Grey

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Martes, 24 de mayo de 2011

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Martes, 24 de mayo de 2011

La idea de ubicar la planta de componentes electrónicos en Detroit me resulta deprimente. Odio Detroit; solo guardo malos recuerdos de esa ciudad, recuerdos que pongo todo mi maldito empeño en olvidar. Afloran a la superficie, sobre todo de noche, para recordarme lo que soy y de dónde vengo.

Aunque lo cierto es que Michigan ofrece unos excelentes incentivos fiscales. Las propuestas que aparecen en este informe resultan muy tentadoras. Lo dejo sobre la mesa de comedor y bebo un sorbo de mi Sancerre. Mierda. Está caliente. Es muy tarde, debería dormir. Cuando me levanto y me desperezo, oigo el aviso de correo entrante de mi ordenador. Ha llegado un e-mail. Podría ser de Ros, así que decido echarle un rápido vistazo.

Es de Ana. ¿Por qué sigue aún despierta?

De: Anastasia Steele

Fecha: 24 de mayo de 2011 00:02

Para: Christian Grey

Asunto: Objeciones

 

Querido señor Grey:

Aquí está mi lista de objeciones. Espero que el miércoles las discutamos con calma en nuestra cena.

Los números remiten a las cláusulas:

¿Se está refiriendo nada menos que a las cláusulas? La señorita Steele lo ha revisado a conciencia. Abro una copia en la pantalla para consultarlo.

CONTRATO

A día _________ de 2011 («fecha de inicio»)

ENTRE

EL SR. CHRISTIAN GREY, con domicilio en el Escala 301, Seattle, 98889 Washington

(«el Amo»)

Y LA SRTA. ANASTASIA STEELE, con domicilio en SW Green Street 1114, apartamento 7, Haven Heights, Vancouver, 98888 Washington

(«la Sumisa»)

LAS PARTES ACUERDAN LO SIGUIENTE

1. Los puntos siguientes son los términos de un contrato vinculante entre el Amo y la Sumisa.

TÉRMINOS FUNDAMENTALES

2. El propósito fundamental de este contrato es permitir que la Sumisa explore su sensualidad y sus límites de forma segura, con los debidos respeto y consideración por sus necesidades, sus límites y su bienestar.

3. El Amo y la Sumisa acuerdan y admiten que todo lo que suceda bajo los términos de este contrato será consensuado y confidencial, y estará sujeto a los límites acordados y a los procedimientos de seguridad que se contemplan en este contrato. Pueden añadirse límites y procedimientos de seguridad adicionales.

4. El Amo y la Sumisa garantizan que no padecen infecciones sexuales ni enfermedades graves, incluyendo VIH, herpes y hepatitis, entre otras. Si durante la vigencia del contrato (como se define abajo) o de cualquier ampliación del mismo una de las partes es diagnosticada o tiene conocimiento de padecer alguna de estas enfermedades, se compromete a informar a la otra inmediatamente y en todo caso antes de que se produzca cualquier tipo de contacto entre las partes.

5. Es preciso cumplir las garantías y los acuerdos anteriormente mencionados (y todo límite y procedimiento de seguridad adicional acordado en la cláusula 3). Toda infracción invalidará este contrato con carácter inmediato, y ambas partes aceptan asumir totalmente ante la otra las consecuencias de la infracción.

6. Todos los puntos de este contrato deben leerse e interpretarse a la luz del propósito y los términos fundamentales establecidos en las cláusulas 2-5.

FUNCIONES

7. El Amo será responsable del bienestar y del entrenamiento, la orientación y la disciplina de la Sumisa. Decidirá el tipo de entrenamiento, la orientación y la disciplina, y el momento y el lugar de administrarlos, atendiendo a los términos acordados, los límites y los procedimientos de seguridad establecidos en este contrato o añadidos en la cláusula 3.

8. Si en algún momento el Amo no mantiene los términos acordados, los límites y los procedimientos de seguridad establecidos en este contrato o añadidos en la cláusula 3, la Sumisa tiene derecho a finalizar este contrato inmediatamente y a abandonar su servicio al Amo sin previo aviso.

9. Atendiendo a esta condición y a las cláusulas 2-5, la Sumisa tiene que obedecer en todo al Amo. Atendiendo a los términos acordados, los límites y los procedimientos de seguridad establecidos en este contrato o añadidos en la cláusula 3, debe ofrecer al Amo, sin preguntar ni dudar, todo el placer que este le exija, y debe aceptar, sin preguntar ni dudar, el entrenamiento, la orientación y la disciplina en todas sus formas.

