Frida

Frida


Notas

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Cuando Morillo Safa recibió el cuadro, le escribió a Frida, el 20 de enero de 1944: «Te mando mil pesos por el de Mariana. Salió muy bien y está muy bonito. Escucha, ¿cuánto me cobrarías por dos retratos más? ¿Uno de Lupe y otro de Eduardo [los otros dos hijos de Morillo Safa]? Házmelo saber a través de ellos.» Eduardo Morillo Safa, carta a Frida Kahlo, archivo de Frida Kahlo.

[647]

Kahlo, «Retrato de Diego», p. 39.

[648]

Bambi, «Frida Kahlo es una mitad».

[649]

Roberto Behar, entrevista privada.

[650]

Morillo Safa, entrevista privada.

[651]

Frida Kahlo, carta a Mariana Morillo Safa, 23 de octubre de 1946, archivo personal de Morillo Safa. El «apodo», «Cachita, changa, maranga», es una rima sin sentido.

[652]

José Domingo Lavín, entrevistado por Karen y David Crommie.

[653]

Kahlo, «The Birth of Moses», p. 2. El discurso se publicó en la revista Tin-tan

(verano-otoño 1975) en edición bilingüe (pp. 2-6), así que citamos textualmente de esa fuente todos los extractos del discurso.

[654]

Rivera y March, Mi arte, mi vida,

p. 103. En la explicación que dio por escrito del mural, al poco tiempo de terminarlo, Rivera llamó el orbe central de luz «LUZ ÚNICA O

ENERGÍA PRIMITIVA

», e hizo constar que las manos ubicadas en los extremos de los rayos de luz señalan hacia la tierra con el índice y el dedo anular, mientras los demás dedos están doblados. Este gesto, según él, significa «PADRE

-MADRE

» (Wolfe, La fabulosa vida de Diego Rivera,

p. 120).

[655]

Kahlo, «The Birth of Moses», p. 4.

[656]

Ibid

. En el tratado sobre su obra Moisés

(«The Birth of Moses», pp. 4-6), Frida hizo una lista de los héroes, así como de los dioses a los que ellos inventaron por su temor a la muerte. Allí expuso:

Como Moisés, ha habido y habrá gran cantidad de «Copetones», transformadores de religiones y de sociedades humanas. Se puede decir que ellos son una especie de mensajeros

entre la gente que manejan y los «dioses» inventados por ellos, para poder manejarla.

De estos «dioses» aun «resto», como ustedes saben. Naturalmente, no me cupieron todos, y acomodé, de un lado y otro del SOL

a aquellos que, les guste o no, tienen relación directa con el sol. A la derecha los de Occidente y a la izquierda los de Oriente.

El toro alado Asirio, Amón, Zeus, Osiris, Horus, Je[h]ová, Apolo, La Luna, La Virgen María, La Divina Providencia, La Sagrada Trinidad, Venus y… el diablo.

A la izquierda, El Relámpago, El Rayo y la Huella del Relámpago, es decir, Hurakán Kikilkán y Cukamatz, Tláloc, la magnífica Coatlicue, madre de todos los dioses, Quetzalcóatl, Tezcatlipoca, la Centéotl, el dios chino (dragón) y el hindú Brahama. Me faltó un dios africano, pero no pude localizarlo en

ninguna parte, pero se le puede hacer un campito.

No les puedo decir algo sobre cada uno de ellos, porque la ignorancia, sobre su origen, importancia, etc., me abruma.

Habiendo pintado a los dioses que me cupieron, en sus respectivos cielos

, quise dividir el mundo celeste de la imaginación y de la poesía, del mundo terreno del miedo

a la muerte,

y pinté los esqueletos, humano y animal, que ustedes ven aquí […].

Sobre la misma tierra, pero pintando sus cabezas más grandes, para distinguirlas de las del «montón» están retratados los héroes (muy pocos de ellos, pero escogiditos), los transformadores de religiones, los inventores o creadores de estas, los conquistadores, los rebeldes… es decir, los meros «dientones».

A la derecha, y esta figura debí pintarla con mucha más importancia que ninguna otra se ve a Amenothep IV, que más tarde se llamó IKNATON

, joven faraón […].

Después Moisés, que según el análisis de Freud dio a su pueblo adoptado la misma religión que Iknaton,

transformada un poco según los intereses y circunstancias de su tiempo […].

Siguen Cristo, Zoroastro, Alejandro el Grande, César, Mahoma, Lutero, Napoleón y […] «el infante extraviado» […] Hitler.

A la izquierda, la maravillosa Nefertiti, esposa de Iknaton. Me imagino que, además de haber sido extraordinariamente bella debe haber sido «un hacha perdida» y colaboradora inteligentísima de su marido. Buda, Marx, Freud, Paracelso, Epicuro, Genghis Kahn, Gandi, Lenin y Stalin. (El orden es gacho

[deficiente] pero los pinté según mis conocimientos históricos que también lo son).

