Postal del trajín de verano

Postal del trajín de verano

Juan Mt
Una tarde en bicicleta, una cámara en la mano.

El gusto de caminar entre lo cotidiano, lo onírico, la imaginación y la realidad es un arriesgado paso hacia el privilegio. Detenerse unos minutos entre el trajín, mientras el capital no se detiene, es aspirar a la revolución. El tiempo es dinero y esos minutos que no producen, es dinero perdido. Sin embargo, el verdadero valor del tiempo no es la moneda ni el efectivo. Es algo que no se puede medir pero que enriquece. Esa riqueza se obtiene a través del valor de la observación, de la incertidumbre del hubiera, de los atardeceres anaranjados, del sonido de miles de conversaciones y del temblor del corazón al intentar algo nuevo, diferente.

La riqueza que acumulas con el tiempo y que es el tiempo mismo sirve como medio de intercambio de historias, placeres y pasiones con otras personas que al igual que tú, quizá, tienen ganas de invertir algo de su bolsillo en lo que ahora es tu banca.

De ese modo, un día te podrías encontrar con la mirada fija en la copa de los árboles, en medio de la multitud, escuchando cómo lo cotidiano, lo onírico, lo imaginativo y lo real se transformaron en juego, misterio y autorreconocimiento entre múltiples ires y venires a través de muchos espejos, todo por medio de los ojos de una ninfa del bosque que decoraba sus cabellos ella misma con hermosas flores de tencho y que silbaba las melodías que aún no conocía, mientras las estrellas le hablaban del tiempo en otro idioma.

El tiempo, el tiempo tiene gusto a privilegio para quien se arriesga a saborearlo. Vale la pena acumularlo, probarlo y de vez en cuando detenerlo. Mirar cómo se escurre cual agua de un manantial entre las fisurillas del cuenco que forman tus manos.

El tiempo, el tiempo tan valioso que no se mide en moneda ni en efectivo solo en la cuenta de días, paisajes, momentos, conversaciones, ciclos de nubes, amaneceres, atardeceres, fotografías, todo eso y más hasta que alguien logre pasar por el último espejo.

Xalapa, Ver.

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