INICIO Y VIGENCIA

10. El Amo y la Sumisa firman este contrato en la fecha de inicio, conscientes de su naturaleza y comprometiéndose a acatar sus condiciones sin excepción.

11. Este contrato será efectivo durante un período de tres meses desde la fecha de inicio («vigencia del contrato»). Al expirar la vigencia, las partes comentarán si este contrato y lo dispuesto por ellos en el mismo son satisfactorios y si se han satisfecho las necesidades de cada parte. Ambas partes pueden proponer ampliar el contrato y ajustar los términos o los acuerdos que en él se establecen. Si no se llega a un acuerdo para ampliarlo, este contrato concluirá y ambas partes serán libres para seguir su vida por separado.

DISPONIBILIDAD

12. La Sumisa estará disponible para el Amo desde el viernes por la noche hasta el domingo por la tarde, todas las semanas durante la vigencia del contrato, a horas a especificar por el Amo («horas asignadas»). Pueden acordarse mutuamente más horas asignadas adicionales.

13. El Amo se reserva el derecho a rechazar el servicio de la Sumisa en cualquier momento y por las razones que sean. La Sumisa puede solicitar su liberación en cualquier momento, liberación que quedará a criterio del Amo y estará exclusivamente sujeta a los derechos de la Sumisa contemplados en las cláusulas 2-5 y 8.

UBICACIÓN

14. La Sumisa estará disponible a las horas asignadas y a las horas adicionales en los lugares que determine el Amo. El Amo correrá con todos los costes de viaje en los que incurra la Sumisa con este fin.

PRESTACIÓN DE SERVICIOS

15. Las dos partes han discutido y acordado las siguientes prestaciones de servicios, y ambas deberán cumplirlas durante la vigencia del contrato. Ambas partes aceptan que pueden surgir cuestiones no contempladas en los términos de este contrato ni en la prestación de servicios, y que determinadas cuestiones podrán renegociarse. En estas circunstancias, podrán proponerse cláusulas adicionales a modo de enmienda. Ambas partes deberán acordar, redactar y firmar toda cláusula adicional o enmienda, que estará sujeta a los términos fundamentales establecidos en las cláusulas 2-5.

AMO

15.1. El Amo debe priorizar en todo momento la salud y la seguridad de la Sumisa. El Amo en ningún momento exigirá, solicitará, permitirá ni pedirá a la Sumisa que participe en las actividades detalladas en el Apéndice 2 o en toda actividad que cualquiera de las dos partes considere insegura. El Amo no llevará a cabo, ni permitirá que se lleve a cabo, ninguna actividad que pueda herir gravemente a la Sumisa o poner en peligro su vida. Los restantes subapartados de esta cláusula 15 deben leerse atendiendo a esta condición y a los acuerdos fundamentales de las cláusulas 2-5.

15.2. El Amo acepta el control, el dominio y la disciplina de la Sumisa durante la vigencia del contrato. El Amo puede utilizar el cuerpo de la Sumisa en cualquier momento durante las horas asignadas, o en horas adicionales acordadas, de la manera que considere oportuno, en el sexo o en cualquier otro ámbito.

15.3. El Amo ofrecerá a la Sumisa el entrenamiento y la orientación necesarios para servir adecuadamente al Amo.

15.4. El Amo mantendrá un entorno estable y seguro en el que la Sumisa pueda llevar a cabo sus obligaciones para servir al Amo.

15.5. El Amo puede disciplinar a la Sumisa cuanto sea necesario para asegurarse de que la Sumisa entiende totalmente su papel de sumisión al Amo y para desalentar conductas inaceptables. El Amo puede azotar, zurrar, dar latigazos y castigar físicamente a la Sumisa si lo considera oportuno por motivos de disciplina, por placer o por cualquier otra razón, que no está obligado a exponer.

15.6. En el entrenamiento y en la administración de disciplina, el Amo garantizará que no queden marcas en el cuerpo de la Sumisa ni heridas que exijan atención médica.

15.7. En el entrenamiento y en la administración de disciplina, el Amo garantizará que la disciplina y los instrumentos utilizados para administrarla sean seguros, no los utilizará de manera que provoquen daños serios y en ningún caso podrá traspasar los límites establecidos y detallados en este contrato.

