Secret
Capítulo 5
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Capítulo 5
─ ¿Acaso crees que eres importante para mí? ─ decía mientras reía.
Se me hizo un nudo en la garganta mientras que escuchaba a mi padre criticándome y diciéndome que el mundo estaría mejor sin mí. Lloraba cada vez más cuando mencionaba una palabra.
─ Tu no le importas a nadie, tu solo fuiste creada por accidente ─ volví a llorar aún más. Mi padre se acercó a mí y me tomó de las mejillas apretándolas con fuerza ─. Todo hubiera sido mejor sin ti ─ empuñe mis ojos ─. Algún día lo tenías que saber.
─ No… ─ no tenía ni las fuerzas como para hablar.
─ Así es, Allyson ─ dijo a mi oreja ─, desearía que no hubieras nacido.
Abrí los ojos asustada y respirando rápidamente. Mire hacia el techo donde había una gran luz blanca en el techo, entre cerré los ojos tratando de acostumbrar la vista, cuando lo logré gire mi cabeza unos cuantos grados. Estaba en una habitación que no había estado antes.
─ Ha despertado ─ escuche hablar a una señora ya algo grande.
Des entro rápidamente junto con Den y Derek. Los tres se acercaron a mí con un rostro asustado.
─ ¿Estás bien? ─ Des me tomó de la frente. Los mire a todos confundida.
─ ¿Qué? ¿Qué paso? ─ me enderece en la cama.
─ Eso es lo de menos, lo bueno es que estas bien ─ sonrió y me abrazo, al igual que Den. Les correspondí el abrazo pero más leve. Subí la mirada y vi a Harry que estaba en la puerta recargado con los brazos cruzados. Nuestras miradas chocaron, el dio la vuelta y se fue. Me separe de Des.
─ ¿Quién me trajo? ─ la mire.
─ Harry.
Recordé su rostro mojado mirándome fijamente y en ese instante me sentí avergonzada.
─ Quiero agua ─ trate de parpe pero Des me lo impidió.
─ Derek la traerá ─ se giró a verlo.
─ ¿Yo? ─ se señaló a sí mismo.
─ Tú eres Derek ¿no? ─ Des lo empujó para que se fuera pero él se negó.
Quite las manos de Des que mí.
─ Iré yo ─ me pare de la cama, aunque me sentía algo mareada seguí caminando.
Salí de la enfermería buscando a Harry hasta que lo vi sentado en las escaleras de la entrada del comedor. Caminé rápidamente hacia a él. Él tenía su mirada hacia abajo.
Abrí la boca para hablar pero él lo hizo primero.
─ ¿Aun quieres que me quite la ropa? ─ subió la mirada hacia a mí. Me sonroje y él sonrió burlón.
─ Solo vine para agradecerte ─ dije nerviosa.
Volvió a sonreír pero esta vez no sabía si era una sonrisa burlona o agradable.
─ No podía dejarte morir ─ se encogió de hombros.
─ Ya veo… ─ me quede observándolo en silencio.
─ Tengo que irme ─ se paró de las escaleras.
Paso a lado mío. No quería que se fuera, quería hablar con él.
─ ¡Espera! ─ grite.
Él se giró hacia a mí.
─ ¿Qué? ─ se acercó unos estando unos centímetros cerca de mí. Di un paso hacia atrás al sentir su calor en mí.
No sabía que decir y me puse nerviosa.
─ ¿Por qué has venido? ─ pregunte nerviosa. Dio una carcajada.
─ Te seré sincero ─ se volvió a acercar y di un paso hacia atrás tocando con mi tobillo el primer escalón de la escalera ─. Solo vine por ti.
─ No es gracioso ─ dije algo molesta.
─ Tal vez para ti no, pero para a mi si ─ volvió a carcajear ─. Veme a visitar a mi cabaña ─ guiño su ojo. Dio la vuelta y siguió caminando. ¿Acaso era travesti? Tiene muchos cambios de personalidad.
─ ¡No iré! ¡Nunca lo haré! ─ grite a sus espaldas. Se volvió a girar aun caminando pero de espaldas.
─ Tienes razón, no vayas ─ habló en voz alta y me volvió a dar la espalda.
Gruñí. Camine hacia la enfermería donde estaban los mismos de antes pero con la directora.
─ Creo que entre que comprar más salva vidas ─ anunció la directora al ver que entraba.
Reí.
─ Creo que si ─ conteste mientras me sentaba en la cama.
─ ¡Aquí están! ─ chilló una voz desde la puerta. Victoria camino hacia la directora.
─ Genial ─ masculló Derek.
─ Un momento, Victoria ─ Des se puso frente de Victoria.
─ ¿Qué ocurre? ─ la miró confundida.
─ ¿Acaso no sabes leer? ─ Des señaló atrás de ella.
─ ¿De qué hablas?
─ El letrero ─ volvió a señalarlo.
─ ¿Qué letrero?
─ ¡El que estoy señalando! ─ gritó ella harta.
Victoria se giró donde había un letrero que decía "Prohibido la entrada de animales" Todos reímos a excepción de Victoria.
─ ¡Los odio! ─ gritó ella.
─ El odio es mutuo ─ contestaron Des y Derek al mismo tiempo. Ella salió enojada.
─ Bien chicos, Ally necesita ir a descansar ─ nos dijo Martha.
Asentimos. Todos salimos y nos fuimos a nuestras respectivas cabañas excepto Den, ella se quedó con nosotras.
─ ¿Así se divertían? ─ Den se lanzó a una cama.
─ En realidad en este campamento haces lo que quieras, es más para relajarnos ─ mencione mientras veía mi herida en el espejo. Pasé mi mano en la frente cuando vi que ya no estaba la pulsera que mi madre me había dado cuando tenía tres años ─. Demonios ─ susurré.
─ ¿Qué? ─ me miró Des.
─ Nada ─ me puse a recordar que le había pasado cuando recordé que Harry pudo haberla tomado ─. Tengo que salir.
─ ¿A dónde? ─ preguntó Den.
─ Tengo que ir ─ salí en camino a la cabaña de Harry.