Entre ellos y los «del montón» pinté un mar de sangre con el que significo la «GUERRA

», inevitable y fecunda.

Y por último, la poderosa y «nunca bien ponderada» masa humana

, compuesta por toda clase de […] bichos, los guerreros, los pacíficos, los científicos y los ignorantes, los creadores de monumentos, los rebeldes, los porta-banderas, los lleva-medallas, los habladores, los locos y los cuerdos, los alegres y los tristes, los sanos y los enfermos, los poetas y los tontos, y toda la demás raza

que ustedes gusten que exista en esta p… oderosa bola.

Nada más los de adelantito se ven un poco claros, los demás «con el ruido […] no se supo».

[657]

Kahlo, «The Birth of Moses», p. 4.

[658]

Ibid.

, p. 6.

[659]

Ibid.

[660]

Fragmento del diario reproducido en Tibol, Frida Kahlo: Una vida abierta

, pp. 28-29.

[661]

Copia del folleto publicado en 1943 por la Secretaría de Educación Pública, para dar a conocer el propósito y el programa de la escuela, archivo de Frida Kahlo.

[662]

Guillermo Monroy, entrevista privada, Cuernavaca, México, marzo de 1977.

[663]

Fanny Rabel, entrevista privada, México D. F., agosto de 1977.

[664]

Monroy, entrevista privada.

[665]

Guillermo Monroy, transcrito por María Idalia (los artículos publicados por Monroy en Excélsior

normalmente llevan la firma de otro autor), «Homenaje de un pintor a Frida Kahlo a los veintidós años de su muerte», p. 8.

[666]

Monroy, entrevista privada.

[667]

García Bustos, entrevista privada.

[668]

Rabel, entrevista privada.

[669]

Monroy, entrevista privada.

[670]

Héctor Xavier, entrevista privada, México D. F., noviembre de 1977.

[671]

Fanny Rabel, entrevistada por Karen y David Crommie.

[672]

Monroy, entrevista privada.

[673]

García Bustos, entrevista privada.

[674]

Monroy, «Hoy hace veinticuatro años que falleció Frida Kahlo», p. 2.

[675]

Rabel, entrevista de Crommie.

[676]

Ibid

.

[677]

Arturo Estrada, entrevista privada, México D. F., marzo de 1977. A Estrada también se debe la lista de los pintores favoritos de Frida.

[678]

Ibid

.

[679]

Rabel, entrevista privada.

[680]

El archivo de Frida Kahlo contiene una copia del anuncio.

[681]

El archivo de Frida Kahlo contiene copias de estos corridos.

[682]

La Prensa,

México D. F., 20 de junio de 1943, p. 27. Recorte de un artículo sin firma, acerca de la inauguración de La Rosita, en el archivo de Frida Kahlo.

[683]

Xavier, entrevista privada.

[684]

Recorte de La Prensa,

20 de junio de 1943, p. 27.

[685]

Ibid

.

[686]

Recorte no identificado, archivo de Frida Kahlo.

[687]

Arturo Estrada, «Recuerdo de Frida», texto de un discurso pronunciado el 11 de agosto de 1967, archivo personal de Arturo Estrada.

[688]

García Bustos, entrevistado por Karen y David Crommie.

[689]

Estrada, «Recuerdo de Frida».

[690]

García Bustos, entrevista privada.

[691]

Estrada, «Recuerdo de Frida». Esta idea del colectivo, contrario al método individual, era muy popular durante la época, según Estrada.

[692]

Rabel, entrevista de Crommie.

[693]

Estas fotografías se encuentran en un álbum de recortes reunidos acerca del proyecto por Arturo García Bustos. Se encuentra en el archivo personal de este.

[694]

Una copia de la invitación se halla en el archivo personal de García Bustos.

[695]

Rabel, entrevista privada.

[696]

García Bustos, entrevista de Crommie.

[697]

Un anuncio de esta exposición se encuentra en el archivo de Frida Kahlo.

[698]

Estrada, «Recuerdo de Frida». Por una descripción del cuadro, véase Tibol, Frida Kahlo: crónica

…, pp. 135-137.

[699]

Diego Rivera, «Frida Kahlo: esbozo biográfico».

[700]

Guillermo Velasco y Polo, entrevista privada, Tepoztlán, Morelos, México, octubre de 1977.

