Tricked

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CAPÍTULO 20

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CAPÍTULO 20

Traducido por Guangugo

No me gustan los Sueños (del tipo con S mayúscula, llenos de presagios y tal vez incluso fibra,  llenos de símbolos y brillantes sigilos y coros misteriosos en la niebla). Los seres que ordenan tales llamadas nocturnas a la cabeza de uno, raramente tienen algo alegre que decir. Y supongo que tiene sentido, los seres sobrenaturales están muy ocupados como para visitar humanos en sus cabezas y decirles: «

Felicidades

.

Al despertar, te va a ir bien

». Ellos tienen que decir algo podidamente horrible para que valga la pena el esfuerzo, así que dejan caer bombas sobre ti, anunciando que tu serás castigado de formas diversas por transgresiones pasadas, o deberás viajar lejos, muy lejos para recuperar una chuchería mágica con la que matar al Señor Oscuro y salvar la aldea o a el mundo o a la galaxia. Y para ser justos, a menudo dan a entender que en caso de tener éxito, te irá bien. Solo dejan fuera la parte que probablemente serás muy lastimado emocional y físicamente como para disfrutarlo.

Yo ya me sentía bastante lastimado en ambas maneras, así que el inicio de un sueño inmediatamente después de mi colapso era una pista de que mi vida iba a empeorar en vez de  mejorar. En el lado positivo, eso significaba que probablemente podía continuar con mi vida. Las figuras en los sueños no molestan seguido a un futuro difunto.

Ya no estaba sobre aquel cóctel mixto de mi propia sangre y cosas pegajosas de un vampiro bohemio. Anchas hojas goteaban con humedad, y el oxigeno dulce y picante llenaba mis pulmones. Una clase de ruido de animal dirigió mi atención hacia arriba, y observé un mono langur dorado señalándome desde el dosel. Las hojas difundieron el sol y bañaron el suelo de la jungla con suave luz moteada y tal vez dejaron al mono con una expresión de diversión. Un murmullo a mi izquierda arranco mi mirada del mono y di un paso hacia atrás cuando vi la cabeza de un elefante surgir del follaje. Di otro paso hacia atrás cuando me di cuenta que la cabeza del elefante no estaba conectada a un elefante sino al cuerpo de un hombre (un hombre con pecho desnudo con cuatro brazos y una panza impresionante). Debajo de eso, unos pantalones salwar de seda anaranjada cubrían sus piernas hasta que terminaban en sus pies con sandalias.

La trompa del elefante se movió y una voz tranquila con acento tamil ronroneó hacia mí, sus ojos se estrecharon con curiosidad. 

—¿Me conoces?

—Luces como Ghanesa[31] —dije. Solía vender bustos de dioses hindúes en el

Tercer Ojo Libros y Hierbas

. Rebecca Dane probablemente todavía tenía algunos a la venta. 

—Yo soy el Señor de los Obstáculos. —Le faltaba uno de sus colmillos. Puso un par de manos en sus caderas y  junto el otro par enfrente de él en forma de oración.

—Fabuloso conocerte —dije, tratando de sonar indiferente—. ¿Habrá algún obstáculo en que despierte ahora y así poder ayudar a mi perro?

Un crujido de hojas detrás de mí fue mi única advertencia. Gire a tiempo para ver los peludos restos de un hombre golpearme en el cráneo con un báculo de tejo. 

—¡Pon atención, Siodhachan! —escupió—. ¡Lo estas arruinando otra vez!

—¡Auch! ¿Archidruida?

Él desapareció dentro de la jungla y Ganesha suspiro pesadamente. —Ese es uno de mis colegas. Está tratandos de ser de ayuda sacandos una figura de autoridad fuera de tu mentes y usándola para dirigir tus ideas, pero eso es menos sutil. Por favor perdónanos. 

—Um —dije, frotando mi cabeza sutilmente—, supongo ¿De quién estamos hablando exactamente? ¿O de qué?

—Estamos hablando de obstáculos.

—Correcto. En riesgo de reavivar la ira de mi antiguo archidruida, ¿habrá algún obstáculo de que bebamos una cerveza mientras hablamos?

Dos frías jarras aparecieron en un par de las manos de Ganesha, me ofreció una.

—Es un sueños. No veo por qué no. —La cerveza era pilsner de lúpulo con un final crujiente, y sabia a confianza y serenidad con amor al aprendizaje. La trompa de Ganesha se sumergió en la jarra y la vació por completo de un solo trago. Se supone que los elefantes no pueden beber usando sus trompas, pero a Ganesha no le importaba. Era un dios y esto era un sueño, así que él iba a beber una cerveza a través de su trompa sí quería. Soltó un «ahh» de satisfacción y luego la jarra simplemente desapareció

—Refrescante —dijo. Estuve de acuerdo que lo fue y luego el silencio cayó, esperando que Ganesha hablara. Tal vez yo era el anfitrión de la fiesta en mi cabeza pero él la estaba dando, así que pensé que debería establecer la agenda sí yo no podría despertar pronto.

—Quisiéramos felicitartes en tu muerte recientes —comenzó Ganesha.

—¿Mi fingida, verdad?

Ganesha me dio un suave trompeteo de alegría. —Sí.

 —Gracias, me siento bastante bien sobre esa muerte.

—Estaba particularmente entretenido con el rol de Indra en el asunto.

