Razones para contratar un seguro de decesos
Cuando era joven, mucho más joven, continuamente escuchaba a mi abuela hablar sobre el seguro “de los muertos”. En plena adolescencia el hecho de morirse es algo que raramente te planteas, y sobre todo, el hecho de que morirse sea algo que cueste dinero es una cuestión que ni se te pasa por la cabeza. Sin embargo, con el tiempo te vas dando cuenta de la realidad, y cuando la desgracia de una muerte cercana te hace abrir los ojos, te das cuenta no tan solo del dolor que provoca la muerte de un ser querido, sino de lo caro que resulta morirse en España, a no ser que tengas un buen seguro de decesos, y en ese momento entiendes por qué la abuela hablaba tanto del “seguro de los muertos”, porque era una forma de asegurarse un entierro digno sin perjuicio para sus seres queridos.
Cada año las estadísticas del INE nos recuerdan una desagradable realidad, pero este 2020 esta realidad nos ha pasado por encima como una locomotora. Si en años anteriores las cifras de fallecimientos en España se situaban alrededor de las 420 mil personas, este año hay que sumarle a todas aquellas que han fallecido de forma inesperada a causa del coronavirus. Detrás de estos números siempre encontramos historias, familias, personas y circunstancias personales y familiares de todo tipo. En medio del dolor causado a raíz de la pérdida de un ser querido, las personas más cercanas al fallecido son las responsables de hacer frente a la burocracia y los gastos que supone el último adiós. Es en esos momentos en los que tener un seguro de decesos puede suponer la diferencia entre sumar un problema al dolor de la pérdida, o poder llorar ese dolor sin tener que preocuparse de mucho más.
Los seguros de decesos son pólizas de seguros ideadas precisamente para evitarle problemas a los familiares del difunto respecto a todo lo referente al sepelio del mismo. De este modo se cubren aquellos gastos relacionados con el fallecimiento del asegurado. Suelen incluirse los servicios funerarios tales como el tanatorio, el féretro, el traslado en coche fúnebre y el entierro o incineración. Existen además otros muchos servicios adicionales que dependerán siempre del seguro escogido, por lo que es importante realizar una comparativa de seguros de decesos antes de decantarse por uno.
De forma adicional, la compañía aseguradora también puede ser la encargada de gestionar los trámites del deceso. De este modo se encargará de la documentación legal necesaria tras el fallecimiento de una persona: la inscripción del deceso en el Registro Civil o la tramitación del certificado de defunción. De hecho, este tipo de servicios ofrecidos por las aseguradoras en sus seguros de decesos son cada vez más habituales. Algunas ofrecen al asegurado la posibilidad de realizar un testamento online o que los familiares puedan solicitar el borrado de la vida digital del fallecido, algo que hasta hace poco no se contemplaba.
Ventajas de tener un seguro de decesos
En España este tipo de seguro es el seguro voluntario con más amplia aceptación entre la población. Según datos de la Memoria Social del Seguro, alrededor del 44% de españoles tiene algún tipo de seguro de decesos en vigor, y en Extremadura o Asturias el número de asegurados supera el 60%. Esto es así porque las ventajas ofrecidas por este tipo de pólizas suponen un verdadero alivio en momentos muy delicados y dolorosos para una familia.
Un seguro para momentos difíciles
La primera ventaja obvia con la que contamos si contratamos un seguro de decesos es la de contar con la tranquilidad de que, en medio de una situación trágica, como se supone que es la muerte de una persona a la que queremos, la familia se ve respaldada por una compañía seria que se encargará de los trámites burocráticos relacionados con el funeral y el entierro.
La segunda ventaja es que los gastos del entierro o incineración quedan cubiertos con la póliza contratada. Como ya he dicho al inicio, morir en España no sale barato. Según un estudio de la OCU acerca del coste medio de un funeral en nuestro país, las conclusiones apuntan a que los servicios funerarios básicos ascienden de media a algo más de 3.500€. Si hablamos de grandes ciudades como Madrid o Barcelona, esta cifra puede llegar a duplicarse.
El tercer motivo para contratar un seguro de decesos se basa en algo que no nos gusta pensar, pero que es así, y es que la muerte no avisa de su llegada y el fallecimiento de un allegado, además de causar dolor debido a lo inesperado de la pérdida, puede llegar a suponer un importante gasto imprevisto al que no todas las familias pueden hacer frente.
Desde el punto de vista anterior, es normal que muchas personas se preocupen de no poner en un compromiso económico a sus familiares más cercanos, y para ello contraten un seguro de decesos que les aporta la tranquilidad de saber que su fallecimiento no añadirá una pena económica al dolor soportado por su fallecimiento. De este modo el asegurado tiene la oportunidad de ahorrar a su familia un mal trago económico.
El Seguro de Decesos puede hacerse cargo de los traslados
Existe otra cobertura que se suele incluir en los seguros de decesos. Esta cobertura resulta especialmente útil en caso de accidente, ya que se trata del traslado del fallecido desde el lugar del siniestro. Incluso es posible que se dé el caso de que se produzca el fallecimiento estando de viaje en otro país, por lo que hay que asegurarse de que el seguro de decesos incluya la repatriación del cuerpo. Aunque en estos casos es posible que también venga incluido en el seguro de viaje.
Sin embargo, lo habitual es que la mayoría de las inhumaciones se produzcan en la misma localidad donde tiene lugar el fallecimiento, aunque alrededor de un tercio de las muertes se producen lejos del lugar elegido para el entierro. Los datos apuntan a que en un año se pueden registrar más de 80.000 casos en los que es necesario realizar un traslado del fallecido de una población a otra dentro del territorio nacional.