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#CuriosidadesDeLaHistoria

1. Se dice, se cuenta de la reina católica, Isabel I de Castilla (lo de católica le fue otorgado en la bula “Si convenit” por el papa Alejandro VI el 19 de diciembre de 1496 en favor de Fernando e Isabel, reyes de Castilla y Aragón. A partir de ahí ⤵️

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2. el título de Reyes Católicos lo llevarán todos los monarcas españoles) que no era muy “aseada”, entendiendo por tal, que no se lavaba. Que olía mal, iba sucia y que habría prometido en 1491, en pleno cerco de Granada, no cambiarse la camisa hasta que las tropas cristianas ⤵️

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3. tomaran la capital del reíno nazarí. Pues parece que se trata de una de tantas leyendas que hay alrededor de la reina Isabel. Documentos y datos demuestran que esta historia sobre su aseo personal no son más que mentiras injustas e infundadas. Por ejemplo, su confesor fray ⤵️

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4. Hernando de Talavera le recriminaba el exceso de cuidado que daba a su cuerpo y le censuraba tales vanidades. Hernán Pérez del Pulgar (capitán castellano, sobresalió en la guerra de Granada) decía de la reina que era persona de cara hermosa y alegre, con las facciones bonitas

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5. y que controlaba su imagen pública como correspondía a su posición. “La reina era también aficionada a los perfumes y joyas. Ella pensaba que el cargo había que vestirlo, que una reina debía tener una presencia pública solemne o destacada", explica Miguel Ángel Ladero Quesada,

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6. catedrático de Historia Medieval y académico de la Real Academia de la Historia. Le gustaba darse baños y se sabe que visitó, en Alhama el “Baño de la Reina” en varias ocasiones y mandó adaptar uno de los baños romanos que aún existe. Esa afición a la limpieza parece que la ⤵️

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7. heredó su hija Juana la Loca, que tanto se lavaba, que su marido Felipe el Hermoso llegó a temer que enfermase porque tantos baños debilitaban el cuerpo. Así pues, parece que el error de atribuir a la reina Isabel el famoso juramento de no cambiarse de camisa hasta la ⤵️

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8. toma de Granada, en realidad, los historiadores señalan que la frase corresponde a su tataranieta, Isabel Clara Eugenia (hija de Felipe II, soberana y gobernadora de los Países Bajos) quien al parecer “prometió” en 1601 que no se cambiaría de camisa mientras durase el sitio

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9. de Ostende (duró 3 años).

Cierto es que el concepto de higiene que tenemos hoy no corresponde con el que tenían en el s. XV, normalmente eran lavados parciales en jofaina y baño semanal. Un aparte fue la zona musulmana que sí frecuentaban los baños de forma generalizada.

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