[701]

Octavio Paz dijo que Rivera, al rechazar a Trotski y declararse partidario del estalinismo, hizo de su solicitud de readmisión al Partido Comunista Mexicano «una miserable e innecesaria declaración de mea culpa

». Bertram Wolfe recuerda que Frida fue «arrastrando los pies» cuando Rivera realizó ese cambio político. No se sintió capaz de humillarse ni de admitir las equivocaciones de su pasado político del mismo modo como lo hacía Rivera al someterse al rito «autocrítico» exigido por el Partido Comunista (Wolfe, La fabulosa vida de Diego Rivera

, p. 318). Octavio Paz no está de acuerdo con esta versión. Según el escritor, Frida no omitió declaraciones humillantes en la solicitud escrita de readmisión al Partido: «La retractación de Frida Kahlo, sin duda influida por Rivera, no fue menos vergonzosa» (Paz, «Realismo social en México: Los murales de Rivera, Orozco y Siqueiros», pp. 63-64).

[702]

Rabel, entrevista privada.

[703]

Esta información sobre la actitud de Frida ante la relación entre la política y el arte se debe a entrevistas privadas con García Bustos, Monroy y Estrada.

[704]

Estrada, «Recuerdo de Frida».

[705]

Monroy, entrevista privada.

20

LA VENADITA

[706]

Todos los detalles en cuanto a la salud de Frida son de este historial, aparte de las excepciones así marcadas.

[707]

Gómez Arias, entrevista privada.

[708]

Bambi, «Un remedio de Lupe Marín».

[709]

Dromundo, entrevista privada.

[710]

Adelina Zendejas, entrevista privada, México D. F., octubre de 1977.

[711]

Ella Paresce, entrevistada por Karen y David Crommie. En

realidad, el corsé de yeso que se exhibe sobre la cama de Frida en el museo no es el que Ella Paresce ayudó a quitar, pues no muestra señales de que se cortara en la parte de delante. Frida lo decoró con calcomanías, vegetales pintados y una columna clásica rota, que lo divide por la mitad. Otro «adorno» consistía en chinchetas amarillas hundidas en la superficie del yeso hasta que alguien las sacó. Hacen pensar en los clavos que penetran la carne de Frida en La columna rota

, y uno se puede imaginar cómo se rio al meterlas, creando imágenes de las punzadas sufridas por ella.

[712]

Joyce Campbell, entrevista privada.

[713]

Monteforte Toledo, «Frida: Paisaje de sí misma», p. 2.

[714]

Jacqueline Breton, entrevista privada.

[715]

En su diario, Frida anotó un misterioso poema que termina con las mismas palabras:

Números, economía

farsa de la palabra,

nervios son azules,

no sé por qué… también rojos,

pero llenos de colores.

De las cifras redondas

y los nervios rojos

se hacen las estrellas

y los mundos son sonidos.

No quisiera alimentar

ni la menor esperanza,

todo se mueve al compás

de lo que encierra la panza.

[716]

La visión de Frida del mundo como una entidad continua, y de sí misma como vinculada a la dialéctica del microcosmos y macrocosmos era compartida por su esposo, como ya hemos visto. Los murales de Rivera muestran el alcance de la vida, desde las unidades celulares hasta las cósmicas. Como ejemplo, citamos la descripción hecha por el pintor de una parte del mural que realizó en la sala de espectáculos musicales de Radio City Music Hall, de Nueva York: «En el centro, el telescopio acerca a la visión y comprensión del hombre los más distantes cuerpos celestiales. El microscopio hace visibles y comprensibles al hombre los organismos vivientes infinitesimales, conectando átomos y células con el sistema astral» (Wolfe, La fabulosa vida de Diego Rivera,

p. 260).

[717]

El hijo del doctor Philip Wilson, el doctor Philip D. Wilson Jr., quien trabajó en el Hospital para Cirugía Especial, me escribió (el 21 de julio de 1977) comentando que recordaba cómo su padre le habló de Frida, pero que no encontró huella alguna de registros de hospital ni administrativos a nombre de Kahlo o Rivera.

[718]

Noguchi, entrevista privada.

[719]

Carta a Eduardo Morillo Safa, 11 de octubre de 1946, archivo personal de Mariana Morillo Safa.

[720]

Gómez Arias, doctor Velasco y Polo, entrevistas privadas.

[721]

Tibol, entrevista privada.

[722]

Marín, entrevista privada.

[723]

Del Conde, Vida de Frida Kahlo

, p. 16.

[724]

Henestrosa, entrevista privada. En el artículo titulado «Frida», Henestrosa compara a Frida con un árbol: «Frida Kahlo ha muerto. Con ella se fue, silenciosamente, una lección de firmeza ante la adversidad; con su muerte se termina el espectáculo de una mujer que era como un árbol, pequeña y débil, pero tan profundamente arraigada en la tierra de la vida que la muerte luchó durante años para arrancarla».

[725]

Ella Wolfe, entrevista privada.