15.8. En caso de enfermedad o herida, el Amo cuidará a la Sumisa, vigilará su salud y su seguridad, y solicitará atención médica cuando lo considere necesario.

15.9. El Amo cuidará de su propia salud y buscará atención médica cuando sea necesario para evitar riesgos.

15.10. El Amo no prestará su Sumisa a otro Amo.

15.11. El Amo podrá sujetar, esposar o atar a la Sumisa en todo momento durante las horas asignadas o en cualquier hora adicional por cualquier razón y por largos períodos de tiempo, prestando la debida atención a la salud y la seguridad de la Sumisa.

15.12. El Amo garantizará que todo el equipamiento utilizado para el entrenamiento y la disciplina se mantiene limpio, higiénico y seguro en todo momento.

SUMISA

15.13. La Sumisa acepta al Amo como su dueño y entiende que ahora es de su propiedad y que está a su disposición cuando al Amo le plazca durante la vigencia del contrato en general, pero especialmente en las horas asignadas y en las horas adicionales acordadas.

15.14. La Sumisa obedecerá las normas establecidas en el Apéndice 1 de este contrato.

15.15. La Sumisa servirá al Amo en todo aquello que el Amo considere oportuno y debe hacer todo lo posible por complacer al Amo en todo momento.

15.16. La Sumisa tomará las medidas necesarias para cuidar su salud, solicitará o buscará atención médica cuando la necesite, y en todo momento mantendrá informado al Amo de cualquier problema de salud que pueda surgir.

15.17. La Sumisa garantizará que toma anticonceptivos orales, y que los toma como y cuando es debido para evitar quedarse embarazada.

15.18. La Sumisa aceptará sin cuestionar todas y cada una de las acciones disciplinarias que el Amo considere necesarias, y en todo momento recordará su papel y su función ante el Amo.

15.19. La Sumisa no se tocará ni se proporcionará placer sexual sin el permiso del Amo.

15.20. La Sumisa se someterá a toda actividad sexual que exija el Amo, sin dudar y sin discutir.

15.21. La Sumisa aceptará azotes, zurras, bastonazos, latigazos o cualquier otra disciplina que el Amo decida administrar, sin dudar, preguntar ni quejarse.

15.22. La Sumisa no mirará directamente a los ojos al Amo excepto cuando se le ordene. La Sumisa debe bajar la mirada, guardar silencio y mostrarse respetuosa en presencia del Amo.

15.23. La Sumisa se comportará siempre con respeto hacia el Amo y solo se dirigirá a él como señor, señor Grey o cualquier otro apelativo que le ordene el Amo.

15.24. La Sumisa no tocará al Amo sin su expreso consentimiento.

ACTIVIDADES

16. La Sumisa no participará en actividades o actos sexuales que cualquiera de las dos partes considere inseguras ni en las actividades detalladas en el Apéndice 2.

17. El Amo y la Sumisa han comentado las actividades establecidas en el Apéndice 3 y hacen constar por escrito en el Apéndice 3 su acuerdo al respecto.

PALABRAS DE SEGURIDAD

18. El Amo y la Sumisa admiten que el Amo puede solicitar a la Sumisa acciones que no puedan llevarse a cabo sin incurrir en daños físicos, mentales, emocionales, espirituales o de otro tipo en el momento en que se le solicitan. En este tipo de circunstancias, la Sumisa puede utilizar una palabra de seguridad. Se incluirán dos palabras de seguridad en función de la intensidad de las demandas.

19. Se utilizará la palabra de seguridad «Amarillo» para indicar al Amo que la Sumisa está llegando al límite de resistencia.

20. Se utilizará la palabra de seguridad «Rojo» para indicar al Amo que la Sumisa ya no puede tolerar más exigencias. Cuando se diga esta palabra, la acción del Amo cesará totalmente con efecto inmediato.

CONCLUSIÓN

21. Los abajo firmantes hemos leído y entendido totalmente lo que estipula este contrato. Aceptamos libremente los términos de este contrato y con nuestra firma damos nuestra conformidad.

El Amo: Christian Grey

Fecha

La Sumisa: Anastasia Steele

Fecha

APÉNDICE 1

NORMAS

Obediencia:

La Sumisa obedecerá inmediatamente todas las instrucciones del Amo, sin dudar, sin reservas y de forma expeditiva. La Sumisa aceptará toda actividad sexual que el Amo considere oportuna y placentera, excepto las actividades contempladas en los límites infranqueables (Apéndice 2). Lo hará con entusiasmo y sin dudar.

