Patria Grande: un gigante por despertar

Patria Grande: un gigante por despertar

12 minutos / Carlos Fornés
Cartel oficial del festival Patria Grande 2018.

29.10.2018 / ARTÍCULOS

Cuando se menciona el festival Patria Grande pocas personas saben de qué se está hablando. Muchos habaneros incluso se asombran cuando se les hace un recuento de sus cuatro ediciones.

La iniciativa de crear el festival Patria Grande partió de Sebastián Heredia, sociólogo argentino que en sus múltiples viajes a la Isla ha adquirido un vasto conocimiento de su escena musical. Su primera experiencia como productor en Cuba fue en 2006, cuando logramos traer la banda de rock Carajo al festival Cuerda Viva. Posteriormente hubo otras producciones, entre las que cabe destacar la presencia de los panameños Factor VIII en el tercer festival Caimán Rock en la tribuna José Martí, donde la audiencia fue de casi 10 000 personas. Después vinieron grandes agrupaciones como Notevagustar y Mancha de Rolando, así como otras emergentes de la escena latinoamericana. La idea era abrir una ventana al Sur musical contemporáneo que había estado cerrada desde finales de los ochenta, luego de las inolvidables visitas de figuras como León Gieco, Fito Páez, Mercedes Sosa y Chico Buarque, entre otros.

El festival Patria Grande resultó el espacio idóneo para acercar la escena latinoamericana contemporánea a nuestro país. Desde su primera edición en 2014 contó con el auspicio del Ministerio de Cultura, el Instituto Cubano de la Música y otras instituciones. Su nombre se inspira en un concepto bolivariano y propone ser una vitrina musical de lo que acontece en la escena actual latinoamericana, de la cual muchas veces solo nos llegan referentes folklóricos o de cantautores comprometidos con los movimientos sociales.

Sebastián Heredia manifestó desde un inicio su intención de potenciar la convocatoria de bandas foráneas, siempre buscando traer el menos dos de gran convocatoria y cuatro emergentes. En la primera edición estuvieron presentes las bandas Notevagustar, de Uruguay, Puya, de Puerto Rico, la colombiana Ra la Culebra, la venezolana Curva Sur y la costarricense La Milixia. Por la parte cubana subieron a escena agrupaciones como Tendencia y Tesis de Menta.

Entre los puntos negativos del cartel se podría mencionar la diferencia de calidad entre las agrupaciones principales del cartel y las bandas teloneras. Los mayores aplausos fueron para Puya por su ritmo latino y rumbero fusionado con potentes marchas y riffs metaleros, contando con la interpretación vocal de Sergio Curbelo, un intérprete con habilidades únicas pues es capaz de rajar la voz al más clásico estilo rockero, rapear, e incluso improvisar soneando.

En esta primera edición del festival nació una iniciativa que, lamentablemente, no ha vuelto a repetirse. Puya grabó un disco de su concierto en el Diablo Tun Tun de la Casa de la Música de Miramar. El CD se titula Puya en Cuba. Live y se firmó con la disquera EGREM. Harold Hopkins, director y fundador de la banda, explicó:

Nació de un comentario curioso que yo le hice a Sebastián Heredia, uno de los productores del festival. Le expliqué que a nosotros nos gustaría tener una grabación de nuestra presentación aquí para llevarnos algo documentado de lo que hicimos y él lo planteó en Cuba entre los organizadores del festival y así el asunto llegó hasta el sello EGREM. Directivos de la casa discográfica escucharon nuestra música y les gustó, aunque el sello no se interesa mucho por el rock, pero gustó por la cuestión de la fusión nuestra, y a partir de ahí todo siguió desarrollándose como una bola de nieve.

Cartel del concierto de Carajo en Cuba. Foto: cortesía del autor.

Cartel del concierto de Carajo en Cuba. Foto: cortesía del autor.

En la segunda edición en 2015 se contó con la presencia de la banda argentina Carajo y la chilena Sinergia como cabezas de cartel. El Festival también propició un reencuentro entre dos colosos del metal en Cuba y Argentina: Zeus y Carajo. Ya habían compartido escena en 2006 durante un Festival Cuerda Viva y esta vez el escenario fue el Maxim Rock. Dionisio Arce, cantante y líder de Zeus, recuerda:

“A nosotros nos hubiera gustado haber tocado en el escenario principal en el ‘Salón Rosado Benny Moré de la Tropical’, pero nunca se nos programó allí. Los organizadores seleccionaron a Athanai. Entonces cerramos la segunda edición del Festival en el Maxim Rock, en un concierto a lleno total como teloneros de Carajo. Cada banda tocó su repertorio, no hubo interrelación en la escena. Recuerdo que llegué, saludé a los músicos argentinos, hice mi parte con Zeus y después Carajo cerró la noche tocando espectacular como ellos suelen hacer «.

