Mújica. Una biografía inspiradora

Mújica. Una biografía inspiradora


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«Lo reaccionario es la patología de lo conservador. Es ir para atrás y de una forma dogmática y cerrada. La patología de la izquierda es el infantilismo. Es la confusión permanente de la ilusión con la realidad.»

Mujica ha sido acusado más de una vez de abandonar sus ideales al llegar a la política de alto nivel, a lo que él siempre ha respondido que hay que ser idealista pero vivir en el mundo real, como hizo en una entrevista para Salvados el 18 de mayo de 2014.

De una forma parecida, también al escritor y ex candidato del Frente Democrático a la presidencia de Perú Mario Vargas Llosa lo han acusado de cambiar de bando. Al ser preguntado en una entrevista para El País en 1989 sobre la opinión que le merecía que en Europa pensaran que se había cambiado de la izquierda a la derecha, contestó:

«Yo estoy por el cambio, por las reformas radicales. No creo que hoy las reformas radicales se fundamenten en el crecimiento del Estado. En los años sesenta yo creía que eso era posible, y en ese sentido he cambiado. ¿Pero qué es la derecha hoy en Europa?, ¿el fascismo? Yo estoy a favor de las soluciones liberales y en América Latina ser liberal es ser revolucionario. El Estado es un monstruo corrupto, y hacerlo más eficiente y más moral, dándole la soberanía al ciudadano común es un hecho revolucionario. Sé que desde la perspectiva europea es difícil entender que esto es así, y por eso se me ha tachado de conservador y de reaccionario. Yo no me reconozco en esta calificación. No soy un conservador porque el conservador quiere que las cosas permanezcan como están. No quiero que se perpetúen en América Latina ni la dictadura ni la intolerancia. La gran revolución en América Latina es la que nos lleve a la tolerancia y a la transigencia, la que nos haga renunciar a la brutalidad. Los marginados, los pobres de América Latina, están en favor de esta revolución.»

Autor de obras como La ciudad y los perros o Pantaleón y las visitadoras, llegaba a esta conclusión tras veinte años de vida política: «La utopía ya no es posible y ha de refugiarse solo en el ejercicio individual de la creatividad; no sirve para predicar soluciones sociales colectivas. Lo revolucionario es hoy en América Latina la aplicación de las ideas liberales para disminuir el poder omnímodo y corrupto del Estado.»

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