Sueño:

La Sumisa garantizará que duerme como mínimo ocho horas diarias cuando no esté con el Amo.

Comida:

Para cuidar su salud y su bienestar, la Sumisa comerá frecuentemente los alimentos incluidos en una lista (Apéndice 4). La Sumisa no comerá entre horas, a excepción de fruta.

Ropa:

Durante la vigencia del contrato, la Sumisa solo llevará ropa que el Amo haya aprobado. El Amo ofrecerá a la Sumisa un presupuesto para ropa, que la Sumisa debe utilizar. El Amo acompañará a la Sumisa a comprar ropa cuando sea necesario. Si el Amo así lo exige, mientras el contrato esté vigente, la Sumisa se pondrá los adornos que le exija el Amo, en su presencia o en cualquier otro momento que el Amo considere oportuno.

Ejercicio:

El Amo proporcionará a la Sumisa un entrenador personal cuatro veces por semana, en sesiones de una hora, a horas convenidas por el entrenador personal y la Sumisa. El entrenador personal informará al Amo de los avances de la Sumisa.

Higiene personal y belleza:

La Sumisa estará limpia y depilada en todo momento. La Sumisa irá a un salón de belleza elegido por el Amo cuando este lo decida y se someterá a cualquier tratamiento que el Amo considere oportuno. El Amo correrá con todos los gastos.

Seguridad personal:

La Sumisa no beberá en exceso, ni fumará, ni tomará sustancias psicotrópicas, ni correrá riesgos innecesarios.

Cualidades personales:

La Sumisa solo mantendrá relaciones sexuales con el Amo. La Sumisa se comportará en todo momento con respeto y humildad. Debe comprender que su conducta influye directamente en la del Amo. Será responsable de cualquier fechoría, maldad y mala conducta que lleve a cabo cuando el Amo no esté presente.

 

El incumplimiento de cualquiera de las normas anteriores será inmediatamente castigado, y el Amo determinará la naturaleza del castigo.

APÉNDICE 2

Límites infranqueables

Actos con fuego.

Actos con orina, defecación y excrementos.

Actos con agujas, cuchillos, perforaciones y sangre.

Actos con instrumental médico ginecológico.

Actos con niños y animales.

Actos que dejen marcas permanentes en la piel.

Actos relativos al control de la respiración.

Actividad que implique contacto directo con corriente eléctrica (tanto alterna como continua), fuego o llamas en el cuerpo.

APÉNDICE 3

Límites tolerables

A discutir y acordar por ambas partes:

¿Acepta la Sumisa lo siguiente?

 

• Masturbación

• Penetración vaginal

• Cunnilingus

• Fisting vaginal

• Felación

• Penetración anal

• Ingestión de semen

• Fisting anal

 

¿Acepta la Sumisa lo siguiente?

 

• Vibradores

• Consoladores

• Dilatadores anales

• Otros juguetes vaginales/anales

 

¿Acepta la Sumisa lo siguiente?

 

• Bondage con cuerda

• Bondage con cinta adhesiva

• Bondage con muñequeras de cuero

• Otros tipos de bondage

• Bondage con esposas y grilletes

 

¿Acepta la Sumisa los siguientes tipos de bondage?

 

• Manos al frente

• Muñecas con tobillos

• Tobillos

• A objetos, muebles, etc.

• Codos

• Barras separadoras

• Manos a la espalda

• Suspensión

• Rodillas

 

¿Acepta la Sumisa que se le venden los ojos?

 

¿Acepta la Sumisa que se la amordace?

 

¿Cuánto dolor está dispuesta a experimentar la Sumisa?

 

1 equivale a que le gusta mucho y 5, a que le disgusta mucho:

1 - 2 - 3 - 4 - 5

 

¿Acepta la Sumisa las siguientes formas de dolor/castigo/disciplina?

 

• Azotes

• Azotes con pala

• Latigazos

• Azotes con vara

• Mordiscos

• Pinzas para pezones

• Pinzas genitales

• Hielo

• Cera caliente

• Otros tipos/métodos de dolor

 

Bueno, y ahora, sus objeciones.

2: No tengo nada claro que sea exclusivamente en MI beneficio, es decir, para que explore mi sensualidad y mis límites. Estoy segura de que para eso no necesitaría un contrato de diez páginas. Seguramente es para TU beneficio.

