REVISTA DE PRENSA
Revista de prensa rusa - Servicio Global de TASSMOSCÚ, 21 de julio. /TASS/. Autoridades de Rusia y Ucrania se preparan para retomar las negociaciones en Turquía, a la vez que Teherán y la UE dialogan para buscar un consenso sobre el programa nuclear iraní. Al mismo tiempo, Bruselas aprueba un nuevo paquete de sanciones contra Moscú y busca aumentar su gasto en defensa para oponerse a la supuesta amenaza rusa. Mientras tanto, el proceso judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro provoca un notable deterioro de las relaciones entre EE.UU. y Brasil. TASS le ofrece estos y otros temas que son noticia en los medios rusos.
Medios: Rusia y Ucrania podrían celebrar una nueva ronda de negociaciones esta semana
Ankara está manteniendo consultas con Moscú y Kiev para celebrar una tercera ronda de conversaciones ruso-ucranianas lo antes posible, informan fuentes anónimas de alto rango del periódico Izvestia. El 19 de julio, Ucrania propuso a Rusia que ambas delegaciones se reunieran esta semana. El liderazgo ruso está preparando una respuesta y podría anunciar una decisión próximamente, afirmó Grigori Karasin, presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación (Cámara Alta del Parlamento ruso). Al mismo tiempo, expertos opinan que solo una reunión trilateral entre los líderes de Rusia, EE.UU. y China puede acercar la paz en Ucrania.
Ha transcurrido un mes y medio desde las últimas conversaciones ruso-ucranianas en Estambul. Tras dicha reunión, Moscú y Kiev intercambiaron memorándums en los que expusieron su visión para la resolución del conflicto. Su contenido indica claramente que las partes tienen diferentes puntos de vista sobre cómo poner fin a la crisis.
Las posturas opuestas de Rusia y Ucrania son el problema clave, opina al respecto Denís Denísov, experto de la Universidad Financiera del Gobierno ruso. En cuanto a la reanudación de las negociaciones en el formato de las dos primeras rondas, una nueva reunión no acercará a ambas partes a la paz, ya que las facultades de los negociadores son limitadas, señala Andréi Kortunov, experto del Club Internacional de Debate Valdái. Un diálogo sobre la paz en Ucrania, en un formato diferente, podría tener lugar durante una posible reunión entre los líderes de Rusia, China y EE.UU., según Bogdán Bezpalko, miembro del Consejo de Relaciones Interétnicas de la Presidencia rusa. Al mismo tiempo, Kortunov considera que es improbable que el ultimátum de Donald Trump sobre la necesidad de alcanzar la paz en los próximos 50 días tenga un impacto notable en Moscú. "Por experiencia, sabemos que Rusia no hace concesiones bajo la presión de las sanciones", recordó. Al mismo tiempo, la declaración de Vladímir Zelenski sobre las negociaciones es un elemento de un juego político que probablemente no conducirá a ningún avance en el proceso de negociación, opinó el politólogo Aleksánder Némtsev, entrevistado por Vedomosti. Por un lado, Moscú no tiene intención de reconsiderar sus posiciones. Por otro lado, Kiev tampoco está dispuesto a hacer concesiones. "La parte ucraniana está simulando el deseo de entablar negociaciones, pero al mismo tiempo solo está dispuesta a dialogar con Moscú sobre cuestiones humanitarias. Un avance solo será posible cuando Ucrania sea incapaz de seguir resistiendo en el campo de batalla", explicó el experto. En este contexto, EE.UU. seguirá desvinculándose de la crisis ucraniana y trasladará gradualmente la mayor parte de la carga en este ámbito a la Unión Europea. Obviamente, Alemania y Francia están preparadas para tal perspectiva, pero otros países europeos no, resumió el politólogo.
Rossiyskaya Gazeta: Nuevas sanciones contra Rusia afectan a la propia UE
La UE introdujo el 18.º paquete de sanciones contra Rusia. Una vez más, el principal objetivo de las restricciones ha sido la industria rusa del petróleo y el gas. El sector bancario también se ha visto afectado, escribe Rossiyskaya Gazeta.