[726]

El refugiado español, amante de Frida, entrevista privada.

[727]

Ibid

.

[728]

Rodríguez, entrevista privada.

[729]

Brenner, Idols Behind Altars

, p. 155.

[730]

García Bustos, entrevista privada, marzo de 1977. Sor Juana Inés de la Cruz: Laura Mulvey y Peter Wollen señalaron la conexión entre La

venadita

y este poema en su ensayo «Frida Kahlo y Tina Modotti», p. 25.

[731]

La hija de Isabel Villaseñor se llama Olinka.

21

RETRATOS DE UN MATRIMONIO

[732]

Entrevista con el refugiado español amigo de Frida, quien desea permanecer en el anonimato.

[733]

Rivera, «Frida Kahlo: esbozo biográfico». El cuadro de Frida, adquirido por el estado de Francia en 1939, ahora se encuentra en el Museo Nacional de Arte Moderno de Francia, Centro Georges Pompidou, París.

[734]

Oliver, «Frida la única y verdadera mitad de Diego». Recorte de periódico sin fecha, archivo de Isolda Kahlo. [La cita de Picasso aparece ligeramente distinta en Tibol, Frida Kahlo: crónica…

Posiblemente ambas sean un recuerdo de las palabras exactas que pronunció el pintor.]

[735]

Entrevista privada con un viejo amigo de Frida, quien no desea que se mencione su nombre.

[736]

Rivera, «Frida Kahlo y el arte mexicano», p. 101. La opinión que tenía Frida de sí misma era más modesta. A un amigo que

inquirió acerca de su arte, ella dijo: «¿Y cómo esperas que tenga ambiciones dada la condición física en que me encuentro? […]. Me han operado once veces, y cada vez salgo con una sola esperanza: la de ver triunfar nuevamente a Diego» (Antonio Robles, «La personalidad de Frida Kahlo»).

[737]

Paul Boatine, entrevista privada, Detroit, enero de 1978.

[738]

Ella Wolfe, entrevista privada.

[739]

Kahlo, «Retrato de Diego», pp. 39 y 41.

[740]

Kahlo, «Retrato de Diego», pp. 39-40.

[741]

Wolfe, La fabulosa vida de Diego Rivera,

pp. 289-290.

[742]

En realidad, existen dos versiones de este cuadro: Un visitante que lo vio en 1944 lo describió como una «medalla portátil» (Oliver, «Frida la única»). Frida, efectivamente, pintó varias miniaturas ovaladas, siguiendo la correspondiente tradición mexicana, que fue muy popular durante el siglo XIX

. Obsequió una de ellas, pintada más o menos en 1946 y de apenas 5 centímetros de alto, al refugiado español que era su amante. A pesar de que solo mide 13 × 8 centímetros, la versión existente de Diego y Frida 1929-1944

no sirve de medalla. La otra interpretación (retenida en una fotografía tomada probablemente durante la vida de Frida, y que ahora se encuentra en el archivo del Departamento de Bellas Artes de México) lleva su firma. Ya que el estilo es más minucioso, la composición menos apretada y el detalle más complicado, creo que representa el original. Opino que la versión conocida conforma una copia realizada posteriormente por Frida misma.

[743]

Diario de Frida Kahlo.

[744]

Paul Westheim, «Frida Kahlo: Una investigación estética».

[745]

Kahlo, «The Birth of Moses», p. 6.

[746]

Frida no fue la única artista del siglo XX

que adoptó el concepto de la dualidad como contenido de una sola figura, con base en la cultura precortesiana. Su amigo Roberto Montenegro utilizó la idea en Así es la Vida

, de 1937, obra en la que una mujer elegante se ve en un espejo. Está dividida en vertical, con una mitad compuesta por un esqueleto y, la otra mitad, por una mujer de carne y hueso.

[747]

Esta alusión al martirio de Cristo es muy evidente. Con anterioridad Frida ya había transformado la corona de espinas de Cristo en un collar, en dos autorretratos pintados en 1940. Por otra parte, también es posible que ella pretendiera usar el collar/árbol como símbolo del vínculo, fuerte y vital, que la unía a Rivera. Frida con frecuencia empleaba los árboles para encarnar la resistencia de la vida, a pesar de terribles desventajas.

[748]

Esta nota se encuentra en el archivo de Frida Kahlo.

[749]

Lozano, colaboración con Time,

9 de noviembre de 1950.

[750]

Kahlo, «Retrato de Diego», pp. 37-38.

[751]

Ella Wolfe, entrevista privada.

[752]

Kahlo, «The Birth of Moses», p. 5.

[753]

Entrevista con un amante de Frida, quien desea permanecer en el anonimato.

[754]

Tibol, entrevista privada.

