conocer el mundo liberal

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Conferencia Sexo, consentimiento y Estado liberal

Las cosas cambian cuando se refieren a encuentros posteriores, un 41% de las polacas sí se muestra más disponible a tal posibilidad si se da una segunda ocasión. Como define, "todas esas personas que no son del ambiente liberal son amigos verticales". Otra

de las principales características es que para estas parejas no hay

exclusividad sexual, sin embargo, sí que la hay en la parte emocional de

la relación.

Joyce lo considera "todo lo que se sale de lo normativo", "desde prácticas sexuales diferentes como el BDSM o el fetichismo, hasta parejas liberales que quieran abrir su relación sexualmente, e incluso gente que está dentro del poliamor, que no es exclusivamente sexual pero sí que se sale de lo normativo". "Podríamos decir que es un cajón desastre de lo no normativo", concluye. El ambiente swinger cuenta cada vez con más adeptos en España y en los últimos años están creciendo tanto los clubs liberales donde se reúnen como otras iniciativas, como hoteles, experiencias o webs especializadas en el encuentro liberal y el intercambio de parejas. Tenemos que asumir y concienciarnos de que hacer siempre lo mismo en cama aburre a cualquiera, y a veces no está mal una ayudita extra para ponernos a tono y vencer la monotonía. Las relaciones sexuales múltiples son una opción muy válida para aquellas parejas que son lo suficientemente fuertes y estables como para que el acostarse con otras personas no signifique nada de nada, al fin y al cabo, hablamos de disfrutar con la experiencia, no de pasarlo mal. En el sexo las reglas están para romperse, pero en general nos cuesta ir más allá de imaginarnos a una pareja en actitud explícita cuando oímos la palabra sexo.

Al igual que no abandonar preservativos usados y limpiar o avisar para que se limpie adecuadamente la zona utilizada. Tanto en el local como al decidir con nuestra pareja si se acude, la comunicación ha de ser fluida y abierta. Si la pareja tiene una buena base en este sentido, favorecerá que la experiencia sea positiva para ambos.

En verano se dan con más frecuencia, más salidas, más viajes y más querer a veces experimentar nuevas situaciones en las vacaciones. Son ellos principalmente quienes proponen este tipo de prácticas, los más atrevidos, porque otros y otras sólo llegan a practicarlas en sus fantasías durante la masturbación, o en la privacidad de las relaciones con su pareja. Nos referimos con «sexo liberal», sobre todo a intercambios de pareja y menos a parejas abiertas. Me refiero a incluir esta práctica de mantener sexo con otras parejas cuando ya nuestra pareja está consolidada y a veces «se quiere innovar». Pues mucho cuidado, porque aunque yo me referiré al aspecto psicológico de este tipo de prácticas; no olvidemos cómo crece el porcentaje de enfermedades de transmisión sexual porque aunque se use protección, preservativo, existen otras circunstancias de juegos en las que nos exponemos a fluidos corporales, incluidos los vaginales, anales, bucales y del pene. Toda precaución es poca pero ésta a la vez resta espontaneidad y excitabilidad.

Dos cosas independientes que muchas veces se mezclan, y muchas veces no. Pero está claro que para el que siga o tenga sus creencias basadas en los dogmas románticos y de pareja escritos en libros religiosos, todo esto será inconcebible y hasta maligno, aunque en la realidad no sea más que libertad y felicidad para los que participan en ello siempre por libre voluntad. Sexo seguro en todo momento, siempre utilizando preservativos, por ejemplo, y no fomentar prácticas de riesgo. Si alguien desea acceder a alguna práctica sin preservativo ha de avisar y tiene que ser aceptado. Todas las personas tenemos una obligación moral de proteger a los demás de nuestros posibles contagios.

De esta manera, los locales de 'swingers' generan ese espacio de libertad y protección para las personas que deseen vivir su sexualidad abiertamente. Hay parejas que quedan siempre juntos para tener encuentros con otras personas pero también las hay que quedan por separado para satisfacer sus fantasías, en este último caso se dice que tienen una relación abierta. Lo más terrible que puede pasar es que ya se inhiba el deseo sexual e incluso se aborrezca el sexo con tu pareja y con cualquier otra pareja que pudieras tener después, porque el simple hecho de recordar imágenes sexuales de prácticas no deseadas con sus correspondientes sensaciones, nos hace sentir mal físicamente aun estando solas. Evitamos el sexo, nos sentimos sucias y culpables de haber accedido, incluso la masturbación porque contiene imágenes sexuales mentales… Es una verdadera 'faena' para el futuro sexual de la persona que accede a este tipo de prácticas una y otra vez , acumulando así malestar y parando cuando el cuerpo ya dice «hasta aquí hemos llegado». Alguna de las restricciones que suelen ponerse las parejas antes de una práctica de este tipo son, por ejemplo, no besar en la boca a otras personas, no referirse a la otra persona con términos que se usan en la intimidad de la pareja y, por supuesto, no intimar con nadie más allá de lo puramente sexual. Estas condiciones se pactan básicamente para no trastocar la relación de la pareja.

A nivel psicológico tienen que darse una serie de circunstancias muy específicas y muy bien delimitadas para que después no se produzcan traumas, sí, eso es, traumas, a veces irreparables y con consecuencias para toda la vida, tanto para quien lo sufre como para la pareja. Las mujeres danesas son las más abiertas a mantener relaciones sexuales en una primera cita. Lo dice un estudio publicado recientemente por la página web Victoria Milan, especializada en encuentros "ílicitos" para personas casadas o con pareja.

Esta semana, tras unos seis años de aquella experiencia, quizá más, volví a llamar a Luis para hablar sobre el tema y porque me hacía especial ilusión compartir este artículo con él. Quería conocer si las cosas habían cambiado algo desde entonces y le pedí consejos o sugerencias para las personas que deseasen participar del ambiente liberal en alguno de estos locales. A pesar de que el cruising se considera desde sus orígenes como una práctica realizada únicamente por homosexuales cada vez es mayor el número de hombres heterosexuales que frecuentan esos lugares con el fin de tener una experiencia nueva y diferente. Por lo que resulta más acertado utilizar el de liberal, pues también existen personas sin pareja que tienen relaciones o encuentros no monógamos. Bueno ya lo que podría ser empatía se convierte en dependencia, quizás miedo por no agradar al otro y a las posibles consecuencias de enfado o de ser abandonada.

Con ello, han concluido que "el mundo liberal se ha consolidado como uno de los espacios en los que la mujer ha logrado recorrer un camino hacia su empoderamiento personal, dando un paso más allá hacia su consecución de la máxima libertad". En el lado opuesto de los países de este estudio se hayan las mujeres polacas. Sólo un Sensualidad Consciente Para Una Sexualidad Plena dispuesta a acostarse en la primera cita.

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