La novedad más destacada es la reducción del precio máximo del petróleo ruso de 60 a 47,6 dólares por barril. Como señala el experto en energía Kiril Rodiónov, la dinámica de los precios del petróleo ruso Urals dependerá de las cotizaciones del crudo de referencia Brent. El precio medio mensual del petróleo Urals solo bajará de los 50 dólares por barril si el precio del Brent es inferior a 60 dólares. Lo único que la UE conseguirá con la reducción del precio máximo es un ligero aumento del descuento sobre el crudo ruso. E incluso en ese caso, solo se aplicará durante un breve periodo. Los beneficiarios de las nuevas restricciones no serán Europa, sino China, India, Turquía y otros países que importan petróleo de Rusia.
Además, el 18.º paquete de sanciones introduce la prohibición de importar productos petrolíferos rusos desde terceros países. La medida no solo afectará el suministro de petróleo ruso al exterior, sino que también influirá negativamente en la propia UE, ya que los Estados comunitarios reciben una parte significativa de combustible de India y Turquía, que consiste de petróleo refinado ruso o mezclas de productos petrolíferos rusos con los de otros países. El resultado podría ser un aumento de los precios del combustible en la UE.
Dmitri Skriabin, gestor de cartera de la empresa Alfa Capital, señaló que si los países del G7, principalmente Estados Unidos, no se suman al nuevo paquete de sanciones de Bruselas, su impacto en el precio del petróleo ruso no será perceptible. Rodiónov cree que no cabe esperar un aumento a largo plazo del descuento del petróleo ruso, dado que el mercado se ha "acostumbrado" a las sanciones. Además, sin EE.UU., la UE solo podrá intentar controlar el cumplimiento de las condiciones del límite máximo en sus puertos y aguas territoriales, lo que también limita el efecto de las sanciones. Las nuevas restricciones también prevén la desconexión de otros 22 bancos rusos del sistema de pagos SWIFT. "No hay por qué temer el nuevo paquete de sanciones, Rusia tiene suficientes oportunidades para asegurar su desarrollo económico. La desconexión de los bancos rusos de SWIFT nos obliga a buscar alternativas, ya que existen otros sistemas de pago internacionales, incluido el CIPS chino. La situación es similar con otras restricciones: perjudican a la propia UE e incitan a las empresas nacionales a buscar nuevos socios y soluciones", declaró Pável Selezniov, decano de la Facultad de Relaciones Económicas Internacionales de la Universidad Financiera del Gobierno ruso.
Izvestia: Rusia se opone al restablecimiento de las sanciones contra Irán
La legitimidad del E3 (Francia, Alemania y Reino Unido) para restablecer las sanciones contra Irán se ha perdido, declaró a Izvestia el representante de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, Mijaíl Uliánov. Previamente, París, Berlín y Londres dieron a Teherán hasta finales de agosto para cerrar un nuevo acuerdo nuclear, y las próximas conversaciones entre las partes se celebrarán el 27 de julio en Ginebra. Los expertos advierten que una fuerte presión sobre Irán solo empeorará la situación y podría desembocar en un nuevo conflicto. A su vez, Rusia anunció que estaba dispuesta a mediar entre Irán y EE.UU. tras las hostilidades entre las partes. Además, el E3 ya había amenazado a Teherán, por ejemplo, durante el mandato de la Administración del expresidente estadounidense Joe Biden en 2022-2023, recordó Farhad Ibraguímov, orientalista y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos.
"La prisa de las potencias europeas se debe al deseo de implementar plenamente el mecanismo antes de que Rusia asuma la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU en octubre de 2025", enfatizó el orientalista Leonid Tsukánov.
Por su parte, Uliánov enfatizó que las tácticas de presión sobre Teherán no tienen ninguna posibilidad de éxito. "La costumbre de europeos y estadounidenses de fijar constantemente plazos es bastante contraproducente. En su momento, influyó negativamente en el intento anterior de restaurar el Plan de Acción Integral Conjunto sobre el programa nuclear iraní (PAIC) mediante negociaciones en 2021-2022. En aquel entonces, no permitió alcanzar acuerdos concretos, a pesar de que el proceso ya estaba en la recta final", recordó el diplomático. El ultimátum del E3 y las nuevas amenazas de Washington podrían llevar a Irán a retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear y a continuar activamente con su programa nuclear, advirtió Ibraguímov. Según el experto, el conflicto armado entre Irán e Israel en junio de 2025, marcó un antes y un después para Teherán. "Ahora los iraníes piensan que las armas nucleares benefician más a Irán que lo perjudican", observó.
