Opinión Irrestricta: Resistencia en la Tierra del Calipso
Sc2RH+ OASc2Desde el inicio de la crisis económica de Venezuela en 2014 (que forma parte de la avanzada imperialista) no sólo afectó el motor productivo Nacional, sino que al golpear el diario del venezolano y su poder adquisitivo, inicio un proceso de regresión económica que aumentó los niveles de pobreza y a su vez de delincuencia, un desbarajuste con la desregularización del trabajo que ha generado altos niveles de lumpenización, lo que arroja deserciones en el ejército, fuerzas de seguridad y jóvenes que sin trabajo quedan a merced de la captación por estructuras paramilitares con intereses oscuros, resultando las regiones fronterizas y mineras un ambiente más fértil para las estructuras armadas que se unen transversalmente a los intereses Geoeconómicos y políticos militares mayores.
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Los varios acontecimientos en las zonas mineras, más el incremento de grupos armados, los constantes asesinatos y las masacre del 2016-2018 en Tumeremo, el presidente Nicolás Maduro nombró en 2019 la primera Zona Económica Especial Militar ubicada en el estado Aragua, y en 2020 decreta 3 de manera oficial bajo la gaceta Nº 42.034 ¹ con el objetivo de: proteger, controlar, organizar, potenciar, producir y administrar mejor los recursos naturales e intentar eliminar las bandas y estructuras armadas que se dedican a extraer ilegalmente la riqueza de las tierras venezolanas ²
Ahora bien, los medios informativos de Venezuela y las redes sociales han estado publicando ciertos hechos que al parecer tiene que ver con los enfrentamientos de los grupos armados en la zona del estado Bolívar, algunos principales GEDO (Grupo Estructurado de Delincuencia Organizada) como Las 3R (raíces), el tren de Guayana, El Toto, Zacarías y el Talao han mantenido los últimos años una lucha por el control del territorio rico en minerales donde extraoficialmente informan que desde algunos supuestos militares y ex-militares inmersos en la explotación ilegal, hasta el reclutamiento de niños, pistas clandestinas, etc., el último enfrentamiento reportado según medios fue el pasado 14 de septiembre del 2021 en Tumeremo, donde aparentemente encontraron cédulas de identidad de menores de edad y algunas prendas militares ³.
Las áreas donde ha habido constantemente disputas son El Callao, donde el jefe El Toto ha amenazado de muerte al alcalde del municipio y el pasado mes de junio se marcó la fecha con un feminicidio, dejando dos mujeres asesinadas por impactos de bala ⁴; Sifontes es otro de los municipios auríferos más prósperos del estado Bolívar, aparentemente, estos dos municipios hoy son controlados por las 3 R.
Estas organizaciones delictivas también llamadas “Sindicatos Mineros”, que han mantenido enfrentamientos y ocasionando zozobra dentro de la población, siendo uno entre los varios actores ubicados en la zona minera que buscan controlar las vastas riquezas minerales del país Sudamericano, presuntamente confluyen también grupos armados como el ELN y FARC, quienes al igual que los GEDOS, buscan posicionarse y controlar el territorio para la economía informal e intereses estratégicos.
La Guerra Híbrida y la descomposición de la Nación
En otras palabras, la medida política del Gobierno Nacional que debía ser un tránsito al control y calma no ha generado aún el efecto esperado al existir una fuerte lucha entre las Fuerzas Armadas y las instituciones de seguridad del Estado por un lado, en contra de los grupos armados arriba señalados, quienes aumentaron su actividad ilegal, lo que se ha traducido en una especie de “guerra silenciosa” ( o de de baja intensidad-son sinónimos-) que aún se mantiene y ha constituido un área conflictiva de interés estratégico no sólo en el ámbito económico sino geopolítico por la reclamación territorial de Venezuela sobre el Esequibo.
Es así que la historia reciente de éstas poblaciones al igual que en los territorios fronterizos del sur y occidente de la Nación están afectadas por miedo y represión infundido por los distintos grupos que diezman con el peso de las balas a sus habitantes, muchos de los cuales optan por callar, adaptarse y soportar el peso de la violencia a la que esta condicionada su subsistencia. A todo esto, hay que sumarle la profunda descomposición estructural del Estado resultado de la Guerra Híbrida que ha dejado al Gobierno en una aparente carencia metodológica, científica, clara y eficiente para abordar la situación desde una perspectiva integral que tenga en consideración todos los factores sociales, económicos, políticos, geopolíticos y militares implícitos, de manera coherentemente orientada para enfrentar este tipo de agresión multidimencional que por una parte “golpea” la economía y por otra “carcome” el tejido social y lo descompone dejándolo en un estado de fragilidad y de fácil instrumentalización de parte de los elementos negativos que aprovechan para captar a los jóvenes (mayormente), así como a policías y militares retirados o activos, generando un proceso de mercerización directa o indirecta, consciente o inconsciente, que termina agravando aún más el problema.
