PAGAR PARA SEGUIR MATANDO

PAGAR PARA SEGUIR MATANDO

REDCOM

Bayer llegó a un acuerdo de U$S 2 mil millones ante reclamos legales por impacto de Roundup en la salud.

Bayer AG llegó a un acuerdo de 2 mil millones de dólares para resolver futuros reclamos legales asociados a casos de cáncer como consecuencia del uso del agrotóxico Roundup.

La suma se brindará por un período de cuatro años como compensación y para cubrir la asistencia de diagnóstico y alcance de casos de linfoma no Hodkin.

Sin embargo, el glifosato permanecerá en el mercado. Bayer acordó solicitar el permiso de la Agencia de Protección Ambiental de EEUU para proporcionar un enlace de referencia en las etiquetas para que los consumidores puedan encontrar estudios científicos sobre el herbicida.

El origen de los reclamos es que la sustancia a base de glifosato causa el tipo de cáncer llamado linfoma no Hodgkin. Bayer obtuvo el litigio iniciado a Monsanto como parte de la adquisición de esa empresa por 63.000 millones de dólares en 2018. En junio de 2020, Bayer alcanzó un acuerdo más amplio de 9.600 millones de dólares que resolvería la mayor parte de las más de cien mil demandas presentadas en Estados Unidos por Roundup.

El acuerdo anunciado el miércoles cubre reclamos futuros presentados por personas que hayan sido diagnosticadas con linfoma no Hodgkin y que hayan estado expuestas a Roundup antes de su diagnóstico. Además, incluye a las personas que estuvieron expuestas al Roundup y que desarrollen cáncer en el futuro

Antecedentes

La Corte de Casación de Francia, el más alto tribunal del poder judicial del país, desestimó una apelación presentada por el gigante de la biotecnología Monsanto y ratificó su condena de culpabilidad en el caso del agricultor Paul François, quien asegura haber sufrido intoxicación al inhalar uno de los herbicidas de la compañía, informa el diario Le Parisien.

Esta decisión allana el camino para poner fin a dicho proceso judicial, que comenzó en el 2007 y durante el cual François, un productor de cereales del suroeste de Francia, obtuvo tres fallos a favor, el último en abril del año pasado.

El caso

El granjero asegura haber sufrido graves trastornos neurológicos tras inhalar accidentalmente en 2004 el herbicida Lasso de Monsanto.

Estuvo hospitalizado por un largo período de tiempo, y las secuelas del producto dejadas en la salud de François fueron calificadas como enfermedad profesional. El agricultor demandó al gigante de biotecnología, ahora propiedad de la alemana Bayer, pidiendo más de un millón de euros de indemnización.

Tras el fallo de 2019 en su contra, la compañía presentó una apelación ante la Corte de Casación, pero esta determinó que Monsanto no había proporcionado información suficiente sobre los riesgos que representaba dicho herbicida.

Lasso fue prohibido en Francia en 2007 tras ser vetado en Canadá en 1985 y en Reino Unido y Bélgica en 1992.

No es la primera vez

A principio de agosto, el grupo químico y farmacéutico alemán Bayer tuvo en el primer semestre una pérdida neta de 8.059 millones de euros, debido a los costes de los acuerdos extrajudiciales por el glifosato de la yanky Monsanto y frente al beneficio de 1.645 millones de euros un año antes.

Bayer informó hoy de que la facturación se mantuvo en el mismo periodo en 22.899 millones de euros (-0,3 %), aunque descontado el efecto de los tipos de cambio y de cartera, se incrementó un 2 %.

La pérdida operativa fue en el primer semestre de 8.285 millones de euros (beneficio de 2.565 millones de euros un año antes).

El negocio de Bayer se ha desarrollado bien en el segundo trimestre pese a la pandemia de COVID-19 y la incertidumbre relacionada con ella, especialmente en el negocio agrícola, dijo su presidente, Werner Baumann.

Pero en el primer semestre Bayer tuvo unos extraordinarios de -13.150 millones de euros, principalmente de los costes de los acuerdos extrajudiciales en los procesos por el glifosato en EE.UU.

Antes de extraordinarios Bayer tuvo un beneficio de 4.865 millones de euros (+9,5 % que un año antes).

La pérdida neta fue en el segundo trimestre, incluso, de 9.548 millones de euros (beneficio de 404 millones de euros un año antes).

La facturación bajó en la división de medicamentos con receta y en la de medicamentos sin receta.

En caída

El segundo trimestre estuvo caracterizado por los procesos legales en EEUU, donde Bayer ha alcanzado acuerdos extrajudiciales con los demandantes del herbicida RoundUp de Monsanto, que contiene glifosato.