Vedomosti: La reducción de la ayuda militar directa a Ucrania provocó un aumento del gasto en defensa en Europa
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció la continuación del suministro de armas estadounidenses a Ucrania bajo un nuevo esquema. Las entregas a Kiev se realizarán a través de Europa, la que cubrirá todos los gastos. La iniciativa no generó entusiasmo entre los países del Viejo Continente, señala Vedomosti.
En la cumbre del 25 de junio, los países de la OTAN acordaron aumentar el gasto militar al 5% del PIB para 2035. Para justificar tales gastos, Europa está asumiendo activamente el relevo de EE.UU. en la tarea de agrandar la "amenaza rusa". En este sentido, la supuesta amenaza rusa es la nueva idea clave de la UE, afirma Prójor Tebin, director del Centro de Investigación Económico-Militar del Instituto de Economía y Estrategia Militar Mundial, parte de la Escuela Superior de Economía. En las décadas de 1990 y 2000, el estado del bienestar era la idea fija, luego fue reemplazado por la agenda verde y la transición a energías respetuosas con el medioambiente. Ahora, la militarización es el punto clave del orden del día, indicó.
En este sentido, las sonoras declaraciones sobre la amenaza rusa son propaganda interna para justificar el aumento del gasto militar, y son necesarias para que las autoridades europeas estimulen el crecimiento económico, afirmó Fiódor Voitolovski, director del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales (IMEMO) de la Academia de Ciencias de Rusia. Hasta hace poco, una parte significativa del complejo militar-industrial europeo carecía de financiación suficiente y existían serias dudas sobre la demanda a largo plazo de sus productos, recordó Dmitri Stefanóvich, investigador del Centro de Seguridad Internacional del IMEMO y miembro del Consejo de Política Exterior y de Defensa ruso. Ahora, aumentan las expectativas de que los europeos tengan que invertir en su propia defensa. El cambio de prioridades de la Administración estadounidense también ha impulsado el crecimiento de los ingresos del complejo militar-industrial europeo. Los beneficios de las corporaciones aumentaron un 13% en 2024 y ascendieron a 123.000 millones de dólares. Las empresas armamentísticas occidentales se han vuelto expertas en presionar para que sus intereses se mantengan en Ucrania y ahora los promueven en las oficinas gubernamentales europeas, con la expectativa de un mayor crecimiento de sus ingresos, afirma Voitolovski. Con todo, el alcance del complejo militar-industrial europeo aún no satisface las necesidades, ya que, en ciertas áreas tecnológicas, la industria bélica comunitaria todavía depende de EE.UU.
Nezavisimaya Gazeta: EE.UU. se enfrenta a Brasil para defender al expresidente Bolsonaro
Las relaciones entre Brasil y EE.UU. se están deteriorando rápidamente. El motivo es la investigación contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, quien es amigo de Donald Trump y a quien se le acusa en su país de organizar una conspiración contra el actual jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. La Casa Blanca tilda la investigación de una "caza de brujas" y presiona política y económicamente a Brasilia para que retire los cargos contra el expresidente. Por ejemplo, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ordenó la cancelación de las visas de algunos jueces brasileños involucrados en el caso de Bolsonaro, incluido el presidente del órgano judicial, Alexandre de Moraes. Sin embargo, hasta el momento, Trump ha logrado lo contrario. Los brasileños están indignados y amenazan con tomar medidas de represalia contra empresarios estadounidenses.
Bolsonaro fue jefe de Estado brasileño de 2019 a 2022. Perdió las elecciones presidenciales de 2022 ante el político de izquierda Lula da Silva. Indignado por los resultados de los comicios, Bolsonaro decidió organizar un golpe de Estado para mantenerse en el poder. Al menos, así se afirma en la acusación contra él y otras siete personas, incluido el exministro de Defensa Walter Braga Netto. El expresidente niega cualquier implicación en los supuestos planes para impedir la toma de posesión de Lula da Silva. Los cargos contra el exmandatario implican que podría ser condenado a una larga pena de prisión, de hasta 43 años. Y para él, cualquier condena puede equipararse a cadena perpetua, teniendo en cuenta que Bolsonaro ya tiene 70 años.
