Problemas psicológicos en la montaña

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Escuela de escalada MCS AlexClimb

Intentos de autorrealización patológica en la montaña

Propongo analizar una situación problemática, que no es frecuente, pero lamentablemente, aún puede encontrarse en el curso de los programas de montaña. Estamos hablando de un conflicto interno en un grupo, cuyos signos son tan característicos que podemos hablar de algún problema psicológico estándar. He aprendido a reconocerlo e incluso a predecir con precisión su desarrollo, sin embargo, hasta el momento, no he aprendido a detener o minimizar el efecto de esta situación.

La ruta de montaña, independientemente de la dificultad, es un evento bastante estresante para la mayoría de los participantes, todos se encuentran en condiciones inusuales e incómodas, tanto física como psicológicamente. Cualquier persona con la mente clara entiende que la base de la seguridad en condiciones difíciles, ya sea montaña, mar, taiga, es la disciplina y el respeto mutuo; esto incluso está escrito en un documento que todos los participantes firman antes del inicio del programa.

La autoridad del líder o guía en la ruta es un concepto absolutamente incondicional, de lo contrario, ¿por qué pagarle dinero al guía si eres tan inteligente que puedes comentar o no aceptar las decisiones del guía? Todo parece estar claro. Sin embargo, muy raramente, pero aun así, las personas con características psicológicas ocultas llegan a los programas que, en condiciones extremas, salen a la superficie y crean problemas para los demás. En presencia de signos estándar perfectamente obvios, ¿tiene solución este problema?

Como regla general, todo comienza con pequeños ataques a la autoridad de la guía: no cumplir con los requisitos, reaccionar dolorosamente a los comentarios más simples, etc. Por lo tanto, el instigador se manifiesta y, por así decirlo, prepara el terreno para la implementación de algunos , plan posiblemente inconsciente. Además, se notan signos de actividad subversiva: aparece un "líder" alternativo en el grupo, que reúne a su alrededor a un cierto número de los participantes más débiles y los enfrenta al líder oficial del grupo. El resultado es una interrupción de la ruta, o al menos un mal humor para aquellos que querían disfrutar de la montaña en un estado tranquilo y hacer la ruta con seguridad.

Los principales patrones observados del problema:

• La situación ocurre solo en rutas simples en ausencia de errores o inexactitudes evidentes en las acciones de la guía.

• La situación nunca se presenta al escalar con participantes entrenados en rutas difíciles.

• Es difícil determinar el momento del inicio del conflicto, ya que no tiene una causa pronunciada.

• El instigador del conflicto es siempre física o técnicamente el menos capacitado y el más débil del grupo.

• El conflicto se convierte en una fase aguda en las siguientes condiciones: llegar a un tramo difícil de la ruta, la aparición de factores que complican la ruta (condiciones climáticas difíciles), fatiga crítica del grupo durante el ascenso principal.

• Post factum - el instigador del conflicto tiene un rencor personal contra el guía - repito, sin razones y requisitos obvios, una persona puede estar tan sesgada por su condición que ninguna conversación y diálogo puede ayudar a aliviar la situación.

Razones sugeridas:

• Complejo de inferioridad oculto, dolorosa tendencia a ser líder independientemente de la competencia en la materia (hábito profesional o social de situarse por encima de los demás).

• Insatisfacción personal con la condición propia (debilidad, fatiga, miedo)

• La necesidad de autoafirmación a expensas de los demás - por regla general, los participantes más débiles.

En suma, los factores anteriores dan el efecto de una bomba de tiempo, ya que es casi imposible identificar estos signos antes de salir de la zona de confort, especialmente con personas que primero se encuentran en condiciones de actividad física continua.

Cuando aparecen tales señales, no puedo llamar a mis acciones como líder del programa una solución efectiva al problema. Al estallar, el conflicto entra inmediatamente en la fase de confrontación e imposibilita la continuación segura del programa, ya que dificulta o imposibilita la gestión de las acciones del grupo. El grupo completa la ruta y regresa a la base todos juntos o, si es posible, se divide.

Como dicen, prevenido es prevenido, y quiero advertir a los potenciales participantes de programas de montañismo o trekking que tengan en cuenta la posibilidad de la situación descrita anteriormente. Esta situación, a pesar de los antecedentes negativos generales, también representa una amenaza física para la seguridad de cada participante del programa. Por lo tanto, debe tener en cuenta que cualquier intento de manipular el comportamiento de los demás en la ruta de la montaña es una distracción de una persona inferior o enfermiza, que se siente decepcionada de que bajo ciertas condiciones está obligada a aceptar la autoridad del líder y corregir sus acciones en interés del grupo.

Un ejemplo real del desarrollo de una situación similar desde mi práctica personal de guía de montaña.

Por tercer año consecutivo, un hombre de 54 años ha venido a mis programas de escalada, llamémoslo condicionalmente: Dmitry. Todos los años resultó ser el más flojo del grupo y con tranquilidad dio lo máximo sin llegar a las cumbres pero tampoco sin crear problemas a nadie. Sin embargo, desde la última vez tuvo suerte: en el grupo había una mujer de la misma edad que él e incluso más débil que él físicamente. Así que la persona parecía haber cambiado por completo.

Al principio todo salió bien: el clima era bueno, el grupo era pequeño. Aunque físicamente fue duro para esta pareja, el trasfondo positivo en el equipo se mantuvo. Hicimos tres caminatas en las hermosas gargantas vecinas, caminamos un poco con crampones y "subimos" al glaciar. Dmitry obviamente se ocupó de la dama, pero no hubo indicios de ningún sentimiento negativo.

