Otra enfermera dimite en la Urgencia de La Paz

Otra enfermera dimite en la Urgencia de La Paz

Enfermera B.F.
La saturación de este servicio no cesa. Sala 3 de la urgencia de La Paz


Escribo esta carta para comunicar que ceso voluntariamente de mi contrato

de interino en el servicio de Urgencias del Hospital La Paz, un servicio al que,

hace más de 6 años, llegué ilusionada y motivada, con muchas ganas de

trabajar y de aprender.

El lamentable escenario en el que se encuentra actualmente la Urgencia,

que a nadie parece importarle, me ha llevado a tomar esta difícil decisión.

Expongo la situación de malestar en la que vivimos:

.- El personal de enfermería está agotado física y psicológicamente por la carga

laboral a la que está sometida diariamente, con salas llenas a más del doble de

su capacidad día tras día. La ratio enfemera-paciente es muy alta, lo que

conlleva un aumento del riesgo de equivocaciones y una pésima calidad de los

cuidados básicos a pesar de nuestro gran esfuerzo.

Personalmente, paso vergüenza por la situación de hacinamiento y las

condiciones en las que están los pacientes y los estamos atendiendo (salas sin

luz ni ventilación natural, sin intimidad sentados en sillones, camas por los

pasillos...) y en las que tenemos que trabajar.

Actualmente no estamos en una situación crítica de emergencia sanitaria o

de guerra para tener que trabajar todos los días como si lo fueran.

Estamos hartos de escuchar que son “picos puntuales” porque esto es el

día a día desde hace muchos meses.

Sala 2 de la urgencia de La Paz

Cuando salen en prensa y televisión imágenes y videos de las condiciones

inhumanas en las que están los pacientes en la Urgencia del Hospital, el

problema se soluciona abriendo corriendo plantas cerradas para no dar una

mala imagen. Esto es solo un espejismo porque a las pocas semanas

volvemos a estar igual que antes, pero ya nadie habla de ese tema en los

medios de comunicación.

.- Los pacientes y familiares pagan con nosotros su malestar por la situación en

que se encuentran, por lo que, a la gran carga de trabajo, se suma un ambiente

agresivo y hostil.

.- Otro gran problema de este servicio es la planilla que tenemos: continuamos

con una planilla ajustada a una jornada laboral de 35 horas/semana, a pesar de

que desde hace más de 10 años tenemos que hacer 37 ́5h. Como

consecuencia de ello, todo el personal del servicio parte inicialmente con una

deuda de 14 días al año y la solución que nos dan es ajustarnos las horas

quitándonos fines de semana, un bien muy preciado en esta profesión, ya que

libramos muy pocos y son los únicos dos días seguidos de los que disponemos

en todo el mes, por lo que física y mentalmente no da tiempo a descansar,

desconectar y recuperarte.

Pedimos que nos dejen probar una planilla de turnos de 12 horas o doblar

voluntariamente (como en la mayoría de servicios de Urgencias de la

Comunidad de Madrid), con estos turnos no deberíamos días o podríamos

doblar para recuperar horas sin tener que quitarnos fines de semana.

Nos lo niegan alegando la gran carga laboral a la que estamos sometidos,

aunque cuando es por necesidades del servicio sí nos dejan doblar turnos

remunerados, haciendo 14 o 17 horas seguidas... suele coincidir, además, con

periodos en los que los turnos son extenuantes, pero en estos casos no nos

ponen problema.

.- A pesar de estar habitualmente las salas a más doble de su capacidad,

prácticamente nunca se aumentan las presencias, la solución siempre es

sacarnos de un sitio a apoyar a otro, lo que conlleva un potencial aumento de

errores y agotamiento del personal.

Sala 5 de la urgencia de La Paz

Hemos expresado nuestro malestar y descontento en innumerables

ocasiones, pero nadie nos escucha y nadie nos toma en serio. La Enfermería

está muy maltratada en este servicio.

Como digo al inicio, llevo más de 6 años en este servicio y las cosas cada

vez van a peor, nunca había visto esta urgencia en una situación tan terrible y

crítica como en la que se encuentra ahora.

Como persona y como enfermera no quiero ser partícipe de cómo se están

cruzando unas líneas rojas a las que no se debería haber llegado, por lo que no

veo otra salida más que renunciar a mi puesto de trabajo.

Espero que mi cese pueda ayudar a visibilizar un poco la situación y a que

cuiden de mis compañeros que se dejan la piel día tras día para que salga todo

el trabajo adelante, intentando atender lo mejor posible a todos los pacientes a

pesar de las circunstancias.

Gracias por su atención.

Un saludo

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