matrimonio, timidez y perversión XLVIII 

matrimonio, timidez y perversión XLVIII 

@RelatosEroticosDRK


Capitulo (48)


-Tampoco entiendo porque diferencias entre Daniela y Judith –le comenté. -¿Qué quieres decir? –me preguntó no comprendiendo mi comentario. -Que reaccionas diferente según quién haga qué –le aclaréantes decías que buscabas si se producía algún contacto o acercamiento con Judith y parecía excitarte la idea que se produjera. En cambio, te digo que Daniela sí lo hizo y te cabreas. ¿Por qué? Sara pareció meditar lo que le había dicho y, al cabo de un buen rato, negó con su cabeza. -Puede que tengas razón… pero no sé decirte porqué, ni me había dado cuenta, la verdad… -me dijo- quizás tenga que ver con que es mi compañera de trabajo y rival por el ascenso y, en cambio, Judith mi mejor amiga, alguien de confianza… pero no lo sé, es algo irracional… -Es lo que me pasa a mí con Roberto y Rubén… -¿En serio? –Dijo ella- ¿tanto te desagrada Roberto? -Sí. Como dices tú, es algo que me sale de dentro. Creo que si anoche, en lugar de él hubiera sido Rubén el que estaba intentando besarte, quizás no hubiera dicho nada… -le confesé. -¿Hubieras dejado que me besara? ¿Qué siguiera metiéndome mano y vete tú a saber qué más? –me preguntó atónita. -No lo sé, Sara –le respondí- pero estoy seguro que ese grito que salió de dentro de mí fue por él. Yo estaba totalmente perdido en manos de Daniela, sin poder de reacción… y verte en las garras de ese ser… fue algo como instintivo y creo que con Rubén, eso no hubiera salido de mí… Sara pareció meditar mis palabras, creo que comprendió mi punto de vista y lo comparó con lo que ella sentía respecto a su compañera y su amiga. -Creo que entiendo lo que dices y que es comparable a lo mío –me reveló- yo tampoco sé si me hubiera molestado al verte con Judith como hice al verte con Daniela… joder, si es que me lo imagino y hasta me excito… Y se puso a reír, liberando la tensión que íbamos acumulando con aquella conversación que estábamos teniendo y yo no pude evitar unirme a ella. Fue un momento extraño pero liberador, incluso diría que unificador. Como si estuviéramos sellando la brecha abierta la pasada noche. -Continua, por favor –me pidió una vez recuperados de aquel momento de distensión. -Por donde iba… ah sí… el baño –recuperé el punto por donde lo habíamos dejado- otro momento embarazoso… ahí la cagué pero bien… -¿Qué pasó? -Nos quedamos solos los tres hombres y Roberto no tardó en comentar lo buenas que estabais, la suerte que teníamos y, espoleado por Rubén, empezó a decir las cosas que le gustaría hacerle a Daniela si ella se prestaba a ello… -Joder, como sois los hombres… -dijo Sara con hastío. -Si te sirve de consuelo yo no dije nada pero, ante mi silencio y cogiéndome por sorpresa, Roberto me preguntó por nosotros –le dije ante su atónita mirada- no le dije nada, no quise dar pie a nada pero volvió a la carga con un comentario del tipo que tenías pinta de ser una mojigata y una estrecha… -Será cabrón… -espetó ella. -Sí pero consiguió lo que quería que era picarme –le confeséfuera por su comentario, por el alcohol, por la calentura acumulada durante la noche… no lo sé… solo sé que caí en su trampa y le insinué que eras una fiera en la cama… ¿cómo fue lo que dije?... ah sí… señora en la calle y puta en la cama… -¿En serio le dijiste eso? –Me preguntó aunque tampoco parecía molesta- ¿De verdad crees eso? -Bueno… sí… -dije no sabiendo muy bien cómo iba a reaccionar- tienes que reconocer que cuando te pones, te conviertes en una auténtica bestia sexual… Miré a mi mujer buscando su reacción, el inicio de su enfado pero lo que me encontré fue que me miraba con excitación, como si le hubiera agradado mi comentario. -¿No estás enfadada? –le pregunté sorprendido. -Debería pero no… no sé, me parece hasta bonito que pienses así de mí –se sinceró- otra cosa es que vayas por ahí contando ese tipo de cosas de tu mujer… -Lo sé pero no pude evitarlo y me recriminé al momento de salir esas palabras de mi boca… pero el mal ya estaba hecho –le dije- me escabullí al instante al baño y por eso no estaba cuando volvisteis vosotras. -Ahora entiendo las ansias de Roberto por sacarme a bailar – dijo Sara- entre el vestido y pensar que yo era una zorra en potencia… -Lo siento –dije sinceramente. -No pasa nada –dijo ella cogiéndome la mano con cariñoanoche hicimos muchas cosas que no debimos hacer pero no vale la pena fustigarse por eso… aprendamos de los errores para no volver a repetirlos… -Es fácil decirlo… -Lo sé, yo también tengo mucho de lo que arrepentirme –dijo Sara- pero sigue contando, quiero saber cómo nos encontrasteis y como acabaste con la mano de Daniela en tu polla… -Bueno, lo de encontrarte ya te lo puedes imaginar… Daniela –continué- fue ella la que me dijo, cuando llegué y me puse nervioso al ver que no estabas, que estabas bailando pero no me dijo con quién… que si quería averiguarlo debía bailar con ella… Sara asintió como si fuera una cosa normal en ella, algo que esperar de su compañera de trabajo. -No me pude negar, necesitaba saber dónde estabas – proseguí- así que me dejé guiar por ella hasta la zona donde más tarde os localizaría aunque, claro, antes tenía que hacérmelo pasar mal. Primero, el baile fue un cuerpo a cuerpo desde el inicio, pero no podía decir nada o no te encontraría así que callé y, como he dicho antes, no soy de piedra… sus pechos, sus muslos, sus manos… -Creo que me hago una idea –me cortó Sara. -Lo siento pero tú tampoco te has cortado mucho… -le recriminé. -Tienes razón, no volverá a pasar –dijo reconociendo la realidad. -Después, siguiendo alargando el momento guiándome hacia donde no debía aunque yo no lo sabía –seguí contandocuando vi a Rubén dándose el lote con alguien que no era capaz de distinguir, se paró todo a mi alrededor momento que Daniela aprovechó para rozar con su cuerpo mi entrepierna donde ya tenía la polla dura… -Pero yo no estaba con Rubén… -Eso lo descubrí después de unos interminables segundos en que me metió mano a placer sin oposición por mi parte –dije yo- cuando descubrí quién era sentí alivio por una parte pero, por otro lado… -Si no estaba con Rubén significaba que estaba con Roberto –concluyó ella- ¿pero no decías que no te molestaba el pensar que estuviera con Rubén? -Sara, una cosa es una fantasía y otra la realidad. Una cosa es imaginarte a tu mujer besándose con alguien y otra verla en carne y hueso –intenté aclararle- tú misma, te excita pensar en Judith conmigo pero ¿qué pasaría si lo vieras en persona? -Entiendo… -Daniela no me dio a tiempo a reaccionar y me guió a vuestra presencia –continué- tienes que entender que yo estaba como en estado de shock y que era ella la que dominaba por completo la situación… -Ya me doy cuenta… -Me tranquilizó algo ver que vuestras manos aún estaban en las cinturas y que todo parecía bajo control aunque estabais demasiado cerca para mi gusto –seguí contando- pero no iba a durar, él se acercó a tu oído y empezó con su retahíla que antes me has contado, sus manos buscando tu culo… -Y Daniela aprovechó el momento… Continuará… 

Report Page