Secret

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Capítulo 45

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Capítulo 45

Des me puso una bufanda en los ojos sin que pudiera ver nada.

Solo podía escuchar las ramas crujir debajo mis pies y nuestras respiraciones. Des cogía mis hombros y me guiaba hacia mi sorpresa.

─ ¿Ya? ─ pregunte estirando mis brazos.

─ Cállate, no hables.

Ella me empujó hacia adelante para que siguiera caminando.

Des me jalo hacia ella y me paro.

─ ¿Lista?

─ Lista.

Ella me quitó la bufanda de los ojos. Zayn, Derek, Des y Aron estaban enfrente de mí.

─ ¡Sorpresa! ─ gritaron todos.

Mire al rededor. Había lámparas con velas dentro colgadas en las ramas de los árboles alumbrando gran parte del lugar, pétalos de rosas rojas tiras en el suelo y una mesa para dos con comida.

─ Gracias ─ fruncí en ceño ─. ¿Esta es mi sorpresa?

Fruncí el ceño por la simple razón de que solo en la mesa había dos sillas.

─ Obvio ─ dijo Derek.

─ Es una cena ─ sonrío Derek.

─ ¿Por qué solo hay dos asientos? ─ mire la mesa que se ubicaba detrás de Derek.

─ Sino hay asientos ¿en dónde se sentarían? ─ Zayn hizo una mueca obvia.

─ Entonces…─ la voz de Den me interrumpió.

─ Aquí está tu sorpresa ─ Den me señalo un árbol.

Mire fijamente el árbol cuando vi salir la cabellera castaña rizada peinada hacia atrás.

Harry alzó la vista y me miró fijamente. Él estaba vertido con un saco negro, pantalones negros, una playera negra y su cabello recogido en un chongo. Se veía tan bien así.

─ N-n-no comprendo ─ dije mirando a Harry.

─ Tu solo disfruta ─ me susurró Des.

Voltee la mirada hacia Des pero ya se había ido, voltee a ver en donde estaban los demás pero tampoco estaban.

Mire a Harry otra vez y el esbozo una sonrisa. Él se volvió a esconder en el árbol buscando algo, cuando salió tenía un pequeño pastel de chocolate en las manos.

─ ¿Es muy tarde para decir feliz cumpleaños? ─ arqueo una ceja.

Seguía con la mirada fija en el hasta que reaccione.

─ No… aun no.

Él sonrió. Dejó el pastel en la mesa y se encaminó a mí.

Se pausó frente a mí y acaricio mi mejilla. Cerré los ojos y tome su mano recorriendo mi rostro. Los volví a abrir sonriendo.

─ No comprendo ¿Tu hiciste todo esto?

El asintió.

─ Si.

─ Pero no me hablabas.

─ All, no me enojaría por eso, es una tontería ─ rueda los ojos acomodando un largo cabello hacia atrás.

Me pregunto ¿cómo hizo para que su cabello le llegara hasta los hombros?

─ ¿Entonces por qué no me hablabas? ─ me cruce de brazos.

─ Porque te quería engañar ─ me guiña su ojo rápidamente.

─ Pero… ¿por qué? No entiendo.

─ Ese es mi estilo de como conquistar a una chica ─ me picó la nariz con la punta de su dedo.

─ ¿Estabas celoso de Zayn? ─ arqueo una ceja retándolo.

Él ladea con la cabeza pensativo.

─ Yo no lo llamaría celoso ─ me dice.

Coloco mis manos apoyando mi cabeza en ella mirándolo con una sonrisa pícara en mis labios.

─ ¿Entonces cómo lo llamarías?  ─ arqueo mis ambas cejas mientras él me muestra sus hoyuelos.

─ Le llamaría sobre protección ─ bromea o eso creo que hace.

Sonrío y no puedo evitar no hacerlo.

─ ¿Así que es una nueva forma de decir “celos”? ─ me inclino hacia el pero Harry solo me regala una sonrisa.

─ Llámalo como quieras pero yo siempre te sobre protegeré ante todos y todas las cosas ─ la comisura de sus labios se alzan mientras mi estómago se revuelve al verlo. Él, con tan solo una mirada me hacía sentir veinte mil cosas.

