Lily

Lily


Capítulo 21

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Capítulo Veintiuno

Después de celebrar junto con todo el clan en el gran salón, Logan y Gwyneth acompañaron a los invitados a la salida. Había sido un día largo para todos y la familia deseaba acabar su velada a solas. Torrian había trasladado a los sabuesos a su habitación para que las nuevas mascotas de Lily pasaran allí la noche. Ella le prometió conseguir que los animales se habituasen unos a otros en los días siguientes, aunque sabía que era posible que los lobos prefirieran regresar al bosque.

Quade pidió a los adultos y a los jóvenes que se reunieran en torno a la chimenea mientras los más pequeños se retiraban a sus habitaciones. Una vez que todos se hubieron acomodado, Logan dijo:

—Aún hay preguntas sin respuesta, y me gustaría tenerlas.

—¿Qué clase de preguntas podrías tener, tío Logan? —Lily le dedicó su mirada más inocente.

—Kyle nos ha relatado lo que pasó con Cormag, pero no hemos escuchado la historia de ti, Lily. Todos querríamos escuchar lo que pasó. Pero primero debo preguntaros a los dos si os habéis enterado de algo acerca de los Buchan. ¿Cormag os dio alguna información?

—Solo que su padre estaba planeando una venganza contra todos, no solo contra los Ramsay —le contó Kyle—. Afirmó que se había marchado porque no deseaba participar en lo que su familia estaba tramando. —Hizo una pausa—. Y, según él, su hermana se ha vuelto loca. Si decía la verdad, no lo sabemos.

—Yo escuché algo parecido de los mozos de cuadra de su torre. Pero no tenían planeado venir aquí, ya perdieron contra los nuestros una vez. Creo que pretenden adentrarse en las Highlands.

—¿Dónde? —preguntó Quade.

Logan lo miró y dijo:

—Sé que MacNiven estaba interesado en derrotar a los Grant. Opino que, si van a algún sitio, será allí. Mi intención es viajar pronto a la tierra de los Grant para advertirles de mis sospechas. Pero basta de hablar de ellos. Me gustaría saber cómo se escapó mi querida sobrina. ¿De qué argucias te serviste, pequeña Lily?

—¿De qué hablas? No sé qué decirte.

Lily se sentó en el regazo de su marido acurrucándose contra él.

—¿Qué tal si nos explicas cómo te escapaste de Cormag? —sugirió Torrian.

—Sí, a mí también me gustaría saberlo —añadió Heather.

—No tengo mucho que contar. Veréis, cuando estaba en el bosque, descubrí algo sobre mí misma. No tengo habilidades y debo compensarlo de alguna manera. Aunque tuviera un arco y una flecha, no sería capaz de utilizarlos contra una persona, y no soy tan intrépida como tú, Heather. No podría haberlo apuñalado con una daga. Estaba tan paralizada por el miedo a ser abandonada que no podía hacer nada. Si no hubiera sido por Kyle, no estaría aquí.

—¿Miedo a ser abandonada? —preguntó Heather.

—Lily fue secuestrada cuando era una niña y abandonada en el bosque para que muriera allí —explicó Logan—. Fue mi esposa quien la salvó. Gwynie la encontró subida a un árbol y la bajó.

Gwyneth se sentó a su lado y él se inclinó para darle un beso en la mejilla.

—Lo recuerdo bien. Me asusté mucho al descubrir dónde estaba y al verla tan débil.

Lily asintió y apoyó la cabeza en el hombro de Kyle.

—Y he sufrido terribles pesadillas sobre ser abandonada de nuevo. Estaba tan asustada que no podía hacer nada para salvarme.

—Pero, Lily… —dijo Brenna—. Te escapaste de Cormag, ¿no es verdad?

—Sí, lo hice, pero no fue peleando ni apuñalando, simplemente fingí que lo amaba y le pedí que se durmiera conmigo para darme calor. —Se volvió hacia Kyle y le dijo—: Perdóname, esposo, pero era la única manera de conseguir que dejara la puerta sin cerrojo. Verás, él la había diseñado para que se cerrara por fuera, de modo que tuve que convencerlo de que se quedara conmigo. Pude escabullirme una vez que se durmió.

Su padre sonrió.

—¡Astucia, hija! Esa es la habilidad que has empleado. Estoy muy orgulloso de ti. ¡Bien hecho!

Gwyneth estuvo de acuerdo.

—Sí. Yo habría luchado contra él y probablemente habría acabado muerta.

Logan levantó las manos.

—Así que, ya nos has explicado cómo escapaste, y, sobrina, te felicito por el brillante plan, pero me gustaría saber más sobre el lobo. ¿Cómo te las arreglaste para hacerte amiga de un lobo salvaje?

