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85. Metal Slug
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Metal Slug
Fecha de creación: 1996
Desarrolladores: SNK/Nazca Corporation
Distribuidor: SNK
Género: Disparos a lo bestia
Plataforma: Arcade
Hay videojuegos que destacan por crear un género propio, por sentar las bases que otros títulos utilizarán en el futuro, sin las cuales los videojuegos no hubieran evolucionado hasta convertirse en lo que son en la actualidad. Pues bien, Metal Slug no es uno de esos casos, sino una aventura que tomó prestada la fórmula de los grandes clásicos del género de «correr y disparar» como Contra, la exprimió al máximo y lo hizo con una calidad tan sobresaliente que difícilmente un videojuego en dos dimensiones ha podido superarlo alguna vez.
Metal Slug está ambientado en el siglo XXI, cuando un grupo conocido como La Rebelión intenta formar un gobierno mundial controlado por militares, lanzando una poderosa ofensiva contra La Armada Regular, el grupo militar encargado de salvaguardar la paz mundial. Esta ofensiva ha conseguido que La Armada Regular se encuentre al borde de la desaparición, pero la utilización de unos nuevos vehículos de combate llamados Metal Slug ha supuesto que el resultado de la guerra sea aún incierto. Ahora La Rebelión ha encontrado la mayoría de las bases de La Armada Regular y se ha hecho con un gran número de los nuevos vehículos armados, por lo que la derrota de estos parece inminente…, pero Marco Rossi ha decidido reorganizar las tropas para lanzar un último ataque contra La Rebelión y así recuperar los Metal Slug… o destruirlos.
Por supuesto, nosotros somos los encargados de controlar a Marco Rossi en la tarea de avanzar a través de los seis niveles que componen este juego, todos ellos plagados de cientos de enemigos que nos atacarán desde todas las direcciones y maneras imaginables. Nosotros, desde la clásica perspectiva lateral en dos dimensiones, dispondremos de munición infinita y de un número limitado de granadas para hacer frente a las hordas de enemigos que debemos derrotar, aunque podremos utilizar otras armas, como lanzallamas o lanzamisiles, además de los tanques Metal Slug que encontremos en el camino y con los que avanzaremos más fácilmente. También podremos liberar a los prisioneros de guerra que encontremos en nuestro camino, recibiendo como recompensa una mayor puntuación al finalizar el nivel, objetos y armas.
Como se puede ver, el planteamiento de Metal Slug no es muy original, pero es que el atractivo de esta aventura es el gran nivel técnico conseguido gracias a que el mejor hardware del momento para juegos en dos dimensiones lo poseía SNK. Por ello su acabado gráfico es sobresaliente, destacando el tamaño y la variedad de los enemigos, que además cuentan con unas increíbles animaciones y se mueven con absoluta suavidad a pesar del gran número que aparecen de forma simultánea en la pantalla. La variedad de escenarios es abrumadora: bosques, montañas nevadas, ciudades en ruinas y bases militares, todos ellos salpicados de elementos que permiten interactuar con nuestro personaje y que pueden ser destruidos total o parcialmente. Pero en Metal Slug no todo es destrucción, también hay espacio para el humor: soldados enemigos tomando el sol o preparando su comida alrededor de una fogata harán que nuestro rostro muestre más de una sonrisa.