Tienes toda la razón. ¡Bien dicho, señorita Steele!

4: Como sabes, solo he practicado sexo contigo. No tomo drogas y nunca me han hecho una transfusión. Seguramente estoy más que sana. ¿Qué me dices de ti?

¡En eso también llevas razón! Y acabo de darme cuenta de que esta es la primera vez que no he tenido que preocuparme por el historial sexual de una compañera de cama. Bueno, esa es una de las ventajas de tirarse a una virgen.

8: Puedo dejarlo en cualquier momento si creo que no te ciñes a los límites acordados. De acuerdo, eso me parece muy bien.

Espero que no lleguemos a ese extremo, pero tampoco sería la primera vez que pasa.

9: ¿Obedecerte en todo? ¿Aceptar tu disciplina sin dudar? Tenemos que hablarlo.

11: Período de prueba de un mes, no de tres.

¿Un mes? Es poco tiempo. ¿Hasta dónde podríamos llegar en nuestros juegos en tan solo un mes?

12: No puedo comprometerme todos los fines de semana. Tengo vida propia, y seguiré teniéndola. ¿Quizá tres de cada cuatro?

¿Y entonces podrá relacionarse y salir con otros hombres? Se dará cuenta de lo que se está perdiendo… No tengo muy claro ese punto…

15.2: Utilizar mi cuerpo de la manera que consideres oportuna, en el sexo o en cualquier otro ámbito… Por favor, define «en cualquier otro ámbito».

15.5: Toda la cláusula sobre la disciplina en general. No estoy segura de que quiera ser azotada, zurrada o castigada físicamente. Estoy segura de que esto infringe las cláusulas 2-5. Y además eso de «por cualquier otra razón» es sencillamente mezquino… y me dijiste que no eras un sádico.

¡Mierda! Sigue leyendo, Grey…

15.10: Como si prestarme a alguien pudiera ser una opción. Pero me alegro de que lo dejes tan claro.

15.14: Sobre las normas, comento más adelante.

15.19: ¿Qué problema hay en que me toque sin tu permiso? En cualquier caso, sabes que no lo hago.

15.21: Disciplina: véase arriba cláusula 15.5.

15.22: ¿No puedo mirarte a los ojos? ¿Por qué?

15.24: ¿Por qué no puedo tocarte?

Normas:

Dormir: aceptaré seis horas.

Comida: no voy a comer lo que ponga en una lista. O la lista de los alimentos se elimina, o rompo el contrato.

Vaya, eso sí que va a ser un problema…

Ropa: de acuerdo, siempre y cuando solo tenga que llevar tu ropa cuando esté contigo.

Ejercicio: habíamos quedado en tres horas, pero sigue poniendo cuatro.

Límites tolerables:

¿Tenemos que pasar por todo esto? No quiero fisting de ningún tipo.

¿Qué es la suspensión? Pinzas genitales… debes de estar de broma.

¿Podrías decirme cuáles son tus planes para el miércoles? Yo trabajo hasta las cinco de la tarde.

Buenas noches.

 

Ana

 

Su respuesta me supone un alivio enorme. La señorita Steele ha pensado y analizado detenidamente todo esto, más que cualquier otra de las mujeres a las que les he presentado este contrato. Se ha comprometido de verdad. Parece tomárselo muy en serio, y tendremos mucho de que hablar el miércoles. La incertidumbre que he sentido esta tarde al salir de su apartamento está remitiendo. Aún hay esperanza para nuestra relación, pero primero… necesita dormir.

De: Christian Grey

Fecha: 24 de mayo de 2011 00:07

Para: Anastasia Steele

Asunto: Objeciones

 

Señorita Steele:

Es una lista muy larga. ¿Por qué está todavía despierta?

 

Christian Grey

Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.

Al cabo de unos minutos, su respuesta aparece en mi bandeja de entrada.

De: Anastasia Steele

Fecha: 24 de mayo de 2011 00:10

Para: Christian Grey

Asunto: Quemándome las cejas

 

Señor:

Si no recuerdo mal, estaba con esta lista cuando un obseso del control me interrumpió y me llevó a la cama.

 

Buenas noches.

Ana

Su e-mail me provoca grandes carcajadas, pero también me irrita enormemente. Es mucho más descarada por escrito y tiene un gran sentido del humor, pero esta mujer necesita dormir.

De: Christian Grey

Fecha: 24 de mayo de 2011 00:12

Para: Anastasia Steele

Asunto: Deja de quemarte las cejas

 

ANASTASIA, VETE A LA CAMA.

