Dinero emergente en un mundo emergente
Autor: Gigi | Fecha de publicación: 02/10/22 | traducido por: Fevramireli | Artículo original: Bitcoin Is Digital Scarcity
Queda una pregunta: ¿Por qué Bitcoin no morirá? ¿Por qué no desaparece? Para responder a esto, tenemos que hablar de otros dos aspectos de la prueba de trabajo: validación y administración.
Si eres el habitante del mundo de alguien más, si la arena está "impuesta", siempre estarás a merced de ese alguien más. Siempre estarás sujeto a sus reglas. Esto es cierto tanto en los juegos de computadora como en los estados-nación. El juego cambia si puedes "ejecutarlo tu mismo", que es lo que te hace independiente de cualquier amo. Si ejecutas tu propia instancia, si creas tu propio mundo, no tendrás que inclinarte ante nadie. Únicamente tendrás que someterte a las leyes de la naturaleza.
En Bitcoin, cualquiera puede crear tanto los objetos como la arena. Cualquiera puede minar. Cualquiera puede ejecutar un nodo.
Un nodo es lo que construye y verifica el mundo digital de Bitcoin, desde el principio, incluidas todas las reglas y todos los estados pasados. El mundo de Bitcoin surge de la superposición de todos estos mundos individuales. No es un mundo compartido, es un mundo de consenso que surge del acuerdo. Acuerdo sobre lo que sucedió en el pasado y lo que debería suceder en el futuro. Acuerdo a través de la repetición independiente del mismo experimento y llegando a la misma conclusión.
Un “minero” es lo que extiende el mundo digital de Bitcoin. Los mineros están en el negocio de la producción de bloques, es decir, en el negocio de proponer un nuevo bloque de eventos pasados a la red. Si los eventos están de acuerdo con las reglas, los nodos los aceptarán. Si no lo son, los nodos los rechazarán. Los mineros amplían la arena y, al hacerlo, son recompensados con sats, los objetos más preciados del mundo de Bitcoin. Cualquiera puede participar en la producción de bloques. Todo lo que se requiere es una fuente de energía y un canal de comunicación.
Aquí radica la principal diferencia en comparación con el dinero fiduciario y el dinero de videojuegos: no tienes que depender de nadie para generar Bitcoin. Puedes hacerlo todo tú mismo.
Bitcoin está aquí para quedarse porque es barato y fácil de crear. Es un fenómeno en red que surge de pares iguales, no muy diferente al Internet y la electricidad antes. El miedo a que Bitcoin deje de existir surge de un profundo malentendido sobre la naturaleza de estos fenómenos. Es como preguntar: “¿Qué pasa si la electricidad se va?”
La electricidad no es algo mágico que nos hayan dado los sumos sacerdotes del Ministerio de Electrones. Toma un imán, toma un alambre de cobre y ¡voilà! Tienes electricidad. Cualquiera puede generar electricidad en todo momento, siempre y cuando esté haciendo el trabajo requerido. La electricidad llegó para quedarse precisamente porque no la genera ninguna autoridad. Es un fenómeno natural, provocado por la interacción física. No existe una autoridad central encargada de hacerla.
La informática en red tampoco desaparecerá, y por la misma razón. Toma dos computadoras, conéctalas y ¡voilà! Tienes una red. Conecta muchas redes juntas y ¡voilà! Tienes Internet. Lo que pasa con Internet es que es más útil cuando es más grande, razón por la cual tenemos una Internet, no muchas.(28)
Lo mismo ocurre con Bitcoin: ejecuta software gratuito y de código abierto en tu computadora, conéctalo a otro nodo con reglas de consenso compatibles, y ¡voilà! Tienes Bitcoin.
Al ejecutar software de consenso, tu decides qué reglas son importantes para ti. En otras palabras: tu decides qué es Bitcoin y eres tu quien lo genera, tanto filosófica como técnicamente. No hay quien te lo imponga. Tú creas tu propio mundo. Y si tienes suerte, tu visión del mundo se superpondrá lo suficiente como para que puedas comunicarse y comerciar con otros. Eres libre de extender este mundo, tanto de acuerdo con las reglas (producción de bloques) como introduciendo nuevas reglas (bifurcaciones). Si tu cambio de regla es incompatible, tu mundo dejará de superponerse con los mundos de los demás, dejándote varado en una isla solitaria.(29)
A diferencia de la mayoría de los mundos virtuales, el mundo de Bitcoin surge de la intersección de puntos de vista individuales. No está impuesto por la autoridad, sino que surge orgánicamente del acuerdo entre iguales. La extensión de este mundo digital es física y costosa. La verificación es matemática y barata. Es esta asimetría la que genera la teoría del juego que mantiene todo en equilibrio.
Mientras alguien se preocupe por el dinero justo, resistente a la censura e independiente del estado, Bitcoin existirá. Incluso si ese alguien es sólo una persona. Incluso si ese alguien eres solo tú.
Continua: Conclusión