Mújica. Una biografía inspiradora

Mújica. Una biografía inspiradora


PRIMERA PARTE » La agenda atrevida

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La agenda atrevida

Entre los años 2012 y 2013 su gobierno promovió un conjunto de medidas que situaron nuevamente a Uruguay en la vanguardia de las regulaciones a nivel continental. Estas medidas fueron la legalización regulada y controlada de la marihuana, la ley de interrupción voluntaria del embarazo y la legalización del matrimonio igualitario. Además de estas medidas en su gestión se avanzó en la redacción de una ley de medios de comunicación que suplantaba a la antigua ley de la dictadura. Aunque este proyecto largamente debatido contaba con los votos necesarios para su aprobación y el apoyo de organizaciones internacionales, por pedido expreso del candidato a presidente Tabaré Vázquez, se postergó su tratamiento hasta después de las elecciones.

Estas medidas que no estaban previstas en la hoja de ruta del nuevo gobierno terminaron adquiriendo tal peso y repercusión que seguramente serán de los actos que más se recuerden de esta gestión. En las medidas más controvertidas, como el aborto o las drogas, con las que no está de acuerdo, ha aplicado de forma pragmática «un principio muy simple: reconocer los hechos».

El anuncio de la legalización de la marihuana fue sorpresivo ya que no se ajustaba a la línea de pensamiento del viejo tupamaro. En diferentes entrevistas Mujica se había explayado sobre el problema de las adicciones con comentarios polémicos sobre los adictos que no se avinieran a un tratamiento como «agarrarlo del forro y meterlo en una colonia para sacarle el vicio a prepo». Estas ideas muy de la calle pero desaconsejadas por especialistas no tuvieron apoyo ni en las propias filas del Frente. En cambio, la legalización de la marihuana era una opción que había ganado importantes apoyos en fuerzas políticas y sociales uruguayas. Sin embargo, tratándose de un asunto tan delicado y con tantos detractores, nadie esperaba que en el corto plazo pudiera realizarse.

El ministro del Interior Fernández Huidobro, un tupamaro de la vieja guardia, se encargó de hacer el anuncio de una medida concebida como una prueba piloto dadas las escasas experiencias mundiales. La ley establece un sistema regulado por el estado para la comercialización, los límites de compra, el autoconsumo, la publicidad y otras medidas de control.

La aprobación de la ley fue quizá la medida que tuvo un mayor impacto mediático a nivel mundial y que sumó más apoyos que rechazos. Ha sido una materia obligada de consulta de las múltiples entrevistas que Mujica ha dado en los últimos años. Fiel a su estilo directo y de frases contundentes, reconoce que la única adicción que acepta es la del amor. Y si «para ser libre yo tengo que tomar una droga, estoy frito. La libertad la tengo acá o no la tengo». Y defiende la aplicación de esta ley para atacar otro problema más profundo: el narcotráfico.

«El problema no es la marihuana, que es una plaga como toda adicción. El problema que hay detrás es el narcotráfico. Defendemos que se haga cargo el estado [...]. El problema es robarle el mercado al narcotráfico como mejor manera de combatirlo, la otra opción es lo que pasa, le encontramos un cargamento, este otro cargamento, les ganamos un montón de batallas y al final, nos ganan la guerra. Yo no sé si lo que nosotros planteamos puede contribuir a solucionar el problema. Lo que tengo claro es que 100 años persiguiendo la drogadicción no dan resultado.» (2013)

La Ley de Despenalización del Aborto, en cambio, tenía una trayectoria de debates y tramitaciones legislativas muy amplias. El presidente Battle había promovido una ley que fue rechazada en el Parlamento con los votos en contra, entre otros, de los senadores Mujica y Fernández Huidobro. Durante el gobierno de Vázquez el Parlamento aprobó una ley que finalmente fue vetada por el presidente. Finalmente, la ley aprobada durante el gobierno de Mujica tuvo que sortear un último escollo cuando los grupos antiaborto promovieron un plebiscito que no alcanzó los apoyos suficientes.

«Pero ¿quién va a estar a favor del aborto como principio? [...] pero hay un cuadro de mujeres que se ven en la amargura de tener que tomar esa decisión contra viento y marea [...] y toman decisiones más allá de las discusiones que puedan tener los políticos o los filósofos. Yo creo que reconocer la existencia de ese hecho, ponerlo arriba de la mesa legalizándolo, nos da la oportunidad de poder obrar persuasivamente sobre la decisión de esas mujeres, y si hay una cuestión económica, una cuestión de soledad, una cuestión de angustia, los hechos nos demuestran que muchas mujeres retroceden y se pueden salvar más vidas. Lo otro es dejarlas aisladas en medio de su drama, me parece que es hipócrita.» (2013)

La Ley de Matrimonio Igualitario fue la que concitó más consensos en la sociedad. Una ley similar aprobada poco antes en Argentina, las propias tradiciones liberales de los partidos uruguayos y el peso de diferentes movimientos sociales facilitaron su tratamiento.

«El matrimonio gay, por favor, es más viejo que el mundo. Tuvimos a Julio César, Alejandro el Grande. Dicen que es moderno y es más antiguo que todos nosotros. Es una realidad objetiva. Existe. No legalizarlo sería torturar a las personas inútilmente.» (2014)

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