Sobre pandemia e infodemia, y los posibles intereses en mantener esta situación

Sobre pandemia e infodemia, y los posibles intereses en mantener esta situación

Anónimxs por la Salud Mutua


Con la presente crisis sanitaria vivimos una situación que desafía nuestra capacidad de comprensión. Nuestra cotidianidad depende de factores de gran complejidad técnica y se dan a nuestro alrededor multitud de cambios que nos afectan mucho. Llevamos con este monotema desde marzo y nos inunda la sobreinformación...

El ambiente es el de una auténtica guerra informativa, con versiones muy divergentes de lo que está pasando, lo que además se desarrolla en un contexto de limitaciones sociales por las medidas sanitarias (y hace que echemos más tiempo conectadas).

Nos cuesta comprender pero sobre todo tememos otros largos meses de confinamiento, con una precariedad añadida porque cada vez hay menos dinero, menos trabajo, menos ánimo...

Querríamos hacerlo bien para que esto no se volviese a repetir, o fuese lo más leve posible... pero qué implica “hacerlo bien”? Cómo es exactamente el lío en el que estamos metidas?

“-Uff, eso depende de a quien le preguntes...”


A riesgo de simplificar, podríamos generalizar en dos versiones... o mejor tres: la, digamos “oficial”, que le otorga a la Covid una gran importancia, porque de nuestras acciones pueden depender las vidas de muchas personas. Por otro lado estaría la “cuestionadora”, que considera que se está exagerando su importancia con alguna finalidad. Y después estaría la versión caricaturesca de esta última, que los mass media denominan “negacionista” y confunden con el total de las críticas a la versión oficial, y que le quita toda importancia al virus e insiste en que lo necesario es recuperar la normalidad.

Así a ojo parece que pueden existir intereses políticos en alimentar la versión negacionista. Da la sensación de que un cierto sector de la clase privilegiada quiere que la enfermedad se expanda rápido, mate a quien tenga que matar y que podamos volver lo antes posible a la actividad económica habitual... Ya que las élites pueden permitirse que esto se desarrolle así sin exponerse demasiado (mejores viviendas, más espacio vital, atención médica más disponible por la privada, ...).

Pero esto no significa que la versión oficial esté siendo completamente fiel a la realidad... Le vemos bastantes incongruencias como para plantearnos que una versión cuestionadora pueda estar siendo más ajustada...


“A ver, espera, pero esto es un problema mundial, cómo habría tal grado de consenso entre tantos países del mundo en poner en marcha medidas contra la economía si no es tan tremendamente urgente este asunto?” Bueno, contra la economía exactamente... podríamos decir mejor contra ciertos sectores de la economía, más “locales”. Las grandes fortunas del mundo, mayoritariamente ligadas a los sectores tecnológico y financiero, crecieron en los últimos meses. Por otra parte, la crisis sanitaria (y las repercusiones de las medidas para combatirla) no afectan igual a todos los países...

De todos modos, sí que parece una contradicción extraña que los gobiernos capitalistas estén exagerando para ir contra la economía de sus países...


Independientemente de todo esto, parece que lo que más preocupa en el día a día "post-pandemia" es que podamos morir prematuramente o en cirscunstancias desagradables, y todas vivimos con miedo. Miedo de contagiarnos, o de ser responsables de contagiar a alguien que lo pase mal o muera por la enfermedad.

Y en qué se basa ese miedo? “Joder, pues en las 29.000 personas que murieron por el virus!”



A) 29.000 MUERTES: UN PAR DE DATOS SOBRE “EL DATO”

Es muchísima gente fallecida por lo mismo... Si profundizamos sólo un poco más, encontramos una puntualización que nos parece clave para contextualizar ese número:

      · El 70% de esas muertes, de acuerdo con datos oficiales del gobierno, fueron en las residencias de ancianos, que comprendían el 0,8% de la población a comienzos de 2020. Esta situación es semejante en otros países de los que registraron mayores mortalidades atribuidas a la Covid.

