Prostitutas, Escorts y Putas en España
Las mujeres se escabullen por las calles laterales, trepan por los balcones de los apartamentos residenciales y gritan a través de los buzones de todo Madrid, golpeando puertas y abriéndose camino hacia las habitaciones del frente docenas de veces al día. No les queda otra opción, dicen, porque su trabajo está en primera línea del tráfico sexual en España.
Una nueva ley tiene como objetivo frenar la prostitución en el país, tomando medidas enérgicas contra el proxenetismo y castigando a los hombres que compran servicios de mujeres. El proyecto de ley es parte de la campaña progresista del Partido Socialista para ampliar los derechos de las mujeres y refleja la preocupación de que muchas trabajadoras sexuales españolas estén siendo explotadas.
Si bien la prostitución es legal en España, está muy poco regulada. Algunas de las ciudades más grandes del país tienen normas municipales específicas que lo frenan, castigando tanto a las prostitutas como a sus clientes. Pero estas reglas a menudo hacen más daño que bien, según encuentra un nuevo estudio.
Por ejemplo, en Barcelona, las mujeres que trabajan en la calle reciben multas que se envían a los hogares de sus clientes, en un intento por disuadirlos de volver a recurrir a trabajadoras sexuales. Pero las multas a menudo no se pagan, e incluso cuando lo hacen, no son un elemento disuasivo lo suficientemente fuerte como para impedir que la gente regrese. La investigación, vista por EL PAIS, fue realizada por mujeres que trabajan en la industria del sexo y expertos que hacen campaña por el cambio.
Más de 50 ciudades de España tienen normas especiales para frenar la prostitución. Pero, según un nuevo informe realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, a menudo hacen más daño que bien. Descubrieron que, además de perjudicar a las trabajadoras sexuales y mantener sucias sus comunidades, las reglas también penalizan a las mujeres más Contactos con chicas vulnerables. El informe se basó en 32 entrevistas con prostitutas, organizaciones que trabajan con ellas y políticos.
El informe sugiere que muchas trabajadoras sexuales en España están siendo explotadas y advierte que el país podría convertirse en el principal centro de tráfico sexual de Europa. Su vacío legal también ha permitido una importante afluencia de trabajadoras sexuales inmigrantes, incluidas mujeres de países como Bulgaria y Rumania, que representan entre el 70 y el 80 por ciento de todas las trabajadoras sexuales del país.
A corto plazo, despenalizar la prostitución la hace más segura para las trabajadoras sexuales, que pueden llamar a la policía si son agredidas o amenazadas y acceder a atención médica si desarrollan enfermedades de transmisión sexual. Pero, a largo plazo, es probable que aumenten las tasas de explotación. Se espera que las nuevas leyes se aprueben a finales de este año y castiguen tanto a las prostitutas como a sus clientes.