Conan

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La Mano de Nergal

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La Mano de Nergal

Robert E. Howard & Lin Carter, 1967

Conan ya ha conocido el sabor de la intriga hibórea. Al bárbaro le resulta evidente que no hay una diferencia esencial entre las razones de palacio y los móviles que impulsan a los individuos que frecuentan la Madriguera del Ratón, aunque los beneficios sean superiores en los lugares más importantes. Con un caballo y una cantidad de monedas de oro como recompensa del agradecido —y considerado— Murilo, el cimmerio emprende viaje para echar un vistazo al mundo civilizado, con el propósito de sacar de él el mayor provecho posible.

El Camino de los Reyes, que pasa serpenteando por los reinos hibóreos, lo conduce finalmente hacia el oeste y llega a Turan, donde entra a servir en los ejércitos del rey Yildiz. Al principio no se adapta a la vida militar, dado que es demasiado independiente y de genio violento y apasionado para someterse de buen grado a la disciplina. Además, puesto que por aquel entonces era solamente un jinete y arquero mediocre, en un contingente en el que destacan los arqueros montados, se ve relegado a una unidad de soldados irregulares y mal pagados. Sin embargo, pronto surge una ocasión que le permite demostrar su verdadero temple.

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