El nanomundo en tus manos

El nanomundo en tus manos


2. Nanociencia y nanotecnología

Página 7 de 22

El objetivo de la convergencia NBIC es producir nanobiodispositivos que incidan en nuestra salud, que nos permitan interaccionar mejor entre nosotros o con nuestro entorno y que generen información con la que efectuar una adecuada toma de decisiones. Imaginemos por ejemplo que disponemos de pequeños dispositivos sensores que permiten hacer análisis y diagnósticos en tiempo real, proporcionándonos información sobre nuestro estado global (temperatura, tensión arterial, niveles de colesterol y de azúcar en la sangre, presencia de ciertos anticuerpos, recuento de glóbulos rojos y blancos, tensión ocular, etc). Dichos dispositivos podrían estar continuamente conectados con servicios médicos distantes que podrían realizar un mejor seguimiento y valoración del estado de salud de las personas. En algunos casos, los tratamientos basados en la dispensación controlada de fármacos nanoencapsulados podrían ser activados de forma remota. También se podrían fabricar nanomateriales con propiedades electromecánicas similares a las de las fibras musculares con los que mejorar la motricidad de las personas ya sea a través de su incorporación en la masa muscular debilitada o mediante la fabricación de prendas de vestir que actúen como refuerzo externo de los músculos. Del mismo modo se fabricarían prótesis degradables e inteligentes capaces de regenerar tejidos óseos y nerviosos, proporcionándonos información sobre dicho proceso de generación y minimizando la posibilidad de rechazo y de infección. Estos tejidos y prótesis podrían permitir recuperar o mejorar la movilidad de personas que hayan sufrido traumatismos, lesiones de médula espinal o padezcan enfermedades neurodegenerativas. En cirugía se podrían emplear nuevos nanodispositivos (manipuladores, bisturís, microcámaras, sistemas de posicionamiento y de realidad virtual) que permitirían efectuar intervenciones quirúrgicas mucho menos agresivas y, si fuese necesario, de forma remota. Ahora todo esto parece ciencia ficción, pero algunas de estas ideas ya están siendo exploradas en laboratorios de centros de investigación y de hospitales. Sin duda queda un largo camino que recorrer, pero se está avanzando, poco a poco, hacia este mundo tan altamente tecnificado.

En cualquier caso, y volviendo al presente, cabe decir que la nanociencia, ya madura, está avanzando hacia la nanotecnología, aún adolescente, alumbrando aplicaciones reales que poco a poco se instalan en nuestro mundo. Este camino es largo y se está recorriendo quizá más despacio de lo previsto, pero parece que se dan pasos certeros hacia el establecimiento final de la nanotecnología como la tecnología que va a protagonizar el siglo XXI.

2.9. Implicaciones sociales

Aunque es muy difícil estimar el número de productos disponibles en el mercado basados en las ideas de la nanociencia y en los desarrollos de la nanotecnología (varios millares), está claro que el mundo de «lo nano» está teniendo desde hace años una gran repercusión mediática. Como comentábamos al comienzo de este capítulo, las imágenes del nanomundo producen el mismo tipo de fascinación que las que nos muestran la grandiosidad del universo. Sin embargo, entre ambas hay una diferencia fundamental. El universo es físicamente inalcanzable para los humanos (salvo algunos planetas y satélites que están en nuestro vecindario del Sistema Solar) y, por tanto, tenemos que conformarnos con observarlo mediante telescopios o analizarlo a distancia con técnicas espectroscópicas. Por el contrario, sí que podemos movernos en la nanoescala, llegar a ver y tocar los átomos y moléculas, combinarlos para producir nuevas estructuras y nuevos dispositivos. Dominar la materia en la nanoescala nos permite diseñar y fabricar nuevos materiales hasta ahora inexistentes, descubrir propiedades nunca observadas, inventar instrumentos que nos permitan construir otros dispositivos de mayor complejidad que en el futuro quizá lleguen a comportarse como entidades biológicas e incluso muestren signos de inteligencia. ¿Hasta dónde podremos llegar? ¿Cómo puede esto cambiar nuestra forma de vida? Nadie es capaz de responder a estas preguntas de manera certera. Por eso la nanotecnología puede provocar cierta preocupación o incluso miedo en una sociedad que desconoce casi por completo muchos de los conceptos más básicos sobre ciencia y tecnología. Teniendo en cuenta la rapidez con la que los avances tecnológicos se incorporan en la sociedad, ¿debemos legislar sobre ello? En el Capítulo 8 de este libro hablaremos sobre todo ello, comentando los esfuerzos reguladores y divulgadores que se están realizando en distintos países, los nanoproductos que ya podemos encontrar a nuestro alrededor y la influencia que el mundo nano está teniendo en distintos campos de la cultura.

Ir a la siguiente página

Report Page