Nauru

Nauru

Mister Roboto

Hoy nos toca hablar del que probablemente sea uno de los países más inviables del mundo, una pequeña islita rebosante de excrementos de ave que sorprende por su capacidad de tomar siempre las peores decisiones posibles, una república "guananera" que parece empeñada en autodestruirse. Sin más preámbulos... bienvenidos a Nauru.

Geografía

La República de Nauru es un muy pequeño estado insular de Oceanía, con apenas 21 kilómetros cuadrados, sería el tercer país más pequeño del mundo, tan solo por detrás de Ciudad del Vaticano (0.44 kms2) y Mónaco (2 kms2)

Además de ser la República más pequeña del planeta, se trataría del único país del mundo que no tiene capital oficial, aunque Yaren, su ciudad más poblada, ejerce de capital de facto.

Cuando hablamos de "ciudad más poblada" tampoco es que sea una barbaridad, Naurú es el segundo país con menos población del mundo, ahora mismo se estima que tiene unos 11.567 habitantes.

Geográficamente hablando, Nauru limita con Islas Salomón y Tuvalu al sur, Papúa Nueva Guinea al oeste, Micronesia al norte y Kiribati al este. Nauru es una pequeña isla de fosfato rodeada de un arrecife que emerge cuando la marea es baja. La mayoría de la población vive en una estrecha franja costera. El interior de la isla es una gran planicie que cubre aproximadamente el 45 % del territorio y que se eleva unos escasos 65 metros sobre el nivel del mar. 

Al suroeste de la isla hay una pequeña laguna llamada "Laguna de Buada".

Historia

No sabemos a ciencia cierta cómo era Naurú antes de su colonización a finales del siglo XIX debido a la ausencia de fuentes escritas y los escasos restos arqueológicos que se han encontrado. Podemos suponer que al principio estaba poblada por melanesios y micronesios. En torno al año 1200 A.C llegó una oleada migratoria procedente de las costas chinas. La población autóctona y los recién llegados se organizaron en doce tribus, cada una con su propio dialecto del nauta, la legua original de la isla.

Estas tribus vivían del cultivo de cocoteros, plátanos, pandanus y takamaka, y de la cría de peces de leche en las lagunas de la isla. Naurú era una modesta isla que sin embargo resultaba sostenible; pero todo esto cambió con el colonialismo, a partir de ahí toda la historia de Nauru estaría vinculada a su principal y único recurso: el fosfato.

El azul de la bandera de Nauru representa el mar, la línea amarilla corresponde al Ecuador y la estrella blanca de 12 puntas representa las 12 tribus indígenas de la isla. La bandera sirve de mapa y muestra la ubicación de la isla de Nauru 1 grado por debajo de la línea ecuatorial.

El capitán británico John Fearn, del barco ballenero Hunter, descubriría la isla para los europeos en noviembre de 1798. Le debió de causar buena impresión, ya que la llamó "Isla Agradable". Se cree que los primeros colonos de Naurú fueron náufragos que llegaron desde otras islas del Pacífico. En la década de 1880, llegó una tercera oleada migratoria compuesta por: fugitivos, convictos, desertores de barcos balleneros y vagabundos... lo mejor de cada casa. Estos colonos serían el primer contacto de los nauruanos con la civilización occidental, sin embargo, en lugar de traer desarrollo y civilización, los colonos introdujeron el alcohol y las armas de fuego.

Vagabundos y nauruanos empezaron a aliarse para capturar los barcos que visitaban la isla, por lo que Naurú pasó a ser evitada por todos los barcos balleneros de la zona. Las armas de fuego también perturbaron el equilibrio entre las tribus de la isla; sucesivas guerras tribales culminaron en una Guerra civil de 10 años, entre 1878 a 1888, que redujo la población nativa a menos de 1.000 personas.

En 1886 los gobiernos imperiales británico y alemán acordaron la partición de el Pacífico Occidental. En 1888 Naurú quedo bajo el protectorado alemán dentro de la de Nueva Guinea Alemana. A petición de los propios colonos, Alemania desarmó a la población y puso algo de orden.