En 2016 el festival aumentó el rigor de convocatoria extranjera y trajo a conocidas voces femeninas latinoamericanas como la chilena Ana Tijoux y la banda argentina Eruca Sativa, la colombiana Aterciopelados y los antológicos Todos tus muertos.

Cartel de las bandas participantes en la edición 2016 del festival Patria Grande. Foto: cortesía del autor.

Cartel de las bandas participantes en la edición 2016 del festival Patria Grande. Foto: cortesía del autor.

Este tercer cartel consiguió equilibrar la calidad entre las agrupaciones principales y las teloneras. Eruca Sativa dejó una excelente impresión en la Tribuna José Martí con su potente propuesta metalera a pesar de que no contó con un buen audio, requisito indispensable en este tipo de género donde prevalece una sonoridad que raya la estridencia y Ana Tijoux fue recibida con curiosidad por el público, y si no despertó mayores expectativas, fue por la ausencia de una adecuada promoción que diera a conocer con eficacia la magnitud de su obra en el continente latinoamericano.

El nivel del evento despertó mayor expectativa, pero coincidió con el fallecimiento del presidente Fidel Castro y se suspendieron algunas presentaciones importantes ante el luto que guardó el país.

En 2017 el festival se vio afectado por los destrozos que provocó el ciclón Irma en el país. La infraestructura cultural quedó muy dañada y el Patria Grande se hizo en condiciones económicas y materiales precarias, siendo la edición más pobre en cuanto a despliegue promocional.

Estuvo dedicado al cincuentenario de la muerte del Che y al décimo aniversario de la creación de la Agencia Cubana de Rock. Contó con la presencia de Nepentes, de Colombia, Pashpak, de El Salvador, Los Revueltas y Salón Victoria, de México. Se anunció la presencia de Fidel Nadal, exmiembro de Todos tus Muertos, pero finalmente Nadal no pudo viajar a nuestro país a causa de dos terremotos que dañaron seriamente regiones de la nación mexicana.

Cartel de las bandas participantes en la edición 2017 del festival Patria Grande. Foto: cortesía del autor.

Cartel de las bandas participantes en la edición 2017 del festival Patria Grande. Foto: cortesía del autor.

En esta cuarta edición prevaleció el reggae y el ska como principales tendencias estilísticas. En sentido general, ha sido la edición más sombría. Sebastián Heredia la cataloga como inconclusa porque no se pudo cumplir a cabalidad con lo planificado en la fase de preproducción a pesar de contar con tres escenarios: El Pabellón Cuba, La Madriguera y el Salón Rosado Benny Moré de la Tropical. Por la parte cubana se anunció a La Cruzada, Toques del Río, Jorge Kamankola, Stoner, Athanai, Miel con Limón, Sweet Lizzy Project y Zeus, pero no todos pudieron subir a escena. Al respecto nos comenta Neris González, representante de La Cruzada:

“De la Cruzada al final solo participó el rapper Gustavo González que subió a escena en el Salón Rosado Benny Moré de la Tropical con dos agrupaciones extranjeras, Salón Victoria y Nepentes. Improvisó un flow en algunos compases en un tema de cada banda. La Cruzada estaba planificada para tocar en la Madriguera y llovió y se suspendió el concierto”.

A lo largo de sus cuatro ediciones el festival se ha movido por varias de las ciudades más importantes del oeste y centro del país –Pinar del Río, La Habana, Santa Clara y Sancti Spiritus–, y este año pretende incluir a Matanzas en su gira.

La escena metalera cubana ha sido la más favorecida en términos de inclusión en el cartel, sobre todo bandas como Tendencia y Stoner. Esta última ha estado en tres de las cuatro ediciones y aún tenemos fresco el recuerdo de su concierto el año pasado junto a la colombiana Nepentes.

Patria Grande es un evento que invita a soñar. Me pregunto si podría alcanzar la envergadura que merece su nombre; si podría ser un espacio para Cuba como lo es el “Cosquin Rock” para Chile o el “Rock al Parque” para Colombia. Son interrogantes que quedan abiertas. Potencial tiene, incluso para fomentar su promoción con paquetes turísticos económicos. Lo comprobamos cuando vemos que dos de las figuras incluidas en el cartel de la más reciente edición de “Cosquin Rock”, que se celebró en la primera quincena de octubre, ya habían participado en el festival Patria Grande –me refiero a Ana Tijoux y a la banda Sinergia.

