Lily

Lily


Capítulo 15

Página 17 de 29

Capítulo Quince

Lily había sentido la cercanía de alguien o algo con un aura tan oscura que la había espantado. No sabía qué era, pero estaba desesperada por alejarse tanto como fuera posible de aquello. Corrió hacia el castillo escudriñando a la multitud en busca de alguna señal de Kyle, sus tíos o sus primas. ¿Por qué no había prestado más atención a por dónde iba? Gritó con la esperanza de que el sonido de su voz llegara hasta Kyle. Cuando vio que tres caballos galopaban en su dirección suspiró aliviada. ¿Cuánto se había alejado? Dos de los caballos se dirigían directamente hacia ella, y el tercero se aproximaba por un lateral. Los que venían de frente la alcanzarían primero..

¿Por qué dos? Kyle iba en uno, podía sentirlo, pero ¿quién montaba el otro? ¿Su tío Logan? En cuanto se acercaron lo suficiente, reconoció a Kyle.

—Lily, ¿qué pasa?

Kyle había llegado a ella tan rápido como pudo. Lily pudo ver la tensión en su cuerpo, jadeante por el esfuerzo. Gracias a Dios que la había escuchado.

—¡Ayúdame, Kyle! ¡Por favor!

Le tendió los brazos mientras corría hacia él. Justo cuando detuvo su caballo, otro se cruzó por delante y el jinete se agachó para cogerla. Ella se apartó de un salto en el último instante porque aún no había podido distinguir de quién se trataba.

Abrumada por el terror, huyó a gritos del jinete desconocido. Los dos caballos se movían a su alrededor, haciéndole perder todo el sentido de la orientación, todo lo que pudo hacer fue extender los brazos hacia arriba en busca de su amor.

—¡Kyle! ¡Kyle!

—¡Lily! ¡Quédate quieta y te cogeré!

El jinete misterioso volvió a acercarse y ella gritó abrazándose a sí misma y cerrando los ojos. Escuchó cómo se desenvainaba una espada al tiempo que Kyle gritaba:

—¡Retrocede, Buchan! ¡No la tocarás!

—Solo intentaba de ayudarte.

Un silbido resonó en el aire seguido de una estampida de caballos, el repiqueteo de sus cascos hizo vibrar el suelo bajo los pies de Lily. Se cubrió la cabeza e hizo todo lo posible por mantenerse alejada de las dos fuerzas que bregaban a su alrededor mientras el resto de los guardias Ramsay iban a su encuentro.

Escuchó el relincho de un caballo junto a ella y abrió los ojos un momento, justo a tiempo para verlo encabritarse sobre sus patas traseras. Temiendo ser pisoteada, corrió en la dirección contraria, pero había demasiadas bestias alrededor y no sabía qué hacer. Entonces una voz se abrió paso entre el caos.

Era Kyle, su salvador.

—¡Lily, quédate quieta! ¿¡Me oyes!?

Estaba paralizada. Hizo lo que Kyle le pedía y rezó para que la rescatara de aquella locura. Un brazo la alcanzó y la levantó en el aire como si no fuera más que una ligera mariposa antes de depositarla en la silla. Sabía que era Kyle. Miró por encima del hombro para sonreírle, aunque lo que quería hacer era aferrarse a él y no soltarlo nunca más.

—Aguanta, mi amor. Ya te tengo.

Lily se arropó contra su poderoso pecho y cerró los ojos para protegerse de todo el polvo que volaba por el aire. Su tío Logan apareció junto a ellos gritando:

—¿¡Está bien!?

Kyle la miró y ella le apretó la mano asintiendo.

—¡A los establos! —bramó Logan, y fue tras Gwyneth y sus hijas.

Lily seguía petrificada. No tenía ni idea de dónde le había llegado aquella energía tan perversa, pero allí estaba, no le cabía la menor duda. El hombre que había intentado secuestrarla en dos ocasiones se encontraba entre la multitud. Enterró la cara en el pecho de Kyle rebotando contra él, deseaba desesperadamente que la sacara de allí y que la llevara a casa.

En cuanto llegaron a los establos, Logan llevó a sus guardias a un lado dejando a Gwyneth y a las muchachas con Lily y Kyle

—Lily, ¿te encuentras bien? —preguntó Gwyneth.

Ella apartó de Kyle su rostro bañado en lágrimas para asentir a su tía, pero no pudo soportar soltarse de su cintura. Cuando él detuvo el caballo, le pasó la mano por la espalda y descansó el mentón sobre su cabeza abrazándola estrechamente, como a ella más le gustaba.

—Lily, ¿quiénes eran esos otros que te rodeaban? —preguntó Molly.

Sorcha añadió:

—¡Nunca había visto semejante tumulto a caballo! Tenía mucho miedo de que te aplastaran. Ese hombre, el del caballo que se encabritó, no pude ver quién era... ¡Pensé que te había herido!

—¿Qué pasó, Lily? —preguntó Logan cuando regresó con ellos.

—Él estaba allí.

—¿Quién?

Abandonó la seguridad del pecho de Kyle un momento para hablar con ellos.

—El que intentó secuestrarme.

—¿Cuál era? No había nadie en el prado aparte de ti. ¿Te gritó desde uno de los laterales?

Ella negó con la cabeza.

—Lily… —susurró Kyle—. Ayúdanos a encontrarlo, cariño.

Ella los miró a cada uno.

—No me vais a creer.

—Lily, debes decirnos lo que sabes —dijo Logan—. No podemos ayudarte si no lo haces.