Lily se había quedado desconcertada por haber sido llamada brillante y astuta. No conseguía ver de qué manera lo había sido, la solución le había parecido muy obvia.

—¡Hija! —Quade habló un poco más alto que los demás. Su padre la conocía bien, sabía que a veces su mente viajaba muy lejos y que necesitaba un ruido fuerte para despertarla de sus cavilaciones.

—¿Rayo de Luna? Aquello no tuvo nada brillante ni de astuto. Lo encontré en el bosque, atrapado bajo un árbol caído. Utilicé una rama para liberarlo. —Le dio una palmadita en la cabeza, como si el animal supiera que estaban hablando de él.

—Lily, ¿no puedes contarnos toda la historia? —Logan le rogó que continuara.

—Encontré una rama larga, la coloqué debajo del punto donde estaba inmovilizado Rayo de Luna y luego empujé sobre ella. Con eso conseguí levantar el árbol lo suficiente como para que se liberase.

—¿Y no te atacó? Debió haber estado hambriento, no sabes cuánto tiempo estuvo inmovilizado allí. ¿Estás loca, sobrina?

—Tío Logan, por supuesto que pensé en eso. Por eso le di el enorme trozo de carne que había cogido de la mesa de Cormag. Lo tenía en mi saco y no lo necesitaba, así que se lo di a él antes de mover el árbol.

Un coro de clamores acogió su exposición.

—¿Qué? —preguntó ella.

Su padre volvió a sonreír, esta vez mostrando todos los dientes.

—Astucia de nuevo... Estoy realmente orgulloso de ti. —Miró a Brenna—. No creíamos que le habíamos enseñado tan bien, ¿verdad?

—Yo tenía fe en ti, Lily —dijo Gwyneth—. Sabía que tú encontrarías el camino de regreso o que Kyle te encontraría.

Kyle añadió:

—Y cuando llegó Luz de Estrellas, al principio, Rayo de Luna le gruñó. Yo quería treparme a las rocas, pero Lily permaneció muy calmada y me dijo que la nueva loba era «su esposa». Cómo lo supo, nunca lo sabré.

Todos la miraron como si tuviera un lobo en la cabeza. ¿Qué pasaba con su familia? ¿No podían ver que Rayo de Luna y Luz de Estrellas eran compañeros naturales?

—¿Y cómo te encontró Kyle?

—Me negué a rendirme —respondió él pasando una mano por su cabello—. Oí el aullido de un lobo y luego a Lily gritando mi nombre.

Torrian rio.

—¡Increíbles talentos, hermana! Estoy orgulloso de ti, Lily. ¡Bien hecho!

Brenna se puso de pie y preguntó a su esposo:

—¿Estás listo para ir a la cama? Quizás sea hora de que descansemos.

Después de dar las buenas noches a todos, Quade se unió a su esposa y subieron las escaleras seguidos por Logan y Gwyneth.

—Bien, ahora que se han ido, tenemos un regalo para ti, Lily. No queríamos que nuestros padres lo vieran.

Molly se levantó de un salto y al cabo de un momento volvió corriendo para entregarle el paquete.

—Heather, Sorcha y yo trabajamos en esto todo el día mientras los demás estaban ocupados fuera.

Lily se levantó del regazo de su marido tan rápido que Kyle casi se cae al suelo. Cogió el regalo y acarició la cinta que lo rodeaba.

—¿Habéis hecho un regalo para mí? ¿Solo para mí? ¡Estoy muy emocionada! ¿Kyle, no estás emocionado por mí? ¿Lo abro ahora?

—¡Oh, por supuesto! —respondió Heather sin poder contener la sonrisa en su rostro.

Lily lo abrió con cuidado y su semblante se iluminó en cuanto vio los brillantes colores de su interior.

—¡Más cintas! ¡Me encantan! Muchas gracias.

Molly se llevó una mano a la boca.

—Sácalo del paquete para que todos puedan verlo.

Lily así lo hizo y lo sostuvo en alto para los demás.

—¡Qué bonito! Es una diadema para llevar en la cabeza.

—¡Es demasiado grande para tu cabeza! —rio Kyle.

Heather explicó:

—No, este regalo es más bien para tu marido. —Lily no tenía ni idea de lo que quería decir con eso—. Está pensado para colocarlo sobre los hombros.

Entonces Lily se levantó y se lo puso sobre los hombros. Las cintas caían en cascada todo alrededor, pero la mayor parte del vestido seguía siendo visible por debajo. Molly, Heather y Gwyneth se echaron a reír.