Nauruanos y sus casas tradicionales en Arenibek en 1896

En 1901, Sir Albert Ellis, un geólogo neozelandés, descubrió que había grandes depósitos de fosfato tanto en Nauru como en Banaba (entonces llamada Isla del Océano). Efectivamente, Nauru era una de tres grandes islas de fosfato en el océano Pacífico (las otras son Banaba en Kiribati y Makatea en la Polinesia Francesa). Seis años después comenzaría la minería de fosfato en Nauru por medio de la compañía "Pacific Phosphate Co", de propiedad británica.

Nauru sería ocupada por la Fuerza Expedicionaria Australiana en 1914. Esto no frenó la explotación del fosfato, más bien al contrario. En 1919, Nauru pasó a ser un mandato de la Liga de Naciones del Imperio Británico. Los gobiernos de Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido acordaron administrar la isla conjuntamente y compraron la Pacific Phosphate Co. junto con los derechos de explotación del fosfato.

Durante la Segunda Guerra mundial, Naurú fue bombardeada y pasaría a manos de Japón entre 1942 y 1945; los japoneses que se desplazaron hasta la isla no lo pasaron muy bien, en algunos casos acabarían recurriendo al canibalismo para sobrevivir y quienes lo lograron serían juzgados por crímenes de guerra.. 

Escudo de armas de Nauru, "Lo primero, la voluntad de Dios"

En 1947, tras la Segunda Guerra Mundial Nauru volvería a estar bajo control australiano, una relación tormentosa que duraría hasta la actualidad.

El Fosfato

Desde 1903 el yacimiento de fosfato de la isla fue explotado por sucesivas compañías coloniales o estatales.​ Este fosfato era relativamente barato y constituyó casi la única fuente de recursos de la isla durante casi un siglo, garantizando a los nauruanos un nivel de vida muy elevado durante varias décadas.

Durante las décadas de los 60s y 70s, Nauru tenía la renta per cápita más alta de todo el planeta, unos 50.000$ (frente a los 5.000$ de hoy en día). Es más, cuando Naurú obtuvo su independencias en 1968, a cada habitante de la isla le correspondía unos 2.4 millones de dólares.

Moneda de Nauru

Con una población muy reducida y enormes reservas de fosfatos y guano (la acumulación de los excrementos de aves marinas, murciélagos y focas que se emplea como fertilizante), el país se convirtió en uno de los principales proveedores de este recurso, la calidad de vida de isleños mejoró notablemente y a principios de la década de los 70s, Nauru era considerado un país desarrollado.

Pero todo llega a su fin... A principios de la década de los 2000s, las reservas de fosfatos y guano se agotaron y lo que era la principal y única fuente de ingresos del país se esfumó. Como es lógico, una isla de 21 kms2 no da muchas opciones para generar ingresos, Naurú no tenía un plan B y empezó una huida hacia adelante caracterizada por las pésimas decisiones.

En un abrir y cerrar de ojos, Nauru pasó de ser un pequeño paraíso con altísimos ingresos a la ruina más absoluta. A pesar de que gran parte de las ganancias se habían enviado a fondos de inversión para garantizar los ingresos futuros cuando las minas se agotaran, los dirigentes nauruanos no fueron especialmente responsables y dilapidaron esta renta.

Niños jugando en una playa de Nauru junto a una plataforma de extracción abandonada (Foto: Mridula Amin)

Tras haber acumulado hasta 2.000 millones de dólares los políticos de Nauru usaron los ahorros del país para pagar gastos de funcionamiento del Estado, completar presupuestos deficitarios año tras año y realizar nefastas inversiones. Esto unido a varios casos de corrupción hicieron que las reservas que en 1991 rondaban los 1.300 millones de dólares se vieron reducidas a 138 millones en 2002. En 2004 el país vendió sus últimos fondos para pagar la deuda externa quedando en la más absoluta bancarrota.

Desde entonces, el gobierno ha tenido que congelar los salarios públicos, realizar despidos masivos, privatizar las principales entidades públicas y cerrar la mayoría de sus embajadas y consulados.

Sin dinero no se pueden mantener hospitales (hoy en día no es posible una intervención compleja en Nauru), ni importar comida (lo cual causó un problema de salud que veremos más adelante) ni modernizar un sistema de telecomunicaciones que conecte Nauru con el resto del mundo.

