Qué está pasando en el Sahara Occidental: el fracaso de la ONU

Qué está pasando en el Sahara Occidental: el fracaso de la ONU

REDCOM

El enfrentamiento entre el Frente Polisario y el ejército de Marruecos es ahora una batalla por el relato

El enfrentamiento que ha estallado entre el Frente Polisario y el ejército de Marruecos que derivó en el primer choque armado desde 1991 se ha convertido, sobre todo, en una batalla por el relato. El viernes el ejército marroquí entró en la zona de seguridad para desalojar a un grupo de manifestantes que cortaban el acceso a un paso aduanero y la guerrilla saharaui respondió con una declaración de guerra. Los saharauis proclamaron el sábado eel fin del alto el fuego y se declararon en guerra, una palabra que Marruecos no ha querido utilizar.

Los saharauis quieren recuperar la confianza de una juventud que ya no se cree un proceso de paz en vía muerta (los acuerdos de Madrid de 1991 comprometían a la ONU con un referéndum de autodeterminación que Marruecos no deja de dilatar y que cada día que pasa pierde más apoyos internacionales) y que hace años que exigen la dirección histórica volver a la lucha armada. Marruecos, por su parte, tiene interés en minimizar el conflicto para evitar que vuelva a entrar en la agenda internacional y asegura que el alto el fuego sigue vigente.

¿Hay una guerra?

Es difícil de saber. El Polisario ha emitido tres partes de guerra en que el ministerio de Defensa de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) asegura que ha atacado seis bases militares marroquíes y que ha causado bajas y deserciones. Marruecos sólo reconoce dos ataques con intercambio de disparos y asegura que no ha sufrido pérdidas humanas ni materiales. La ONU, que tiene desplegada una fuerza internacional con el mandato de organizar la celebración del referéndum, se mantiene en silencio. Y Marruecos no ha permitido el acceso de prensa internacional en la zona. Por ahora no se han visto imágenes de muertos ni heridos.

En declaraciones a los colegas del medio catalán ARA.CAT, Abidin Bucharaya, representante del Frente Polisario en Catalunya, aseguró que: "Estamos en guerra, totalmente. Los campos de refugiados, nuestras fuerzas militares, nuestras sedes diplomáticas están en situación de guerra". Por su parte, el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, dijo ayer a Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la UE, que su país está "comprometido con el alto el fuego".

¿Por qué es importante el paso de Guerguerat?

Guerguerat es un paso situado en la frontera con Mauritania, en la zona de seguridad donde no debería haber presencia marroquí y donde en 2006 las autoridades de Rabat abrieron un agujero en el muro de separación con los territorios ocupados del Sahara Occidental. Los saharauis denuncian que es una "brecha" ilegal al muro, a través de la cual cada día cientos de camiones llevan hacia Mauritania recursos naturales de su territorio ocupado por Marruecos, como pesca o productos agrícolas.

El 23 de octubre cientos de civiles cortaron el paso como forma de presión a las grandes potencias y en concreto al consejo de Seguridad de la ONU, que a principios de noviembre se reunió para renovar el mandato de la MINURSO. Como es habitual desde hace unos años, el comunicado de la ONU ya no mencionaba el referéndum de autodeterminación y se limitaba a defender "una solución aceptable" para todas las partes. Bucharaya hace tanto responsable a Marruecos como al Consejo de Seguridad por haber "calentado la situación".

¿Qué está pasando en los territorios ocupados y los campos de refugiados de Argelia?

Hace años que entre los jóvenes crece la indignación por la falta de avances en el proceso de paz y el hecho de que el prometido referéndum a cambio del cual el Polisario dejó la lucha armada no se haya concretado casi tres décadas después. Según explica un activista saharui de El Aaiún, la capital del Sahara Occidental, que pide el anonimato por temor a represalias, ha habido protestas en varias ciudades que han sido reprimidas por las fuerzas auxiliares marroquíes. "Están yendo casa por casa a detener a los jóvenes saharauis que se han manifestado de manera espontánea", denuncia. "Hay un bloqueo total de las calles y de ciudades enteras". Asegura que "la gente estaba harta de la mal llamada paz . 