 

Christian Grey

Obseso del control y presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.

Pasan unos minutos y, cuando me convenzo de que por fin se ha ido a la cama intimidada por las mayúsculas de mi mensaje, me dirijo al dormitorio. Me llevo el portátil por si me responde otra vez.

Cuando me meto en la cama, cojo mi libro y me pongo a leer. Media hora después me doy por vencido. No logro concentrarme; mi cerebro vuelve una y otra vez a Ana, a cómo ha estado esta noche, y también a su e-mail.

Tengo que recordarle qué es lo que espero exactamente de nuestra relación. No quiero que se haga una idea equivocada. Ya me he apartado demasiado de mi objetivo.

«¿Vendrás a echarle una mano a Ana con la mudanza?». Las palabras de Kavanagh me recuerdan que alguien tiene unas expectativas poco realistas.

Pero ¿no podría ayudarlas con la mudanza?

No. Basta ya, Grey.

Abro el portátil y vuelvo a leer su e-mail de «Objeciones». Tengo que rebajar sus expectativas e intentar encontrar las palabras adecuadas para expresar cómo me siento.

Por fin, me viene la inspiración.

De: Christian Grey

Fecha: 24 de mayo de 2011 01:27

Para: Anastasia Steele

Asunto: Sus objeciones

 

Querida señorita Steele:

Tras revisar con más detalle sus objeciones, me permito recordarle la definición de sumiso:

sumiso: adjetivo.

1. inclinado o dispuesto a someterse; que obedece humildemente:

sirvientes sumisos.

2. que indica sumisión: una respuesta sumisa.

Origen: 1580-1590; someterse, sumisión.

Sinónimos: 1. obediente, complaciente, humilde. 2. pasivo, resignado, paciente, dócil, contenido. Antónimos: 1. rebelde, desobediente. Por favor, téngalo en mente cuando nos reunamos el miércoles.

 

Christian Grey

Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.

Ya está. Espero que le parezca ocurrente, pero el caso es que transmite lo que quiero decir.

Con ese pensamiento, apago la luz de la mesilla de noche, me quedo dormido y sueño.

Se llama Lelliot. Es mucho más grandote que yo. Se ríe. Y sonríe. Y grita. Y habla a todas horas. Habla todo el rato con mamá y papá. Es mi hermano. «¿Por qué no hablas?», dice Lelliot una y otra vez, y otra. «¿Es que eres tonto o qué?», dice Lelliot una y otra vez, y otra. Yo me tiro encima de él y le pego en la cara, una y otra vez, y otra. Él llora. Llora un montón. Yo no lloro. Yo nunca lloro. Mamá está enfadada conmigo. Tengo que sentarme al pie de la escalera. Tengo que quedarme allí sentado mucho, muchísimo rato. Pero Lelliot ya no vuelve a preguntarme nunca más por qué no hablo. Si cierro el puño, él echa a correr. A Lelliot le doy miedo. Sabe que soy un monstruo.

A la mañana siguiente, cuando vuelvo de correr, compruebo el correo electrónico antes de ducharme. No veo ningún mensaje de la señorita Steele, aunque solo son las siete y media de la mañana; tal vez sea algo temprano.

Grey, deja ya el tema. Céntrate un poco, anda.

Fulmino con la mirada al capullo de ojos grises que me mira desde el otro lado del espejo mientras me afeito. Ya vale. Olvídate de ella por hoy.

Tengo trabajo que hacer y una reunión a la que asistir a la hora del desayuno.

—Freddie estaba diciendo que tal vez Barney pueda tener listo un prototipo de la tableta dentro de un par de días —me informa Ros durante nuestra videoconferencia.

—Ayer estuve mirándome los planos de diseño y la verdad es que son impresionantes, pero me parece que todavía nos queda mucho trabajo por delante. Si lo hacemos bien, me cuesta imaginar hasta dónde podría llegar la tecnología y los enormes beneficios que supondría para países en vías de desarrollo.

—No te olvides del mercado doméstico —señala.

—Eso nunca.

—Christian, ¿cuánto tiempo vas a estar en Portland? —Ros parece bastante nerviosa—. ¿Se puede saber qué está pasando ahí abajo?

Mira primero a la webcam, pero inmediatamente desplaza la vista a la pantalla y la mira fijamente, en busca de alguna pista en la expresión de mi cara.

—Una fusión.