Cabe destacar que el Gobierno a pesar de verse en la obligación de reconstruir el monopolio de la fuerza, existen de zonas como Turmero en el estado Bolívar que el control histórico reciente lo han tenido las bandas organizadas, en gran medida producto de las prácticas desviadas de elementos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que suman al deterioro de la imagen institucional, fortaleciendo la simpatía por la población hacia éstos GEDO y que en la medida en la que aumentan su capacidad de control territorial empiezan paulatinamente a asumir algunas funciones propias del Estado.
En un contexto donde el extractivismo de minerales subordina la conciencia de los habitantes del territorio, como efecto de la falta de un proyecto fronterizo que logre la desaparición de los mercados ilegales imperantes y la construcción de una economía productiva y sana, que aunado a algunos de los altos cargos militares que se involucran en casos de corrupción muy oscuros, generan las contradicciones que permiten fortalecer el control y poder de estas bandas con el aval de algunos actores políticos locales que en medio del oportunismo, la violencia y profundas contradicciones pueden llegar a generar acuerdos con dichas bandas.
Así mismo, dado las escases de alternativas económicas para las poblaciones de la zona, éstas se ven en la obligación de ubicarse en el registro social de lo ilegal articulándose con las bandas delictivas para generar ingresos que les permitan sobrevivir y sostenerse en condiciones tan adversas a la dignidad humana en la que se han vistos condenados a vivir.
Ademas el extrativismo de minerales socava la fauna y el territorio haciéndolos irrecuperables, no es casual el control de los recursos estratégicos del país como un objetivo transversal de grupos armados paraestatales; casos como el Daesh, los Talibán e ISIS son algunos ejemplos de cómo se pueden imponer a través del terror “nuevos valores” o una moral acorde a sus proyectos dominación que son funcionales a los intereses del imperialismo, caotizando regiones enteras.
A modo de apertura
Dado que la intención de este breve análisis es visualizar y abrir una línea de investigación en torno al tema dejamos modo de apertura los siguientes puntos:
1- La Guerra Híbrida al operar como un virus que va descomponiendo al Estado-Nación, impone sutilmente un estado de “canibalismo social” que es aprovechado por los agentes internos y externos para desarrollar a través de la coacción economías ilegales que terminan absorbiendo y destruyendo el tejido social, profundizando, a su vez, el individualismo, sectarismo, radicalismo y naturalizando la violencia como forma única de resolver las contradicciones.
2- A medida en que se desarrolla la descomposición del Estado-Nación crece en paralelo esos los grupos delictivos, que sumado a las estructuras irregulares que aprovechan la oportunidad del debilitamiento de la institucionalidad e imponen un “nuevo orden social”, que se expresa en constantes conflictos entre "pranes" (líderes) por el dominio de las áreas ricas en minerales y como consecuencia es la naturalización de la violencia.
3- En el ensayo del maestro Lanz (La Revolución es Cultural sino reproducirá la dominación ⁵) recalca en manera de síntesis la necesidad de luchar culturalmente contra el individualismo, cambiar el ser del tener, hallar alianzas entre las organizaciones populares; Consejos Comunales, Comunas, Milicia, Organizaciones Campesinas, o encontrar fórmulas que permitan como fin común la forma de solucionar las necesidades, que sean estos mismos los constructores y actores principales de la nueva subjetividad Revolucionaria, que despojen del venezolano las esquirlas de la socialdemocracia representativa y se ejerza en espectro completo la participativa y protagónica, que colectivice y desarrolle autogestión donde el apoyo y acompañamiento sea entrelazado por los mismas comunidades para que genere un desarrollo económico-social clasista que permita extender dicha experiencia por todo el país.
4- Caso de la comuna El Maizal que mantiene una producción de productos locales con precios accesibles y justos que benefician a la mayoría, esto ha permitido, con obstáculos y dificultades que la población crea en el ideario y legado de Chávez como método de la construcción del socialismo en Venezuela.
5- Y lo que es desarrollado por el pueblo y para el pueblo, será defendido por el pueblo.
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