Todo cambió dos días después, cuando llegamos a la subida principal del programa. Era una ruta bastante fácil, pero la carga por la altura era bastante intensa. En algunos lugares incluso fue necesario trepar un poco, agarrándose con las manos a la roca, apenas un par de lugares de 2-3 metros de altura. No uso una cuerda en esta ruta, no hay nada para protegerla, por lo que no tiene sentido.

Si surge algún problema, puede asegurar con las manos o simplemente dar un empujón fácil para ayudar a cualquiera a pasar la sección. Además, el uso de incluso una cuerda corta en el relieve con muchas rocas sueltas aumenta el riesgo de provocar el desprendimiento de rocas con esta cuerda. Entonces, tácticamente, es mejor escalar con cuidado sin protección adicional. Y durante muchos años no había caso de que alguien no subiera por esta parte o se cayera.

En resumen, en el ascenso, sentí signos de descontento por parte de Dmitry y la dama: caminaron muy lentamente juntos, Dmitry cubrió a la dama por detrás y obviamente habló algo con ella en el camino del ascenso. Cuanto más cerca de la cumbre, más claramente se sentía el descontento. Aunque no se pronunciaron quejas abiertas, pero vi cómo se acumulaban las nubes.

La presa se rompió justo en la parte superior. Les pedí a todos que se reunieran en la visita a la cumbre, pero primero la dama me rechazó y luego Dmitry me acusó de presionarlos demasiado. Así mismo me informó que tenía serias quejas que piensa expresar luego del descenso, pero por ahora él y la señora harán lo que consideren necesario. todas las impresiones del ascenso, pero también crearon problemas: el clima empeoraba, era necesario comenzar el descenso rápidamente y de manera organizada.

En fin, fue muy tenso y desagradable, pero bajamos todos juntos al campamento. Repito, no hubo conflicto de mi parte. Sin groserías, sin comentarios personales, nada de nada. Sentí el trasfondo negativo, traté de hacer una broma, sonreí y vitoreé a los participantes. No había señales del conflicto hasta la cima. El incidente en la cumbre tampoco puede llamarse conflicto: fue un intento de no cumplir con mis demandas y un avance de algunas emociones previamente acumuladas.

Cuando bajamos al campamento, la pareja de Dmitry y la dama ya no me hablaban y mostraban signos de resentimiento personal. Además, la mujer desempeñó la función de apoyo pasivo: no entabló una conversación, pero obviamente expresó su aprobación tácita del comportamiento de Dmitry. Entonces todos llegamos a nuestras tiendas y no nos comunicamos más ese día.

A la mañana siguiente, supuse que los muchachos, después de descansar, pensarían que después de todo habían venido a las montañas para disfrutar pero no para pelear con los demás. De todos modos, un día antes habían escalado con éxito hermosas montañas y descendido a salvo al campamento.

En definitiva, por la mañana estuve a la espera de alguna señal de emociones positivas para suavizar la situación y descender tranquilamente hasta el valle, donde teníamos un coche aparcado al principio del sendero. Observé con interés cómo el instigador del conflicto salía de la tienda y se acercaba a mí, obviamente con la intención de entablar algún tipo de conversación. Sin embargo, toda la conversación se redujo a una breve declaración de que él y la dama iban a hacerlo solos. Es decir, ya no necesitan guía ni nuestra compañía en general.

Les recuerdo una vez más que la pelea fue unilateral y todavía no entendía las razones obvias de la situación. Después de anunciar su decisión, Dmitry se dio la vuelta y se dirigió a su tienda para prepararse para el descenso. El diálogo no funcionó. Dado que la ruta de descenso no era difícil, el único camino descendía abruptamente hacia el valle (2-3 horas de descenso), no discutí su decisión, con los participantes restantes empacamos nuestras mochilas y partimos para otro ascenso al montaña vecina.

Sin embargo, la decisión de Dmitri de descender de forma independiente estuvo lejos de ser la óptima en esta situación. El hecho es que sin un automóvil, los muchachos tendrían toda una serie de dificultades adicionales para llegar al hotel, donde se reservaron las habitaciones y se dejaron las cosas.

Además, todos los medios de comunicación de emergencia, teléfono satelital, walkie-talkie, permanecieron conmigo. También tenía todos los papeles del seguro para el grupo con todos los números de teléfono de emergencia necesarios. En resumen, tal comportamiento ya era una especie de infantil en su obvia estupidez. Si algo sucediera en el descenso, no sería crítico, pero sí una situación muy incómoda.

De hecho, por la mañana, entendiendo la condición psicológica de los participantes problemáticos, supuse que todo el grupo cancelaría el programa y descendería juntos. Sin embargo, después de la declaración categórica sobre la decisión de descendencia independiente, mi decisión cambió. Las personas decidieron todo por sí mismas y ya no necesitaban mis servicios, esto se expresó de manera bastante clara y sin ambigüedades.

Bajamos al día siguiente y nos encontramos con que los chicos no habían venido al hotel el día anterior y no habían pasado la noche allí. No desaparecieron, ya que todo el equipo de alquiler quedó debajo del auto, y alguien se llevó las cosas del hotel… Pero, al parecer, el descenso de 2 horas para estas personas resultó ser demasiado largo y tomó tanto tiempo que tuvieron pasar la noche en algún lugar en medio de la nada y llegar al hotel por sus cosas recién al día siguiente.

Se fueron sin dejarme ningún mensaje en el hotel. Y nunca más supe de ellos. Muy triste historia de hecho.

El autor del texto y las fotografías: Alex Trubachev
Tu guía de montaña profesional internacional y entrenador de escalada.

EDICIÓN MCS 2024