Medio ambiente

La extracción intensiva de fosfatos por parte de las empresas inglesas había modificado el ecosistema de Nauru, dejando el 90 % del centro de la isla como un erial no cultivable. Tras cuatro décadas de minería descontrolada, el suelo de la isla quedó devastado; paradójicamente para un país que exporta fertilizantes, el suelo de Nauru no es muy fértil, por lo que ahora mismo el único cultivo viable son las palmas de coco. Las minas de fosfatos y guano, que ocuparon gran parte de la zona central y norte de la isla, exterminaron la poca vegetación nativa que existía y dejaron tras de si un suelo contaminado y acidificado por minerales como el potasio, el sodio o el amonio.

Con los filtros adecuados, Nauru tiene paisajes paradisiacos.

Además de arruinar el 80% de la isla, el abandono de las minas dejó tras de si un paisaje lunar formado por pináculos de caliza de hasta 15 metros de altitud. La minería también ha tenido un impacto sobre la vida marítima, que se vio reducida en un 40% reduciendo las posibilidades de re-orientarse hacia la pesca. La llegada de especies invasoras como ratas, cerdos, perros, gatos y gallinas completó el desastre ecológico. Nauru quedó convertida en una isla inhóspita incapaz de producir ningún alimento o de garantizar la sostenibilidad del país.

Por si sus propios méritos no fuesen suficientes, el cambio climático amenaza seriamente a una isla que se alza unos escasos 65 metros sobre el nivel del mar. Ante la seria amenaza de quedar sumergidos bajo las aguas del mar, existen planes de evacuación para enviar a toda la población local hacia otros países.

Salud

Teniendo en cuenta que Nauru no pueden cultivar casi nada debido a la destrucción de su entorno, la práctica totalidad de los alimentos que se consumen deben ser importados desde Australia, Nueva Zelanda o Japón.

El camino hasta Nauru es un viaje largo, por eso la mayoría de alimentos deben utilizar conservantes para que lleguen comestibles a su destino. Pronto empezaron a notarse las consecuencias de esta dieta:

Según el índice de masa corporal (IMC) medio, los nauruanos son las personas con más sobrepeso del mundo. El 97% de los hombres y 93% de las mujeres del país tienen sobrepeso. Con una tasa de obesidad del 71,7%, la mayoría de los habitantes de Nauru pesan entre un 40% y un 50% más que el humano promedio.

Nauru tiene la población "más grande" del mundo para uno de los países más pequeños.

Las consecuencias de esta dieta no se quedan ahí, además de los problemas relacionados con enfermedades renales y cardiopatías, Nauru tiene el nivel más alto del mundo de diabetes de tipo II, con más del 40 % de la población afectada.

El primer caso de diabetes se remonta a 1925, en la década de 1970 los casos de diabetes ya se habían convertido en un problema grave. En 2003, el 30,3 % de los adultos tenían diabetes de tipo II, mientras que​ en la década de 2010, el 33 % de los hombres adultos eran diabéticos. Desde entonces esta proporción no ha parado de subir a pesar de los programas educativos. 

Como muestra un botón: En 2003, Bernard Dowiyogo, el presidente del país, murió de un fallo cardíaco en Estados Unidos tras una larga lucha contra la diabetes. Su sucesor, René Harris, moriría también por fallo cardíaco relacionado con la diabetes cinco años después.

Inversiones y desinversiones

Uno de los proyectos que iba a sacar a Nauru de la bancarrota era una inversión en la producción de obras de teatro en Londres. Duke Minks, un asesor del gobierno de Nauru y mánager de grupos musicales, pensó que la mejor manera de diversificar los cada vez más escasos ahorros del país era diversificar sus inversiones y apostar por la industria del entretenimiento.

La obra escogida fue "Leonardo, the Musical: a portrait of Love" escrita por Greg Moeller y Russell Dunlop quienes narraban la historia de la creación de la Mona Lisa por Leonardo Da Vinci. En 1991 empezó su producción y el 3 de junio de 1993 la obra se estrenó en el teatro Strand de Londres. Tras invertir más de 3.5 millones de dólares, la obra resultó un absoluto fracaso y se canceló el 10 de junio del mismo año (una semana después de su estreno) sumiendo al país en una situación económica aún peor de la que se estaba.