Trato de disimular mi sonrisa.

—¿Y Marco lo sabe?

Suelto un resoplido. Marco Inglis es el director de mi departamento de adquisiciones y fusiones.

—No. No es esa clase de fusión.

—Ah.

Ros se queda callada un momento y, a juzgar por su expresión, parece sorprendida.

Efectivamente. Es un asunto privado.

—Bueno, espero que tengas éxito —dice con una sonrisa burlona.

—Yo también —contesto con otra sonrisa—. Y, ahora, ¿podemos hablar de Woods?

Durante el año pasado, hemos adquirido tres empresas tecnológicas. Dos de ellas funcionan de maravilla, superando con creces todos los objetivos, y a la tercera le está costando más, a pesar del optimismo inicial de Marco. Lucas Woods es quien está al frente de ella, y ha resultado ser un idiota, todo fachada, sin ninguna sustancia. El dinero se le ha subido a la cabeza y ha perdido el norte y el liderazgo que su empresa había tenido hasta entonces en el sector de la fibra óptica. Mi instinto me aconseja liquidar los activos de la compañía, despedir a Woods y fusionar su división tecnológica con Grey Enterprises Holdings.

Ros, en cambio, cree que Woods necesita más tiempo, y nosotros también para otra planificación si vamos a liquidar su empresa e incluirla dentro de nuestra marca. Si lo hacemos, eso conllevará indemnizaciones por despido muy costosas.

—Creo que Woods ya ha tenido tiempo suficiente para reconducir la situación. El problema, sencillamente, es que se niega a aceptar la realidad —afirmo con rotundidad—. Tiene que irse, y me gustaría que Marco calculase los costes de la liquidación.

—Marco quería incorporarse a la conversación en esta parte de la llamada. Le diré que se conecte.

A las doce y media del mediodía, Taylor me lleva en el coche hasta la Estatal de Washington en Vancouver para almorzar con el director, el jefe del departamento de ciencias medioambientales y el subdirector adjunto de desarrollo económico. Cuando nos aproximamos al edificio por el camino de entrada, no puedo evitar mirar a todos los estudiantes que pasean por el campus para ver si localizo a la señorita Steele. Por desgracia no la veo; seguramente estará metida en la biblioteca leyendo un clásico. Imaginarla acurrucada en un rincón con un libro me resulta reconfortante. No ha respondido a mi último e-mail, pero estaba trabajando. Tal vez me envíe una respuesta después de almorzar.

Cuando aparcamos delante del edificio de Secretaría, me suena el teléfono. Es Grace. Nunca me llama entre semana.

—¿Mamá?

—Hola, cariño. ¿Cómo estás?

—Bien. A punto de entrar en una reunión.

—Tu secretaria me ha dicho que estabas en Portland. —Me habla en un tono lleno de esperanza.

Maldita sea. Cree que estoy con Ana.

—Sí, de viaje de negocios.

—¿Cómo está Anastasia?

¡Ya estamos!

—Bien, que yo sepa. ¿Qué querías?

Ay, Dios… Mi madre es otra de las personas cuyas expectativas tengo que mantener a raya.

—Mia vuelve a casa una semana antes de lo previsto, el sábado. Ese día me toca guardia y tu padre está fuera, en un congreso jurídico presidiendo una mesa redonda sobre filantropía y cooperación —dice.

—¿Quieres que vaya yo a recogerla?

—¿Podrías?

—Sí, claro. Dile que me envíe el día y la hora de su vuelo.

—Gracias, cariño. Saluda a Anastasia de mi parte.

—Tengo que dejarte. Adiós, mamá.

Cuelgo antes de que pueda hacerme alguna otra pregunta incómoda. Taylor abre la puerta del coche.

—Debería irme de aquí hacia las tres.

—Sí, señor Grey.

—¿Podrás ver a tu hija mañana, Taylor?

—Sí, señor.

Se le ilumina la cara, llena de orgullo paterno.

—Estupendo.

—Estaré aquí a las tres —me confirma.

Me dirijo al edificio de Secretaría de la universidad… Este va a ser un almuerzo muy largo.

Hoy he conseguido no pensar en Anastasia Steele, al menos de forma consciente. Bueno, casi. Durante el almuerzo, ha habido algún que otro momento en que nos he imaginado a los dos en mi cuarto de juegos. ¿Cómo lo llamó ella? «El cuarto rojo del dolor». Sacudo la cabeza, sonriendo, y abro el programa del correo. Esa mujer sabe cómo utilizar las palabras, pero de momento no hay ninguna suya en mi bandeja de entrada.