—¿Por qué os reís? Es muy bonito.

—Sí, pero no era esa nuestra intención. Se supone que debes llevarlo en tu habitación, con tu marido.

Lily miró a Kyle. Luego lanzó una exclamación seguida de una risa.

Kyle la miraba fijamente. Lily se inclinó hacia él y le susurró:

—Sin nada debajo.

Él se ruborizó completamente y Lily corrió a su habitación.

—¡Voy a probármelo!

Kyle fue inmediatamente detrás de ella. Toda la familia reía.

Kyle cerró la puerta tras de sí y echó el cerrojo en cuanto entraron en la cámara que les habían asignado para pasar la noche. Rayo de Luna y Luz de Estrellas se echaron en el suelo, al otro lado.

—Kyle, ayúdame a quitarme este vestido.

—Nada me gustaría más que ayudarte a quitarte el vestido, pero primero te quitaré las cintas. No puedo esperar hasta que tengamos nuestra propia casa...

Después de quitarse su regalo, se lo entregó a Kyle. Él desató los lazos de la espalda de su vestido y luego la ayudó a deslizarse fuera de él para continuar con la ropa interior y las medias.

—Lily, me dejarás sin palabras, lo sé.

Se acercó, pero ella le apartó las manos.

—Todavía no. Quiero probarme las cintas.

Él se quejó, pero dejó que lo hiciera. Se hizo a un lado y observó cómo su desenfadada esposa dejaba caer el collar sobre su cuello. Se le quedó la boca seca al verla girar con aquella creación. ¿Quién habría pensado que un manojo de cintas colgantes podría resultar tan tentador? Kyle la observó mientras ella alzaba los brazos por encima de la cabeza y daba vueltas por la habitación, más lento primero y con más velocidad después. Las cintas caían sobre sus curvas y sus valles amoldándose a su cuerpo. Canturreaba para sí misma y bailaba contoneando el trasero hasta que Kyle pensó que se iba a desplomar al suelo delante de ella.

—Kyle, ¿no ves cómo hago que brillen y ondulen como el sol?

—Sí… —Kyle cerró los ojos. Estaba tan duro debajo de la manta que decidió desnudarse mientras observaba cómo su mujer bailaba para él.

Lily serpenteaba y giraba meciéndose al ritmo de su propia música, completamente ajena al tormento al que lo estaba sometiendo. Un infierno. Pero era tan hermosa, tan cariñosa, tan genuina... La llamó por su nombre dos veces, pero ella no lo escuchó.

Finalmente, exasperado, gritó:

—¡Lily!

Ella se detuvo y lo miró fijamente.

—¿Qué pasa, Kyle?

Frustrado y desesperado, murmuró:

—Necesito un abrazo.

Ella se lanzó sobre él y lo rodeó en un fuerte abrazo.

La piel de Lily impactó contra la suya y sus curvas se fundieron con él en una sensual embestida de todo lo que era su mujer. La besó y jugueteó con su lengua hasta que las dos se unieron. Podía sentir sus pezones endurecidos y tomó uno de sus senos, acariciando la suave prominencia hasta que ella gimió. Lily se apartó, se quitó el collar de los hombros y se arrojó sobre él.

Cayeron en la cama rodando y jadeando de deseo. Kyle saboreó a Lily por doquier, el calor y el crepitar de su cuerpo eran casi más de lo que podía soportar. Las manos de ella lo recorrían sin descanso, en los bíceps, en su miembro rígido, acariciándolo, friccionándolo hasta que él tuvo la necesidad de detenerse y enterrarse en ella. Lily lo empujó de espaldas y se sentó a horcajadas sobre él, ondulando contra su dureza, provocándolo con su entrepierna. Se inclinó y le ofreció su pecho, él se lo llevó a la boca para succionarlo hasta que ella gimió.

Incapaz de controlarse por más tiempo, la agarró por las caderas y la penetró. Ella lo cabalgó hasta hacerle sentir que iba a estallar, pero él quería que experimentaran juntos la plenitud de su placer, así que se contuvo por ella. Le acarició el sexo con el pulgar hasta llevarla al borde del precipicio, gritando su nombre. Se enterró profundamente en su interior con dos poderosos embates más y se dejó arrastrar por un orgasmo que no olvidaría pronto.

Cuando ambos acabaron, ella se tumbó encima de él jadeando, sudando y sonriendo.

—Esposo, ¡ha sido increíble!

—Hace muchos años me enseñaste algo, y llevabas mucha razón. —Kyle resollaba intentando recuperar el aliento mientras acariciaba su dulce trasero.

—¿Qué cosa?

—Un abrazo hace que todo sea mejor.

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