El plurilingüismo bien entendido

El plurilingüismo bien entendido




El inglés como única lengua común no es lo que quiere Europa.


Para poder contestar a la petición de información que amablemente me comentan que ha solicitado alguien de un grupo de docentes sobre los documentos, estudios, legislación, etc. que avalen la conveniencia de la obligatoriedad de la segunda lengua extranjera, me he tomado la libertad de crear esta página con algunos de los datos más relevantes al respecto.

Evidentemente no podré hablar de todo, ni tampoco es este un artículo científico que se deba someter a una corrección por pares ciegos, ni mucho menos una tesina o algo así (aunque algunos de estos datos os sean útiles para vuestras investigaciones), así que no le pidáis peras al olmo. No obstante, sí que guiaré al lector a través de unas líneas generales con un lenguaje informal y descuidado 😂, proporcionando algunas fuentes que permitan a quien esté interesado profundizar en el tema. De hecho, ni siquiera seguiré una estructura típica de citaciones y bibliografía ni nada, sino un esquema más bien interactivo con hipervínculos, que hoy en día me parece más fácil y rápido. A pesar de estas borderías, seguro que os interesará seguir leyendo 😉.

Aviso de nuevo, el texto está lleno de hipervínculos. Espero que sea más una ayuda que una forma de entorpecer la lectura. Creo que soy bastante riguroso al ofrecer enlaces que en su mayoría remiten a documentos de calidad.


SOBRE LA UNIÓN EUROPEA

Al contrario de lo que sucede en EEUU, donde todo nuevo ciudadano que se quiera integrar debidamente debe aprender inglés sí o sí y asimilar la cultura común, la construcción europea se apoya en la unión de países con culturas y lenguas distintas (aunque a menudo emparentadas) que sabiéndose diferentes y habiendo estado frecuentemente en conflicto, deciden unirse por el interés común. El lema de Europa es unidos en la diversidad, y en materia lingüística esa diversidad la representa el plurilingüismo, que entiende de dos maneras: (i) como una forma de proteger la diversidad y (ii) una forma de conocernos los unos a los otros (yo aprendo tu lengua y tú aprendes la mía). En los párrafos siguientes lo explico un poco mejor.

Como digo, las diferencias lingüísticas son evidentes y son uno de los mayores problemas para la cohesión europea, ya que ningún país estaría dispuesto a perder la suya en favor de una lengua común por muy lingua franca que sea (por supuesto que estoy hablando del inglés). Este es un problema muy serio que justifica una serie de políticas y proyectos de nivel europeo de grandísimo calado y con muchísima influencia internacional. Tanto es así que han influido incluso en muchos avances provechosos para la lingüística aplicada (a la enseñanza de idiomas y de la lengua materna) a nivel mundial.



Esto lo vemos en el desarrollo de mucha legislación del Consejo de Europa, entre las que se encuentran, por ejemplo, las recomendaciones R(82)18, la recomendación R(98)6 o la recomendación de 22 de mayo de 2019, en las que instan a todos los estados europeos a desarrollar políticas educativas en las que se fomente el plurilingüismo con el fin de que todos los ciudadanos europeos conozcan dos lenguas europeas más además de la propia. Por ejemplo, esto lo vemos en los punto 5.1 y 5.2 de la R(82)18 mencionada supra, en el que se promueve el aprendizaje de VARIAS lenguas extranjeras; en el punto 2 del apéndice de la R(98)6, en el cual se ofrece todo un catálogo de medidas para favorecer el plurilingüismo. De estas medidas la más importante es, lógicamente, su promoción en la enseñanza.

También vemos menciones a este asunto que apuntan en la misma dirección en el Libro Blanco de la CE (1995) así como en las resoluciones del Consejo de la Unión Europea de 2002, que, por cierto, se reunió en Barcelona. Se puede leer más sobre esto en "Lenguas, riqueza de Europa", publicado por el mismísimo British Council (muy proinglés, evidentemente) en la CUP.



El ministerio de educación francés está muy involucrado en el fomento del plurilingüismo.