Desconocemos si las autoridades están investigando a fondo esta muerte masiva que se dio en las residencias de ancianas, lo cual sería absolutamente necesario para tomar medidas destinadas a prevenir que vuelva a suceder. Esta desidia en llegar a las causas últimas de una situación tan dramática es algo que tampoco sorprende, dado que la situación actual de estos centros bebe de un sangrante contexto de privatización y precarización del que son cómplices los principales partidos con representación en las instituciones. Por otra parte, a nivel científico actualmente sólo se tiende a investigar lo que genera un producto (medicamentos, vacunas, ...), y se tiende a dejar de lado lo que aporta conocimiento no rentable (y los asuntos “políticos”...).

Nos parece también particularmente preocupante que algunas médicxs hayan llamado la atención sobre la posibilidad de que hubiera una relación entre los casos más graves y la previa vacunación contra la gripe común, algo que a priori parece coherente con esta elevada mortalidad en las residencias. Los países europeos y las comunidades autónomas con mayor mortalidad en las mismas tienen también un mayor índice de vacunación contra la gripe. Esta posible relación de la vacunación gripal con mayor riesgo de infección por coronavirus se apoya ademáis en estudios hechos en el 2017 sobre otros coronavirus, en los que se concluye que el riesgo de infección sí que se veía aumentado en personas vacunadas de la gripe (pero no es preocupante en el contexto del 2017 porque era peor la gripe que esos otros coronavirus). En el contexto de la pandemia actual no se está investigando esta cuestión, como tampoco la posible relación con otras circunstancias particulares de este sector de población (como el alto grado de sobremedicación que padece, por ejemplo).



Entonces, ese número de muertes tiene un contexto: las residencias. En el resto de la población, las que no vivimos en residencias, oficialmente fueron entonces unas 8.700 muertes (el 30% restante). No es poco... Pero, por acercar una referencia para valorar estos números: a lo largo de la temporada fría de 2017-2018 murieron en el estado unas 15.000 personas de gripe común, y en la temporada de 2018-19, 6.300.

Hay que considerar además que las cifras de afectadxs por Covid están hinchadas, ya que se computan como casos o muertes por coronavirus todas las que dan positivo aunque no tengan síntomas (o tengan síntomas de otras enfermedades). Al principio no había pruebas y no se contaron muchas muertes que sí habían sido por Covid (principalmente en las residencias, donde se concentró la gran parte de la mortalidad), pero conforme fue pasando el tiempo, el cómputo se ve exagerado: están contándose más casos/muertes Covid que los reales.

También sabemos que el porcentaje de personas positivas “asintomáticas” es bastante alto (80%), lo que relativiza mucho la importancia de los números de “contagiadas”. Además, en muchos casos que no se realizaron tests, se presionó para declarar caso o muerte Covid por la sintomatología, con lo cual muchas muertes por gripe desde marzo también pudieron ser atribuidas a la Covid...


O sea, un cristo epidemiológico en el que lo único que parece claro es que no se está considerando adecuadamente que la gran parte de las muertes tuvo unas cirscunstancias muy concretas sobre las que tendríamos que pedir cuentas a las autoridades y demandar que fuesen modificadas. Es realmente preocupante que habían muerto 21.000 personas en las residencias... Pero no porque en el próximo brote vayamos a morir todxs. Sino porque se pueda repetir que personas ancianas mueran prematuramente a causa de que los espacios en los que viven no son gestionados adecuadamente. En el resto de la sociedad se están tomando medidas (y muchas), pero... está cambiando la gestión en las residencias?

...por lo de pronto, parece que llamar la atención sobre el tema de la vacuna de la gripe es como decir que la tierra es plana.



B) SOBRE LOS “CASOS” Y LOS “BROTES”

Esas 29.0000 muertes dan miedo... Y este miedo se sostiene en el tiempo porque cada semana los medios siguen informando de nuevos brotes. Como comentábamos, las estadísticas de contagios y muertes se basan en pruebas bioquímicas, sin necesidad de presentar ni siquiera síntomas de la nueva enfermedad. Vamos a ciegas confiando en esas pruebas...

