Mújica. Una biografía inspiradora

Mújica. Una biografía inspiradora


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«No anda más rápido el que anda más apurado sino el que camina más firme.»

En los tiempos actuales es habitual la tendencia a actuar al instante, buscando la solución o el beneficio inmediatos. Esto no sucede solo en el entorno personal sino también en el ámbito político, como recordaba Mujica para El Periódico en diciembre de 2013.

Muchas veces las prisas o las emociones desencadenan cambios globales, como sucedió cuando Paris de Troya deseó a Helena, esposa de Menelao. La impaciencia por entrar en combate hizo que el ejército francés ordenara mal a sus tropas, perdiendo la batalla de Crécy ante los disciplinados ingleses en 1346, y casi hizo perder a Napoleón la batalla de Somosierra de 1808, en la que lo salvó de la derrota la caballería polaca.

La impaciencia y la falta de reflexión son muchas veces las causantes de problemas o malentendidos, que podrían haberse evitado si se hubiese tomado el tiempo necesario para meditar a la hora de dar pasos hacia delante. Sin embargo nunca es tarde para aprender a avanzar con seguridad hacia el final de ruta buscado, tal como señalaba constantemente Mujica en su etapa como político.

La apuesta por la paciencia y el buen hacer vienen de lejos, y es posible retroceder en el tiempo hasta la Antigüedad para tomar ejemplo de las virtudes que más valoraban los griegos en el ámbito cívico: valentía, sensatez y justicia.

En su República, Platón las reunió y añadió una cuarta aptitud, convirtiéndolas en las Cuatro Virtudes Cardinales, que luego adaptó la doctrina cristiana:

Justicia: Conocerse a uno mismo y coexistir con los demás. Busca dar a cada uno lo que le corresponde.

Prudencia: Ver el todo y no solo la parte, para actuar con cautela, discernir entre el bien y el mal y evitar los daños.

Fortaleza: Preservar el todo, a través de una conducta basada en afrontar los miedos y desarrollar el coraje para hacer lo que es debido.

Templanza: Para dirigir nuestras tendencias y dominar los instintos por medio de la honestidad y la voluntad.

Interiorizar virtudes como estas pueden llevar al individuo al mejor camino, e incluso hacerle guiar, como el presidente Mujica, a otros hacia la dirección correcta.

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