─ ¿Por qué? ─ me inundo en sus ojos mientras pasa su dedo pulgar sobre su labio inferior.

─ Porque siempre tendré miedo ─ aclara ─. Siempre tendré miedo a eso, All.

Fruncí el ceño.

─ ¿Miedo a qué? ─ atrapo su vista tratando de mantener toda su atención en mí.

Harry pasa sus dedos por su frente nervioso pero cuando me mira. Mira mis ojos cuales lo tranquilizan vuelve a sonreír, pero no solo con los labios, sus ojos también alumbraban cierto tono de alegría.

─ A perderte ─ dice las palabras tan suave, tan tiernas… tan lentas que a mi corazón le da tiempo para dar una vuelta de trecientos sesenta grados ─. No quiero hacerlo, conejita porque eres lo mejor que me ha pasado hasta ahora ─ logra alcanzar mi mano y entrelazarla con sus dedos ─. Estaré dispuesto de desaparecer a cualquiera que haga que te aleje de mí porque, All. Eres especial. Eres lo mejor que a alguien le pueda pasar y soy tan afortunado de tenerte ─ muerde sus labios ─. Si te pierdo te volveré a buscar cueste lo que cueste y volverás, volveremos a estar juntos.

En ese momento me dieron ganas de llorar de felicidad. Nadie me había hecho sentir así, y la persona que menos espere que fuera, es él quien lo provoco. Harry no era solo tatuajes y malas vibras si no era un completo ángel con tantas ideas pero poco que decir.

─ Harry ─ tome su mano ─, jamás me perderás.

Él bajo la vista ligeramente y me miró apretando más mis dedos con los suyos formando una extraño lazo dentro de nosotros.

─ ¿Lo prometes? ─ pregunta con sus ojos verdes sobre los míos.

─ Lo prometo ─ digo con una profunda y enorme sinceridad.

 

~ ~ ~

 

Seguimos comiendo sin interrupciones. Tenía que preguntarle sobre lo que había escuchado en la noche, ¿realmente había sido él? Así que tome aire y hable.

─ Siempre seré tuya ─ susurre.

El inmediatamente me miró.

─ ¿Qué?

─ En la noche fuiste a verme ¿no es cierto? ─ pare de comer y lo mire.

─ ¿Por qué preguntas?

─ Escuche que me dijeron All, y tú eres la única persona que me dice así.

Él sonrió.

─ Es que verte dormir es impresionante, cuando duermes te ves tan tierna.

─ Pareces a ese chico loco que quiere matar a la chica porque quiere que sea toda suya en una película de terror.

El dio una carcajada.

─ Haría lo que fuera contigo menos eso. Eres mi única razón de vida.

La mirada de Harry me aterrorizaba pero a la vez me atraía a él, no puedo ver otra parte de él más que sus ojos, creo que esa parte es la que más atrae. Sus ojos siempre brillaban, estuviera triste u enojado, sus ojos siempre destellaban una luz.

─ ¿Quieres partir el pastel? ─ arqueo una ceja.

─ Si ¿por qué no?

Harry se paró y se puso a lado de mí, tomó una vela prendida que estaba en la mesa y encendió con esa misma la del pastel.

─ Listo. Pide un deseo ─ me susurró ─. Espero que no sea yo porque yo ya estoy a lado tuyo.

Hago una mueca pero finalmente sonrió.

─ Deja tu orgullo para después, Harry.

Cerré los ojos y hable en mi mente cuando sople la vela. Al abrí los ojos la pequeña llama que alumbraba el pastel estaba apagada.

─ ¿Quieres un po…─ gire hacia donde estaba Harry pero él ya se había ido.

《Genial》 Mire hacia la mesa y había un papel que tenía escrito.

"Sigue el camino de pétalos a y lleva el pastel." H. x

Rodé los ojos y empecé a caminar por el camino de rosas. El camino de rosas era alumbrado por unas luces rojas que estaban pegadas en el pasto. Esto cada vez me asustaba más, no sé si era por cómo me veía Harry o a la dirección que me guiaban los pétalos.