Me quito el traje y me pongo los pantalones de chándal dispuesto a entrenar en el gimnasio del hotel. Cuando estoy a punto de salir de la habitación, oigo el aviso de correo entrante. Es ella.

De: Anastasia Steele

Fecha: 24 de mayo de 2011 18:29

Para: Christian Grey

Asunto: Mis objeciones… ¿Qué pasa con las suyas?

 

Señor:

Le ruego que observe la fecha de origen: 1580-1590. Quisiera recordarle al Señor, con todo respeto, que estamos en 2011.

Desde entonces hemos avanzado un largo camino.

Me permito ofrecerle una definición para que la tenga en cuenta en nuestra reunión:

compromiso: sustantivo.

1. llegar a un entendimiento mediante concesiones mutuas; alcanzar un acuerdo ajustando exigencias o principios en conflicto u oposición mediante la recíproca modificación de las demandas. 2. el resultado de dicho acuerdo. 3. poner en peligro, exponer a un peligro, una sospecha, etc.: poner en un compromiso la integridad de alguien.

 

Ana

Menuda sorpresa, un correo provocador de la señorita Steele… Pero sigue en pie nuestra cena, lo cual es un alivio.

De: Christian Grey

Fecha: 24 de mayo de 2011 18:32

Para: Anastasia Steele

Asunto: ¿Qué pasa con mis objeciones?

 

Bien visto, como siempre, señorita Steele. Pasaré a buscarla por su casa a las siete en punto.

 

Christian Grey

Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.

Me suena el móvil. Es Elliot.

—Hola, campeón. Kate me ha pedido que te dé la tabarra con la mudanza.

—¿La mudanza?

—Kate y Ana, lo de echarles una mano con la mudanza, gilipollas.

Suelto un suspiro exageradamente dramático. La verdad es que es un auténtico cabrón.

—No puedo ayudar. Voy a recoger a Mia al aeropuerto.

—¿Qué? ¿Y no pueden ir mamá o papá?

—No. Mamá me ha llamado esta mañana.

—Entonces supongo que no hay nada más que hablar. No me llegaste a contar cómo te fue con Ana. ¿Al final conseguiste tir…?

—Adiós, Elliot.

Cuelgo el teléfono. No es asunto suyo y me espera un e-mail.

De: Anastasia Steele

Fecha: 24 de mayo de 2011 18:40

Para: Christian Grey

Asunto: 2011 - Las mujeres sabemos conducir

 

Señor:

Tengo coche y sé conducir.

Preferiría que quedáramos en otro sitio.

¿Dónde nos encontramos?

¿En su hotel a las siete?

 

Ana

¡Qué cansina es esta chica! Le contesto inmediatamente.

De: Christian Grey

Fecha: 24 de mayo de 2011 18:43

Para: Anastasia Steele

Asunto: Jovencitas testarudas

 

Querida señorita Steele:

Me remito a mi e-mail del 24 de mayo de 2011, enviado a la 01:27, y a la definición que contiene.

¿Cree que será capaz de hacer lo que se le diga?

 

Christian Grey

Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.

Tarda en responder, lo que no contribuye precisamente a mejorar mi humor.

De: Anastasia Steele

Fecha: 24 de mayo de 2011 18:49

Para: Christian Grey

Asunto: Hombres intratables

 

Señor Grey:

Preferiría conducir.

Por favor.

 

Ana

¿Intratable? ¿Yo? Joder… Si nuestro encuentro sale según lo previsto, su comportamiento rebelde será cosa del pasado. Teniendo eso muy presente, accedo a sus deseos.

De: Christian Grey

Fecha: 24 de mayo de 2011 18:52

Para: Anastasia Steele

Asunto: Hombres exasperados

 

Muy bien.

En mi hotel a las siete.

Nos vemos en el Marble Bar.

 

Christian Grey

Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.

De: Anastasia Steele

Fecha: 24 de mayo de 2011 18:55

Para: Christian Grey

Asunto: Hombres no tan intratables

 

Gracias.

 

Ana x

Y me veo recompensado con un beso. Haciendo caso omiso de los sentimientos que despierta eso en mí, le respondo diciendo que no hay de qué. Estoy de mucho mejor humor cuando me dirijo al gimnasio del hotel.

Me ha enviado un beso…

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