Una transformación al estilo de Dios

Una transformación al estilo de Dios

Fernando Alexis Jiménez | @Conexión365
“¡Aquí está mi siervo, mi escogido, en quien me complazco! Yo lo sostengo; sobre él reposa mi espíritu. Él traerá la justicia a las naciones.” (Isaías 42: 1 | RVC)

¿Sabía que muchas personas esperan cambios dramáticos y profundos de la noche a la mañana, tanto en su forma de pensar como de actuar? Desean que todo se produzca ya, en un abrir y cerrar de ojos. No conciben un proceso de trasformación. Sin embargo, con Dios las cosas son distintas.

Comenzando por nuestro Salvador. Él obra de manera distinta a como quisiéramos. Basta leer al profeta Isaías para comprender cuál era su misión como Salvador del mundo:

“¡Aquí está mi siervo, mi escogido, en quien me complazco! Yo lo sostengo; sobre él reposa mi espíritu. Él traerá la justicia a las naciones. No gritará ni levantará la voz; no se hará oír en las calles. No hará pedazos la caña quebrada, ni apagará la mecha humeante. Traerá la justicia por medio de la verdad. No se cansará ni se fatigará hasta que haya establecido la justicia en la tierra; las costas esperarán sus enseñanzas.” (Isaías 42: 1-4 | RVC)

Jesucristo, nuestro amado Redentor, no obliga a nadie, a recibirle en el corazón, a acogerse a la gracia de Dios y, menos aún, a cambiar (Cf. Mateo 12:18-20)

El Redentor obra progresivamente, ajustando las cosas necesarias en nuestro mundo interior, que se reflejan en la interacción diaria con los seres que amamos, comenzando por la familia.

Jesús nuestro Señor es cuidadoso, amoroso y espera nuestras decisiones, igual que los atributos del Padre. No atropella. Desea nuestra salvación, pero nos da la opción de abrir las puertas. Es Su gracia, el amor perdonador que nos ofrece. Hoy es el día oportuno para abrirle las puertas de nuestro corazón.

Oración:

“Gracias amado Padre porque obras de manera oportuna y como lo necesito, en todo mi ser. Produces las transformaciones que necesito, en el momento oportuno. Es la manifestación de tu gracia, esa gracia que perdona y nos ofrece una nueva oportunidad. Te recibo en mi corazón. Haz de mí la persona que tú quieres que yo sea. Amén”

© Fernando Alexis Jiménez  | @Conexión365 

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