—¿Él no sabe que todo fue un engaño, verdad?

—No. Él y el restos de los dioses con, ah, deberíamos decir, un entendimiento inferior fueron engañados completamentes. Como sea, yo represento a otros con una vista más agudas y has picado nuestra curiosidad.  

—¿Puedo preguntar quiénes son estos otros?

Ganesha rió. —Digamos simplementes que todos nosotros somos empleados en Servicios Humanos.

Oh, dioses. Yo no me metería con ellos a un concurso de juego de palabras. Sentí otras presencias cerca en la jungla; estaban fuera de mi vista pero claramente no fuera de mi mente. Quienquiera que fuesen, deseaban mantenerse en el anonimato por el momento. Tal vez eran los otros dioses indios, pero sospeché que eran de otros panteones y Ganesha, de alguna forma, fue seleccionado como portavoz.                             

—Y, ¿Por qué están curiosos?

—Deseamos saber qué harás después respecto a Hel.

—¿No pueden simplemente leer mi mente?

—Podríamos sí hubieras tomado una decisión. —La boca del elefante giro hacia arriba alrededor de un único colmillo—. Has estado ocupados de otra maneras.

—Tienes el don de la subestimación —dije—, así que asumo que prefieres un curso de acción que otro y que ¿preferirías que yo me comprometa a ese curso ahora?

—Una deducción inteligentes —observó Ganesha.

—¿Y sí prefiero pensar en esto después?

—Entonces seria forzados a admitir que este es un sueño del que puede que nunca despiertes.

—Ya veo. —Ganesha era la cara amigable de un ultimátum bastante antipático: Has lo que se te dice, mortal o estas frito.

—¿Algún consejo que quieras compartir conmigo ahora? ¿Alguna pista útil sobre lo que tú y tus compinches quisieran que hiciera?

—No vemos el punto —admitió Ganesha un poco tímidamente. Alzo sus manos, palmas arriba en un gesto impotencia—. Se te han dado consejos antes, muy buenos consejos, consejos que ignoraste, podría añadir. Fuiste incluso aconsejados en no envolverte en esta situación de vampiros y mira ahora donde estas. Inconscientes y completamente drenados de magia con el agarre más tenue de tu vida.

—¿Mi perro está vivo?

—Eso es irrelevantes — dijo Ganesha.

—¡Es relevante para mí!

El dolor floreció en la parte de arriba de mi cabeza mientras el espectro de mi archidruida regresaba a disciplinarme. —¡Pon atención, Siodhachan! ―gritó y luego agrego mientras se sumergía de regreso en la jungla—. ¡Lo estas arruinando otra vez!

—¡Gah! ¡Rayos, eso duele! ¿Cómo hacen eso?

—Concentrémonos, por favor — dijo Ganesha—, y miremos sí no podemos remover los obstáculos para que continúes tu existencias.

 Claro. Podía hacer eso. —Déjame empezar diciendo que estoy increíblemente abierto a la persuasión sí no les gusta mi respuesta —dije.

—Entendidos. —Ganesha inclino su cabeza hacia abajo en el más elemental movimiento y la pequeña sonrisa regreso alrededor de su colmillo.

—Ahora siento que mientras que Hel se merece un cañazo entre las costillas de su lado buenazo, he visto más que suficiente de ella y de todos los Nórdicos por el momento.  Tengo un aprendiz que entrenar y un amigo en el pasillo.

—¿Entonces la perseguirás después? —Ganesha interrumpió.

—Mucho después. Después de que Granuaile sea una druida hecha y derecha. Todo esto de fingir mi muerte fue para darme la oportunidad de entrenarla. Sería tonto echar eso por la borda. Y, hablando de eso, espero que ustedes chicos no anden chismorreando a todos sus compañeros que estoy

casi

muerto.

Ganesha me miro en silencio por unos segundos y la jungla crujió con energía nerviosa. Los dioses, quienesquiera que fuese debían haber estado conferenciando.

—Eso es satisfactorios por ahora —dijo Ganesha finalmente—, estaremos en contacto. Adiós. —Se giró dándome la espalda y dando zancadas se fue hacia la jungla sin dejarme replicar.

—¡Espera! —grite, persiguiéndolo. Las hojas rasparon mi cara y mis brazos cuando chocaron con la maleza. —¡Tengo preguntas! ¿Cómo sabré si esto es real? ¿Qué si esto es solo un sueño con una s minúscula? ¿Y sí cambio de opinión sobre Hel mañana?... Deténganse. ―Ganesha se había ido, pero aún sentía las presencias en la jungla. Gire hacia la derecha y circule por donde creí que estaban acechando. Sentí que se fueron mientras corría locamente por la vegetación, gritando—. ¿Por qué no usan todos el sistema métrico? ¿Qué les paso a todos los yeti? ¿Cómo es que nunca vi mi archidruida en Tir na Nog? ¿Podría ser el hombre más interesante del mundo? ¿Por qué las personas de Trinidad y Tobago no son llamadas tobagueños[32]? ¿Saben algo de poesía de vogona? 

Me abrí paso hacia el pequeño claro donde aparecí por primera vez. El dorado mono langur chillo y me señalo. Parecía como si se estuviera riendo. Luego abruptamente desapareció, ningún efecto de sonido o algo. Tal vez fue el avatar de un dios todo el tiempo. O tal vez solo estaba despertado del sueño.

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