Verano interminable
Juan Mt
Este verano se ha hecho eterno. En ocasiones me ha hecho extrañar la lluvia y también por momentos he querido ahogarme en el calor de la primavera. Quisiera que el viento, ese que va y viene, me llevara mientras duermo. Anhelo ser como el polvo del desierto, dejarme arrastrar de un lado a otro a través del océano. Conocer nuevas montañas, fertilizar todos los campos, levantarme y seguir hasta depositarme en el fondo del mar o en la cima de una montaña; al menos quedar en las cornisas de una ventana.
El verano no termina de convencerme. Extraño, sintiéndome igual, el atravesar por este bosque. Ni la neblina y su suave caricia con toque de lluvia parecen refrescar mis deseos de que este cuarto de año se acabe. Si tan solo con abrir la ventana el verano se largara a la calle, viviría con tranquilidad. Sin embargo, a veces parece que ella es una ajena transeúnte en una ciudad de extraños sintiéndose extraños.
El verano, tan cargado de romance, no me satisface. Afuera la vida se mueve a su ritmo. Adentro, es otra melodía; una más lenta, más triste y casi silenciosa. Esas cigarras del verano, que en otras ocasiones acompañan con poesía mis noches, hoy parecen decirle al tiempo "avanza pronto porque ha dejado de entendernos". Si tan solo supieran que son mi única compañía mientras espero que el viento me cargue como al polvo del desierto.
Xalapa a 4 de septiembre de 2023
Crédito de la imagen: Zeyneb Alishova
Volver a la página principal