Pero es que además, los datos que se nos comunican de "nuevos positivos" en muy pocos casos son referenciados con el número de test totales realizados en el periodo/población en los que se detectan. Lo cual nos permitiría contextualizar mejor ese número de positivos (porque todo test bioquímico tiene una tasa de falsos positivos). Al no aportarse esta referencia, los tests podrían directamente ser usados de manera manipuladora: basta de un día para otro incrementar de una manera importante el número de tests realizados en una población para que eso se perciba cómo “un aumento importante de los casos”.


Además de los “nuevos positivos”, otro dato que los medios y el gobierno insisten en comunicar es lo de "contagios totales" (en realidad, otra vez, tests positivos totales), frecuentemente computando los casos ya resueltos y sin síntomas, lo cual tiene una utilidad más que dudosa.

Desde los organismos oficiales y los medios mayoritarios no son expuestos de manera clara ni los datos de casos graves de Covid, ni los ingresos en UCI, ni las muertes realmente atribuidas a la enfermedad. Las reales, las que tenían síntomas de Covid, no sólo en personas test-positivas, que son en un 80% asintomáticas... Estos datos, que no tenemos manera de conocer, serían los apropiados para evaluar la gravedad actual de la enfermedad.

Asimismo, se prohibió expresamente la realización de autopsias de personas cuya muerte había sido atribuida al nuevo coronavirus, cuando esta fue siempre una práctica habitual (realizada por los profesionales con la debida formación y precauciones) incluso en enfermedades altamente infecciosas y letales. Lo que no permite conocer la influencia real del virus en las muertes, además de que dificulta conocer el desarrollo de la enfermedad. Por que tanta incógnita?



A esto hay que añadir que existen serias dudas técnicas sobre los tests. Los empleados como confirmación, los PCR, siguen siendo manufacturados en base a un diseño que aprobó la OMS en enero con gran urgencia, y que no se mejoró. Como declaran las propias autoras en el artículo científico, antes de la secuenciación del código genético del Sars-Cov-2 hicieron una selección de secuencias (no explicita cuantas) a partir de los códigos genéticos de otros coronavirus, para ir preparando una propuesta de test. De esas secuencias, en el momento en que otro equipo publicó la secuencia, seleccionaron 10. Pues bien, documentos técnicos de tests que se están usando indican que esos tests no identifican las 10 secuencias, con lo cual, por la manera en la que se diseñó el test, se deduce que pueden responder a otros coronavirus. Las secuencias de referencia de los tests se mantienen invariables desde enero, no se elaboraron otras propuestas con secuencias exclusivas del Sars-Cov-2 (que no se encuentren en otros coronavirus).


Si las PCR pueden dar positivo a otros coronavirus, implica que un gran número de los positivos serían en realidad falsos positivos, ya que en nuestro medio son muy habituales otros virus de esta clase. Algunos virus de esta familia se relacionan con el 7-15% de los resfriados comunes (aunque pueden estar presentes sin generar síntomas), están muy presentes en otros mamíferos y pájaros (entre ellos ganado y animales domésticos), ...

Al mismo tiempo se comentó que la PCR da reiterados negativos a personas que dan claramente la sintomatología Covid (¿lo que hace pensar que podría existir una cepa que los test actuales no detectan?). Y que en algunos casos en personas asintomáticas la prueba dio en realizaciones sucesivas resultados alternos: positivo, negativo, positivo, ... con un pequeño intervalo de tiempo entre las pruebas.

Esta escasa fiabilidad hace que las pruebas PCR, si bien pueden tener un uso clínico para ayudar a confirmar el diagnóstico ante unos síntomas que parecen de Covid, sean de utilidad dudosa en aplicaciones a gran escala (debido a la magnitud de la alarma infundada que crearía su uso). Esto fue reconocido por Jens Spahn, ministro alemán de Sanidad, por lo que en Alemania no se realizan pruebas generalizadas (ni en muchos otros países).