Ella moqueó y cerró los ojos llenos de lágrimas que inundaban sus mejillas.

—No lo vi en ningún momento, pero pude sentirlo. Estaba allí. Tiene una presencia maligna. —Miró a su tío para ver si le creía, pero se dio cuenta de que no lo hacía—. Tío Logan, sabía que no me ibas a tomar en serio.

Él acercó su caballo a ella.

—Lily, no es que no te crea, sino que no lo entiendo.

¿Pero cómo podía explicar una sensación como esa? No había ninguna prueba tangible de la presencia del hombre, sin embargo, sabía que era él. Concluyó que era demasiado complicado expresarlo con palabras.

—Por favor, llevadme a casa. ¡Odio este lugar! Quiero volver a ver a papá.

No tardaron mucho en recoger sus pertenencias y marcharse. Molly, bendita sea, incluso había cabalgado de vuelta al prado junto a su padre para recuperar las cintas de Lily.

Aquella noche se detuvieron en un claro. Los guardias estaban ocupados asando conejos y Lily se sentó en un tronco junto a Kyle. Le tomó la mano y le preguntó:

—¿Quién era el hombre del otro caballo? Sé que me lo dijiste, pero no podía enfocarme en nada esta mañana.

Logan y Gwyneth estaban sentados en otro tronco frente a ellos, Molly y Sorcha acababan de regresar del bosque con un saco lleno de frutos secos y bayas y se afanaban en clasificarlos.

—No, no pudiste concentrarte en mí en absoluto —dijo Kyle con una sonrisa—. Debías de estar agotada por lo ocurrido en el prado porque nunca te había visto dormir tanto. Dormiste durante todo el viaje.

—Me mantuviste en vela la otra noche, ¿o no lo recuerdas? —susurró ella—. Necesitaba recuperar el sueño.

Molly la miró brevemente y Lily se preguntó si los habría oído, pero al menos Gwyneth y Logan parecían demasiado absortos en su propia conversación como para prestarles atención.

Con la boca llena de bayas, Sorcha preguntó:

—Sí, ¿quién era aquel tonto que intentó subir a Lily a su caballo?

—Cormag Buchan —respondió Kyle—. El muchacho que dice que quiere unirse a otro clan. No estoy seguro de confiar en él, pero ¿quién podría culparlo por querer dejar a los Buchan?

—¿Pero por qué iba detrás de Lily? —preguntó Molly.

—Dijo que intentaba ayudar. Estábamos conversando a un lado del prado cuando Lily empezó a correr. Realmente no creo que tuviera ninguna mala intención.

—Él no me gusta —declaró Lily.

—Bueno, no puedo decir que apruebe lo que hizo, pero tiende a poner a la gente nerviosa el que una muchacha empiece a gritar así. No teníamos ni idea de lo que te estaba pasando.

Sorcha soltó una risita mientras le lanzaba una baya a Lily.

—Por un momento pensé que se trataba de una abeja, por la forma en que te volviste loca y arrojaste tus cintas.

—Gracias por recuperarlas, Molly. No podría soportar perderlas.

Miró tímidamente a Kyle, pero él no dijo nada.

La verdad era que no podía explicar lo que le había sucedido en aquel prado. Simplemente sabía que algo iba mal. Era como si un oscuro telón hubiera caído sobre su felicidad en un instante.

Se incorporó y susurró a Kyle:

—Tengo que ocuparme de mis necesidades.

—Iré contigo.

—No, déjame ir sola. Es muy embarazoso tenerte cerca escuchándome. —Le dio un suave golpe en el costado.

Molly se levantó de un salto.

—Yo también tengo que ir. Podemos ir juntas. ¿Te parece bien, Kyle?

Él frunció el ceño, pero Lily le tiró de la mano:

—¡Por favor! Si no volvemos enseguida, puedes seguirnos.

—Te seguiré te guste o no, pero, si Molly está contigo, me quedaré un poco más lejos —dijo refunfuñando.

La risa ronca de Logan inundó el claro. Esa vez había escuchado.

Molly cogió a Lily de la mano y la llevó a un rincón apartado, detrás de un grupo de arbustos.

—Si hablamos todo el rato, Kyle no podrá escuchar nada más.

Lily se rio.

—¡Qué gran idea! ¿Qué clase de bayas habéis encontrado en el bosque?

Siguieron conversando hasta que acabaron con sus menesteres. En cuanto Lily estuvo lista, se puso de pie. Oyó unos crujidos entre los arbustos. Molly estaba cerca, pero venían desde la dirección contraria.

—¿Kyle?

Nadie contestó.

—¿¡Kyle!?

Molly se reunió con ella y las dos se acurrucaron entre los arbustos.

—¡Kyle! ¿¡A dónde demonios te has ido!?

Se oyeron más ruidos y Molly le cogió la mano:

—¡Vamos! Tenemos que regresar —le dijo—. Debe estar jugándonos una broma.

Lily la siguió, pero tan pronto como se volvieron para dirigirse al campamento, dos extraños aparecieron de entre los arbustos y se abalanzaron sobre ellas. Los dos estaban mugrientos y eran aterradores. Lily soltó la mano de Molly y, en un ataque de pánico, empezó a gritar y a correr alejándose de ellos, pero acabó en los brazos de otro hombre, y este le susurró:

—No te preocupes, ya te he dicho que te amo. Te amaré siempre.

Lily se quedó conmocionada viendo la cara del joven. Abrió la boca para gritar, pero un dolor cegador le atravesó el cráneo y el mundo se tornó negro.

Ir a la siguiente página

Report Page