Bayer considera que es difícil calcular los efectos financieros de la pandemia de COVID-19 y ha ajustado sus pronósticos.

Ahora espera una normalización en las divisiones de medicamentos con receta y sin receta, pero no prevé lograr el crecimiento que había previsto anteriormente en los medicamentos con receta.

En la división de productos fitosanitarios prevé un comienzo contenido en la nueva temporada en 2021 en América del Norte, por la caída de la demanda de bioenergía, piensos y fibras debido a la pandemia, que podría llevar a una reducción de las superficies cultivadas, y por la competencia en el mercado de los brotes de soja.

Bayer espera lograr este año una facturación entre 43.000 y 44.000 millones de euros (hasta ahora preveía entre 44.000 y 45.000 millones), lo que supone una subida entre el 0 y el 1 % descontados los efectos de los tipos de cambio y de cartera.

El fabricante de la aspirina prevé efectos negativos por la depreciación del real brasileño

Según los tipos de cambio del 30 de junio, pronostica un volumen de negocios entre 42.000 y 43.000 millones de euros este año.

A pesar de haber llegado a un acuerdo estratosferico por matar con sus agrotóxicos, Bayer continúa sosteniendo que "los herbicidas son seguros" y que los estudios y los reguladores de salud han considerado que "el glifosato no es cancerígeno". ¿Será que le apasiona regalar dinero, entonces?

La suma a pagar: u$s 10.000 millones

Ya en junio de 2020 el gigante alemán había anunciado un acuerdo para indemnizar con u$s 10.000 millones a más de cien mil demandantes en Estados Unidos afectados de cáncer por el herbicida Roundup. Es decir que, ¿lo que en 2020 eran 10.000 millones, en 2021 bajaron a 2.000 millones en concepto de indemnizaciones?

No. El acuerdo de u$s 2.000 millones es solo para resolver futuros reclamos legales asociados a casos de cáncer como consecuencia del uso del agrotóxico Roundup. Mientras que Bayer deberá pagar, además, otra cifra que ronda entre los 8.800 y 9.600 millones de dólares para resolver el litigio en sí. Este acuerdo le "permitirá cerrar aproximadamente el 75% de los actuales casos de litigio relacionados con Roundup, que representa aproximadamente 125.000 demandas", explicó Bayer en un comunicado.

Recordemos que el grupo alemán perdió sus 3 primeros juicios relacionados con el principal ingrediente del Roundup, el glifosato, en Estados Unidos, procesos que no han sido incluidos en estos acuerdos. En ellos había quedado más que claro la relación entre el glifosato y el cáncer provocado. Lo que echa por tierra la estrategia de Bayer de que el agrotóxico "no es cancerígeno". Nadie en su sano juicio se desprendería de u$s 12.000 millones en acuerdos pre-judiciales si no fuese culpable. Saben que si van a juicio la cifra sería cien veces más.

Esto no terminará de todas maneras las polémicas sobre el RoundUp, clasificado en 2015 como "cancerígeno" por el Centro Internacional contra el Cáncer (Circ), instancia de la OMS, y el glifosato.

"Precedente formidable para las otras víctimas que vendrán y todos los que luchan contra el glifosato y los que lo autorizan", señaló la abogada y ex ministra de Medio Ambiente francesa, Corinne Lepage.

Pero además, en los juicios que se llevan adelante se han presentado evidencias contra Monsanto-Bayer que han incluido numerosos estudios científicos que mostraron y demostraron que los herbicidas del gigante químico pueden causar linfoma no Hodgkin. A estas contundentes evidencias, los abogados presentaron también muchas comunicaciones internas de Monsanto obtenidas a través de un descubrimiento ordenado por la corte que muestra que la mega empresa había manipulado intencionalmente el registro público para ocultar los riesgos de cáncer.

Entre las muchas revelaciones que han surgido de las pruebas:

  • Monsanto nunca realizó estudios epidemiológicos para Roundup y sus otras formulaciones hechas con el ingrediente activo glifosato para evaluar los riesgos de cáncer para los usuarios.
  • Monsanto gastó millones de dólares en campañas encubiertas de relaciones públicas para financiar estudios y artículos escritos con "fantasmas" destinados a desacreditar a científicos independientes cuyo trabajo encontró peligros con los herbicidas de Monsanto.
  • Cuando la Agencia de los EE. UU. Para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades intentó evaluar la toxicidad del glifosato en 2015, Monsanto solicitó la asistencia de funcionarios de la EPA para retrasar esa revisión.

Fuentes: Info Agro/Red Eco Alternativo/ Infobae/Biodiversidad/Agencia Tierra Viva/

REDCOM

Report Page