Ya comentamos que el 80% de las personas positivas son asintomáticas (dentro de las cuales se encuentran normalmente las niñas y niños), pero son consideradas como contagiadorxs en potencia. Algunos estudios científicos cuestionan esta capacidad de contagiar de las asintomáticxs... con lo cual, y visto cómo están hechos los tests, ¿no podría ser que sean en realidad, por lo menos en algún porcentaje, falsos positivos?



C) ENTONCES, POR QUÉ NO SE REALIZAN ACCIONES JUDICIALES CONTRA LOS RESPONSABLES DE LA PRECARIEDAD DE LAS RESIDENCIAS? POR QUÉ NO SE RECOGEN LOS DATOS DE OTRO MODO QUE REFLEJE MEJOR LOS CASOS REALES DE COVID?

Claro que hay algunos casos complicados de Covid en gente joven, sana, claro que hay que tener precaución... La Covid es una enfermedad preocupante. Pero sopesando la información que estamos aportando, no creemos que las autoridades estén siendo transparentes, ni sus acciones adecuadas ni proporcionadas, y creemos que esta actitud es interesada.


Es necesario apuntar que la crisis de la Covid está afectando en mayor medida a los estados que privatizaron el cuidado de lxs mayores y/o a los que tenían un sistema sanitario deteriorado también por la privatización. Ya comentamos que el colectivo desproporcionadamente más afectado, siendo un pequenísimo porcentaje de la población, fue el de las personas que vivían en residencias de ancianas (70% de las muertes). El otro grupo de personas que sufrió mayor incidencia fué el del personal sanitario, que lleva años denunciando reiteradamente la falta de medios y la progresiva privatización de la salud y la precariedad que la acompaña.

Pero la consideración del riesgo que implica el virus, y también las medidas para contenerlo, son muy distintas en los diferentes países, siendo en general mucho más restrictivas en los países que la mortalidad fue mayor en las residencias (aunque en el resto de la sociedad la incidencia sea semejante). El Estado Español es de los más restrictivos, de los pocos del mundo con obligación del uso de la mascarilla “en todo momento”.


Ante todo esto, parecería obvio esperar que para luchar contra la pandemia las estrategias a seguir por parte del estado español estuvesen centradas en replantear el modelo de “cuidados” que existe en la actualidad. Pero no es así. En vez de eso la intervención estatal fue basada en la policialización de la sociedad (confinamiento, control de movilidad, sanciones, ...), en el testeo masivo (con las dudas que esto plantea), complementado con el rastreo mediante apps y profesionales contratados por las administraciones. Lo cual nos parece carente de sentido cuando no se están modificando los contextos en los que se dio el problema principal: la atención a las personas mayores y el sistema sanitario.

Por otra parte, tampoco se está promoviendo la elaboración de otros tests más específicos. Ni se está aportando la información de otro modo (por ejemplo, basada en la incidencia de la sintomatología típica de Covid), que permita tener una referencia del impacto real de la pandemia, y no sólo enormes números basados en tests inadecuados para su aplicación generalizada.


Por qué actúan así? Que ganan? Quien gana?


Pues en primer lugar podemos suponer que la clase política tiene miedo de que le pidamos responsabilidades por las miles de muertes en las residencias, y en ese sentido atemorizarnos con la situación sanitaria parece una herramienta efectiva. Saben bien que miles de muertes pesan sobre su responsabilidad, por la privatización de los centros de mayores y por los recortes sanitarios de años y legislaturas pasados, lo que implica la complicidad de prácticamente todos los partidos.