Me sudaban las manos y me las limpiaba en el pantalón, mi corazón latía más rápido de lo normal y pómulos se pongan rojos totalmente. Babeaba mi labio inferior y tronaba mis dedos uno por uno. El camino paro enfrente de la cabaña en donde Harry me había invitado la vez pasada. Di una carcajada.

La cabaña estaba totalmente diferente a como estaba la última vez que vine. Estaba de café y las ventanas estaban limpias. Abrí la puerta, busque el interruptor, la habitación se iluminó.

La cabaña estaba limpia, muebles mejorados, todo era radiante.

─ Eso es lo que hice mientas te ignoraba ─ dijo Harry recargado en la pared.

─ Veo que no perdiste el tiempo ─ recorrí sofá con mi dedo.

─ All ─ se acercó a mí ─, esto es para ti.

Me entregó una caja color roja.

─ Harry, no es necesario ─ mire la caja ─. Con la comida estaba satisfecha.

─ Si, no lo creo ─ apretó la caja en mis manos y él puso la suyas encima de las mías ─. Ábrela.

El quitó sus manos de las mías y abrí la caja. Un pequeño destello alumbro mi rostro. En la caja había un collar con un dije en forma de candado.

Tome el dije en mis manos y lo mire, tenía en pequeñas letras escritas.

"Tú eres la única y yo el único"

Mire a Harry con una sonrisa pero con una mirada confundida《¿Qué quería decir "Tu eres la única y yo el único"?》

─ Es hermoso ─ sonreí. Rodé su cuello cono brazos y le bese la mejilla ─. ¿Qué quiere decir? ─ arque ambas cejas.

Él se apartó de mí. Metió su mano a su bolsillo trasero y saco un collar igual pero el dije era una llave.

─ Cada llave tiene su candado y cada candado tiene su llave ¿no es así? ─ asentí brevemente.

─ Si pero…─ él me puso su dedo índice en la boca.

─ Las llaves y los candados siempre tienen su par, fueron hechos uno para el otro. Al igual que nosotros. Nosotros nacimos para estar juntos.

Bese sus labios suavemente. El me aventó contra la pared y me besó el cuello.

─ Te amo ─ susurre a su oído.

Él no me contesto y continúo besando mi cuello. Entrelace mis dedos en su cabello y bese lo lóbulo.

Tomó mis piernas mí y las enredó  en su cadera mientras seguía recorriendo mi cuello con sus suaves labios. Harry me separó de la pared y empezó a subir las escaleras conmigo alrededor de él.

Harry se separó de mí y me aventó hagas la cama. El metro y después se encimo en mi recorriendo con su nariz desde mi estómago hasta mi rostro. Pego su nariz con la mía y con su mano me alzo para que lo pudiera besar. Harry metió su mano en mi blusa jalándola hacia afuera.

《Esto no es correcto.No pudo》 Las imágenes de Marco manoseado mí cuerpo llegaron repentinamente a mi mente y entonces fue cuando paré.

Lo tome de los hombros separándolo de mí.

─ ¿Qué pasa? ─ frunció el ceño.

Empecé a jadear.

─ Lo siento ─ azote mi cabeza hacia la almohada ─. No puedo hacer esto.

Él se quitó encima de mí y giró su cara para verme.

─ Está bien ─ susurró ─. Iré a dormir.

Se paró de la cama.

─ Espera ─ lo detuve del hombro. Él giró su cara y me miró ─. No te enojes ¿si?

El me miró con fastidio y solo suspiro y cambio su mirada hacia otra.

─ Iré a dormir al sofá.

Sabía que no estaba bien, sabía que estaba enojado. Pero no podía complacerlo por más que quisiera siempre había un momento en donde ya no podía más. Tan solo cuando los recuerdos llegaban a mi mente hacían que me frenará, era el peor sensación.

Asentí. Él se fue a sentar en el sofá. Si se había enojado poesía ver su rostro fruncido y su cara roja. Lo que más se podía destituí de sus ánimos era cuando se enojaba ya que se ponía totalmente rojo y su cara siempre la fruncía.

─ Descasa ─ dije.

─ Sueña conmigo ─ sonrío y yo di una carcajada.

Me encantaba que siempre cortaba los momentos incómodos.

 

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