[755]

Uno se pregunta cuál de los pretendientes de Frida (¿quizá ella misma?) fue quien escribió las rimas garabateadas en un pedazo de papel guardado cuidadosamente por la artista. Ahora se encuentra en el archivo de Frida Kahlo, Museo Frida Kahlo: «Me gusta tu nombre, Frida, / pero tú me gustas más / en lo free

por decidida / y en el final porque das. / Cuando te veo con tu bozo / y como chico pelón / siento que sería mi gozo / el volverme maricón.»

[756]

Kahlo, «Retrato de Diego», p. 38.

[757]

«Un retrato de escándalo», recorte de periódico sin fecha, archivo de Isolda Kahlo.

[758]

Colaboración a Time

de un corresponsal en México, 14 de agosto de 1949.

[759]

Ibid

.

[760]

Reyes y Rabel, entrevistas privadas.

[761]

Rosa Castro, entrevista privada.

[762]

Ríos y Valles, entrevista privada.

[763]

Ric y Rac, «In-Mural».

[764]

Zendejas, entrevista privada.

[765]

Rivera y March, Mi arte, mi vida

, p. 206.

[766]

Samuel A. Williams, entrevista telefónica privada, noviembre de 1981.

[767]

Entrada del diario de Frida Kahlo. [Reproducida en Ana María Valencia Arizmendi, El arte como recurso de trascendencia desde la psicología analítica. El caso de Frida Kahlo,

tesis doctoral, Universidad Autónoma del Estado de México, pp. 107-110. Allí se incluye también una página facsímil de esta parte del diario.]

[768]

Kahlo, «Retrato de Diego», p. 38.

[769]

Frida comparó la fuerza de carácter de Rivera con la resistencia de un cactus: «Como los cactus de su tierra, crece fuerte y asombroso, lo mismo en la arena que en la piedra […]; sus raíces viven a pesar de que lo arranquen de la tierra, sobrepasando la angustia de la soledad y de la tristeza y de todas las debilidades que a otros seres doblegan. Se levanta con sorprendente fuerza y, como ninguna otra planta, florece y da frutos» (Kahlo, «Retrato de Diego», p. 42).

Rivera utilizó una planta semejante a la de El abrazo de amor

, también brotando hacia arriba, como símbolo sexual en el mural La tierra fértil

: «Mi símbolo de la Naturaleza fue una mujer colosal, dormida. Firmemente empuñada en sus manos había una planta fálica igualmente simbólica» (Mi arte, mi vida

, p. 109). Un desnudo de Lupe Marín representó la fertilidad. Por otro lado, Frida decidió pintar a su esposo desnudo como imagen de un concepto

semejante. El matiz anaranjado del cactus que sostiene Rivera también evoca La flor de la vida

, cuadro de Frida de 1944.

[770]

Kahlo, «Retrato de Diego», pp. 37-38.

[771]

Rabel, entrevista de Crommie.

[772]

Rodríguez, entrevista privada.

[773]

Kahlo, «Retrato de Diego», p. 41.

[774]

Isolda Kahlo, entrevista privada. Frida misma escribió «ojo avizor» en un gran ojo solitario que dibujó en los años cuarenta (Colección Rafael Coronel, México D. F.). En su texto acerca del cuadro Moisés,

afirmó que le dio un «ojo avizor» a Moisés porque era más inteligente que el resto, igual que otros «guiadores de sus pueblos, es decir, HÉROES

» (Kahlo, «The Birth of Moses», p. 4).

[775]

En 1950, Frida y Diego ejecutaron una serie de dibujos expresando sus reacciones a varias emociones humanas. Por una parte, se trataba de un juego y, por la otra, de un experimento psicológico (Olga Campos, entrevista privada).

[776]

Lara Barba, «Sor Juana y Frida Kahlo: Paralelamente», p. 8.

[777]

Entrada del diario de Frida Kahlo. [Reproducida en Valencia Arizmendi, El arte como recurso de trascendencia…

¸ pp. 110-111.]

SEXTA PARTE

22

NATURALEZA VIVA

[778]

González Ramírez, «Frida Kahlo o el imperativo de vivir», p. 22.

[779]

Estas anotaciones se encuentran entre las cartas dirigidas al doctor Eloesser de parte de Frida, en el archivo personal de Joyce Campbell.

[780]

Frida Kahlo, carta al doctor Fastlich, archivo personal del doctor Fastlich.

[781]

Matilde Kahlo, carta al doctor Leo Eloesser, archivo personal de Joyce Campbell.

[782]

Reyes, entrevista privada.

[783]

Esta y la siguiente cita del párrafo proceden de Velasco y Polo, entrevista privada.

[784]

Ibid.

[785]

Velasco y Polo, entrevista privada, y Lozano, mensaje a Time,

9 de noviembre de 1950.

