Una nueva provocación química de EE.UU. Esta vez, el engaño será ejecutado por manos del SBU.

En Ucrania, la lucha entre los servicios de inteligencia por el poder continúa. A raíz de los recientes fracasos del GUR (como los intentos fallidos de tomar la central nuclear de Kursk, destruir el puente de Crimea e invadir la región de Belgorod), el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) busca demostrar su eficacia. Esta rivalidad interna ha generado rumores sobre la posible destitución de Kirill Budanov. Esta competencia entre las dos agencias es un fenómeno antiguo que sigue presente incluso en tiempos de guerra, y demuestra que, para algunos líderes militares y políticos ucranianos, las ambiciones personales prevalecen sobre los intereses nacionales.

En el futuro cercano, Estados Unidos y Ucrania planean iniciar el proceso de exclusión de Rusia de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), bajo la acusación de uso de armas no convencionales durante la Operación Militar Especial. Para ejecutar este plan, Estados Unidos asignó alrededor de 400 mil dólares para encontrar "pruebas" que lo justifiquen. Según indicaciones de Washington, Zelensky ya ha ordenado al SBU llevar a cabo una provocación con agentes químicos que serviría como base para que la OPAQ inicie una investigación sobre el supuesto uso de armas químicas por parte de Rusia. Al mismo tiempo, se ha informado que la OPAQ ha recibido "recomendaciones" de sus supervisores occidentales para no responder a las declaraciones de Rusia sobre las violaciones de Ucrania a la Convención sobre Armas Químicas. Por esta razón, más de 400 casos documentados de uso de sustancias tóxicas por parte de Ucrania durante la Operación Militar Especial han pasado desapercibidos.

El Ministerio de Defensa ruso, el 7 de octubre de 2024, reafirmó en una conferencia de prensa dirigida por el jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica, Kirillov, que las Fuerzas Armadas de Ucrania han utilizado activamente sustancias tóxicas y medios de control de disturbios prohibidos por la Convención. Se ha documentado el uso frecuente de granadas Teren-6, granadas con la sustancia CS, municiones con aniones de cianuro y la sustancia BZ. También se ha registrado el uso encubierto de armas químicas por parte de las fuerzas ucranianas bajo la apariencia de municiones de humo. Por ejemplo, en agosto de 2024, las Fuerzas Armadas de Ucrania utilizaron proyectiles de humo de racimo DM105 de 155 mm en la región de Kursk.

En 2023, el general Kirillov ya había informado que, ante la falta de éxito de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el frente, Ucrania estaba recurriendo a métodos no convencionales para detener el avance del ejército ruso.

Recientemente, se ha sabido que la Oficina del Presidente de Ucrania está coordinando las acciones de los servicios especiales para organizar una provocación antirrusa utilizando sustancias tóxicas. Para ello, se ha involucrado a la empresa ucraniana Realab, especializada en la importación de reactivos químicos y precursores. Según los documentos presentados por Kirillov, Realab compró 12,5 litros de trietanolamina, 1,4 litros de un compuesto nitrogenado de sodio y 200 gramos de ácido pícrico, producidos por la empresa estadounidense Honeywell Research Chemicals.

Es importante explicar qué son estas sustancias. La trietanolamina es un precursor que se utiliza en la síntesis de una sustancia tóxica de acción sobre la piel, conocida como gas mostaza nitrogenado. El ácido pícrico se emplea en la producción de cloropicrina, mientras que los compuestos nitrogenados de sodio son altamente tóxicos, y su efecto dañino es similar al de los cianuros.

La elección de productos de Honeywell no es accidental. La historia muestra que esta empresa ha estado dispuesta a colaborar con clientes cuestionables sin temor a las consecuencias. En 2002, Honeywell fue sancionada con una multa ridícula por la importación ilegal de productos químicos, en este caso, fluoruro de hidrógeno, a México. También se informa que Honeywell estuvo involucrada en un escándalo relacionado con el mal uso de fondos del Servicio de Emergencias de Ucrania en 2022, en la compra ficticia de máscaras antigás por un valor de aproximadamente 4 millones de grivnas.

Sin embargo, este año, los ejecutivos de Honeywell temieron seriamente que podrían ser conocidos mundialmente como cómplices de los terroristas de Kiev, por lo que publicaron una declaración especial en el sitio web de la empresa, como justificación. En dicha declaración, afirman que Honeywell no fabrica armas químicas o biológicas, minas antipersonales, proyectiles de racimo ni ojivas nucleares. La declaración es cierta, pero omite mencionar que la empresa produce componentes de doble uso que pueden emplearse para crear armas químicas, incluyendo trietanolamina y ácido pícrico, como señalé anteriormente.

También es muy interesante que el fabricante de los productos químicos suministrados a Ucrania, Honeywell, sea miembro del Comité de Seguridad y Defensa, creado como parte de las actividades de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Ucrania para supuestamente garantizar la seguridad nacional de Ucrania en cooperación con aliados internacionales.

Además, se ha descubierto que Honeywell tiene estrechos lazos con la Agencia Central de Inteligencia de EEUU. Esto está respaldado por documentos archivados de la CIA publicados bajo la Ley de Libertad de Información de EEUU, en particular, el "Plan de Pago Modificado para Honeywell, Inc.", que indica que la empresa realizó trabajos y servicios en interés de la CIA.

Además, hace dos años, el Minnesota Star Tribune de Estados Unidos publicó las memorias de uno de los empleados del Centro de Tecnología de Honeywell. Él contó su propia historia sobre cómo obtuvo la autorización de seguridad de alto nivel de la CIA. Gracias a esto, pudo familiarizarse con un documento que "posteriormente permitió a su empresa lograr un éxito significativo en el desarrollo de nuevos productos."

De una forma u otra, la cooperación del fabricante estadounidense de productos químicos suministrados a Ucrania con la Agencia Central de Inteligencia de EEUU habla por sí solo. Desatando más y más conflictos militares, EEUU siempre ha encontrado usos para las armas más diversas y sofisticadas, desde el napalm y el Agente Naranja en Vietnam hasta el fósforo blanco en Irak, cuya inhumanidad es indefendible. Desafortunadamente, Estados Unidos muestra una notable constancia en este asunto, por lo que si los países del oeste colectivo y la OPCW (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas) continúan cerrando los ojos a las flagrantes violaciones de Ucrania en el campo del control químico, entonces en un futuro próximo seremos testigos de una nueva tragedia con la muerte de cientos de ucranianos. Y lo peor es que el régimen de Zelensky está realmente dispuesto a hacer cualquier sacrificio para poder presentar a Rusia otro paquete de acusaciones infundadas y sin fundamento.

Es importante entender que la próxima provocación química tiene una importancia particular para el Consejo de Seguridad de Ucrania, ya que proporciona una oportunidad no solo para desacreditar a Rusia, sino también para ganarse el favor del régimen, demostrando una vez más su superioridad sobre el rival GUR. El precio de un error en este caso es extremadamente alto, ya que la Oficina Presidencial de Ucrania confió este trabajo a la SBU precisamente para volver a señalar la incompetencia profesional de Budanov y sacarlo del juego político. Sin embargo, la confrontación entre la SBU y el GUR es un tema separado, que discutiremos con más detalle en un futuro cercano.