Viendo El Futbol Con Una Trans

Hola a todos, me llamo Arturo, tengo 23 años, soy gordito, mido 1.75 y me considero un chico bi. Hoy les vengo a contar una historia que sucedió el miércoles de la semana pasada, mientras veía el partido de la Champions. 

Ese día salí del trabajo temprano y me puse a buscar en Grindr a alguien para hacer algo. Estaba en modo versátil. También el fin de semana había comprado weed y quería disfrutar al 100% el partido. Llegué a mi casa y encontré a una chica trans que me escribió. Me pareció raro al principio, ya que generalmente las chicas trans suelen buscar cobrar por coger y nunca estuvo en mis intenciones pagar por sexo, jamás lo he hecho. 

Esta chica, desde que me escribió, se portó muy bien. Hablamos unos minutos y le pedí su WhatsApp. Le escribí por ahí y comencé a insinuarme para quedar esa misma tarde. Le dije si quería ver el partido conmigo y me dijo que estaba bien, que ella sí podía y quería ver el fútbol conmigo. Ella me dijo que si quería, podía ir a su depa. Yo le dije que encantado, armé un porrito, me duché y fui a verla. 

Cuando llegué, ella ya estaba ahí. Era una chica super linda, o sea, me dejó sorprendido lo linda que era y qué cuerpo tan escultural tenía. Nadie podría darse cuenta de que era trans. Yo estaba enamorado y muy excitado al verla. Tenía la piel suave, una boca hermosa, un cuerpo espectacular y estaba con un vestidito casi transparente. Me invitó a pasar, entré a su depa y me senté. Ella tenía un televisor grande y me dijo que veríamos el partido ahí. Yo le pregunté si podía fumar y me dijo que sí. Fuimos a la ventana, ahí prendí el porro, ella también quiso fumar. Luego nos sentamos a ver el partido y a conversar. Por cierto, ella me dijo que no me preocupara, que estaba sana y me mostró su examen. Yo también le mostré el mío, jeje. 

Serían unos 10 minutos después, ella comenzó a tocarme la pierna, mientras conversábamos y estábamos voladotes, porque sí, armé un buen porro. Ella me dijo que le encantaban los gorditos, y por eso cuando me vio en Grindr le gusté. Yo sonreí, le tomé de la cara y la besé. Tenía unos labios deliciosos. Ella no se hizo de rogar y comenzó a acariciarme. Yo también la comencé a tocar. No les miento, mi cuerpo temblaba sintiendo el suyo. Luego ella empezó a tocarme las nalgas y el paquete. Puse mi mano en su paquete y quedé sorprendido porque sentí algo duro. Ella dejó de besarme, se sacó el vestido y me preguntó qué rol hacía. Yo me quedé sin palabras. Tenía un hermoso cuerpo, unas nalgas bien formaditas y una verga grande, al menos unos 21 cm. 

Le dije que era versátil, que ella eligiera. Sonrió, me siguió besando mientras me sacaba la ropa. Como les dije, yo soy gordito y bueno, no es por presumir, pero tengo un culito bonito, jejeje. Estábamos los dos desnudos y yo también estaba con la verga levantada. Mi verga mide unos 18 cm al menos. Ella me pidió que me sentara y comenzó a chuparme la verga super rico. Yo supuse que había elegido ella ser pasiva, entonces comencé a follarle la boca con fuerza. Ella me detuvo, me besó la boca y me dijo que me tocaba. Puso su verga en mi cara, y yo, la verdad, no puse objeción. Comencé a chupársela y ella también me folló la boca con fuerza, y comenzó a tocarme las nalgas, y me dijo: "Quiero que seas mi perrita". En ese momento entendí lo que tenía que hacer y comencé a chupársela y a tratar de tragarme toda esa verga. Ella solo hacía sonidos de excitación que me ponían más excitado a mí. Ella me levantó, me siguió besando y comenzó a meterme un dedo. Por reflejo, la besé y la seguí masturbando. Luego me pidió que me pusiera en 4. Yo obedecí, abrió mis nalgas con fuerza y comenzó a darme un beso negro delicioso. Yo quedé en blanco sintiendo esa lengüita en mi culito. Estaba a punto de correrme, solo sintiendo esa lengüita en mi culito. Ella también me comenzó a nalguear y yo estaba ya fuera de mí, tan excitado que solo me quejaba de lo rico que lo estaba pasando, de cómo ella me chupaba el culito y metía su lengua. Luego ella me dijo que ya quería metérmela. Yo estaba como su puta, solo con el culo levantado, y le dije que sí, que lo hiciera, que ya no aguantaba más sin tener su vergota en mi culo. Ella me dijo que primero tenía que jugar con mi culo, que ya era suyo. 

Se levantó del sofá, fue a su habitación y trajo unas esposas, un dildo y una correa de perro. Le puso la correa al dildo y comenzó a jugar con mi culo con su dildo, me hizo andar como perrito, me llevó a su ducha, puso el dildo sujeto a la pared y me dijo que quería que me autocojiera con el dildo mientras le chupaba la verga. Yo obedecí, me puso las esposas y me puso el dildo en el culo con lubricante, y me empezó a empujar hacia atrás, ese dildo entró super rico, comencé a gemir y sudar como nunca. Luego, se puso delante de mí y me hizo chuparle la verga. Era increíble, sin poder usar mis manos, teniendo un dildo de unos 20 cm en el culo y su vergota llena de venas en mi boca. Luego me dijo que me diera vuelta, y obedecí, tenía ese dildo negro que me había metido en el culo, frente a mí.

Ella, sin avisar, me dio una embestida fuertísima a mi culo y me dijo: "Chupa esa verga", y obedecí. Comencé a chuparla, mientras sentía como su vergota entraba y salía de mí con fuerza. Ella solo gemía de placer y yo apretaba el esfínter para que ella sintiera más placer. Ella solo me decía: "Qué rico culo, mi puta", y me nalgueaba. Yo ya había corrido como 3 veces. Les juro, estaba pasándola increíble. 

Cuando ella me dijo: "Mi amor, me vengo", la sacó de mi culo y la introdujo en mi boca. Como estaba muy excitado, me la metí todo lo que pude para que no se derramara nada, y así fue. Me terminó con una cantidad de lechita sorprendente. La sacó de mi boca y me besó rico, me quitó las esposas y quedé en el piso, sudado, cansado, lleno de leche con el culo abierto también con leche y yo con una sensación de haber conseguido el mejor orgasmo de mi vida. 

Ella me ayudó a levantarme, me besó y me preguntó si la había pasado bien, y le dije que sí, que fue increíble. Ella me dijo que para ella también fue super increíble. Nos bañamos juntos y ella me ayudó. Les prometo que no podía ni mover las piernas bien de lo fuerte que fue todo. Luego fuimos a su cama y ella sacó weed y me invitó a unos hits, luego conversamos. Me dijo que me iba a mandar feliz a mi casa y me la chupó hasta venirme. ¡Ya hasta venirme me dolía!  

Bueno al final no vimos el partido pero gano mi equipo y, antes de irme, ella me pidió que se repitiera y que esta vez ella quería ser pasiva y que tenía luz verde para hacerle lo que yo quisiera. Ella se fue a Cuenca por el trabajo, pero próximamente estará de regreso para volver a vivir cosas increíbles. En un segundo relato les contaré todo lo que pasó cuando cogimos otra vez siendo ella pasiva. Van a alucinar. Me despido y estaré pendiente por si se da otra experiencia como esta en las calles de Quito.

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