[786]

Campos, entrevista privada.

[787]

Ibid

.

[788]

Lozano, comunicación a Time

, 9 de noviembre de 1950.

[789]

Velasco y Polo, entrevista privada.

[790]

Elena Vásquez Gómez, entrevista privada, México D. F., agosto de 1977.

[791]

Rabel, entrevista privada.

[792]

Lozano, comunicación a Time,

9 de noviembre de 1950.

[793]

Antonio Luna Arroyo, entrevista privada, México D. F., marzo de 1977.

[794]

Campos, entrevista privada.

[795]

Bambi, «Un remedio de Lupe Marín».

[796]

Doctor Armando Navarro, entrevista privada, México D. F., marzo de 1977.

[797]

Eugenia Farill de Pastor, entrevista privada, México D. F., julio de 1977.

[798]

Velasco y Polo, entrevista privada.

[799]

Elena Martínez, entrevista privada, México D. F., octubre de 1978.

[800]

Ibid

.

[801]

Ibid

.

[802]

Ibid

.

[803]

Velasco y Polo, entrevista privada.

[804]

Judith Ferreto, entrevistada por Karen y David Crommie.

[805]

Bernice Kolko, entrevistada por Karen y David Crommie.

[806]

Ferreto, entrevista de Crommie.

[807]

Tibol, entrevista privada.

[808]

Tibol, Frida Kahlo: crónica

…, p. 32.

[809]

Rabel, entrevista privada.

[810]

Rabel, entrevista privada.

[811]

Ríos y Valles, entrevista privada.

[812]

Bambi, «Frida es una mitad».

[813]

Rosa Castro, «Cartas de amor: Un libro de Frida Kahlo», p. 76.

[814]

Robles, «La personalidad de Frida Kahlo».

[815]

Velasco y Polo, entrevista privada.

[816]

Ferreto, entrevista de Crommie.

[817]

Ibid

.

[818]

El texto escrito en la pared de su habitación empieza con las siguientes palabras: «Casa de…».

[819]

Lupe Marín, entrevista privada.

[820]

Entrevista privada con una amiga de Frida que no desea revelar su nombre.

[821]

Tibol, entrevista privada.

[822]

Ferreto, entrevista de Crommie.

[823]

Tibol, entrevista privada. También se ha dicho que la muchacha no se suicidó, sino que Frida la mató, golpeándola con una muleta en un ataque de ira (entrevista privada con un amigo de Frida y de Diego, que desea permanecer en el anonimato).

Judith Ferreto contó una historia a Karen y a David Crommie, que posiblemente constituye la tercera versión del mismo suceso. Según Ferreto, una muchacha murió en la casa de Frida, de encefalitis contagiosa. «Frida se encontraba en un estado crítico y fue casi imposible calmarla. Tuvimos que poner la casa en cuarentena y pasar un mes en mi apartamento.»

[824]

Gómez Arias, entrevista privada.

[825]

Ferreto, entrevista de Crommie.

[826]

Ibid

.

[827]

Ibid

.

[828]

Ibid

.

[829]

Rivera, Mi arte, mi vida

, p. 217.

[830]

Castro, entrevista privada.

[831]

Bambi, «Un remedio de Lupe Marín», p. 3.

[832]

Julio García Scherer, «Sátira fina, nunca enmohína», recorte de periódico sin fecha, archivo de Isolda Kahlo.

[833]

Ibid

.

[834]

Monroy, entrevista privada.

[835]

Rosa Castro, «Galería del Mundo», «Recordando a Frida Kahlo», El Día, México D. F., 19 de julio de 1966.

23

HOMENAJE A FRIDA KAHLO

[836]

Dolores Álvarez Bravo, entrevista de Crommie.

[837]

Arturo García Bustos tiene una invitación en su archivo personal.

[838]

Hay una copia en el archivo de Frida Kahlo. La muestra se llamaba «Primicias para un homenaje a Frida Kahlo», pues se estaba pensando en hacer una retrospectiva más extensa en el Instituto Nacional de Bellas Artes. Finalmente, nunca se organizó. Rodríguez (entrevista privada) afirma que se canceló por el escándalo que se produjo cuando el funeral de Frida se convirtió en un acto político. La exposición se hubiera realizado en el verano de 1954, precisamente cuando murió Frida.

[839]

Este relato se basa en la entrevista de Crommie con Dolores Álvarez Bravo, y en Dolores Álvarez Bravo, entrevista privada.

[840]

Dolores Álvarez Bravo, entrevista de Crommie.

[841]

Ibid

.

[842]

Ibid

.

[843]

Morillo Safa, entrevista privada.

[844]

Monroy, entrevista privada.

[845]

Morillo Safa, entrevista privada.

