Oscuridad oculta 

Oscuridad oculta 

Andando Ando
Fotografía por Angie Cortarelo


Lulú le dicen, y ella lo odia. Vaya apodo tonto. Pero es lo único en lo que puede pensar en las sombras, en lo mucho que quisiera volverlo a escuchar. En algún momento van a volver, y no sabe cuál. Van a regresar a hacerlo todo de nuevo. A golpearla, torturarla, abrirla y forzarla a cosas que ella no entiende. Pero Lulú resiste, aunque no comprende bien cómo o por qué. Solo sabe que en uno de esos días de soledad absoluta, de mirar por rejas que no se abren con la mente, llorando por morir o ser rescatada, su cabeza se fragmentó y ahora hay voces ahí que salen y se enfrentan al mundo mientras ella mira de lejos como si no existiera. “Por mucho que llames nadie vendrá”, le dice la voz, que es su propia voz aunque diferente de alguna manera. “Solo estamos tú y yo aquí, a nadie le importa lo que nos pase”. Lulú le pregunta el nombre a la voz y se siente sonreír a pesar de que lágrimas le corren por la cara. Se da cuenta de que no es su risa y eso la asusta aún más. “Digamos que soy tu mitad, esa mitad que aguantará toda la mierda por ti, que no se rendirá como tú, que quiere vivir a toda costa. Sería justo que me quede con la mitad de tu nombre... ¿qué tal si me llamas Ria?” 


✍🏻Ria Costa

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