, al menos les queda la fe. Papi pronunció ante el Volkssturm el 18 de octubre un discurso maravilloso. […] Papi es desde el 20 de julio comandante del ejército de la retaguardia […] El ánimo general es terrible […]. La fuerza aérea continúa mal, Göring ya no se preocupa por nada, ese fanfarrón. Goebbels hace mucho, pero se da mucho bombo. Todos reciben alguna orden y distinción, salvo papi, y debería ser el primero en recibirla. Todo el pueblo le observa. Él se mantiene en un segundo plano siempre, no se da importancia. […]

En marzo de 1945, cuando Himmler supo que había fracasado como jefe del Ejército, se retiró a causa de una angina durante varias semanas al hospital militar de Hohenlychen. El 21 de marzo se le destituyó como jefe militar a petición de los generales de la Wehrmacht.

Todavía en las últimas semanas de la guerra, Himmler creía tener en los presos de los campos de concentración verdaderos rehenes con los que podría extorsionar a las potencias occidentales a fin de obtener concesiones, quizás incluso una paz independiente. Gracias a la mediación de Felix Kersten, hubo contactos en la Suecia neutral. El vicepresidente de la Cruz Roja sueca, el conde Folke Bernadotte, viajó en persona a comienzos de 1945 a Alemania para establecer esta operación de rescate con la dirección de las SS. Cuando Bernadotte llegó a Berlín el 16 de febrero, Himmler temió un primer encuentro y no se reunió con él hasta dos días más tarde, e hizo promesas que fueron aplazadas una y otra vez. Solo en abril de 1945 los presos escandinavos que habían sobrevivido pudieron llegar en autobuses blancos de la Cruz Roja sueca al campo de concentración de Neuengamme, desde donde se les llevó a Dinamarca y, luego, a Suecia.

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