[846]

Henestrosa, entrevista privada.

[847]

Velasco y Polo, entrevista privada.

[848]

Henestrosa, entrevista privada, y Andrés Henestrosa, Una alacena de alacenas,

pp. 87-89.

[849]

Monroy, entrevista privada.

[850]

Tibol, entrevista privada.

[851]

Morillo Safa, entrevista privada.

[852]

Dolores Álvarez Bravo, entrevista de Crommie.

[853]

Moreno Villa, «La realidad y el deseo en Frida Kahlo».

[854]

Time

, «Mexican Autobiography».

[855]

Rivera, Mi arte, mi vida

, pp. 220-221.

[856]

Según la prensa (Excélsior

, crónica sin firma, 12 de abril de 1953) hubo más o menos treinta y seis cuadros, todos de colecciones particulares propias. No se ofrecía ninguno para la venta. El catálogo de la exposición solo enumeró treinta y un artículos, entre ellos un grupo de dibujos y el diario de Frida. Asimismo, se exhibieron el Autorretrato

a lápiz de 1927, muchas obras adquiridas por Morillo Safa y dos prestadas por Marte R. Gómez. Varios cuadros mencionados por el catálogo no se atribuyen a ningún dueño en particular, y resulta imposible identificar otros (Mujer de Sarape

, por ejemplo, puesto a disposición de la galería por el difunto Frederick Davis; Autorretrato,

colección de la señora Emilia Moreschi; y Frida en llamas,

prestado por Teresa Proenza). Según dicha publicación, Dolores del Río facilitó La tierra misma

; podría tratarse de otro título para Dos desnudos en un bosque.

24

ESTÁ ANOCHECIENDO EN MI VIDA

[857]

Zendejas, entrevista privada.

[858]

Elena Poniatowska, «El Museo Frida Kahlo».

[859]

Bambi, «Un remedio de Lupe Marín».

[860]

Tal imagen también aparece en un extraño cuadro no acabado, que representa un cuerpo en medio de un paisaje pedregoso y que ahora cuelga de la habitación de Frida en el museo. Aunque no lleve firma ni se mencione en el catálogo del museo, creo que constituye una obra producida durante los últimos años de Frida. Aparte de la cruda técnica, el paisaje es casi idéntico al de Raíces.

Un pequeño cerro y un barranco ocupan posiciones semejantes en ambos cuadros, y la proporción entre el cielo y la tierra es la misma. Como Raíces

, el otro parece representar una figura dormida, pero ahí es donde termina la semejanza. En lugar de un autorretrato ejecutado con esmero, vemos un cuerpo amorfo que aparentemente

se funde o se desintegra sobre la tierra. En un rincón del cuadro hay un cactus, símbolo de la persistencia de la vida. Junto al mismo, un rostro o máscara tirada melancólicamente contempla el cielo.

[861]

Henestrosa, entrevista privada.

[862]

Rodríguez, «Frida Kahlo: El homenaje póstumo…», p. 50, y entrevista privada.

[863]

Ferreto, entrevista de Crommie.

[864]

Ibid

.

[865]

Rivera, Mi arte, mi vida,

p. 221.

[866]

Ferreto, entrevista de Crommie.

[867]

Ibid

.

[868]

Rivera, Mi arte, mi vida, p. 221.

[869]

Velasco y Polo, entrevista privada. El doctor Velasco y Polo, no el doctor Farill, amputó la pierna de Frida. Ya que él mismo era cojo, el doctor Farill no hacía amputaciones.

[870]

Flores Guerrero, Cinco pintores mexicanos

, p. 16.

[871]

Castro, «Carta a Frida Kahlo».

[872]

Tibón, entrevista privada, Cuernavaca, Morelos, México, julio de 1977.

[873]

Castro, «Carta a Frida Kahlo».

[874]

Morillo Safa, entrevista privada.

[875]

Martínez, entrevista privada.

[876]

El texto dice 1953, pero creo que Frida se equivocó de año, pues la anterior anotación tiene como fecha abril de 1954.

[877]

Ferreto, entrevista de Crommie.

[878]

Tibol, entrevista privada.

[879]

Castro, entrevista privada.

[880]

Zendejas, entrevista privada.

[881]

Ferreto, entrevista de Crommie.

[882]

Bambi, «Frida dice lo que sabe», p. 7.

[883]

Loló de la Torriente, «Recuerdos de Frida Kahlo», p. 9.

[884]

Robles, «La personalidad de Frida Kahlo».

[885]

Tibol, entrevista privada.

[886]

Ríos y Valles, entrevista privada.

[887]

Ella valoraba mucho este libro. En una lista de las cosas que quería hacer, expuesta en el Museo Frida Kahlo, la artista anotó que quería mandar encuadernar de nuevo El capital.