En los campos de refugiados de la vecina Argelia -que tradicionalmente ha apoyado a los saharauis para debilitar a su rival regional, Marruecos- el Polisario ha decretado una movilización general para incorporar a las filas a todos los hombres disponibles. "Llevaremos la guerra a todo el muro de separación", asegura el representante del partido-guerrilla en Catalunya. Preguntado sobre la evidente inferioridad militar de su pueblo, asegura: "En todas las guerras pesa un factor psicológico y nosotros estamos dispuestos a morir por nuestra tierra. Somos beduinos que conocemos bien el desierto, mientras que los soldados marroquíes están allí por un salario que les llega tarde y mal".

El fracaso de la ONU en el Sáhara Occidental

El 29 de abril de 1991, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas estableció la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO). Durante 29 años, un destacamento de 230 soldados ha sido responsable del mantenimiento de la paz en este territorio. También está a cargo de organizar el referéndum. El proceso está estancado por la intransigencia marroquí.

Por su parte, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó en 2018 que la Unión Europea debe respetar el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui. En particular, invalidó un acuerdo comercial de pesca entre la UE y Marruecos.

La tercera en discordia: Francia. A pedar de las condenas del derecho internacional y las organizaciones internacionales, Francia vende grandes cantidades de equipos militares que se envían al Sáhara Occidental. Estos contribuyen a: prolongar la ocupación militar y apoyar la política colonialista de Marruecos para facilitar la explotación de los recursos en el territorio ocupado.

El conflicto del Sáhara Occidental ha demostrado, una vez más, que la ONU no sirve para nada y que merece ser suspendida y sustituida por otra organización de naciones democráticas, más ética, igualitaria y menos dominada por el sucio juego de las grandes potencias.

La ONU se ha convertido, con el tiempo, en una organización inútil, costosa, corrupta e injusta, que funciona más como un obstáculo que como una ruta hacia la paz. Su Consejo de Seguridad, donde Francia posee veto, es un escandaloso monumento a la desigualdad y a la ventaja, mientras que su Asamblea General es el espacio que utilizan Estados "dictatoriales" y delincuentes para sentarse en igualdad de condiciones con demócratas y gente honrada.

Todos los supuestos esfuerzos de la ONU han fracasado repetidamente para negociar un acuerdo sobre el territorio en disputa desde 1975, cuando el poder colonial de España abandonó el territorio, iniciando un enfrentamiento bélico que duró hasta 1991 cuando intervino la ONU estableciendo el alto el fuego.

Han pasado ya más de 40 años, y aunque parezca mentira, los saharauis están más lejos de ver una solución que hace 27 años, curioso cuando la ONU en 1991 prometió solucionarlo en un plazo que no excedería los 2 años, es decir, lo que tardarían en realizar un censo completo para llevar a cabo un referéndum de autodeterminación.

Hoy en día, la única solución que ven los saharauis para desbloquear la situación y obligar a Marruecos a mover fichas es la vuelta a la lucha armada, algo que la propia ONU y el Consejo de Seguridad evitan a toda costa, pero que no hacen más que favorecerlo porque con sus resoluciones y pasividad ante Marruecos perpetúan y prolongan el conflicto, agravando así la situación de los saharauis.

Balance vergonzoso

45 años, una misión especial de la ONU, 6 secretarios generales, 4 enviados personales, 100 informes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, otros 100 informes de distintos secretarios generales de la ONU y la situación del pueblo saharaui sigue siendo la misma que en 1975. La realidad es que el conflicto saharaui y el asunto del último país africano sin descolonizar ha sido un colosal fracaso, absoluto y sin precedentes para la ONU, por mucho que traten de maquillarlo.

El derecho saharaui a la autodeterminación es inalienable e irrefutable, pero, los derechos jamás se han ganado en despachos de la ONU o en asambleas de falsos amigos, el pueblo saharaui necesita un golpe en la mesa, redirigir su futuro, empezar a ser un Estado con territorio reconocido. Llegados a este punto, nos volvemos a preguntar si la ONU es verdaderamente necesaria e imprescindible

Fuentes: EcSaharaui/ARA.CAT/

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