El diminuto país pasó de la opulencia al pánico. Tras unos años en que Nauru no sabía en qué gastar su dinero, las dificultades económicas les hicieron vender absolutamente todo cuanto tenían:

Todo empezó con el Hotel Mercure en Sydney (Australia), luego continuó con la Nauru House en Melbourne (Australia), que en el momento de su construcción en 1972 era el edificio más alto de la ciudad. Después se vendieron otros dos hoteles en Australia, el Centro Comercial Royal Randwick en Sydney y cualquier propiedad inmobiliaria que el gobierno de Nauru tuviese en el exterior (en Nauru no se habían revalorizado precisamente)

En un momento dado se acabaron las cosas lógicas que vender y siguieron con las ilógicas, como la venta del único avión que tenía la aerolínea nacional Air Nauru. Este avión era un Boeing 737 que cubría la ruta entre Nauru y Brisbane (Australia), tras su venta Nauru perdió el único vuelo que conectaba al país con el mundo exterior y pasó dos años, entre 1995 y 1996, incomunicado y sin ninguna conexiones aérea con ningún otro país del mundo.

Un avión de la extinta Nauru Airlines.

Política interior

Nauru no se caracteriza por su estabilidad política, desde 1980 han tenido unos 33 presidentes, es decir, aproximadamente uno cada año y medio. 

Entre los presidentes muertos por la diabetes, los casos de corrupción y mandatos que apenas llegan a los 20 días es difícil dotar al país de cierta estabilidad. Bernard Dowiyogo gobernó entre el 11 de noviembre y el 26 de noviembre de 1996 mientras que Kennan Adeang le sucedió del 26 de noviembre al 19 de diciembre de 1996. 

Todo esto no hizo sino acrecentar la frustración de los habitantes de Nauru, que llegaron a montar algún conato de revolución, pero sin consecuencias mayores.

Parlamento de Nauru.

Política exterior

Si la política interior de Nauru es mala, la política exterior llega a niveles demenciales En su búsqueda de una tablón que le permitiese resistir el naufragio, Nauru no dudó en prostituir su política exterior, venderse al mejor postor o hacer lo que sea por una ayuda internacional.

Se supone que la política exterior es algo serio. Al menos en teoría, debería ser la forma como cada Estado defiende sus intereses nacionales en el mundo, ¿o no? Bueno, pues Nauru en este afán por conseguir fuentes de financiación que salven al país de la hecatombe económica, literalmente carnavaleó su política exterior y cambia de intereses y amigos como si se tratara de escoger la ropa que uno se va a poner por la mañana.

Aprovechando su condición de país miembro de las Naciones Unidas, Nauru se dedicó a carnavalear con su papel en la ONU. Cada día cambiaba su postura o amigos en función de lo que le prometiesen y no dudaba en reconocer como países a territorios que no tienen reconocimiento internacional si a cambio lograba algún ingreso.

Sello de Nauru

En 2002, Nauru reconoció a la República Popular China y recibió una "desinteresada" ayuda de 130 millones de dólares desde Pekín. Dos años después, en 2005, Nauru decidió cambiar su reconocimiento y apoyar a la República de China (Taiwán) recibiendo una cifra similar del gobierno de Taipei.  

Entre 1981 y 2000 reconoció a la República Árabe Saharaui Democrática, hasta que cambió de opinión tras una donación de 1 millón de $ de Marruecos y un acuerdo para la exportación de fosfatos entre Yarén y Rabat.

Otro ejemplo sería el reconocimiento de Nauru a la independencia de Abkhazia y Ossetia del Sur en 2009, después de que Rusia le hiciera una "donación" de 50 millones de dólares en concepto de "ayuda humanitaria".  

Un paraíso... fiscal

Nauru ya estaba desatado y le daba muy igual todo. A partir de la década de los 90s pensaron que su mejor opción era volverse un paraíso fiscal. Pero no un paraíso cualquiera, no... Nauru quería ser un paraíso cutre. El único requisito que pedía el gobierno para abrir un banco en el país era introducir 25.000$... nada más. No querían saber de donde procedía el dinero, ni los antecedentes penales, ni nada de aburridos informes financieros.