[888]

Ferreto, entrevista de Crommie. Es cierto que Frida tiró las muletas una vez, mientras pintaba El marxismo dará la salud a los enfermos.

No obstante, después de avanzar unos pasos, se cayó, agravando su condición, crítica ya (García Bustos, entrevista privada).

[889]

Ibid

.

[890]

Rodríguez, «Frida abjura del surrealismo».

[891]

Eugenia Farill, entrevista privada.

[892]

Tibol, «Frida Kahlo: En el segundo aniversario de su muerte». Según Tibol describió el cuadro, era un autorretrato en el que Frida llevaba pantalones de lana y un rebozo, montando guardia junto a un crematorio. Tibol también recuerda que Frida lo pintó en un pedazo de madera. A pesar de que esta descripción no se corresponde exactamente con la pintura existente titulada Los hornos de ladrillo

, parece probable que este y el que Tibol vio pintar a Frida en 1954 sean el mismo. Es posible que el autorretrato en el que su rostro aparece dentro de un girasol sea uno que se encuentra registrado por una fotografía. En él, se ve a Frida desnuda, con una mano en un girasol que le cubre los órganos genitales, y con pinceles y una máscara de sus propias facciones en la otra. Su rostro ha perdido dichos rasgos y se transforma en cuatro pétalos que irradian luz sobre las otras flores que llenan el fondo. Dolores Olmedo (entrevista privada) afirma que el cuadro representa el cuerpo de ella y el rostro de Frida (como máscara), además de que está relacionado con la idea de Rivera de que había cierta dualidad entre Dolores Olmedo y Frida: opuestos complementarios.

[893]

Morillo Safa, entrevista privada.

[894]

Ferreto, entrevista de Crommie.

[895]

Ibid

. Debido a su propio estado de salud, Ferreto no trabajaba con Frida en esa época.

[896]

Bambi, «Manuel, el chofer de Diego Rivera…», p. 5.

[897]

Radar, «Etcétera», 15 de julio de 1954.

[898]

Zendejas, entrevista privada.

[899]

Bambi, «Manuel, el chofer de Diego Rivera…», p. 1.

[900]

Ibid

.

[901]

Ibid

.

[902]

Tibol, Frida Kahlo: crónica

…, leyenda de una ilustración.

[903]

J. O., «Frida Kahlo, una vida de martirio».

[904]

González Ramírez, «Frida Kahlo o el imperativo de vivir», p. 25.

[905]

Bambi, «Manuel, el chofer de Diego Rivera…», p. 1.

[906]

El Nacional

, 14 de julio de 1954.

[907]

Rivera, Mi arte, mi vida

, p. 222.

[908]

Bambi, «Manuel, el chofer de Diego Rivera…», p. 1, 5.

[909]

Velasco y Polo, entrevista privada.

[910]

Bambi, «Manuel, el chofer de Diego Rivera…», p. 5.

[911]

Ibid

., p. 1. El doctor Velasco y Polo (entrevista privada) dijo que, cuando regresó a la casa después de la muerte de Frida, «estaba acostada en la cama. Me contaron que la encontraron muerta en la tina de baño. Aparentemente lo que pasó fue que le molestó la pierna, por lo que se levantó y fue al baño. Ahí se cayó y murió».

25

VIVA LA VIDA

[912]

Ella Paresce, carta a Bertram D. Wolfe, 23 de julio de 1954, Institución Hoover, Universidad de Stanford.

[913]

Wolfe, La fabulosa vida de Diego Rivera,

p. 321.

[914]

Marín, entrevista privada.

[915]

Campos, entrevista privada.

[916]

Kolko, entrevista de Crommie.

[917]

Ibid

.

[918]

Velasco y Polo, entrevista privada.

[919]

Castro, entrevista privada.

[920]

Wolfe, La fabulosa vida de Diego Rivera,

p.321. Este relato de los funerales de Frida se remite principalmente a lo recogido en La fabulosa vida de Diego Rivera

, de Wolfe, a las notas de prensa reunidas en el archivo de Isolda Kahlo y a entrevistas con Arturo García Bustos y el doctor Velasco y Polo.

[921]

Foto-Guión

, 48, recorte sin fecha de una revista, archivo de Isolda Kahlo.

[922]

Recorte de periódico sin fecha, archivo de Isolda Kahlo.

[923]

Contreras A., «Frida Kahlo, la artista del pincel, dejó de existir ayer», p. 19.

[924]

Iduarte, «Imagen de Frida Kahlo».

[925]

El poema de Pellicer comienza con este verso: «Si en tu vientre acampó la prodigiosa».

[926]

«El cadáver de la artista Frida Kahlo, incinerado en Dolores», p. 26.

[927]

Ibid

.

[928]

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