Después tendríamos los intereses de la industria farmacéutica (medicamentos y vacunas contra la Covid). Esta industria ostenta una tasa de beneficio sólo comparable a la de los bancos, por lo que tampoco parece una situación ajena a su interés. El tratamiento farmacológico de la Covid se basa en muchas ocasiones en la administración de fármacos como el Remdesivir y otros antivirales. Estos medicamentos tienen la patente vigente, lo que hace que tengan un elevado coste (el tratamiento con Remdesivir cuesta del orden de 3000€ por paciente). La aplicación de este fármaco y de otros con acción inmunosupresora fue criticada por una parte del sector médico, que relaciona su aplicación con el agravamiento de la patología (mientras se dejan totalmente de lado alternativas menos agresivas, de reconocida actividad antiviral, y baratas, como la planta Artemisia annua o la disolución de Dióxido de Cloro - CDS). En lo que incumbe a las vacunas, comentar que su interés radica en que tienen una patente ilimitada, la diferencia del resto de los medicamentos.

A parte de la cuestión política y del interés de la industria farmacéutica, podríamos apuntar también la expansión que experimentó la ya boyante industria de datos y telecomunicaciones en el contexto pandémico.


Pero es que, a parte de estos beneficios "sectoriales", resulta que las medidas propuestas para atajar la situación tienen ciertas ventajas para el gran capital en el contexto de crisis que se venía forjando. Ya se sabía que el 2020 iba a venir caliente, a finales de 2019 algunos analistas preveían que este año se daría el primero de una serie de picos de precios del petróleo anunciados por la Agencia Internacional de la Energía, lo que se suponía que precipitaría una gran crisis que podría superar a la de 2008. Se anticipaban ya en el corto plazo los primeros ramalazos de una crisis energética que se llevaba augurando en las últimas décadas.

Al mismo tiempo estamos viendo cada año más cambios en el clima, que comienzan la “apretar”. A esto podríamos añadirle una crisis del sistema financiero, inmerso en los últimos años en una gran crisis de deuda. Y una crisis estructural que afecta cada vez más al capitalismo: el desarrollo tecnológico hace que necesite cada vez más consumidorxs y menos trabajadorxs, una contradicción no resuelta del sistema.


En este tiempo de necesidad adaptativa llegó la crisis sanitaria y facilitó una serie de medidas que se iban a poner a andar de todos maneras, pero las hace presentables a ojos de la población: la "lucha contra el virus" está justificar que se hagan rescates a grandes empresas con dinero público, lo que favorece el reseteo del sistema financiero. También el virus precipitó medidas de "modernización económica": facilitó gran cantidad de despidos y ayudó la extender el teletrabajo, que añade una nueva carga de los costes del empleo sobre lxs trabajadorxs y permite reducir los salarios; y también se dio a misma “modernización” con la teleenseñanza y la telemedicina, que reducen también costes de personal e infraestructura. Aparece la renta mínima, medida de origen neoliberal (Milton Friedman), diseñada para sujetar a las excluidas a un control burocrático. Y se afianza una tendencia hacia la desaparición del dinero físico.


La pandemia tiene además como consecuencia un mayor uso de internet (por el distanciamiento social), lo que implica una expansión de la economía basada en el Big Data, y de las empresas de servicios ligadas la este sector. Los sectores más golpeados por la crisis –turismo, ocio de masas, pequeño comercio...– representan un capitalismo obsoleto y anticuado. Los sectores emergentes, lejos de verse afectados, están creciendo con la pandemia: los servicios telemáticos (Google, Facebook, Netflix, videojuegos, apuestas, ...), el logístico (como Amazon, Aliexpress, mensajería, ...), y el biomédico, con su propia revolución tecnológica (encarnada en la situación actual por las vacunas de mecanismos novedosos, como el genético, para ser aplicadas a grandes masas de población)...


Por otra parte, el ambiente de miedo, control, censura y atomización social que se crea, resulta apropiado para que las mencionadas (y las futuras) medidas requeridas para atajar la crisis del sistema y para lograr nuevos terrenos de expansión del capitalismo sean acatadas por la población. Que al estar sujeta a limitaciones de movilidad y reunión, y a una vigilancia y control permanentes con la excusa de la pandemia (ejército en la calle si hace falta), se ve dificultada para organizar la protesta o emplear herramientas de lucha como las manifestaciones.