SOBRE EL MARCO COMÚN DE LAS LENGUAS

Todo el mundo ha oído hablar del Marco Común Europeo de las Lenguas, y todo el mundo ha oído hablar de los niveles A1, A2, B1, B2, C1 y C2 . Pues bien, el Marco es precisamente la materialización de esta voluntad hacia el plurilingüismo europeo, y la creación de esta división de niveles es invención de los creadores del Marco, y por tanto europea. Sí, tal es la importancia de los idiomas en Europa como elemento cohesionador que hasta se ha llegado a este punto. Y tal es su éxito e influencia que estos niveles han sido copiados por instituciones internacionales que certifican su nivel en idiomas que no son europeos, como el ruso, creo que el chino también, etc. (perdón por no enlazar, pero no hablo chino).



Una buena introducción a un estudio sobre estos elementos del Marco la proporciona Carlos Cesar Jiménez en su artículo científico "El Marco Europeo Común de Referencia para las Lenguas y la comprensión teórica del conocimiento del lenguaje: exploración de una normatividad flexible para emprender acciones educativas" (2011, revista FESC) en el que se comenta que "Uno de los principales objetivos del MECRL es fortalecer el pluriculturalismo de los ciudadanos europeos y para lograrlo se considera importante contar con criterios de certificación común para los diversos sistemas educativos que existen en Europa en lo que respecta al aprendizaje de lenguas". También es posible consultar el propio Marco donde se alude también a la insistencia del Consejo de Europa en el fomento del multilingüismo y plurilingüismo (que no es lo mismo, pero casi).


SOBRE LA CORREA DE TRANSMISIÓN DE LAS DIRECTIVAS EUROPEAS

Como era de esperar, Europa tiene una influencia limitada en sus estados integrantes porque estos son soberanos (véase, por ejemplo, el problemón actual que hay con los caprichos polacos y húngaros, que no hacen caso de cosas muy serias). Esa es una de las razones por la que muchas de sus regulaciones se manifiestan como "recomendaciones", ya que son los estados los responsables de implantarlas en sus realidades nacionales y a su vez rendir cuentas de ello ante Europa (porque también reciben pasta). Este punto, que es lo que he llamado "la correa de transmisión", es precisamente el gran problema en asuntos tan sonados como los desaires de Polonia y Hungría, y, por supuesto, el que tenemos en cuanto a la promoción del plurilingüismo en España.

Es algo así como cuando yo le digo a un alumno que "si puede hacer X, por favor". En realidad más le vale hacerlo, porque normalmente son órdenes. A veces hay alguno que se escaquea, y quizás en el momento no puedo hacer gran cosa, pero me acuerdo para más tarde; como, por ejemplo, cuando pongo algunas notas (y es entonces cuando algunos vienen llorosos pidiendo limosna y tratan de arañar centésimas. ¿Os suena?).



El caso es que la tendencia de la mayoría de los estados europeos que podemos considerar como referentes está orientada a que cada vez se implante de forma más temprana el estudio de una segunda lengua extranjera. No obstante, a algunos países les cuesta acatar las indicaciones de Europa por distintas razones.

Para decirlo en plata, y como os habréis dado cuenta, en España en los medios solo se habla de plurilingüismo atendiendo a la razón (i) que he mencionado antes -la de la protección de la diversidad- porque encaja muy bien con las trifulcas entre nacionalistas periféricos y nacionalistas centralistas, ambos siempre con sus monotemas sobre el español en Cataluña, la protección del catalán, etc. que acaparan todos los telediarios, y se olvidan descaradamente de la razón (ii) -la de conocer las lenguas de nuestros vecinos europeos recíprocamente para cohesionar Europa-. La sensación que da es que el debate sobre el plurilingüismo europeo se ha convertido en ombliguismo peninsular. A mí los colores políticos me dan igual, pero al final nos acaban arrastrando a uno u otro lado con sus peleas y nos acaban perjudicando a todos.

A pesar de todo, debemos admitir que se han realizado algunas cosas para fomentar la idea de plurilingïsmo que busca la cohesión europea (es decir, no solo la idea de protección de lenguas minoritarias y de la diversidad), como en Cataluña con el Plan 2007-2015, plan de Impulso a las Terceras Lenguas de Cataluña. Pero seguramente el hecho de que para algunos de vosotros esta sea la primera vez que oís hablar de él es significativo. Sacad vuestras propias conclusiones.