Las sanciones aplicadas por EE.UU. en el ámbito de visados fueron una respuesta a la investigación contra el expresidente brasileño y a la elección de una medida preventiva contra él. Ahora Bolsonaro debe llevar una tobillera electrónica que permite rastrear su ubicación. Esta medida fue justificada por el temor de que el acusado intentara huir al extranjero. A su vez, Rubio y Trump declararon que las acciones de la Justicia brasileña no eran más que un ajuste de cuentas con un oponente y una "caza de brujas política".
En un intento por frenar esta "cacería", la Casa Blanca anunció a principios de mes la introducción de aranceles del 50% sobre las mercancías procedentes de Brasil a partir del 1 de agosto. En abril, cuando Trump anunció una guerra arancelaria con casi todo el mundo, se suponía que los aranceles para el país sudamericano serían del 10%. Sin embargo, las autoridades brasileñas no solo no se asustaron, sino que, por el contrario, redoblaron su presión sobre Bolsonaro. Al ejercer presión política y económica sobre Brasilia, la Administración de Trump solo está deteriorando aún más las relaciones bilaterales, llevándolas a un callejón sin salida. Es obvio que Lula da Silva no hará la vista gorda ante las acciones de Washington.
"La injerencia en el sistema judicial de otro país es inaceptable y atenta contra los principios básicos de la soberanía nacional y el respeto entre las naciones", advirtió el presidente brasileño el 19 de julio. Además, añadió que ninguna amenaza interferirá con la protección y el mantenimiento del "Estado democrático de derecho".
En su afán por proteger a Bolsonaro, la Casa Blanca parece haber cruzado una línea roja, y Brasil ahora considera la posibilidad de imponer restricciones a las empresas estadounidenses residentes en el país. Lula da Silva firmó un decreto que permite suspender los proyectos de inversión y los derechos de propiedad intelectual relacionados con empresas estadounidenses en caso de que los aranceles del 50% entren en vigor. Según el periódico Rio Times, el Gobierno brasileño también está barajando la opción de dificultar la transferencia de ganancias de dichas empresas a EE.UU. Otras medidas en discusión incluyen la obligación de que los empresarios estadounidenses mantengan la mayor parte de su capital de trabajo en Brasil y la implementación de controles adicionales sobre sus transferencias de dinero al exterior. Por supuesto, la decisión final sobre la respuesta de Brasil a Trump aún no se ha tomado. El Gobierno entiende que acciones precipitadas podrían perjudicar el clima de inversión en Brasil, por lo que no tiene prisa. Pero el hecho de que se estén discutiendo medidas tan radicales en el país con la mayor economía de América Latina es importante. Dado que Lula da Silva y sus partidarios no tienen intención de someterse incondicionalmente a las exigencias de Washington, surge la pregunta de hasta dónde está dispuesto a llegar Trump para proteger a su aliado y hasta qué punto podrían deteriorar las relaciones entre EE.UU. y Brasil. Al respecto, Víktor Jéifets, director del Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad Estatal de San Petersburgo, considera improbable que se produzca una ruptura total de las relaciones entre los dos países.
"Trump está convencido de que, con el tiempo, el Gobierno brasileño le hará concesiones. Puede que se equivoque, pero esta es básicamente la estrategia de negociación del actual presidente: primero presionar y amenazar, y luego anunciar en voz alta que ha ganado", explicó el experto.
Además, hay que tener en cuenta que el presidente estadounidense presta actualmente más atención a sus aliados ideológicos que durante su primer mandato. "Trump está dispuesto a presionar abiertamente, exigiendo que las decisiones de los tribunales brasileños se ajusten a las expectativas estadounidenses", enfatizó Jéifets. Y cuando se trata de proteger la soberanía nacional, los brasileños pueden aferrarse a sus principios y negarse a ceder. "Llama la atención el hecho de que, tras la promesa de Trump de imponer aranceles, la popularidad del Gobierno de Lula haya aumentado. El apoyo ha crecido principalmente <…> en vista del cambio de postura de la clase media, insatisfecha con muchas de las acciones de Lula da Silva. Sin embargo, es esta clase media la que no tolera la intromisión brusca desde el exterior", concluyó el entrevistado.
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