Y no se trata de ninguna conspiración... El medio científico es un sistema complejo en el que unos actores se basan en el trabajo de otros, y nadie comprueba la totalidad de lo que hace. Se emplean referencias que pueden fallar en su certeza. En el caso de la pandemia de coronavirus estas referencias falibles serían la homologación, producción y control de calidad de los tests, y la aprobación por las administraciones para su uso generalizado. Todos ellos ángulos poco visibles para la opinión pública, e incluso para los profesionales sanitarios.

[En este punto es necesario comentar que en los prospectos de los mismos tests PCR se indica habitualmente que no son válidos para el diagnóstico y que sólo tienen una “aplicación experimental”, con lo cual las empresas productoras ya se lavan las manos... Y no podemos dejar de mencionar tampoco que la referencia mundial en esta crisis, la OMS, tiene una financiación de entre el 60 y el 80% de orixen privado (según diferentes fuentes), y ya fue acusada en el año 2009 de declarar la pandemia de la Gripe A motivada por conflictos de interés]


“Sólo” se estaría forzando la situación y condicionando la percepción de la población sobre lo que realmente está pasando y sobre la posibilidad de saturación del sistema sanitario. Mediante el uso inadecuado de unos tests deficientes y mediante la alarma social ocasionada por los medios. Con la intención de promover un programa de “modernización productiva”, a base de fomentar el capitalismo de los datos en detrimento del capitalismo tradicional; y de ejercer un mayor control sobre la población.


Este capitalismo tradicional aún mantiene buena parte de su poder económico y resulta, hoy, el mayor obstáculo para los nuevos terrenos de conquista del sistema. Esto explica la fuerza de las hipótesis “negacionistas”, que, aunque mucho menos de lo que aseguran los medios, están presentes en muchas críticas a la versión oficial. Hipótesis que estarían siendo alimentadas por el sector del viejo capitalismo, que sólo desea una vuelta a la normalidad sin interesarle tampoco valorar el peligro real que pueda suponer el virus ni destapar los mecanismos del poder.



A pesar de la crisis que genera la pandemia y de la dificultad de dimensionar los intereses políticos y económicos inmediatos que pueden existir en aplicar ciertas medidas, es patente que estas medidas implican importantes cambios en el sistema productivo y social. Lo cual pensamos que está influyendo en que no se atajen las causas reales de la crisis sanitaria real, y en que se exagere la envergadura de la situación por parte del poder y el gran capital, porque esto crea las condiciones para la puesta en marcha de diferentes ensayos de una reestructuración del sistema en los países más afectados por la crisis (normalmente más afectados en las residencias). Estos cambios son mucho más toleradas por la población si se deben a un virus (y si vivimos en un estado de excepción “por esa causa”), ya que si se hubiera dado a conocer que la causa de las reformas es una crisis del propio modelo económico, la población se rebelaría mucho más.


No negamos que haya que tener prudencia con el nuevo virus, es un peligro real que está ahí. Sólo decimos que en realidad no se están aportando datos de calidad como para tener una referencia fiable de la amenaza que supone. Y que además, le permite al capital realizar un avance sustancial en proyectos que estaban en el tintero (a costa de un daño social); y tener la sartén por el mango en un tiempo de turbulencias. Tampoco estamos diciendo que lo hayan creado –sin descartarlo– pero es innegable que en muchos sentidos les vino muy bien y que pueden fomentar la percepción de un mayor impacto del virus.

Igual nos equivocamos en algo o en todo lo que decimos, pero... igual no. Por lo que en este contexto de incertidume, y ante la posibilidad de que esto se esté desarrollando como comentamos, consideramos absolutamente esencial mantener el espíritu crítico sin dejarnos llevar por prejuicios, clichés, o información-basura, que son ampliamente alimentados por la cultura cibernética de lo inmediato, por los mass media, por las agencias de fact-checking, o también por sectores de la derecha buscando base social...

