Tener un espacio Super Zen en casa es tan sencillo como esto.

Tener un espacio Super Zen en casa es tan sencillo como esto.

Estilo Zen

Diseña y crea tu espacio zen y utilízalo como un santuario... un escondite para descansar del caos de la vida cotidiana.
Hablo de un lugar para subirte a tu esterilla de yoga y hacer tu práctica en paz y privacidad. También puede funcionar como una sala de meditación para los días que no vas a hacer yoga, o incluso como un lugar para relajarte y leer. Pero ten cuidado... ¡Quizás nunca quieras dejarlo!

En este post encontrarás inspiración y descubrirás que es más bien sencillo hacer tu propio espacio zen y tal vez te animas a crear tu propio santuario.

Entonces, sin más rodeo, demos respuesta a las siguientes preguntas.

¿Tienes espacio en casa?

Claro que sí. Puedes usar un dormitorio extra, un ático o loft, el sótano o una parte de este, la recámara principal, tu terraza, balcón, un espacio de la cubierta...

Cualquier lugar requiere solo que lo acomodes.

Si tienes una casa grande será sencillo encontrar el lugar, pero si tienes una casa pequeña recuerda que siempre hay un espacio que con un poco de rediseño será el sitio perfecto
¿Cuánto espacio hace falta?

Es necesario que el sitio que separes tenga un espacio mínimo de 10x10 pies. De lo contrario te sentirás un poco claustrofóbicæ. 

Necesitas un sitio que te permita mover tu cuerpo sin golpear objetos en el proceso, para que al realizar las asanas no tengas que pausar tu rutina constantemente para reubicarte.

Debes poder estar acostadæ, sentadæ, de pie y, en cada posición, poder mover tus extremidades sin frenos.

¿Qué hago con el espacio?

Tu espacio zen, debe ser, al menos, un sitio en el que puedas tener calma, relajarte y olvidar las distracciones.

El primer paso es sacar del lugar que has escogido todo lo que no tiene que ver con calma, relajación y momento presente. 

Si en ese sitio almacenabas otras cosas, quítalas de ahí; si se puede ver el desorden de vasijas sin fregar en la cocina y la ropa acumulada sin lavar, entonces la primera precaución será aislarlo de todo esto. Para ello puedes utilizar plantas, cortinas, muebles... lo que surja en tu imaginación.

¿Qué debo poner en mi espacio zen?

Lo que quieras, por supuesto.

Pero para mantener la sensación de calma y paz te recomiendo que adoptes un estilo minimalista.

Imagina que lo llenas de decoración. Los objetos se ensucian, se amontonan... las habitaciones cargadas requieren de mayor mantenimiento.

Si llegas a tu sitio y piensas relajarte pero de pronto las cosas están sucias y desordenadas, ya no podrás concentrarte en ti que es el propósito del mindfulness, sino que tu voz interior te dirá “que sucio está esto”, “me siento incómodæ”, “hay que limpiar este sitio”. Fin de la calma.

Lo que te propongo es que crees un espacio que requiera poco mantenimiento. Poco, porque todo se ensucia y necesita limpieza 😅, pero quieres un lugar que necesite menos de tu atención, para refugiarte en él y olvidar la atención que le debes a otros. Yo sé que entiendes la idea.

Así que vamos a poner aquí solo lo que necesitamos para facilitar nuestro mejor momento. El pro oculto es que, como necesitas pocas cosas, no será muy caro tener el santuario que deseas. A continuación vienen unas ideas, solo para tener en cuenta.

Color: El blanco siempre es acertado. Aunque me gusta un subtono cálido como este:

Creo que le da un toque más acogedor al espacio. Pero ya sabes lo que dicen de los gustos y los colores 🙈. 

Los colores brillantes están asociados a emociones fuertes, por ejemplo el rojo puede potenciar tus sentimientos de empoderamiento pero también los de ira, y el amarillo puede complementar la alegría pero también la sensación de incomodidad cuando no estás precisamente feliz, así que escoge sabiamente.

Muebles: Se trata de algo cómodo, para cuando te sientes o recueste a meditar o leer. 

Me gustan los puffs, creo que son los ideales para este trabajo. Pero puedes elegir el modelo que quieras. 

También necesitas una mesita para café, o similar, para poner tu teléfono, tablet, laptop o nosequé en lo que reproduces tus rutinas y pistas de meditación guiada.

Y es bueno tener un pequeño mueble de almacenamiento, ya sabes para guardar las cosas que usas aquí.

Manta de yoga: Necesitas una manta para hacer yoga (si pretendes practicar yoga). 

Luces: Una habitación con luz natural sería ideal. Sin embargo si no tienes acceso desde el espacio que elegiste, adquiere o reubica luces en las paredes, lo importante es que no exista un punto focal que te distraiga cuando mires hacia él. También funcionan las lámparas de baja iluminación que te pongan de un humor introspectivo.

Aroma: A pesar de que ya hemos pasado lo esencial, si es posible, adquiere elementos que le den a tu espacio un aroma característico, que irradie cuando entres a él y le diga a tu cerebro que estás a salvo, pues lo asocia con este estado de ánimo. 

Las velas aromáticas son una buena alternativa y el incienso también. 

En lo particular no me gustan los olores industriales cuando estoy en medio de mi meditación o sesión de yoga pues no me ayudan a conectar conmigo misma. Los aromas naturales por el contrario me transmiten la sensación de desnudez y despojo del mundo urbano que necesito. 

Un quemador de aceites esenciales es otra excelente opción.

Sonidos: Existen muchas maneras de dar a tu espacio sonidos únicos que luego asimiles con tus sesiones de presencia.

Unos sonajeros colgantes de viento son ideales al aire libre, aunque no tanto si tu espacio no es muy ventilado.

Puedes optar por fuentes sintéticas de agua, que suelen funcionar con electricidad. El sonido del agua cuando corre es una opción maravillosa.

Otro ejemplo de sonido es el de la campana, o gong. No emiten todo el tiempo porque son manuales, pero hay todo un ritual en torno a ellas. Puedes tocar una campana o gong al inicio y final de tu sesión y eso sería suficiente. Es una buena idea si disfrutas del silencio absoluto.

También puedes, por supuesto, reproducir sonidos en el movil o laptop, existen innumerables pistas gratis en internet con muchas propuestas.

Decoración: Selecciona elementos calmantes y agradables, sin cargar la habitación.
Las habitaciones recargadas suelen mantener a la mente incómoda y desconcentrada.

Puedes colocar impresiones en la pared que sean neutras y no de colores brillantes, siempre trata que tengan que ver con lo que haces en este cuarto o solo servirán para distraerte. Por ejemplo imágenes con citas sobre mindfulness son una gran opción. 

Las almohadas son una alternativa genial pues también te serán de utilidad cuando quieras ponerte cómodæ.

Lo importante es que construyas en tu propio hogar un lugar en el que sientas muy cómoda. 

Imagina que estás cargadæ de las energías duras del día y pasas frente a tu espacio y dices “oh lo que necesito es estar aquí un rato para desconectar de mis malos pensamientos”.

Espero que te haya inspirado este post a crear tu propio santuario. Mantén tu suscripción si deseas conocer cómo hacer tu propia esterilla de yoga y otros tips para mejorar tu espacio zen. 🪁

Estilo Zen es un canal sobre autoestima, autoconocimiento y desarrollo personal que prioriza el estado de felicidad.


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