Carmina Burana

Carmina Burana


104 II

Página 64 de 157

1

0

4

I

I

<El fuego del amor>

El amante como víctima del amor y de la pasión. Sólo el sí de la amada puede curar su mal. Estrofas rítmicas de variada estructura.

1

Nuestro amor envejeció

hasta que, de manera deseada

renovada,

la chispecilla nueva

de una Venus nueva

me arrebató.

En esta llama encuentro la muerte

cuando gozosamente me hiere.

Por la belleza de su acción

la culpa se disculpa

y la furia de la pasión

redime su hermosura.

2

¡Ojalá

esta carga mía

pudiera Flora[309] conmigo experimentar,

pues de mí, su esclavo, esclavo sería!

Es, en verdad, el mayor consuelo

de cualquier dolor

encontrar un compañero

que se una a tu aflicción.

3

Dos veces recibe corrección

quien trata

de dar coces contra el aguijón.

Así que con razón padezco

y mil veces

recibo tormento

y más veces

a punto estoy de estar muerto.

¡Pon ya final, Venus, pon ya final,

que nuestro fuego ya alcanza

la ciudadela real!

Ir a la siguiente página

Report Page