Servir a Dios: una gran responsabilidad
Fernando Alexis Jiménez - Revista Vida Familiar
“Un servidor de Dios no debe andar en peleas. Al contrario, debe ser bueno con todos, saber enseñar, y tener mucha paciencia.” (2 Timoteo 2: 24 | TLA)
****************
Servir a Dios, en cualquier área, incluso aquella que usted considera la más humilde, es una gran responsabilidad.
Al igual que usted, con regularidad asisto al servicio en semana y, por supuesto, el domingo.
La persona que limpia las sillas para que los congregantes la encuentren limpias, presta un servicio en la obra de Dios.
Imagine cuando al acercarme, buscando un asiento, me guía y con una amplia sonrisa, me dice: “Aquí hay sitio para usted”
En esa actitud amable, veo al Cristo de poder que obra en ella.
Igual en cualquiera otra manera de servicio en la extensión del Reino.
Es un proceso de maduración y de crecimiento constantes, prendidos de la mano del Señor Jesús.
Permítame ilustrarlo de una manera sencilla y práctica.
En sus comienzos como escritora cristiana, Gayle Raybon solía recibir regalos encantadores de su editor: flores, chocolates, tés de hierbas.

Pero con el tiempo, el editor empezó a enviarle regalos de valor perdurable: una Biblia anual, devocionarios y diarios de oración.
Al ir usándolos, Gayle maduró espiritualmente; menos distraída con regalos frívolos y más dedicada a usar su vida para guiar a otros a Cristo.
Este enfoque evoca el crecimiento de Timoteo bajo el discipulado del apóstol Pablo, quien le dijo:
Y luego agregó:
«Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad» (v. 16); «huye también de las pasiones juveniles, […] desecha las cuestiones necias […]. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido» (vv. 22-24).
El consejo sabio de Pablo brinda otro beneficio clave.
Aun los que se oponen a Cristo, cuando vean nuestras decisiones maduras en Él, tal vez «escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él» (v. 26).
Por eso, crecer en Dios tiene resultados eternos.
Crezcamos en nuestra fe y otros también se beneficiarán.
Sencillo, ¿verdad? Pues a ponerlo en práctico mi amigo y mi amiga…
¿Y si es nuevo en estos temas? Genial. Le tengo una muy buena invitación.
¿De qué se trata? De acogerse a la gracia de Dios. Dios nos manifiesta su gracia que se expresa en amor y en el deseo de que nadie se pierda por la eternidad.
Jesús el Señor murió en la cruz para asegurarnos perdón y vida eterna.
Esa gracia del Padre, está disponible para usted hoy. Aprópiese de ese regalo divino. Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo y emprenda un nuevo camino.
******************
Fernando Alexis Jiménez sirve a Dios en la Misión Edificando Familias Sólidas. Transmite el Programa Vida Familiar y, desde el 2016, dirige el Instituto Bíblico Ministerial.
******************
1. ¿Ya leyó la Revista Vida Familiar? Es hora de hacerlo https://VidaFamiliar.online
2. Acceda a contenido exclusivo en Conexion365.Org
3. Estudie teología gratis en el www.InstitutoBiblicoMinisterial.com