Stigmata

Stigmata


Agradecimientos

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Recuerdo haber dicho, cuando terminé de escribir Stigmata, que la historia de Demon siempre, de pies a cabeza, un reto para mí… Y no me equivocaba. Ahora que miro —y leo— en retrospectiva, lo reafirmo con fuerza. Es por eso que se siente injusto tener que nombrar únicamente a las personas que recuerdo en este momento, porque sé que han sido más las que me han acompañado a lo largo de este camino.

De antemano, quiero que sepan que haré mi mayor esfuerzo, aunque estoy segura de que olvidaré a alguien. Aquí vamos:

Gracias, Genesis, Majo, Tania, Mary, Nair, Monse, Nadia, Abi, porque su amistad y cariño me acompañan en cada paso. Son las mejores, pero eso lo saben, ¿no es así?...

Gracias, Mariana, Clau, Anita, Mich, Ysa, Lau, por ser las lectoras beta más comprometidas de todas. Nada de esto habría sido posible sin ustedes.

Gracias infinitas a todas mis pequeñas de Wattpad, que me acompañan siempre en este camino tan increíble. No cambiaría por nada del mundo el equipo tan increíble que hacemos.

Gracias, por supuesto, a mi familia. ¡Los amo! ¡No hay más!

Finalmente, me despido dándote gracias a ti, Beto, por ser mi compañero, mi amigo, mi cómplice en todo. Te amo. No puedo esperar para que «el resto de nuestras vidas» llegue.

Sobre la autora

Nació un 17 de diciembre de algún año cercano a los 90 en la ciudad de Guadalajara, Jalisco (México).

Es hija de padres mexicanos y tiene dos hermanos que tienden a ser más maduros de lo que ella podrá ser jamás.

Vive con su novio y su perro en una pequeña casa de su ciudad natal, y dedica su tiempo libre —y ese que no lo es tanto— a planear y escribir historias que no sabe si verán la luz en algún momento de la vida, a leer libros con los que tiende a obsesionarse y a enamorarse de chicos que solo existen en tinta y papel.

Sube sus historias a Wattpad, donde puede pasar horas leyendo teorías conspirativas de sus lectoras mientras planea su si-guiente asesinato.

Puedes encontrarla cualquier día de la semana viajando en tren, con la cara enterrada en un libro y aspecto de no haber dormido en días.

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