Aquí se abre una pregunta que nos trae a la realidad cubana. ¿Por qué han estado ausentes del Festival bandas cubanas que convocan a miles de personas en sus conciertos mientras el Patria Grande ha tenido que conformarse en cuatro ocasiones con audiencias que no rebasan el orden de los cientos de personas? Se ha dado por hecho que, si los visitantes son capaces de atraer grandes audiencias en Latinoamérica, también lo harán en Cuba, una lógica que como es evidente ha fracasado reiteradamente.

Este festival ofrece un producto cultural único para nuestro entorno. Si revisamos las principales figuras que ha traído a nuestro país en cuatro años, veremos que la selección incluye desde artistas nominados o premiados con el Grammy Latino hasta intérpretes que aspiran a ser el rostro de la escena contemporánea en nuestro continente en breve. Sin embargo, una gran parte del público cubano que pudiera asistir para aplaudirlos, no ha mostrado interés.

Pretender que el festival modifique las preferencias de las audiencias o que forme nuevas audiencias es uno de sus objetivos. Pero este articulista considera que en realidad, la audiencia idónea ya existe, solo hay que descubrir el modo de motivarla. El festival debe incrementar sus niveles de promoción de manera concienzuda, preparando la campaña promocional con suficiente antelación para que la información surta el efecto deseado. En este sentido, otro festival, Havana World Music, ha logrado atraer a un público mucho más numeroso apoyándose en una excelente organización de la gestión promocional, cuya planificación se inicia un año antes, y consta con una campaña que se implementa durante varias semanas, antes y durante el evento. Este aspecto no debe subestimarse y de no superarse, Patria Grande continuará sin poder ocupar el espacio cultural que merece.

Es admirable que se brinden oportunidades a agrupaciones emergentes y bandas que no gozan de adecuada visibilidad en los medios, pero no es aconsejable que en su cartel se hayan repetido agrupaciones cubanas en ediciones consecutivas.

En 2016, a través del Patria Grande, la banda pinareña Tendencia visitó tres ciudades de Colombia. Al año siguiente, el power trio capitalino Stoner pudo gestionar su primera experiencia foránea y hacer varias presentaciones en Argentina. Tras su regreso a Cuba, Joel Martínez, representante de Stoner, comentó emocionado para el programa radial SabaRock:

Fue un sueño hecho realidad. La banda tuvo un primer contacto con Argentina, con todo lo que representa Argentina para el rock, sobre todo, cuando es cantado en castellano. Se superaron todas las expectativas. Los argentinos nos abrieron los brazos desde el primer momento. Ser cubano en Argentina marca la diferencia para bien. El público fue increíble.

Este año el festival Patria Grande llega a su quinta edición y espera agrupaciones que conocen el favor de un público internacional como Here comes the Kraken, de México, y Verge of Umbra, de Belice. Desde 2016 el Festival ha tenido un propósito temático. En su segunda edición se dedicó a resaltar la presencia de la mujer en la canción contemporánea latinoamericana, en la tercera se enalteció la imagen del Che y este año su eje temático girará en torno al Metal y tiene entre sus propósitos apoyar a los rockeros cubanos y promover la interacción de las bandas locales y las extranjeras. Así mismo es de interés del evento fomentar iniciativas que ayuden al proyecto de reapertura del local Maxim Rock,“la guarida” del rock en la capital cubana desde 2007 hasta el 18 de noviembre de 2015, cuando cerró para someterse a un plan de reconstrucción que se ha prolongado demasiado, un vacío que ha afectado sensiblemente las ilusiones y la economía de aquellas bandas que abogan por el fomento de un rock nacional.


Patria Grande tiene ante sí varios retos para poder hacer honor a su nombre y uno de ellos es incrementar los niveles de audiencia y su impacto cultural. Lograr un cartel equilibrado en la calidad artística de sus bandas sin subestimar el aporte de las nacionales y garantizar condiciones técnicas idóneas para su desarrollo. Estas son metas alcanzables y algunas dependen solamente de la voluntad y la entrega de un buen equipo de trabajo que labre con tiempo para que germine de la mejor manera la semilla.

Este festival es un gigante dormido que podemos despertar con nuestro grito desde el público



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