Zero

Zero


Segunda parte » Capítulo 35

Página 40 de 117

CAPÍTULO 35

Ahora entendía qué era lo que no cuadraba. Sí se había producido un robo. Seguramente, mientras yo estaba en la tienda con Sally. Por eso no me había enterado. Y Zero me había hecho llegar el objeto robado igual que hizo con la estilográfica de Neal para situarme de nuevo contra las cuerdas.

¡Maldición! Sabía que aquella gargantilla escondía algo.

—Para preservar la integridad y la seguridad de los alumnos de Drayton College —continuaba diciendo Lawrence—, me veo obligado a tomar una decisión que en todos mis años como director nunca había puesto en práctica.

—¿Adónde vas? —me preguntó Len en cuanto me vio levantarme de la cama.

A deshacerme del collar de Lauren lo antes posible. Si me quedaba con él por más tiempo le estaría poniendo mi cabeza en bandeja a Dimitri.

—Voy a almorzar —mentí. Abrí mi armario y saqué del interior mi abrigo y mi bufanda. Me los puse. No hacía frío pero yo me había quedado destemplado después de enterarme de dónde salía la gargantilla con la que había estado jugueteando como si tal cosa—. ¿Qué? ¿Quieres venir conmigo, Loco Len? Seguro que Mike y Neal estarán encantados de compartir mesa contigo.

—No tengo ni la menor duda —respondió Len con retintín—. Aunque me temo que voy a declinar tu amable oferta. Tengo una infinidad de planes mejores.

—Muy bien —le esquivé y me encaminé hacia la puerta.

—Una decisión que me apena pero que considero necesaria para desenmascarar a la persona que está poniendo en peligro a Drayton y a sus alumnos —explicaba de fondo Lawrence—. Dentro de cinco minutos iniciaré un registro de las habitaciones.

Me quedé con la mano suspendida en el picaporte de la puerta. ¿Un registro? ¿¡Acababa de decir un registro!? Estuve a punto de soltar un grito. No sé muy bien si de miedo o de desesperación. Me contuve. Que no cunda el pánico. Tampoco era tan terrible. Todavía podía deshacerme de la gargantilla antes de que el director llegara.

Mi habitación era la última. Así que mientras revisaban los dormitorios de mis compañeros, podría salir por la puerta de emergencia y enterrar la joya en algún lugar oculto. Luego, volvería y… Un momento… El registro empezaría por el principio del pasillo… ¿no?

—Por deferencia hacia las damas, comenzaremos por el sector de los caballeros —me sorprendí a mí mismo mordiéndome con insistencia la parte interior de mis carrillos mientras escuchaba con atención. No me detuve ni siquiera cuando noté el sabor de la sangre—. Por la habitación del señor Bradford, y su compañero, el señor Lu.

Mi particular termómetro de alarma subió en picado y una señal de peligro empezó a parpadear en mi subconsciente. Estoy perdido. Ahora sí que estaba completamente perdido. No tendría tiempo de sacar la gargantilla. Lawrence estaría en mi habitación antes de que pudiera mover un dedo. Y si salía despavorido delante de sus narices, sería lo mismo que pintar una diana enorme en mi frente con la palabra culpable en el centro.

Estaba acorralado, con la joya que buscaban en mi poder.

Un batallón de imágenes asaltó mi cerebro. Lawrence entrando en mi habitación. Lawrence revisando mis cosas. Lawrence encontrando la gargantilla… Lawrence mirándome con satisfacción… Llegados a ese punto dejé de verle a él y empecé a verme a mí mismo. Encerrado en la cárcel.

Apreté la caja lacada.

¿Sabrían que yo tenía el collar? Lo dudaba… Había sido muy cuidadoso. Después de despedirme del señor Napier, había regresado a mi habitación directamente sin que Dimitri viera lo que había en el libro y, una vez dentro, no había sacado la gargantilla de su caja para evitar que las cámaras me filmaran. Aunque supongo que eso era la de menos.

Lawrence estaba desesperado por encontrar al ladrón y proteger el buen nombre de Drayton. Y un registro era la mejor forma de desenmascarar al culpable. Tarde o temprano habría acabado haciéndolo. La desaparición de la estilográfica podía pasar por una simple casualidad. Con un segundo robo, la situación cambiaba. También resultaba lógico que mi habitación fuera la primera del repertorio dado que yo me había convertido en el candidato estrella a ser Zero.

Pero… Aún así… Yo no había robado la gargantilla. ¡No tenía nada que ver con el robo! Aunque cualquiera le explicaba eso a Dimitri con las ganas que tenía de echarme el guante.

Si tan solo me hubiera deshecho de la gargantilla antes…

Tenía que hacer algo para evitar que aquel registro se convirtiera en mi perdición. Aún me quedaban unos minutos para encontrar una solución. ¡Lo que fuera!

Piensa, Kyle. Piensa…

¿Qué tal si tiraba el collar a los jardines de Drayton? Al menos, conseguiría alejarlo de mí bastante. Atravesé la habitación de dos zancadas y corrí las cortinas. No tardé en arrepentirme. Dos hombres vestidos de policías estaban escondidos entre los árboles, observando mi ventana. Si lanzaba cualquier cosa por allí, les tendría sobre mí en un abrir y cerrar de ojos.

Retrocedí.

Al otro lado de la puerta, se escuchaba el ir y venir del resto de alumnos que se apresuraban a ordenar sus dormitorios y, por encima del barullo, la voz de Lawrence, que se acercaba peligrosamente a mí. Oh, no. Oh, no. Todo iba de mal en peor. En realidad, todo iba de lo peor hacia lo francamente horrible.

Estaba tan alterado que ni siquiera me había dado cuenta hasta ese momento de que Len había escondido su ordenador detrás de su cama a toda prisa con la cara tan desencajada como la mía. Un lugar un tanto extraño para un objeto inofensivo… ¿A qué venía tanto secretismo?

¡Olvídate de él, Kyle!

Cierto. Tenía cosas más importantes de las que ocuparme. Como, por ejemplo, salvar mi pellejo. Aparté mi atención de Len e hice recuento del número de cámaras que había en mi dormitorio. Además de la que estaba instalada junto a la ventana, había una segunda en la puerta y otra sobre mi cama. El resto estaban fuera de aquellas cuatro paredes. Bien. Al menos sabía cuáles eran los puntos débiles de la estancia.

Paseé de un lado a otro, desesperado. Y mientras lo hacía una idea apareció como un relámpago en mi cerebro… Era una locura pero ¿podría funcionar?

Solo había una forma de saberlo: intentarlo.

Ir a la siguiente página

Report Page