El resultado fue que Nauru se volvió el país favorito de la mafia rusa, que entre 1990 y 2000 ingresó cerca de 70 billones de dólares en los relajados bancos de Nauru. Esto saltó las alarmas del Grupo de Acción Financiera contra el Lavado de Dinero (FATF), del G7, que incluyó a Nauru en la lista negra de países que favorecen el lavado de dinero y el crimen internacional. 

En 2023 Nauru se quedó sin bancos, el único banco australiano que proporcionaba a Nauru servicios bancarios anunció que saldría de la isla a finales de año.

Como es lógico, esto tuvo un impacto negativo en el flujo de cooperación internacional hacia Nauru. Sin embargo no quisieron desaprovechar la oportunidad y llegaron a negociar con Estados Unidos la eliminación de las leyes a favor del lavado de dinero a cambio de una "pequeña ayuda financiera" para la isla.

Actualmente el Estado nauruano sigue inmerso en un juicio contra Estados Unidos a raíz de este acuerdo. Según afirma Nauru, los representantes norteamericanos les ofrecieron mil millones de dólares para la recuperación económica de la isla a cambio de dejar de lavar dinero y ayudarles en la llamada "Operation Weasel". 

Dentro de esta operación, Nauru estableció una embajada en la República Popular China (embajada que en realidad estaba bajo el control de los Estados Unidos), para facilitar la deserción científicos norcoreanos y funcionarios que cruzasen la frontera entre China y Corea del Norte. Supuestamente, gracias a esta operación consiguieron sacar de Corea a Kyong Wonha, el científico responsable del programa nuclear de Pionyang. Arriesgado juego sin duda...

Pasaporte de Nauru

Pero la cosa no quedó aquí, otra de las ingeniosas fuentes de ingresos que se le ocurrió al gobierno de Nauru fue la venta de pasaportes al mejor postor. Según las declaraciones de un miembro del parlamento, altos funcionarios del gobierno de Nauru y servidores públicos del país vendían pasaportes nauruanos por aproximadamente 50.000$ a cualquier persona de cualquier lugar del mundo que lo solicitase. 

Nauru comenzó siendo el refugio del dinero de los delincuentes y acabó siendo el paraíso de estos mismos delincuentes.

Tu vecino y amigo Australia

A Nauru se le agotaban las opciones (y la reputación internacional) así que no dudó en llamar a la puerta del "vecino rico" y ofrecerse a colaborar en lo que Australia llamaba la "Pacific Solution".

Desde 2001, miles de ciudadanos de Iraq, Afganistán, Sri Lanka, Myanmar e Indonesia buscaban asilo en territorio australiano. Para quitarse de en medio este marrón, el gobierno de Canberra optó por externalizar el problema a un país de mierda... como por ejemplo Nauru.

Centro de detención en Nauru

La solución pacífica funcionaba así: Australia le paga aproximadamente 8.7 millones de dólares al año a Nauru a cambio de que el pequeño país insular se haga cargo de todos los extranjeros que hayan solicitado asilo en el país mientras sus solicitudes son estudiadas. 

Como era de esperar, las condiciones de los iraquíes y afganos que solicitaban asilo distaban mucho de ser unas vacaciones en una isla tropical. Los inmigrantes languidecían en un centro de detención construido por el gobierno australiano que se parecía tremendamente a un campo de concentración.

Entre entre 2001 y 2008, Nauru acogió a todos los refugiados e inmigrantes de Australia a cambio de una generosa ayuda económica; no contentos con esto también se ofrecieron a almacenar sus residuos nucleares en 2005.