También es cierto que muchos se aferran a una concepción del multilingüismo o plurilingüismo en la que es suficiente hablar tan solo un idioma, extranjero o no, además del propio, ya que a veces el mismo Marco cae en esta ambigüedad (de esto hablo más aquí). Para mí, la realidad es que esto es un engaño, ya que, como todo el mundo podrá comprender, para eso ya existe un término mucho más preciso: bilingüismo. Pero, claro, a muchas comunidades les ha venido muy bien esta ambigüedad terminológica ya que así tienes "tres por el precio de dos", o mejor dicho, tienes "pluri" por el precio de "bi".

Yo prefiero la definición de plurilingüismo, defendida también por otros autores (Cenoz, 2009; Jason Rothman, Jennifer Cabrelli Amaro and Kees de Bot, 2013 ), en la que se subraya que pluriloquesea o multiloquesea es MÁS DE DOS, que es lo que cualquiera con dos dedos de frente, aunque no sea lingüista, entiende. Es tan simple esto que digo que creo que es una explicación al más puro estilo de la navaja de Occham, y pocas cosas hay más que decir.



Más sangrante todavía es lo que sucede en algunas comunidades monolingües, como es el caso de Madrid, en las que da la impresión de que se está tratando de barrer a la segunda lengua extranjera (SLE) de los colegios e institutos, y, como siempre, todo apunta a que afectará más a la enseñanza pública que a la concertada o privada (aunque les afecta a todas). En este caso, la situación de la SLE no solo se ha ido degenerando con el tiempo, llegando a ser una asignatura optativa con cada vez menos horas y menos alumnos; el toque de gracia ha sido la decisión de la Comunidad de Madrid de dar una hora más a Educación Física, asignatura ya de por sí obligatoria, quitándola de las horas de las asignaturas optativas, donde ha terminado con el tiempo la SLE.

Esto ha sido algo tan escandaloso que muchos periódicos, revistas y otros medios de comunicación se han hecho eco de la situación de Madrid. Uno de ellos es Le Monde, en el que se dice directamente que Madrid contradice las indicaciones de Europa sobre plurilingüismo con cierto tono de reproche de socio traicionado.


Numerosos medios de comunicación se han hecho eco de la reducción de horas de segundo idioma en Madrid.


Además, teniendo en cuenta que en Francia la SLE es una asignatura obligatoria desde hace años, y que la mayoría de los estudiantes franceses cursan español como SLE, da la impresión de que el gobierno español quiere dar gato por liebre al gobierno francés en la última cumbre educativa hispanofrancesa (hace más o menos un año) así como con en los tratados que ambos tienen firmados desde 2005 en materia educativa, ya que en ellos se insiste sobremanera en la promoción recíproca de las lenguas española y francesa en ambos sistemas educativos.

Pero esto no es todo. El bochorno máximo ha sido cuando, tras la aparición del decreto madrileño que quitaba una hora semanal a las optativas para dársela a Educación Física, los embajadores francés y alemán manifestaron, con las formas sutiles que caracterizan a la diplomacia, la preocupación que les causaba los planes educativos de la Comunidad de Madrid, como alertando sobre giros nacionalistas trasnochados.

Creo que hasta aquí hay información más que suficiente para comprender, o, al menos, empezar a plantearse que se están haciendo las cosas muy mal y que la sociedad en general (y los políticos en particular) deberían de empezar a concienciarse de que se han estado cargando una asignatura que es realmente importante en toda Europa. Cierto es que me falta todavía por dar más datos sobre algunas razones puramente pedagógicas que motivan la enseñanza de más de una lengua extranjera, así como desmentir algunos de los típicos clichés que se siguen oyendo sobre estas enseñanzas (como el clásico "si no saben inglés mejor que no empiecen con otro idioma"). Creo que es mejor dejarlo para otra ocasión para no saturar al personal, y esperar a ver las reacciones que provoca este texto. Así sabré mejor el enfoque que deberé darle próximamente.




Nada más, solo me queda deciros que si queréis estar informados de cómo evoluciona el asunto, tener acceso a más publicaciones según vayan apareciendo, etc. podéis seguir la cuenta de Twitter @SegundaLenguaEx .

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Una salutation a everybody,







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