Y mantenernos vigilantes, especialmente de nuestros vigilantes y de todos los aspirantes a serlo. Y de ser necesario, desobedecer y oponernos a las medidas excesivas.

Sólo formándonos un criterio independiente de esta situación, y manteniendo y expandiendo los vínculos de solidaridad y el apoyo mutuo vamos a poder enfrentar el peligro del virus y las dificultades que vienen.


Anónimxs por la Salud Mutua

contacto: coord-saude-mutua@riseup.net


Algunas referencias:

-70% de las muertes fueron en residencias de ancianas: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2020/05/31/muertos-residencias-suponen-70-totales-reconocidos/0003_202005G31P16991.htm

-Posible relación de vacunación previa contra la gripe común y casos graves de Covid, borrador de un artículo que finalmente no fué publicado (¿nos preguntamos por qué?): https://vacunasaep.org/sites/vacunasaep.org/files/gaston-ananos-hipotesis-vacuna-gripe-covid-19-version1.pdf

-Artículo con datos de 2017 sobre la mayor prevalencia de infecciones por virus de tipo coronavirus en personas previamente vacunadas contra la gripe común:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31607599/

-El 80% de los positivos son asintomáticos: https://www.bmj.com/content/369/bmj.m1375

-Artículo que cuestiona la capacidad de infectar de lxs asintomáticxs: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0954611120301669

-Documento de la OMS que relata como se establecieron las secuencias a identificar en los tests, que son 10 (correspondientes a fragmentos de 3 genes), procedentes de otros coronavirus pero que sólo en el SarsCov2 estarían presentes todas ellas:

https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/wuhan-virus-assay-v1991527e5122341d99287a1b17c111902.pdf?sfvrsn=d381fc88_2

-Documento de la FDA sobre uno de los tests aprobados en EEUU, en el que se informa de que ese test identifica tan solo 3 de esas 10 secuencias: https://www.fda.gov/media/136151/download

-Algunos pacientes dan positivo semanas después de dejar de ser contagiadores (por trozos de ARN viral inactivo): https://www.forbes.com/sites/coronavirusfrontlines/2020/05/29/some-coronavirus-patients-test-positive-for-weeks-interpret-those-results-with-caution/

-Ya hace algunos años, ex-editorxs del New England Journal of Medicine y The Lancet cuestionaron la validez de los estudios científicos publicados. Los artículos originales fueron retirados de las webs de las revistas científicas (inglés): "El caso contra la ciencia es sencillo: gran parte de la literatura científica, quizás la mitad, puede ser simplemente falsa. Afectada por estudios con pequeños tamaños de muestra, efectos diminutos, análisis exploratorios inválidos y flagrantes conflictos de intereses, junto con una obsesión por seguir tendencias de moda de dudosa importancia, la ciencia ha dado un giro hacia la oscuridad... La aparente endemicidad del mal comportamiento de la investigación es alarmante. En su búsqueda por contar una historia convincente, los científicos con demasiada frecuencia esculpen datos para ajustarse a su teoría del mundo preferida. O modifican las hipótesis para que se ajusten a sus datos.".

https://zaidpub.com/2014/03/04/no-longer-possible-to-believe-much-of-clinical-research-published/

https://stan-heretic.blogspot.com/2018/07/lancet-lot-of-what-is-published-is.html

-Las perspectivas optimistas del Foro Económico Mundial: https://es.weforum.org/agenda/2020/06/ahora-es-el-momento-de-un-gran-reinicio/


Más información y actualizaciones:

http://euskalnews.com/2020/08/el-colegio-de-biologos-de-euskadi-pone-contra-las-cuerdas-al-gobierno-vasco-y-al-gobierno-de-espana/

https://fuentesyreferenciascrisis2020.blogspot.com/

https://www.wodarg.com/ (algunos artículos en español y portugués)

http://somosbacteriasyvirus.com/

https://cienciaysaludnatural.com/

https://saludypoder.blogspot.com/

https://contratodanocividad.espivblogs.net/

https://www.mpr21.info/

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