Campamento de refugiados en Nauru

Pero todo se torció en 2007, tras numerosos suicidios y denuncias de violaciones de los derechos humanos en sus campos de detención, el gobierno de Australia decidió cerrar el campo presionado por las Naciones Unidas. Esto fue un alivio para los refugiados allí encerrados y una patada en el culo Nauru, su PIB disminuyó en un 20%, se perdieron unos 180 puestos de trabajo directos y 500 indirectos (en un país con una tasa de desempleo del 90%) y la capacidad del Estado de proporcionar los servicios básicos a su población disminuyó drásticamente.En agosto de 2012, como consecuencia del incremento de los rescates de inmigrantes ilegales por parte de la marina australiana, el Parlamento Australiano decidió retomar la "Pacific Solution" y aprobó una partida de 2000 millones de dólares para que Nauru se hiciese cargo de sus refugiados durante los próximos 4 años y otros 900 millones de dólares para Papúa Nueva Guinea. Los solicitantes de asilo político en Australia eran condenados al limbo de Nauru mientras su solicitud era estudiada. Si la solicitud era aprobada eran realojados en Papúa Nueva Guinea, nunca en Australia. La idea que se intentaba transmitir a los refugiados es que aunque llegasen a aguas australianas, jamás vivirían en Australia.

Una familia de refugiados en Nauru

Si la solicitud era rechazada los refugiados volvían al centro de detención de Nauru, un lugar en donde los intentos de suicidio, las autolesiones y los problemas de salud mental se estaban disparando entre los menores de edad. Solo en 2018 una joven tuvo que ser trasladada a Australia tras pasar semanas en huelga de hambre, una niña de 12 años se quemó a lo bonzo tras varios intentos de suicidio y otro niño iraní vio como su hospitalización era rechazada por querer viajar con su padre. Ante la falta de medios para solucionar "el ambiente emocional tóxico" (UNICEF) de estos centros, la solución del gobierno de Nauru fue expulsar a Médicos sin Fronteras, la última organización que quedaba prestando ayuda a los refugiados.

Futuro

Actualmente los ingresos de Nauru provienen de dos fuentes:

  • 500.000$ anuales procedentes de las modestas exportaciones de los pocos fosfatos que quedan en la isla
  • A esto se suman 3 millones de dólares anuales por licencias para que los barcos extranjeros faenen en las aguas del país.

En total son 3,5 millones para cubrir los 20 millones anuales que gasta el país en importaciones. No hay que ser un Nóbel en economía para darse cuenta de que Nauru tiene los días contados.

Estructura de almacenaje abandonada en la costa de Nauru

En agosto de 2004, se publicó un estudio australiano en el que se afirmaba que Nauru tenía dos opciones: convertirse en "un mendigo y leproso del Pacífico asolado por la pobreza y las enfermedades, o llevar una vida sana y modesta" lo cual implicaba renunciar a su soberanía como república y pasar a formar parte de Australia, Nueva Zelanda o Fiyi. Ese mismo año, el presidente declaró el estado de emergencia nacional debido a la crisis económica y disolvió el Parlamento.

Desde entonces Nauru ha realizado maniobras desesperadas para salvar la situación, para no alargar más esta historia de despropósitos, repasaremos tan solo algunas de las más chifladas:

  • El 15 de junio de 2005, Nauru se unió a la Comisión Ballenera Internacional (CBI); probablemente sobornada por Japón, para que votara sobre la reanudación de la caza comercial de ballenas en Ulsan, Corea del Sur.
  • En 2007, el ministro de Industria anunció un programa de rehabilitación y renaturalización que en el plazo de 20 años convertiría a Nauru en la isla tropical que fue una vez.
  • Además, existen programas entre el gobierno de Nauru, Australia y Nueva Zelanda para crear un centro de reparación y fabricación de barcos en Nauru... una isla que no tiene ni un solo puerto.
  • Uno de los últimos intentos ha sido posicionarse como un destino turístico importante en el Pacífico… para ello Nauru cuenta con 2 tristes hoteles con capacidad para 250 visitantes. Tienen mucho trabajo por delante, con 200 visitantes al año, actualmente Nauru es el país menos turístico del mundo.
  • A modo de curiosidad, durante la pandemia de Covid-19, Nauru fue el único país que logró vacunar a toda su población antes de que se registrase un solo caso de infección. Alguna ventaja tenía que tener la insularidad.

Sin duda el futuro de Nauru es oscuro, mientras sus habitantes se preguntan si es posible dar la vuelta a la situación, el resto del mundo observa expectante cuanto tiempo más le quedará a esta micronación para colapsar.

+ info: Wikipedia - OM - Banderas - History

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