150 videojuegos a los que tienes que jugar al menos una vez en la vida
101. The Legend of Zelda: Ocarina of Time
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The Legend of Zelda: Ocarina of Time
Fecha de creación: 1998
Desarrollador: Nintendo
Distribuidor: Nintendo
Género: La leyenda definitiva
Plataforma: Nintendo 64
La quinta entrega de la más aclamada saga de videojuegos salió a la venta en noviembre de 1998, pero eso no fue un obstáculo para que se convirtiera en el título más vendido de ese año. The Legend of Zelda: Ocarina of Time fue también el primer videojuego en recibir una puntuación de 40 sobre 40 de la prestigiosa revista japonesa Famitsu, mientras que la revista Electronic Gaming Monthly le otorgó un 10 y la web norteamericana GameRankings, que elabora sus puntuaciones con las recibidas por las distintas páginas web del país, le sitúan como el videojuego mejor valorado con una media del 97,66% sobre 28 puntuaciones diferentes. Debido a estas valoraciones, y cuando se han cumplido más de diez años de su lanzamiento, muchos son los que se han atrevido a calificar a Ocarina of Time como el mejor videojuego de la historia, una afirmación algo arriesgada, pero que en este caso está fuertemente fundamentada.
La primera noticia sobre su desarrollo apareció en forma de demo jugable en 1995. Fue entonces cuando Shigeru Miyamoto anunció que se estaba realizando lo que muchos soñaban: el paso de la saga The Legend of Zelda a las tres dimensiones, un desafío que necesitaría más de tres años de elaboración. En Ocarina of Time se narra el argumento que ya habíamos oído en A Link to the Past: controlamos a Link, un niño de diez años que vive en el bosque Kokiri y del que todos se mofan porque no tiene un hada. Todo cambia cuando una mañana un hada llamada Navi despierta a Link de una de sus pesadillas para que se reúna con el Gran Árbol Deku, quien le hablará sobre la Trifuerza, de las diosas que la crearon, y de cómo Ganondorf planea reunir sus pedazos y usarlos para cumplir sus malvados planes.
Se utilizó el método de captura de movimientos con un actor para animar a Link y se hizo lo mismo con un caballo para animar a Epona, su montura. Se recreó el mundo de Hyrule como nunca antes se había visto, repleto de pequeños detalles, de vida y fantásticamente ambientado. La música, posiblemente el mejor trabajo del maestro Koji Kondo, muestra gran variedad de matices y ritmos que transmiten un gran torrente de emociones.
Una de las aportaciones de este título al mundo de los videojuegos fue la utilización de un botón, el denominado Z-Target, para la fijación de un objetivo a la hora de combatir contra los enemigos, lo que permitía a Link moverse alrededor de estos sin perderles de vista y facilitaba en gran medida su control en el complejo entorno de las tres dimensiones. Pero también tendremos la posibilidad de manejar a Link con dos edades diferentes, diez y diecisiete años, entre las cuales nuestro protagonista sufre un largo sueño. De esta forma, la aventura transcurre entre dos periodos de tiempo diferentes, por lo que las acciones realizadas en el pasado tendrán consecuencias en el futuro…, aunque tampoco hay que olvidar la ocarina que da título al juego y que servirá para abrir puertas y conocer nuevos secretos.
Minijuegos, la posibilidad de montar a caballo, doce mazmorras de increíble diseño, una dificultad muy ajustada y un argumento inolvidable hacen que Ocarina of Time sea absolutamente indispensable.